EL JUEGO DE LA BESTIA. ® [02]...

Від RafiValderrama

1.9M 167K 86.8K

Trilogía bestia {02} Fantasía y Romance. "El amor puede ser felicidad o destrucción. " Primer libro: En los... Більше

Prólogo.
Capítulo 1.
Capítulo 2.
Capítulo 3.
Capítulo 4.
Capítulo 5.
Capítulo 6.
Capítulo 7.
Capítulo 8.
Capítulo 9.
Capítulo 10.
Capítulo 11.
Capítulo 12.
Capítulo 13.
Capítulo 14.
Capítulo 15.
Capítulo 16.
Capítulo 17.
Capítulo 18.
Capítulo 19.
Capítulo 20.
Capítulo 21.
Capítulo 22.
Capítulo 23.
Capítulo 24.
Capítulo 25.
Capítulo 27.
Capítulo 28.
Capítulo 29.
Capítulo 30.
Capítulo 31.
Capítulo 32.
Capítulo 33.
Capítulo 34.
Capítulo 35.
Capítulo 36.
Capítulo 37.
Capítulo 38.
Capítulo 39.
Capítulo 40.
Capítulo 41.
Capítulo 42.
Capítulo 43.
Capítulo 44.
Capítulo 45.
Capítulo 46.
Capítulo 47.
Capítulo 48.
Capítulo 49.
Capítulo 50.
Capítulo 51.
Capítulo 52.
Capítulo 53.
Capítulo 54.
Capítulo 55.
Capítulo 56.
Capítulo 57.
Capítulo 58.
Capítulo 59.
Capítulo 60.
Epílogo.
EXTRA.
✝️KALEB✝️
EXTRA 2.
EXTRA 3.
EXTRA 4.

Capítulo 26.

28.9K 2.5K 1.3K
Від RafiValderrama


KENDO EVANS.

Si algo he aprendido de mi cruel, extraño y desconfiado mejor amigo, es que no hay que confiar en nadie, solo en las personas que demuestran incansablemente su lealtad.

El hombre me observa. Me tiene en la mira, como si quisiera y pudiera ver mis pensamientos.

No lo negaré, la oferta es tentadora.

Decido acercarme a él.

— ¿Tienes algún problema o no has entendido mi respuesta? —Pregunto haciendo notable mi molesta. Él sonríe.

— Tienes mucho potencial. —Responde— He visto vídeos de tus carreras.

— Ahora todo esto es mío, no tengo necesidad de participar en carreras, mucho menos cuando es para elevar la autoestima de un corredor inexperto y novato. —Dejo claro mucho antes de escuchar una estupidez.

Él, tras mirar mis ojos por un segundo, empuja su cuerpo y camina para irse.

— ¿Y qué me dices del número uno actualmente? —Hace una nueva pregunta. — Dicen que es insuperable, que nadie ha conseguido un tiempo como el suyo desde que abandonó.

— Escucha, te diría que se lo propusieras, pero conociendo a mi amigo, te dirá que lo último que quiere es meterse en una estúpida carrera, que es evidentemente aburrida e inútil. —sonrío— Te ahorro respuestas a preguntas que no tendrán sentido.

Entra en el coche, le entrega una tarjeta a Mark, mi socio, y se marcha. Janet coge mi mano nerviosa, posa la barbilla en mi hombro y la miro de tiernamente.

— Ese tío no me da buena espina.

— A mí tampoco.

YULIMA TYLER.

Siento sus dedos acariciar mi rostro. Lo que dice es cierto, cuando no lo observo a él, me observa a mí. Entreabro los ojos para verle, me sonríe tras descubrirme y me besa.

— Buenos días nena.

— Buenos días amor. —mi voz de recién levantada le provoca una sonrisa.

— No quiero esto.

— ¿Qué?

— Que una vez más des de lado tus estudios por mí. —Llevo la mano hasta su rostro. — Quiero que estudies.

— Myke —Bostezo, giro mi cuerpo y lo pego al suyo. — No voy a dejar los estudios.

— ¿Cuántas veces has ido a la universidad desde qué todo volvió? —Lo admito, tiene razón. — No soporto saber que de nuevo lo estas dejando todo de lado.

Le doy un dulce, cálido y apasionado beso, que termina con sus manos apretando mi cuerpo contra el suyo.

— Sé todo lo que tengo que hacer. Lo haré en casa, lo entregaré todo a tiempo. —Aseguro en voz baja. Realmente quiero calmarlo, pero obviamente nada es fácil.

— No. —Alzo la ceja— Vístete, en este momento te llevo a la universidad.

— Myke Walker. —Con tan solo decirle su nombre completo, se detiene en seco y me mira. — Eres mi prioridad.

— Y tú la mía, por esa razón no quiero que dejes a un lado tu vida, para arreglar la mía de alguna manera.

— Escúchame, para mí es más importante salvarte a ti, que todo lo demás. Para lo demás hay tiempo, pero no sé cuánto tiempo hay hasta que tu lado demoníaco consiga salir. —Por la expresión de su rostro, sé que no me hace gracia lo que le estoy diciendo.

Niega con la cabeza. Convencerlo siempre es una misión difícil, conseguirlo es como un milagro.

— ¿Tienes el libro? —Pregunta de repente— El que cogimos de la casa de la bruja.

— Si, está en mi mochila.

La coge, saca el libro, lo extiende en la cama y trata de leer las páginas. Como dije, el libro está escrito en un idioma extraño.

— Es curioso que lo único que pueda leerse con claridad es el nombre de Diana. La bruja sabía que en algún momento buscaríamos respuestas, y que encontraríamos una parte de la vida de bestia.

Entonces, me fijo en algo a lo que no le presté atención cuando encontré el libro; en la misma página, a un lado, hay escrita una vocal: E.
Debe ser importante, tanto o más que el nombre y la historia de Diana Marshall.

— Mira. —Lo señalo. Myke queda igual que yo, ambos llenos de confusión.

— ¿Qué significa?

— No lo sé. —Golpea la cama— Creo que esto solamente puede descifrarlo una bruja.

— Las brujas no quieren ayudarnos, quieren destruirme.

— Chloe solo contó su visión.

— Chloe quería atormentarme, confundirme, y no creo que su visión sea cierta. Me volvería loco si te pierdo, si, hasta el punto de destruirlo todo e incluso encontraría la manera de matarme ¿Pero, por qué nos avisaría? —Tras pensar unos segundos, se pone en pie y niega rotundamente con la cabeza. — No creo que sea casualidad, tampoco que nuestra visita, el libro y Diana sean casualidades. Esta vocal tampoco lo es.

— ¿Insinúas qué alguien nos quiere cerca?

— Creo que alguien quiere que sepamos algo.

— No desvaríes. —Me acerco para calmarlo, está demasiado nervioso. — También pienso que nada es casualidad, pero una simple bruja no puede lograrlo todo.

— No estoy hablando de una bruja.

— ¿Qué?

— Lo que sentí mientras estaba en trance, esa sensación, —Trago saliva— él puede hacerlo todo, tiene poder para hacer lo que sea. Sentí la necesidad de ser malvado.

Lo abrazo. Su corazón está atemorizado. Aunque no quiere admitirlo, aunque el hecho de admitir que sus emociones están en uña expirar de descontrol, lo desoriente, sé que necesita un abrazo y que me necesita cerca todo el tiempo.

Mis estudios son importantes, por supuesto, pero no puedo, ni quiero dejarlo solo. Mi chico es una bomba que puede ser detonada en cualquier momento, y si me alejo... aprovecharán para hacerlo explotar.

— Amor.

— ¿Qué pasa? —Le doy un beso.

— ¿Por qué no vas a hacer cosas con Kendo? —Pregunto, traga saliva y niega con la cabeza.

— Temo alejarme de ti.

— Has dicho que no crees en su visión.

— Si, pero no he dicho que no crea que te utilizaran para destrozarme el alma y obligarme a ser un monstruo con tu muerte. No me arriesgaré, voy a estar donde tú estés.

— ¿Tengo qué recordarte qué me enfrenté a un demonio? —Sonríe.

— Un demonio enamorado de ti.

Mierda, en eso tiene toda la razón.

— Bestia jamás me amó, me habría matado.

— Bestia te amó. Puedes engañarte, pero no puedes hacérmelo creer a mí, porque lo sentí.

¿Sintió el amor de bestia por mí? Debió ser doloroso...

— No me importan los sentimientos de ese monstruo. —Clavo mis ojos en los suyos— Quiero hacerlo desaparecer para siempre.

Me pone el pelo detrás de la oreja.

— Deja de temer. —Susurro.

— Temo porque... para ti pueden existir mil personas más, pero para mí solo existes tú.

— De las mil, te sigo prefiriendo y eligiendo a ti.

Me besa, de nuevo aprieta mi cuerpo contra el suyo, mordisquea mi labio y acto seguido sonríe. Una sonrisa breve, efímera, pero absolutamente preciosa.

Kendo hace acto de presencia con un mensaje.

— Debe ser importante.

— Si, pero no me sorprendería ninguna estupidez. Una vez me envió un mensaje solamente para decirme que Janet tenía un retraso. —Me río.

— Eso no es una estupidez.

— Si no quiere ser padre, que utilice condones.

— Eres el menos indicado para hablar de eso. —Lo hago reír— Solamente recuerda el día que te comenté que tenía un retraso.

Recuerdo ese día. Su cara se descompuso, creía que le había dado un ataque, porque no reaccionaba, ni siquiera pestañeaba. Afortunadamente solo fue una falsa alarma, pero no me quiero imaginar que habría pasado si lo hubiera estado, directamente, muere. Habría sido la primera humana en matar a un medio demonio inmortal, sin utilizar ningún arma.

— Ahora que lo pienso, habría nacido con sangre demoníaca. —Dice en un tono gracioso, aliviado porque no existe ningún bebé.

— Y yo habría tenido que cuidar de dos niños. —Él ríe. Amo hacer que sonría en momentos donde su estado de ánimo no es el mejor.

— ¿Y quien habría sido el consentido?

— Mmm, tú has estado consentido mucho tiempo.

— Me pondría celoso.

— No me importaría. —Me besa.— Es la primera vez que hablamos de esto.

— ¿De qué?

— De bebés.

— Aún no he leído el mensaje de Kendo.

Como siempre, evadiendo todo aquello que no le conviene e incomoda. Lo entiendo, su niñez ha sido tan horrible, que no desea verse reflejado en un bebé y muchísimo menos ahora, que sabe de su parte demoníaca.

— ¿Qué te dice?

— Me está contando que un tío bastante extraño ha estado en las carreras insistiéndole para que vuelva a las carreras. —Me siento, cruzo las piernas y lo miro atenta. — Kendo lo dejó cuando montó el negocio, era muy bueno.

— Tal vez lo han escuchado hablar de él.

— Después han querido desafiarme a mí.

— No me molesta que corras, pero prefiero que te mantengas alejado de la adrenalina por un tiempo ¿Vale? —Pasa la mano por mi barbilla.

— Si, en este momento no sería conveniente.

— ¿Kendo?

— Kendo tampoco correrá. Antes de retirarse tuvo una mala experiencia y dudo mucho que vuelva a subirse en un coche, para correr en una carrera ilegal.

Me abre las piernas y se sienta entre ellas.

— Ahora esta demasiado vigilado.

— Si.

Veo como presiona los dedos pulgares contra sus ojos; de nuevo siente dolor.

— ¿Qué pasa?

— A veces siento ardor en los ojos.

Le doy un beso en el hombro.

— Tranquilo. —Me mira de reojo— No temo.

— Sigo pensando que eres una suicida.

— Yo sigo pensando que tú vales todo el dolor y todas las dificultades que tenga que pasar para poder estar contigo.

Se muerde el labio, sonríe y suspira.

— Te amo como un loco.

— ¿Tanto? —Suelta una carcajada.

— Más de lo que tu cabeza pueda imaginar.

Le doy un beso en la mejilla.

— ¿Qué tal sienta ser una bestia de caramelo? —Mi pregunta lo hace viajar al principio de todo, gira su cuerpo, me agarra por la cintura y me sienta encima de él.

— ¿Recuerdas cada detalle de nuestra relación?

— Cada cosa.

— Eres imposible chica de ojos canela.

— Al final resultó que si tenías corazón.

Niega con la cabeza.

— Me pintaste uno. —Rio.

— ¿En serio dije eso?

— No eres la única que recuerda nuestro comienzo paso a paso.

Mirarnos a los ojos es suficiente. No hace falta decir una vez más lo mucho que nos amamos, solo necesitamos vernos, sonreírnos y es más que suficiente. Él sabe que daría la vida por él, que lo haría, porque soy una suicida, y yo sé que él daría la vida por mí, que no lo pensaría y moriría solo para protegerme.

De repente, se pone en pie obligándome a ponerme también.

— Vamos. —Tira de mí.

— ¿Qué? ¿Dónde?

— ¿Cuánto hace de la última vez qué huimos?

— Hemos estado por muchos lugares en dos años. —Entrecierra los ojos. — Pero la última vez que huimos, mis padres querían llevarme a un internado.

— Ahora no huimos de tus padres, pero si de los problemas.

— ¿Quién eres y qué has hecho con Myke?

— ¿No te callarás?

— Me temo que no.

Coge una camiseta, unos pantalones y se viste mientras llega a la puerta. Está loco. Definitivamente acaba de enloquecer.

— No me obligues a vestirte, que no salimos nunca de esa cama. —Amenaza.

Tan loca como él, le sigo el juego. Ambos nos subimos al coche y nos marchamos.

Me enternece saber que todo lo hace por mí. Porque últimamente lo único que hemos tenido han sido problemas, temores y apenas segundos de amor. Nunca me resistiré a ir con él, sea donde sea, iré sin pensármelo.

Conduce, y en cuanto me doy cuenta donde vamos, echo la cabeza sobre mi mano y rio.

— ¡Lo sabía!

— Está playa siempre será nuestra.

— Te ha entrado nostalgia. —Me coge la mano, deja un beso sobre mis nudillos y confirma con la cabeza.

Es raro, pero hemos venido pocas veces. Siempre hemos estado viajando, conociendo ciudades, pero pocas veces nos hemos sentado en nuestra playa y hemos recordado cada estupidez que hicimos aquí. Cuando al fin llegamos, salgo del coche entusiasmada, sonriente y me quito los zapatos para caminar descalza.

— ¿Sabes? Algo no a cambiado.

— Todo a cambiado. —Lo miro confusa.

Veo que se quita los zapatos para quedar descalzo como yo. Se pone frente a mí y deja un beso en mi frente.

— Ahora no voy a abandonarte.

— ¿No?

— Aquí te dije tantas veces que sentía miedo. Te hablé de mi dolor, dije cosas que nadie sabía y confié en ti sin apenas conocerte. También te abandoné innumerables veces, me alejé y te rompí el corazón e incluso me vi obligado a decirte que no te amaba para protegerte.

— Hablaste en código. —Muestra una media sonrisa.

— Descubrí que eras el amor de mi vida en ese instante. —Mi corazón se encoge. Acaba de decir algo que nunca pensé oírle decir— Me di cuenta que era un gilipollas, que todo el miedo que había sentido anteriormente había sido absurdo, que tú... nunca me abandonarías.

— Myke ¿Te sientes bien?

— Demasiado cursi ¿No? —Los dos reímos.

— Todo a cambiado, tú has cambiado. —Mueve la cabeza.— Y me siento tan orgullosa de ti.

Él seca las lágrimas que por emoción salen de mis ojos.

— Tú eres mi humanidad. —Coge mi mano, la lleva hasta su pecho y sonrío— Es completamente tuyo.

— Te amo tanto Myke, tanto.

Nos besamos. Nuestros labios se entrelazan, quedamos atrapados en un beso apasionado, excitante y lleno de amor. Esta vez soy yo la que aprieta su cuerpo contra el mío, rodeándolo con mis brazos para que no se separe de mí. El tacto de sus dedos en mi rostro, eriza cada centímetro de mi piel. Cuando nos separamos, pone la mano en mi nuca y me abraza.

ETHAN.

Odio.

Odio estar conectado con él. Odio oír y sentir todo lo que a él le ocurre. Renací en él, se convirtió en mi hermano y al mismo tiempo, nos convertimos en una sola persona.

Necesito deshacerme de esto.

No puedo seguir unido a alguien que quiero muerto.

— Padre. —Lo llamo frente al espejo. — Necesito que una de tus brujas haga un maldito hechizo.

No recibo ninguna respuesta.

— ¡Padre! —Grito— No soporto saber que vivo unido a Walker.

Aun sin respuesta, opto por golpear el espejo y romperlo para deshacerme de mi rabia. Mis ojos se convierten en oscuridad.

— No cohibas el poder.

Su voz no pertenece al espejo. Doy un giro e inesperadamente, lo encuentro frente a mí.

— Padre.

— Hijo.

— Aun no es el momento, tú dijiste que no te quedarías hasta el momento en perfecto.

— Es el momento.

— ¿Qué? ¡Aún no hemos hecho nada! —Grito.

— Has asesinado al primer objetivo, tranquilo hijo, todo toma tiempo.

— No soporto vivir así.

— De repente no soportas saber que vives anclado a una humana. —Bajo la mirada— No es Walker quien te preocupa, tampoco su poder. Es ella.

— Ella no es una preocupación para mí, soy capaz de matarla.

— Eres capaz de cualquier cosa, menos de luchar contra ti mismo para deshacerte de alguien que devastaría todo en ti si muere.

— No es cierto. Amaba a Diana y la maté con mis propias manos.

— Cuando hablé con Walker, me dijo algo que hasta ahora no había entendido. —Dice con las manos en su espalda— Ella no es una humana cualquiera. Ella fue creada para ser el ancla de dos demonios capaces de destruir el mundo.

— ¡No me importa!

Sonríe.

— Entonces, mátala.

— Lo haré.

— Hazlo ahora, consigue que las manos que acaben con ella, sean las mismas en las que confía ciegamente. —Sonríe— Posee a Walker ¡Y mátala!

Cierro los ojos. Trato incansablemente entrar en su cabeza, conseguir poseerlo como tantas veces he hecho. La voz de padre retumba en mi cabeza, él insiste, me presiona y grita.

— ¡Hazlo! —Grita. — Destruye aquello que os hace débiles.

Por primera vez, siento un dolor que nunca había sentido. Una fuerza superior a mí, me impide entrar en Walker y abro los ojos obligatoriamente.

— ¿¡Lo has hecho!?

Lo miro sin pronunciar palabras. Ahora es él quien causa dolor en mí, hasta el punto de hacerme caer de rodillas.

— ¡No he podido! —Exclamo.

— ¡¿Mi hijo no ha podido?! —Él hace notar su furia. — ¡Eres Ethan, el hijo del diablo!

Me pongo en pie pese al dolor que causa en mí. Mi nariz sangra, está debilitando demasiado el cuerpo del mortal que poseo. Muestro toda mi furia y mi poder sale a relucir. Veo mí reflejo en los cristales rotos del espejo, mis ojos son totalmente negros.

— ¡No puedo hacerle daño!

•••••
¡Gracias por estar un fin de semana más! Cada vez todo está mucho más intenso ¡Qué miedo!

Preguntas:

¿Quién está detrás de las "casualidades" de nuestros protagonistas? ¿Acaso hay alguien más qué no conocemos?

¿Preparadas para el encuentro más esperado entre Myke y Ethan?

¿Por qué no ha podido entrar en la mente de Myke?

Ethan está descontrolándose ¿Cuánto faltará para el descontrol de Myke?

¡Leo todas vuestras teorías! ❤️

Продовжити читання

Вам також сподобається

41.8K 3.9K 6
Louis no debería poner los ojos en su jefe, especialmente cuando es un omega igual que él y cuando el rizado es tan frío y arrogante como la mierda...
76.6K 6.3K 35
- ¿Acepta usted a Kayra Nova como su esposa en la salud y en la enfermedad, hasta que la muerte los separe? Ella espero su respuesta, apretó sus mano...
3.7K 292 19
Un mal entendido puede corromper a una persona, claramente si, está es la historia de un alma amable puede convertirse en la más cruel que haya exist...
122K 9.2K 27
Hazel, una chica que es famosa en la escuela por agarrar a patadas a todos y ser muy extrovertida y Noah, la chica mas popular de toda la escuela, a...