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Sí, ya se imaginan quien es la madre :p
Lo siento pero para mí Wei Ying en la mamá gallina de todos sus pollitos Lan <3 Y tenía que hacer algo por este día xd
No me maten uw'
Menciones de Mpreg.
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A pesar de ser un día tranquilo, había un aire de nerviosismo que se respiraba por todo GusuLan, en especial entre los jóvenes de la Secta, quienes con gran entusiasmo preparaban algo lejos de la vista de los mayores.
Era el día de las madres y ninguno podía esperar para entregar sus regalos.
—Está todo listo... —susurro JingYi, sentándose detrás de SiZhui durante la lección.
SiZhui asintió aliviado poniendo por fin toda su atención en la clase. Faltaba poco, se relajó sabiendo que todo seguía según lo planeado. JingYi por otro lado no podía estar más nervioso, moviéndose en su asiento incapaz de quedarse quieto.
—¿Crees que le gustara? —no pudo evitar preguntar, genuinamente preocupado.
Sonriendo bastante divertido por ver a su amigo actuar de esa forma tan nerviosa. SiZhui no respondió, dejando que se atormentara solo.
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Cuando la tarde llego, las clases y lecciones terminaron, cada uno cogió su camino todos hacia el mismo destino. Los grupos hablaban entre ellos en voz baja con felicidad, moviendo las manos explicando algo con entusiasmo. Wangji iba de camino al Jingshi para ver a Wei WuXian, cuando se topó de frente con SiZhui, el cual venia riendo por algo que dijo JingYi. Al pasar lado a lado se miraron por un instante de reojo y como llegando a un entendimiento silencioso, ambos asintieron al mismo tiempo.
SiZhui siguió su camino sonriendo ampliamente. Justo al llegar a los jardines una pequeña figura se acercó, tirando del borde de su túnica con insistencia.
—¿Ya podremos ver a mamá?
Unos orbes cristalinos tan parecidas a las de HanGuang-Jun pero con calidez propia del Señor Wei, le regresaron la mirada con ilusión.
—Sí, pronto lo veremos. —respondió sonriendo, usando una mano para desordenar sus oscuros cabellos que se encontraban atados por una cinta blanca propia de la Secta Lan.
—¡Mn! ¡Espero que le guste mi regalo! —con una mano presiono la hoja de papel contra su pecho y con la otra la alzó revisando que la rosa siguiera en buen estado, cada pétalo en su sitio.
—Estoy seguro de que lo va a amar, A-Lin. —dijo SiZhui dándole ánimos.
—¡Pero no tanto como al mío! —JingYi interrumpió, sonriendo con arrogancia con la intención de molestarlo.
El pequeño hizo una mueca muy parecida a la Wei WuXian, con las cejas fruncidas y los cachetes inflados. El hermano JingYi le gustaba porque era muy divertido estar con él y siempre se reía cuando hacían bromas juntos, pero a veces llegaba a odiarlo un poquito.
—¡Tú solo te aprovechas del trabajo de mi hermano mayor para decir que es tuyo! —lo acusó—. Yo te vi durmiendo mientras mi hermano trabajaba en el regalo. —levantó la barbilla, sonriendo victorioso haciéndose el vencedor de aquella discusión.
Tensándose, JingYi lo miro igual ceñudo, formando un puño con la mano.
—¡T-Tú, mocoso...!
—¡Ya, ya, no peleen! —SiZhui intervino entre ambos—JingYi no deberías pelear con un niño...
—¡Pe-pero!
—Y A-Lin, no deberías hablarle así a tus mayores. ¿Acaso olvidaste las reglas? ¿Debería decirle a padre que necesitas repasar todas las cuatro mil reglas?
—No... —se volvió hacia JingYi—. Hermano tiene razón, estuvo mal que hablara de esa forma... —inclino la cabeza, así ninguno noto la sonrisa maliciosa que curvo sus labios—. A-Lin se disculpa por haberle hablado así al anciano de la Secta.
—Muy bien, mocoso. Aprendes ra- —JingYi que hasta ese momento asentía aceptando sus palabras con gozo, se detuvo al escuchar la última parte—. ¡Oye! ¿A quién llamas anciano? ¡No soy tan viejo!
—Vejestorio.
—¡Ya veras cuando te atrape!
SiZhui disimulo la risa, desviando la mirada.
—Vamos, JingYi. Padre no debe tardar en llegar con mamá al lugar...
—SiZhui no soy viejo, ¿verdad? Estoy en mi mejor momento, ¿cierto? ¡¿Cierto?! —lloraba JingYi dejándose llevar.
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Wei WuXian se encontraba en el Jingshi, sentado en posición de loto frente a la entrada con los ojos meditando un poco. Había pasado una mañana bastante aburrida solo en el Jingshi, sus chicos lo habían abandonado ese día y ninguno se mostró por el lugar. Hasta su pequeño A-Lin prefirió irse con sus hermanos que quedarse con él.
Su tiempo de meditación se interrumpió al escuchar la puerta deslizarse. Elevo la mirada conectando sus ojos con los de su esposo, al instante una perezosa sonrisa apareció en su rostro, mientras alzaba los brazos demandando ser cargado.
Por supuesto, Wangji no tardo en llevarlo a sus brazos, dando relajantes caricias en su espalda.
—¿Cómo te sientes? —preguntó un poco preocupado.
Wei WuXian acarició con su nariz a lo largo del cuello de Lan Wangji, suspirando de gusto.
—Mucho mejor. Ya la fiebre desapareció por fin... entonces —bajo la voz, trazando círculos en su pecho sobre la ropa—, me preguntaba... ¿Ya puedo salir de aquí? —lo miro directo a los ojos.
Desde que pesco un leve resfriado durante una cacería nocturna, fue puesto bajo reposo completo por insistencia de todos, obligándolo a quedarse en el Jingshi hasta que se curara por completo. Sin un solo bocado de su amada comida picante y sin sorbo de su sonrisa del emperador, fueron los cinco días más torturadores de su vida. Lan Zhan llego al extremo de vacías su reserva para estar seguro de que no tomara nada en su ausencia.
—Mn. —asintió.
—¡Vamos, Lan-Ergege, no se-! ¿Dijiste que sí? —separó los labios sorprendido. Estaba preparado para rogar que lo dejaran salir, nunca espero que Lan Zhan accediera tan rápido.
—Mn, tenemos que ir a un lugar.
—¿En serio? ¿A dónde? ¿Por qué? —preguntó lleno de curiosidad.
—Es una sorpresa... —sujetándolo de la mano, Wangji lo llevo hasta el prado de los conejos, donde se detuvo.
Quito la cinta de su frente y la envolvió sobre los ojos de Wei WuXian.
—¿Eh? Lan Zhan, ¿estás planeando recrear nuestro último aniversario? Sabes que por el día cualquiera nos puede ver. —sonrió de medio lado.
Un sonrojo apareció en las orejas de Lan Zhan, escuchando el tono picaresco del otro.
—Silencio.
Riendo, Wei WuXian tuvo que sujetarse de él para avanzar, preocupado de tropezar y caer con una piedra o algo. En algún punto se detuvieron de nuevo, había mucho silencio, pero notaba la presencia de muchas personas a su alrededor.
—Ya puedes ver... —le susurro Lan Zhan al oído.
Usando una mano para quitar la venda, parpadeo contra la luz y cuando por fin su vista se aclaró vio a todos los jóvenes de la Secta reunidos a su alrededor.
—¿Chicos, qué hacen aquí? —inclino el rostro confundido.
Ninguno habló. Hasta ese momento se dieron cuenta de lo vergonzoso que era todo eso, en especial ahora que debían decirlo. Se miraron de reojo esperando que alguien tuviera el coraje de ser el primero. Luego de unos segundos y viéndolos tan tensos, Wei Ying iba a hablar de nuevo, pero una pequeña figura se adelantó saltando a sus brazos.
—¡Mamá! ¡A-Lin te desea un feliz día de las madres! ¡Mira, este es mi regalo! —colocó el dibujo frente a su rostro, luego lo movió a un lado para que viera su rostro dándole una gran sonrisa—. ¿Te gusta?
—Está hermoso, cariño. —respondió con amor en su voz.
Viendo que alguien se había adelantado en su regalo, los demás hicieron lo propio y se acercaron a felicitar al mayor. Wei WuXian terminó envuelto en una pila flores y muchas sonrisas del emperador. ¿Acaso los jóvenes pensaban que era un alcohólico o parecido?
Cuando SiZhui se acercó en compañía de JingYi, suspiro.
—¿Ustedes también, chicos?
SiZhui le dio una amplia sonrisa, inclinándose.
—Feliz de las madres —se inclinó con respeto—. Este es un regalo por parte de los dos, espero sea de tu agrado...
JingYi depósito un grueso libro en sus manos. Wei WuXian los miró con curiosidad antes de abrirlo, al instante un nudo se instaló en su garganta. Cada página era un dibujo, realizado con gran detalle de Lan Zhan y él. Desde su reencuentro, sus momentos con los jóvenes, en sus viajes con manzanita, cuando luchaban juntos durante las cacerías nocturnas, el día de su boda cuando hicieron las tres reverencias. Estuvo a punto de llorar ante todos esos hermosos recuerdos.
—Chicos... —sollozo. Apresándolos a los dos en un abrazo—. Gracias, muchas gracias.
Ambos sonrieron avergonzados pero aceptando el abrazo de todas formas. Sintiendo sus corazones saltar ante la feliz sonrisa del mayor.
—Veo que todos empezaron sin mí.
Una voz interrumpió el momento. Wei WuXian la reconoció rápidamente.
—¡Jin Ling! ¿Qué haces aquí? —dijo sorprendido.
—Yo... uh... —un sonrojo trepo a su rostro, mientras la vergüenza lo asaltaba.
No me digas qué...
—¡Ten! —se acercó empujando algo a sus brazos y se apartó llevando las manos a su espalda, desviando la mirada—. Escuche que es tu favorito, así que... eh... bueno, feliz día... —susurró al final demasiado avergonzado para mirarlo.
—¡Mn! ¡Ninguno de esos regalos es mejor que el mío!
Levanto el dibujo para que todos pudieran apreciarlo. En él se podía ver dos figuras, una montada sobre lo que parecía ser manzanita, con el pequeño en brazos y Lan Zhan, lo supuso por su ropa blanca, guiando al burro con una cuerda.
—Todo es muy hermoso, pero... ¿Sí saben que soy hombre, cierto? —se volvió hacia Wangji—. ¿Sigo siendo un hombre, verdad?
¿Por qué todos lo trataban como la madre?
—Pero siempre te comportas como una madre. —dijo JingYi, a lo que todos asintieron.
—Claro que no. —protesto.
Todos comenzaron a enumerar todo en lo que era parecido a una madre.
—Siempre nos estás cuidando, nos compra nuestra comida favorita siempre, palmeas nuestra cabeza cuando hacemos algo bien... —JingYi.
—Antes de irnos de cacería debemos abrazarte y dejar que nos des un beso en la frente antes de partir.
—Cuando estamos enfermos te quedas con nosotros hasta que nos curamos...
—Siempre te peleas conmigo para que ver qué nota sacó cada uno. —Lan Zhan también dio su pequeño aporte—. Y siempre hablabas de tener un pequeño.
Uno de los jóvenes intervino también.
—Durante nuestra ultima caceria, JingYi rasgó su túnica y convenientemente sacaste una, alegando que siempre estabas preparado para una situación así.
Wei WuXian refunfuño, murmurando.
—Solo fue una coincidencia...
—No olvidemos la parte más importante de todas —Jin Ling hablo—. Tienes un hijo, el cual vino de ti y eres su madre. No puedes negarlo ahora.
Suspiro aceptando su derrota. Puede que sí haya actuado un poco maternal con ellos, solo un poco. ¡Pero seguía siendo un hombre! Lo de A-Lin fue un evento inesperado...
Todos rieron y luego se quedaron mirando a quien estaba parado detrás suyo. Wei WuXian se giró hacia Lan Zhan quien no había dicho nada durante un buen rato.
—¿Lan Zhan?
Wangji sujeto su mano izquierda deslizando un anillo en su dedo. Sonrió.
—¿Recuerdas que ya estamos casados, cierto? —se burló. Apreciando el anillo con la palabra WangXian en él, noto que su esposo portaba uno igual.
—Mn... —Lan Zhan lo atrajo en un abrazo, al cual Wei WuXian arrastró a su hijo, quedando este en el centro de los dos.
En los brazos de su esposo, con su hijo y todos sus chicos a su alrededor. Viendo lo mucho que se esforzaron todos por él. Wei Ying se dio cuenta de lo feliz que era junto a todos ellos, una enorme familia, su familia.
Que importaba que esos chicos lo llamaran madre cuando claramente era un hombre.
Eran sus chicos...
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Lol, ni yo sé que escribí x'd
Lo siento sí esta muy fumado. Estaba leyendo un fanfic donde SiZhui llama a Wei Ying mamá, luego Wei Ying termina embarazado y además trata a todos como si fueran sus hijos. Además es el día de las madres (o lo era ya son las 12am x'd), la idea surgió sola.
En el libro me encanta como Wei Ying es como la mamá gallina guiando a sus pollitos. Me da ternura imaginarlos a todos siguiendo cada palabra que dice <3
En fin, espero les guste
Gracias por leer <3
GjFantasma