EL JUEGO DE LA BESTIA. ® [02]...

By RafiValderrama

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Trilogía bestia {02} Fantasía y Romance. "El amor puede ser felicidad o destrucción. " Primer libro: En los... More

Prólogo.
Capítulo 1.
Capítulo 2.
Capítulo 3.
Capítulo 4.
Capítulo 5.
Capítulo 6.
Capítulo 7.
Capítulo 8.
Capítulo 9.
Capítulo 10.
Capítulo 11.
Capítulo 12.
Capítulo 14.
Capítulo 15.
Capítulo 16.
Capítulo 17.
Capítulo 18.
Capítulo 19.
Capítulo 20.
Capítulo 21.
Capítulo 22.
Capítulo 23.
Capítulo 24.
Capítulo 25.
Capítulo 26.
Capítulo 27.
Capítulo 28.
Capítulo 29.
Capítulo 30.
Capítulo 31.
Capítulo 32.
Capítulo 33.
Capítulo 34.
Capítulo 35.
Capítulo 36.
Capítulo 37.
Capítulo 38.
Capítulo 39.
Capítulo 40.
Capítulo 41.
Capítulo 42.
Capítulo 43.
Capítulo 44.
Capítulo 45.
Capítulo 46.
Capítulo 47.
Capítulo 48.
Capítulo 49.
Capítulo 50.
Capítulo 51.
Capítulo 52.
Capítulo 53.
Capítulo 54.
Capítulo 55.
Capítulo 56.
Capítulo 57.
Capítulo 58.
Capítulo 59.
Capítulo 60.
Epílogo.
EXTRA.
✝️KALEB✝️
EXTRA 2.
EXTRA 3.
EXTRA 4.

Capítulo 13.

38K 3K 1.9K
By RafiValderrama

YULIMA TYLER.

Diana Marshall.

Son pocas las cosas que existen en internet sobre ella. Sobre la masacre. Solo se sabe que fue una de las personas que murieron y de una manera horrible. Encontraron su cuerpo al final de la larga escalera de su palacio y su corazón separado de ella; se lo habían arrancado de cuajo.

Myke no se encuentra bien estando aquí. Le veo silencioso, pensativo y distante. Estar en este lugar no trae buenas sensaciones, el ambiente es oscuro y frío. Creo que él lo siente más que yo.

— Oye. —Susurro— ¿Quieres que nos vayamos?

— No, estoy bien. —Responde observando hoja tras hoja el libro que no logramos entender.

— No estás bien.

— Hemos dicho que encontraríamos la manera ¿No? Entonces encontraremos la manera.

Le quito el libro de las manos, levanta la cabeza y me mira. Odia mostrarse como es realmente. Odia que lo vea con miedo porque cree que es débil. Pese al tiempo que ha pasado y todas las veces en las que le he demostrado lo contrario, sigue pensando que mostrarse implacable es la mejor opción.

— ¿Encuentras algo?

— Nada. Todo está en un idioma antiguo y no entiendo nada. —Contesto frustrada— Solo sé sobre este pueblo y la masacre.

— Puede que empezar por ahí sea lo más apropiado.

— ¿Tú crees qué visitar un pueblo fantasma nos ayude de algo? —Pregunto, alza la ceja y mueve la cabeza.

— ¿Visitarlo? ¿Y quién nos responderá las preguntas? Si no habita nadie en ese pueblo no creo que encontremos respuestas.

— Por alguna razón la bruja tenía esta información aquí.

— Me vas a obligar a conducir hasta ese pueblo ¿Verdad?

— Puedo conducir yo si lo prefieres. —Sonrío haciéndome la inocente. Al instante niega con la cabeza y se pone en pie.

— No quiero morir en un accidente, gracias. —Bromea. — No sabes conducir. —Hago el amago de responderle pero me detiene— Conducir un par de veces conmigo no te hace una experta.

— Mierda. —Cruzo los brazos— Que conste que es injusto.

Recogemos todo lo importante. Lo llevamos hasta el coche y subimos en el para ponernos en camino. Uso el GPS para encontrar el pueblo, después de varios intentos logro dar con el y poner la ruta para que no nos perdamos. No quiero acabar en un motel de carretera teniendo relaciones sexuales en este momento. Bueno, tal vez después del viaje.

— Le he enviado un mensaje a Kendo. —Le comento a Myke. — ¿Me perseguirá como psicopatía por robarle el coche?

— Dale dos minutos, cinco mensajes y un: por favor no me rompas mi bonito coche.

— No creo que... —El sonido de mi móvil me sorprende. — Antes de tiempo.

Mensajes:

¿Qué? ¿Dónde?

¡No, no, no! 

¡Devuélveme el coche!

¡Te juro qué te perseguiré!

¡Os odio a los dos!

Levanto la cabeza del móvil, apoyo el brazo en la puerta y miro a Myke sonriendo.

— Parece que no me ha dicho nada de su precioso coche.

Nuevo mensaje:

Por favor, no me rompas mi bonito coche.

Rio alto. Definitivamente Myke conoce perfectamente a Kendo, claro que las veces que le ha robado el coche también cuentan.

— Imbécil.

— Nunca falla, Kendo es muy predecible.

— Es fantástico. —Bajo la ventanilla— A pesar de las locuras que cometemos siempre esta con nosotros.

— Es un buen tío.

— ¿Nunca admitirás qué le quieres?

Ríe. Levanta el dedo índice y lo mueve de un lado a otro.

Ay Myke Walker... Como siempre tan poco comunicativo. Aunque ha hecho progresos, aún es demasiado pronto para que le diga a Kendo que es importante para él.

~~~
A veces su silencio es abrumador. No sabes que pasa por la mente de una persona tan impredecible como él. Podría estar odiándose a sí mismo en este momento y no lo diría con palabras. Deslizo la mano por su brazo hasta llegarle a la mano, de reojo me mira y muestra una media sonrisa.

— Estas preocupado.

— No dejó de pensar en lo que nos encontraremos allí.

— Seguramente tengas razón como siempre.

— Creía que la que siempre tenía razón eras tú.

— Solo quería animarte. —Hace una mueca. — No te preocupes ¿Si?

— Hay algo que me da vueltas en la cabeza y no me permite pensar en otra cosa. —Confiesa cuando el silencio nos invade. — No he podido dejar de pensar en ello desde que escuché su voz de nuevo.

— ¿Qué?

— ¿Qué sientes al saber qué ha vuelto?

— ¿Qué siento? —Pregunto confusa— Quiero acabar con él. Estamos en camino para encontrar respuestas y la manera de destruirlo para siempre.

Traga saliva.

Mi dulce Myke... tu miedo no es por su regreso, es por mis sentimientos.

— Quiero decir que hace dos años sentías algo por él.

— Sentía por ti. Era una confusión porque erais la misma persona. —Mueve la cabeza— Myke.

— Vi como lo mirabas. Sabías que no era yo y aún así lo mirabas con amor. Solo quiero que me digas que sientes.

Cruzo los brazos, echo mi cuerpo en el asiento y tomo todo el aire que puedo para calmarme. Entiendo perfectamente su pregunta y sus dudas, tiene razón, cuando eran la misma persona por un momento dudé de cuáles eran mis sentimientos por la bestia.

— Siento me confundí. Solo quise salvarlo como hice contigo. Siento que me interpondría entre él y tú, pero nunca lo salvaría a él.

— Tengo miedo. Mucho miedo.

— ¿Por qué?

— Porque con estas manos —Las muestra— traté de estrangularte. Te hice daño y si vuelvo a hacerlo no sería capaz de perdonármelo nunca.

— ¡No eras tú!

— Eran mis manos. Yo sí sentí como te agarraba y te impedía respirar ¡Yo sentí cómo tu vida se marchaba!

— Estoy bien. —Le susurro para hacer desparecer el recuerdo que evidentemente está cruzando su mente. — Estoy contigo y no te culpo por lo que pasó.

— Si te hago daño, yo, —Inclina la cabeza un segundo— me muero.

Le doy un beso en el brazo. Él echa la cabeza sobre la mía un par de segundos y suspira más calmado. También tengo miedo. No quiero que vuelva a huir para mantenerme a salvo, no quiero que me diga una de sus frases de despedida y se aleje de mí. Él siempre ha huido cuando las cosas se ponían difíciles y de tan solo pensar que puede volver a hacerlo, duele como dolían todas esas veces.

— Solo prométeme algo.

— No voy a abandonarte. —Dice como si me hubiera leído la mente.

— ¿Cuántas veces me lo dirás esta vez?

— Sé que te lo prometí muchas veces y que siempre te he abandonado.

— Siempre lo hacías con la excusa de protegerme pero te hacías daño y le dabas el poder de destruirte. —Me da un beso en la frente.

— Cada vez que te alejas estoy a un paso más de perderme a mí mismo para siempre. Me has completado desde que llegaste a mi vida.

— Te quiero. —Susurro.

— La oscuridad se va cuando estas cerca. —Sonríe— No voy a pedirte que te quedes porque sé que no te irás.

— ¿Tú crees? —Pregunto con ironía— Me quedaré.

— Por eso te amo. —Dice en voz baja— Y te amaré por el resto de mi vida.

~~~~

Después de casi dos horas de camino, al fin llegamos al pueblo. Es sorprendente ver todo lo que he estudiado. Calles vacías, basura por los suelos, carruajes antiguos abandonados en mitad de la calle, árboles sin hojas y casas desiertas. Bajamos del coche, me agarro a la mano de Myke y caminamos juntos por el pueblo.

— Esto da mal royo. —Me dice— ¿Crees qué habrá zombis? Tal vez nos encontramos a una persona mayor comiéndose la cabeza de un turista.

— ¡Myke! No bromees con esto.

— Fuiste tú la que me obligó a ver películas de ese tipo. Ahora deja que haga mis teorías.

— No cambias. —Rio— Para, no es el momento.

Baja la mirada hasta su brazo atrapado por mí.

— ¿No exageras? —Bromea con lo mismo que yo le pregunté en la casa de la bruja.

— Cuando salgamos de aquí voy a matarte.

— No tuviste miedo de un tío al que poseía un demonio las veces que le apetecía y temes de un pueblo fantasma ¿En serio?

— Le temo al silencio.

— Con razón no te callas nunca.

Si. Así es el inoportuno Myke. Siempre bromeando en los momentos menos convenientes. Es peculiar pero me encanta.

De repente la puerta de una de las casas de nuestra derecha cae al suelo. Al instante pasa la mano por mi abdomen y se posiciona delante de mí para protegerme.

— ¿Crees qué exagero ahora?

— Creo que posiblemente seas adivina o esté enamorado de una bruja. —Responde— Aquí hay algo extraño. Deberíamos correr.

— No me vas a convencer. —Gira la cabeza— Yo no escapo del miedo.

— Deberías dejar de ser tan curiosa.

— Agradece que lo soy, si no nunca hubiera insistido tanto en conocerte.

— ¿Debo agradecerte qué estemos en mitad de un pueblo solitario?

— Te metiste en el coche por voluntad propia.

— Estoy seguro de que me habrías obligado si no lo hago.

Rio.

Si, lo habría obligado.

— Sois los primeros turistas que se quedan más de diez minutos. —La voz de una mujer me asusta. Una mujer pelirroja, delgada y con cara de buenos amigos.

— Vaya, que decepción, creía que nos recibirían fantasmas. —Le doy un codazo.

— H..Hola. —Sonrío. — Mi nombre es...

— Sé quien eres Yulima. —Abro los ojos mucho más— Y también sé quién es él.

— Bien, bien, pero yo no sé quién eres tú. —Le dice Myke acercándose. — ¿Te presentas?

— Mi nombre es Chloe.

¿Cómo sabe quienes somos? ¿La bruja antes de morir habló de nosotros con alguien más?

— ¿Cómo sabes quienes somos? —Le pregunto.

— Es evidente que es una bruja. —Da por hecho Myke. — En su cuello tiene la marca del aquelarre. Creo que han convertido el pueblo en un especie de refugio para ellas.

— ¿Cómo sabes tanto sobre nosotras?

— Mi novia es fanática de las series y me obliga a verlas.

— Myke. —Susurro.

Chloe camina. Nosotros caminamos tras ella. Myke no está muy de acuerdo en hacerlo pero solo la persigue porque yo no me doy la vuelta y me voy de este lugar. Chloe nos lleva hasta el interior de una casa abandonada. Al entrar nos encontramos con una mesa y un libro muy parecido al que traemos.

— No eres bien recibido aquí. — Le dice a Myke— No dejes que te vean las demás.

— Ahora ser un experimento de una bruja loca es mi culpa.

— Fuiste creado por magia negra.

— Al grano —Myke corta la conversación— ¿Quién es Diana Marshall?

Chloe parece asustarse cuando escucha el nombre. Su silencio nos da a entender que es alguien a quien le tienen mucho miedo por alguna razón.

— Habla. —Exige Myke— La bruja que utilizó la magia negra para crearme tenía su nombre en un libro unido a muchas fotografías de este lugar. —Le muestra el libro— Diana Marshall. 1820.

— Queremos saber quién era ella.

— Nos hemos negado durante años a tener relación con ese tipo de mal. No hablaremos de ello.

Coge el libro. Enfurezco porque pretende quedárselo sin darnos respuesta y la agarro.

— ¡Habla!

Ella usa su poder para inmovilizarme con mucho dolor. Myke al instante la agarra de las muñecas y la choca con la pared.

— No la vuelvas a tocar. —Advierte. — ¿Estas bien? —Pregunta secándome la sangre que sale de mi nariz.

— Si —Lo agarro.

— No te ha dolido —Le dice la bruja— he usado mi poder contra ti y no te ha dolido.

— Te habrás equivocado de hechizo bruja.

Me coloco en medio de los dos. Ella lo mira, frunce el ceño y trata de hacerle daño pero no lo logra por mucho esfuerzo que hace.

— Iros. —Abre la puerta— ¡Debéis iros!

— Dinos quien era esa mujer. —Insisto. — Nos marcharemos cuando sepamos porqué es tan importante y tan temida.

— No debiste traerlo aquí.

— Él también quiere respuestas.

— Hablar de Diana Marshall está prohibido.

— Lo hemos entendido. —Myke rueda los ojos— ¿Puedes decir otra cosa?

Cierra la puerta nuevamente. Una de las velas blancas se apaga y la bruja sonríe. El ambiente se vuelve frío y siento como si estuvieran doblándome la felicidad. La tristeza me invade, una tristeza que no proviene de mí, si no de alguien más y creo que Myke también lo está sintiendo por la manera en la que agarra mi mano.

— El palacio está en la cima del pueblo.

— Esto no me da buena espina. —Me susurra.

— A mí tampoco. —Tiro de él.

— Diana os espera. —Dice Chloe en voz baja.

•••••

¡No me odiéis! Que pena que el fin de semana no tenga tres días ¿No? 😟😂

En esta secuela he querido resaltar un poco más lo sobrenatural. Ya que en la anterior resalté varias cosas del poder de bestia pero no todo. A mi me encanta ¿Y a vosotrxs?🥰

Contadme vuestras teorías 👀
Preguntas:

¿Ethan se dará cuenta de lo qué está ocurriendo?

¿Por qué no se les permite a las brujas hablar de Diana?

¡Os leo!

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Gracias, les quiero. ❤️‍🔥

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