EL JUEGO DE LA BESTIA. ® [02]...

By RafiValderrama

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Trilogía bestia {02} Fantasía y Romance. "El amor puede ser felicidad o destrucción. " Primer libro: En los... More

Prólogo.
Capítulo 1.
Capítulo 2.
Capítulo 3.
Capítulo 4.
Capítulo 5.
Capítulo 6.
Capítulo 7.
Capítulo 8.
Capítulo 9.
Capítulo 10.
Capítulo 11.
Capítulo 13.
Capítulo 14.
Capítulo 15.
Capítulo 16.
Capítulo 17.
Capítulo 18.
Capítulo 19.
Capítulo 20.
Capítulo 21.
Capítulo 22.
Capítulo 23.
Capítulo 24.
Capítulo 25.
Capítulo 26.
Capítulo 27.
Capítulo 28.
Capítulo 29.
Capítulo 30.
Capítulo 31.
Capítulo 32.
Capítulo 33.
Capítulo 34.
Capítulo 35.
Capítulo 36.
Capítulo 37.
Capítulo 38.
Capítulo 39.
Capítulo 40.
Capítulo 41.
Capítulo 42.
Capítulo 43.
Capítulo 44.
Capítulo 45.
Capítulo 46.
Capítulo 47.
Capítulo 48.
Capítulo 49.
Capítulo 50.
Capítulo 51.
Capítulo 52.
Capítulo 53.
Capítulo 54.
Capítulo 55.
Capítulo 56.
Capítulo 57.
Capítulo 58.
Capítulo 59.
Capítulo 60.
Epílogo.
EXTRA.
✝️KALEB✝️
EXTRA 2.
EXTRA 3.
EXTRA 4.

Capítulo 12.

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By RafiValderrama

MYKE WALKER.

Rencor.

Hay algo que ella no ha podido cambiar en mí, y es la dificultad para perdonar. Durante toda mi vida el rencor ha sido el motor que me empujaba a levantarme cada día. Fue el único sentimiento que existía en mis adentros y existió por muchos años.

— Myke. —Su voz me devuelve de golpe a la realidad.

Sus dedos deslizan por el lugar donde tenía la herida que milagrosamente a desaparecido. Quiere encontrar indicios de algo pero es como si nunca me hubiera hundido el cuchillo e intentado suicidarme. Le cojo las manos, se las aparto de mi abdomen y me pongo en pie.

— Es absurdo seguir buscando algo.

— Si, en eso tienes razón. —Se pone el pelo detrás de la oreja.

Sabe que su inocencia es una de mis debilidades.

— ¿Cuántas veces quieres oír cómo te pido perdón?

— No quiero seguir escuchando perdones de ningún tipo. —Le dejo claro con la voz baja. — Espero que eso si lo puedas respetar.

Me detiene agarrándome la mano. Estar enfadado con ella se me hace cuesta arriba y siempre acabo rindiéndome ante ella. Es mi punto más débil e intocable. Su voz se suaviza al instante, la conozco, trata de persuadirme. Es su estrategia más usada en nuestra relación.

— Me equivoqué. No te creí y me arrepiento más que de nada en el mundo. —Me abraza por la espalda— No quiero que sigas así. Odio que discutamos.

— No es una simple discusión.

— Lo sé... me merezco que no quieras perdonarme por haberte juzgado de una manera tan horrible. —Me suelta y se aleja lentamente.

La miro de reojo.

— Me dijiste que te había hecho daño, me dijiste que no había hecho nada por ti ¡Me dolió más qué tu desconfianza! —Subo la voz pero no demasiado, solo para que note que no es ningún enfado estúpido. — Me he esforzado cada día por ser mejor por ti y recompensar las veces que miserablemente te dañé.

— Fui cruel contigo. Di a entender cosas que en realidad no siento ni pienso. Estaba dolida, mi hermano está luchando por su vida y te acusó —Desvío la mirada— te conozco y sé que para ti perdonar es algo muy complicado.

— A ti te perdonaría todo Yulima. Podrías romperme el corazón, pisotearlo y aún así te perdonaría.

— ¿Por qué soy tu ancla?

Hago salir de mis labios una media sonrisa.

— Porque da igual el daño que puedas hacerme, nada será más fuerte que lo que siento por ti. —Lleva la mano hasta mi rostro y acaricia mi mejilla con el dedo pulgar.

— Soy una insensible y una idiota. —Dice agachándome la cabeza para que ambos quedemos con las frentes juntas. — Lo último que quiero es hacerte daño.

Le doy un beso. Seguir hablando nos llevaría a seguir discutiendo y no quiero que sigamos en una guerra interminable. Quiero besarla, que me bese y me haga sentir seguro como lo ha hecho siempre. Ahora que la bestia ha regresado la necesito más cerca que nunca para no perderme a mí mismo. Sin ella estoy vulnerable porque mis sentimientos lo están, con ella me siento invencible.

Sonríe en mi boca.

Le devuelvo la sonrisa, sujeto la cintura y uno nuestros cuerpos. De un momento a otro su respiración se agita, la mía también, y como de costumbre nos deseamos después de discutir.

Podría ser masoquismo, estupidez o simplemente que como mejor resolvemos todo es en la cama. Sinceramente lo prefiero.

— No hay —Susurra mientras le beso el cuello.— preservativos.

— No sería la primera vez.

— Ya... —Jadea y ríe. — Dijimos que no volveríamos a hacerlo sin.

Lo dijimos. Fue curioso porque siempre lo hacíamos sin condón hasta que un día casi me da un paro cardiaco al saber de un retraso. Desde ese momento ninguno de los dos queremos sin, no por el momento.

Le doy un beso más en el cuello que la hace suspirar brevemente y agarrarse a mi camiseta.

Suena el móvil de Yulima.

Salvados por el tono horrible y cursi que tiene como tono de llamada.

— ¿En serio?

— Poner esa voz no te ayudará. —Me dice— Tengo que responder.

— Más le vale a Janet que sea algo de vida o muerte.

— ¿Cómo sabes qué es Janet?

— Porque nadie se queda más allá del tercer tono. —Ruedo los ojos molesto. —Cógelo.

Lo hace. Tarda hablando con ella unos minutos hasta que por fin le dice la razón por la que ha llamado. Cody acaba de despertar. Dudo que sea una buena noticia si sigue siendo el mismo que me insultó y trató de suicidarse tirándose solo por las escaleras. Solo espero que no se despierte para seguir acusándome de algo que él provocó por bocazas.

Cuando cuelga me mira con ojos de cordero.

— Te llevo.

— Vale ¿No te importa?

— ¿Ir con alguien qué casi se deja la cabeza tirándose por las escaleras y qué me ha acusado de ello? —Pregunto sarcásticamente— Claro que no.

~~~~
Yulima me pide varias veces que piense las cosas antes de hacer cualquier comentario. Si lo hago solo lo haré para no empeorar las cosas pero claro, no suelo mentir. Al bajar del coche nos encontramos a Kendo que camina por la entrada del hospital con una gasa en la cabeza.

— Kendo.

— Tío ¿Estás bien?

— Yo debería preguntarte lo mismo.

— No te preocupes, los hermanos tienen roces. —Bromea y yo rio por su estupidez— Veo que lo habéis solucionado.

— No de esa manera, cerdo. —Le contesta ella.

— ¿Me has oído insinuarlo?

— Con la cara que has puesto ha sido más que suficiente. —Me coge la mano— ¿Cody sigue despierto?

— Janet está dentro con él.

Oh... no le hace ni puta gracia.

— Entra tú. —Le digo— No quiero entrar.

— ¿Es por Janet? No quiso deci... —Niego— ¿Por qué?

— Porque no es agradable entrar en un lugar donde no eres bien recibido. Entra tú, habla con tu hermano, abrázalo y después me cuentas.

— Vale, pero tú llama al tuyo y dile que quieres pasar más tiempo con él.

— En otro momento.

YULIMA TYLER.

Escucho a Cody hablar. Parece exhausto y sorprendido por encontrarse en un hospital.

— Cody. —le doy un fuerte abrazo. — Me has dado un susto de muerte.

— Yuli —Le acaricio la cara— ¿Qué hago aquí?

— ¿No recuerdas la pelea con Myke?

— ¿Pelea? Ni siquiera recuerdo subirme en un avión. —Lo miró confusa por lo que está diciendo. — Yo no subí en el avión consciente de lo que estaba haciendo. Tenía planeado llegar con mi chica y no solo.

— ¿No te acuerdas?

— Parece que algo extraño está sucediendo. El doctor dice que puede tener lagunas mentales por el golpe pero recuerda todo lo que hizo menos subirse en el avión y la discusión con Myke. —Explica Janet— Yuli no sé qué está pasando.

— Yo tampoco lo tengo muy claro.

Él trata de ponerse en pie pero el dolor por el golpe de su abdomen lo detiene e impide que lo haga. Esta realmente sorprendido. No creo que el golpe le esté haciendo esto. Creo que existe una razón más que explica su comportamiento.

— Le dijiste a Myke cosas horribles. Le dijiste que era un monstruo, que sentía pena por él.

— ¿Qué? No tiene sentido que yo le diga a Myke algo que ya es pasado. Además, él me ayudó a decidirme por el día en el que llegaría aquí para veros. Es absurdo que le haga algo malo y más sabiendo que es un chico con problemas de ira.

Hablamos sobre ello durante un rato tratando de encajarlo todo para entender lo que está sucediendo. Su novia lo llama y le damos algo de privacidad para que le explique porqué ha viajado sin ella.

— Myke, Cody no recuerda lo que pasó, ni siquiera recuerda pisar España.

— ¿Cómo?

— Dice que no tiene nada en tu contra.

— Pero me dijo cosas que demostraron lo contrario.

— No lo entiendo.

Kendo se acerca.

— ¿Será qué la bestia es capaz de hacer más qué antes? —Pregunta en voz baja— No sabíamos que podía volver y tampoco sabemos si ha regresado con más fuerza.

— Su regreso es algo imposible. —Myke sigue negando la realidad a pesar de que él lo ha escuchado en su cabeza.

— Amor —Me mira— no lo es. Lo has tenido dentro, has golpeado a Kendo y le has oído.

— No quiero aceptarlo.

Se marcha. Lo entiendo. No quiere aceptar que lo que tanto daño le hizo de nuevo tiene el poder de hacerlo. Que la historia se repite y que esta vez no sabemos a la fuerza que nos estamos enfrentando. No sabe controlar el miedo. Él sigue temiéndole a la bestia a pesar de todo.

— ¿Qué haremos ahora?

— Ir donde todo acabó. —Respondo.

— ¿¡La casa de la bruja!? —Pregunta Janet— Estas loca si piensas que él irá al lugar donde perdió a su única madre.

— Entonces iré sola, pero no me quedaré de nuevo esperando a que suceda lo peor para actuar. Cometimos el error de esperar y casi acaba con Myke, esta vez no le daré la oportunidad.

Kendo me agarra el brazo.

— Te acompaño.

— No ¿Y si Cody sigue sin ser mi hermano? No sabemos qué le ha hecho. Dejar a Janet con él a solas puede ser un error del que nos arrepentiremos toda la vida.

La mira, le da un beso en la mejilla y asiente con la cabeza.

— Tienes razón.

— Las llaves de tu coche. —Extiendo la mano.

— No sabes conducir.

— ¿Lo dices en serio?

— No. —Las deja sobre mi mano— No le hagas mucho daño a mi precioso coche.

Myke me observa desde la lejanía y oscuridad. Subo al coche pero no me permite arrancarlo. Sin hacerme preguntas me pide que baje del coche y me siente en el asiento del copiloto.

— ¿Sabes dónde quiero ir?

— Si.

— Lo has supuesto.

— He deducido que querrías buscar respuestas en el mismo lugar donde la bestia fue destruida. Te conozco chica de ojos canela, te conozco como la palma de mi mano. —Dice sujetándome la barbilla. — Hagamos esto, encontremos la manera y volvamos a ser felices.

— Pero allí...

— Perdí a Luz para siempre —Me da un beso en la frente— no habrá más pérdidas, esta vez encontraremos la manera antes de que alguien más muera.

Él siempre tan valiente y dulce. Sus ojos verdes me miran fijamente, llenos de brillo y de amor.

~~~~

De nuevo delante de la casa donde acabó el sufrimiento que vivimos en carne propia. De nuevo fuera de donde enterramos el dolor, a la bestia y todo lo que pasó. Myke es el primero que baja del coche y se detiene frente la casa con apariencia espantosa por fuera.

— Hey. —Le sujeto la mano— ¿Qué piensas?

— En Luz.

— Luz estará feliz por ti. Te has convertido en la persona que siempre quiso que fueras. —Deja un beso en mi frente. Un beso que demuestra que seguimos sintiendo lo mismo que aquel día.

— ¿Vamos?

— Vamos.

Caminamos hacía la puerta, la empujamos y volvemos a escuchar el sonido de la puerta que nos trae muchos recuerdos amargos. Aprieta mi mano, traga saliva y entramos. La casa parece estar abandonada, la bruja murió después de expulsar lo que ella misma había introducido en el cuerpo de mi novio. Todo está lleno de polvo; las paredes, los libros. E incluso aún está en el suelo los restos del potingue que Luz se tomó para prestarse como sacrificio.

Desempolvamos un enorme libro y leemos varios de los hechizos de la bruja. Hechizos que contienen magia negra. Es evidente por la cantidad de sacrificios humanos que pide cada uno de los hechizos.

— La bruja lo destruyó todo antes de convertirse en cenizas.

— ¿Cómo lo sabes?

— Estas encima de ella.

Doy un salto.

— Joder. Podría haberse muerto en su cama y no en mitad de la sala.

Ríe.

— ¿Por qué ríes?

— Porque creo que se te están pegando muchas cosas de mí. —Le sonrío.

Algo cruje en mis pies, al instante me agarra de la cintura apartándome.

— ¿No exageras? —Le pregunto burlándome.

— Cuando se trata de la casa de una bruja nunca se exagera mi reina.

— Espera ¿Qué es eso? —Pregunto fijándome en una baldosa suelta.

Descubro que la bruja escondió algo antes de morir y que no pudo ocultarlo bien. Myke me ayuda a sacar la baldosa, debajo de ella hay otro libro cubierto por trozo de tela azul de terciopelo. Es un libro escrito en un idioma antiguo que me es imposible leer.

— ¿Qué será?

— No lo sé. —Lo curiosea— Pero creo que esto si lo entenderás.

Saca una hoja suelta de su interior escrita en Español:

"Diana Marshall. Año 1820."

También encontramos varias fotografías.

— Hemos hablado de este pueblo en clase. —Le explico a Myke mientras observo las fotografías— Es un pueblo fantasma.

— ¿No vive nadie?

— Hubo una masacre y las pocas personas que consiguieron seguir con vida desaparecieron sin dejar rastro poco después de denunciar lo ocurrido.

— ¿Quién es Diana Marshall?

— Vamos a descubrirlo.

••••••
Gracias por leer la historia un fin de semana más 🙆🏻‍♀️😊

Contadme como siempre vuestras teorías 📖

Preguntas:

¿Por qué la bruja tenía una hoja con el nombre de Diana?

¿Hasta dónde los llevará la búsqueda de respuestas?

¡Os leo! 👀

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Gracias, les quiero. ❤️‍🔥

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