𝐘𝐎𝐔𝐍𝐆 𝐀𝐍𝐃 𝐃𝐎𝐎𝐌𝐄𝐃

By lolavise

101K 12K 3.1K

Lola, perdió el control en una fiesta, a causa una incontrolable ira y el consumo de drogas. Toda acción tien... More

Prólogo
I: Nuevo hogar
II: Noche de hombres
III: La verdad no duele
IV: Adicto, ¿Quién?
V: Sin prejuicios
VI: TGIF
VII: Acepto
VIII: Halloween
IX: Visitas inesperadas
X: Viejos amigos
XI: Prejuicios y camiseta verde
XII: Celebración
XIII: En el momento menos indicado
XIV: No recuerdo tu apellido
XV: ¿Cómo era él?
XVI: De prejuicio en prejuicio
XVII: Noche de blues
XVIII: Tu siempre tienes apetito Lola
XX: Tiempo récord y abstinencia
XXI: Acción de gracias
XXII: ¿El comienzo o el fin?
XXIII: TOCs y manías
XXIV: No me digas que...
XXV: Vinilo
XXVI: De Belleville a Brooklyn
XXVII: La cita
XXVIII: La propuesta
XXIX: La Cena
XXX: Víspera de Navidad
XXXI: Navidad es mi cumpleaños
XXXII:El día después de navidad
XXXIII: No fue amor a primera vista
XXXIV:¿Qué pudor?
XXXV: Celebración de año nuevo
XXXVI: Año nuevo, vida nueva
XXXVII: San Valentín
XXXVIII: Veintidós
XXXIX: First day of my life
XL: Peroné
XLI: El accidentado
XLII: ¡¿Qué mierda?!
XLIII: Jean
XLIV: Última noche
XLV: Porque yo le pedí un tiempo
XLVI: ComicCon
XLVII: No es justo
XLVIII: Lo necesito
XLIX: El cumpleaños de Mikey
XLX: ¿Puedes abrazarme?
L: El bautizo de Lena
LI: Algo que debimos hacer hace mucho
LII: El bebé de Lola
LIII: Un año fue suficiente
LIV: Mi preciada independencia
LVI: Este no es nuestro fin [Frank POV]
Epilogo

XIX: Revelaciones y machos alfa

1.8K 234 65
By lolavise

N/A: QUIERO PROMOCIONAR MI NUEVA HISTORIA// SI LES GUSTA ESTA, LO MÁS PROBABLE ES QUE LES GUSTE MI NUEVA HISTORIA:

La historia se desarrolla en una clínica para rehabilitación de adicciones; Thomas, es un chico con ansiedad social, introvertido, nervioso, inseguro, enamorado de su novia y de temperamento corto con bastantes secretos que prefiere guardar, y en la estadía en la clínica, conoce a la explosiva y extrovertida Pandora. ¿Qué pasará cuando se conozcan?

▪︎ ESCÁPATE CONMIGO ▪︎ la encuentran en mi perfil si les interesa leerla💖

***

Gerard me pasaba a dejar a casa el día siguiente para ir a la semanal reunión del grupo de apoyo, ya me había acostumbrado tanto a ir a ese lugar que parecía esperar cada sábado con emoción de escuchar los dramas de cada persona que llegaba o se iba.

— Llevas como un mes y medio trabajando en la agencia y aún no arreglas tu auto.

— Lo sé, creo que me acostumbré a tomar transporte público como lo hice toda mi vida en Brooklyn, aunque por otro lado ya no sé cómo sacar ese auto del garage, está completamente muerto — se había vuelto un problema si no funcionaba del todo.

— Uhm, no has pensado en...

No terminó de hablar porque tenía una llamada entrante, era Mikey que lo invitaba a ir donde Sara, cuando colgó, él me llamó a mí, invitándome también.

— ¿Se notaba raro o soy yo? —  Gerard con una sonrisa en sus labios como si sospechara de algo.

— No lo sé — me encogí de hombros — dijo que aún no estaba donde Sara pero que llegara en una hora más .

— Podríamos ir por un café y matar el tiempo, hace mucho frío — subía la calefacción del auto mientras doblaba en dirección a su cafetería favorita.

Al bajarme del auto de Gerard sentí como me congelaba, había sido una de las noches más frías que recordaba haber tenido ahí, él se adelantó y abrió la puerta de la cafetería. Alguien nos atendió y esperamos hasta que llegara con lo que habíamos ordenado.

— Siento como si en cualquier momento se pone a nevar.

— Se siente raro este cambio de otoño a invierno, es como si el otoño hubiese durado tan poco...  

— Lo sé, y pronto será tu cumpleaños — miraba a una chica que pasaba a nuestro lado como si lo que dijera no tuviera importancia.

— ¿Cómo sabes eso? — pregunté intrigada, no había conversado con nadie sobre eso, de hecho ayer había sido la primera vez que lo había mencionado y fue a Frank mientras Kay y Fez estaban en su casa.

— Cuando conocí a Hope, no sé cómo salió el tema pero me dijo que estabas de cumpleaños el mismo día de Navidad, me pareció algo curioso y difícil de olvidar la verdad, como el cumpleaños de Frank, desde que lo conocí ya no es Halloween, es el cumpleaños de Frankie — sonrió como si se acordara de algo.

— Entiendo... si es algo inusual tener un cumpleaños ese día, esas fecha festivas — tomé un sorbo al gran chocolate caliente que había pedido.

— Ustedes han estado muy cercanos últimamente — murmuraba mientras se llevaba la taza de café a su boca — quiero decir veo que siempre que está en la agencia te lleva a casa, o eso creo porque se van juntos — mordisqueaba lentamente una galleta como si tuviera mucha flojera de comerla.

— Si, o sea él me ha llevado a casa, sí.

Me sentí intimidada por lo que decía, no supe que responder. Aunque no parecía muy interesado en la conversación mirando cualquier cosa menos a mí, sentí como si de alguna forma indagara por saber que estaba pasando con Frank.

— Frank es mi mejor amigo pero a veces es un idiota, te advierto para que lo tengas claro en caso de que eso pase.

— ¿Qué quieres decir? — no me había gustado ese comentario

— Lo conozco hace diez años y a veces es el rey del drama, sólo eso, a veces es un cretino, es cambiante de ánimo, no sé, temperamental, cuando se enoja es un hijo de puta, tiene esta manía de ser el centro de atención a veces, típico de hijo único, no sé cómo quieres llamarlo — se encogió de hombros.

— Entiendo — recordé cuando había insinuado que yo era una ex convicta frente a Vitto y lo tomé de esa manera.

— Pero de lo poco que te conozco, sé que no aguantarás mierda de nadie — sonrió.

— Eso es cierto.

Estábamos en silencio, no incomodo, sino que cada uno miraba su teléfono sin hablar, levanté mi cabeza por un momento, lo vi mordiendo sus uñas, y por la forma en que tomaba largas bocanadas de aire, me hacía sentir como si tuviese algo más que decir.

— Siento que te debo una disculpa — sus palabras eran escupidas rápidamente — He sido muy duro contigo Lola.

No sabía que decir, no entendía a que venía esa disculpa o intento. Sólo lo escuché atenta.

— Cuando recién llegaste tenía tanta rabia, eran sentimientos opuestos. Por un lado estaba Hope quien había sido muy amable luego que mamá murió y sentía que debía retribuirle eso a ella, ayudándola a buscar a un abogado, porque el que tenía ella no estaba en NY y bueno — exhaló profundamente y se encogió de hombros rascando su frente — y por otra parte tú eras el recuerdo andante del odio que le tenía a papá que resultó no ser mi padre sino el tuyo.

Una mesera nos interrumpió preguntado si queríamos algo más, a lo que respondí pidiendo un té y él otro café. Pero después de eso me mantuve en silencio, no dije nada para dejarlo hablar.

— Te odiaba Lola, no lo negaré — soltó una risa — te llevaste bien con Mikey desde el primer momento, te invitó a salir, fuiste a su departamento y recuerdo muy bien que esa noche yo debía estar ahí pero cuando lo llamé para preguntarle si pasaba a comprar cervezas o algo, él me dijo que tú estabas ahí y simplemente preferí no ir — lo que habíamos pedido llegó, él guiñó el ojo de la joven mesera y volvió a mirar hacia un punto otro lado que no fuese yo — Mikey estaba tan emocionado por esta hermanita nueva, los roles se invertían, yo toda mi vida fui su hermano mayor y ahora tú eras su hermana pequeña y él jugaba el rol de hermano protector y mayor, creo que eso me hizo sentir muy celoso de ti — soltó una carcajada, riéndose de su propia estupidez.

— Eso es ridículo pero no me extraña que una vez hayas dicho que tenías celos y después lo negaste, que era broma — arrugaba mi nariz intentando comprender lo que decía.

— Lo sé, era verdad, si tenía celos pero ya no — nuevamente reía, y yo quería hacerlo también pero no me parecía gracioso, sino algo raro — Mikey me pidió que te diera trabajo, eso sinceramente me enfureció porque no le quería decir que no.

— Realmente no te caía bien... — susurré confundida observándolo, pero él no hacía ni el más mínimo esfuerzo por levantar su mirada.

— Luego fuiste donde Frankie a su cumpleaños y se supone que sería mi gran regreso a tocar con mis mejores amigos y tú te acercaste a cantar esa canción de Morrissey — sacudió su cabeza en desacuerdo.

— The Smiths — lo corregí como si fuera de neta importancia ese hecho.

— Como sea, The smiths — movió una mano en el aire quitando le importancia — y estabas ahí sacando a relucir todo tu talento, sin hacer el mínimo esfuerzo tenías a todos observándote atentamente, refregándolo por mi rostro, vi la cara de asombro de todos cuando te escucharon, eso me molestó supongo. Estaba acostumbrado a ser ese centro de atención, esperaba que desafinaras — sonreía divertido.

— ¡Gerard! — chillé, no podía ser tan descarado, él había sido el culpable de que yo hubiese tocado esa canción esa noche — tú dijiste que yo era voluntaria y después no hubo vuelta atrás ¿y dices que sentías envidia de eso? 

— Lo sé, sólo quería avergonzarte, nunca pensé que tendrías buena voz — reía entretenido mientras yo no podía creer lo maldito que había sido, crucé mis brazos mirándolo seriamente, él alargaba su mano para tocar mis brazos — lo siento, eso es lo que hacen los hermanos mayores ¿No? Ridiculizar a sus hermanos pequeños — su voz era suave, como si pidiera disculpas sinceras.

— Pero nosotros no... — no quería decirlo, simplemente salió de mis labios espontáneamente

— Lo sé, sé que no somos hermanos... pero te veo así, un poco. Sentía la necesidad de decir eso desde hace unas semanas y no había podido hablar contigo, en la agencia ha estado todo tan ocupado, casi siempre te vas con Frank y no alcanzo a verte... 

— Entiendo — tomé una pausa tratando analizar todo lo que había dicho — siempre sentí que yo era la que estaba a la defensiva contigo, pero ahora sé que era algo mutuo.

— Sí, sí que lo era, pero ya no y eso es lo que importa ¿no? —asentí.

Luego de su confesión me sentía rara, muchas veces no les caí bien a las personas, pero no esperaba que alguien cercano fuese tan cruel conmigo. Su honestidad era visceral y eso lo agradecía, pero ahora me sentía incomoda, mirando por la ventana de su auto camino a casa de Sara.

— No esperaba que fuera incomodo... todo lo que hablamos — aumentaba la calefacción de su auto mirándome, pero no quería verlo, me sentía un poco mal con todo lo que había dicho

— Da igual — mentí, no daba igual, me sentía engañada. Su falsa amabilidad de hace un tiempo me hacía dudar de como realmente era.

— Lola mira cómo estás, no me has hablado una sola palabra desde que salimos del café.

— Lo sé es que no tengo mucho que decir — mentí, tenía la cabeza llena de pensamientos, dudas, pero sabía que iríamos donde Sara y para no hacer las cosas más complicadas, preferí callar.

Estacionó su auto y cuando saqué el cinturón de seguridad preparada para abrir la puerta, tomó de mi brazo y me miró serio, sus cejas estaban formadas en una línea recta, sus ojos verdes musgo me miraban como si suplicaran perdón.

— Lola si fui tan sincero es porque creo que todo lo que dije ya es pasado, no hay que pensar en eso, yo no lo hago — su mano sostenía mi brazo izquierdo

— Está bien, nos esperan.

Forcé una sonrisa saliendo de su auto acercándome a la puerta para tocar el timbre, Sara abrió a los pocos segundos.

— ¡Lola! — me daba un abrazo haciéndome pasar a su casa

— Con Mikey estamos preparando la cena, sólo seremos los cuatro esta noche.

Gerard la saludó, y ahora podía notar que él había cambiado la expresión de su rostro, se había vuelto algo gris. No quise hacer ningún comentario, si eso estaba pasando, la incomodidad y su cambio repentino de ánimo se debía a la extraña confesión de hace una hora, que sinceramente no le veía el punto, ya que las cosas no mejorarían a mi punto de vista diciéndome todo lo que me odiaba. Porque nuestra relación ya estaba bien, había mejorado notablemente.

Mikey estaba en la cocina preparando lasaña en una gran bandeja, lo saludé besando su mejilla, lo que ya se había vuelto una costumbre, cada vez lo apreciaba más y sentía que él a mí también.

— ¿Una cerveza Lola? — consultó Sara mientras se acercaba a mi oído — Necesitamos hablar de lo que he visto estas semanas, apenas nos vemos en el trabajo, como mi horario cambió y salgo más temprano.

— Lo sé — le susurré y ella se fue directo al refrigerador donde sacó una cerveza para todos los que estábamos ahí.

Luego de lo que Frank me había contado del accidente por estar ebrio, instintivamente miré a Gerard que de un trago bebió casi toda la lata. No podía beber más que eso porque de seguro él me iría a dejar a casa.

— Los dejaremos solos, iremos a cuchichear un rato — Sara tomó mi mano y me arrastró hasta su habitación — aquí no nos escuchará nadie — cerró la puerta y se sentó en su cama.

Su habitación era espaciosa, tenía muchas cosas como para sentirme distraída, cuadros, ilustraciones, un escritorio lleno de lápices, un gran computador que permanecía encendido con alguna clase de diseño.

— Mikey anoche me preguntó qué pasaba entre tú y Frank, parece que está preocupado.

— ¿Preocupado de qué? — di un sorbo a la cerveza y me senté a su lado.

— No lo sé, sólo quiere actuar como hermano sobre protector supongo — se encogió de hombros — pero yo me he dado cuenta que casi todos los días que ambos van a la agencia se van juntos — soltó una risita emocionada

— Sí pero créeme Sara que no pasará nada, ayer me contó sobre su ex novia... — ella me dio una mirada seria, llena de misterio como si ocultara eso — creo que él no quiere nada con nadie y es entendible, me contó algo del accidente que tuvo, hasta me mostró una cicatriz de un accidente que tuvo...

— Conocí a Frank cuando tuvo el accidente, cuando chocó su auto — suspiró — fue horrible, no te lo imaginas en persona durante ese tiempo, la mitad de su cara estaba llena de moretones, inflamada, los ojos inyectados en sangre — sentí como mi estómago se recogía, produciéndome unas horribles nauseas — tenía una herida desde el codo hacia abajo. No me gustaba ir a verlo porque parecía estar muerto en vida, un zombie... pero como recién conocía a Mikey, ya sabes esa etapa de quiero pasar todo el tiempo contigo.

Sentí que una repentina bilis subía y bajaba por mi garganta, produciéndome unas nauseas horrible de tan sólo pensar el doloroso estado que pasó.

— Suena horrible, pero ¿sabes qué? Ya comienzo a aceptar el hecho de ser amigos, luego no sentiré nada y lo veré como un amigo más — me engañaba a mí misma para consolar y reprimir algo que sabía que no iría a ninguna parte, que no tenía futuro ni interés.

Sara me observó por un segundo, llevó una mano a mi cabello y lo acarició con cierto gesto maternal — Si es lo que quieres está bien, es sólo que hubiese querido que hubiese funcionado, me gusta cómo se ven juntos, pero nunca hay que forzar las relaciones.

En ese momento Mikey tocó la puerta y entró, la comida estaba lista.

La cena estaba exquisita, Gerard hablaba mucho, me mareaba un poco. Aún me sentía incomoda por lo que me había dicho sobre lo mucho que me detestaba, decidí quedarme callada durante ese rato, no es como si tuviese mucho que decir. Cuando me preguntaban algo respondía con una sonrisa.

Nos habíamos sentado frente a frente con Sara y Mikey, Gerard estaba a mi lado.

— Hay algo que queremos anunciar — decía Mikey sosteniendo la mano de Sara cuando ya habíamos terminado el postre.

— ¿Se van a casar? — lo interrumpió su hermano

— ¡No! O sea no hay que adelantarse a los hechos... — Sara parecía desesperada por negarlo, pero intentó suavizar lo que decía al momento que Mikey la miró asustado por su reacción

— Con Sara estamos saliendo.

¿Eso tenían que decir? Pero si eso ya lo sabía, todos lo sabíamos. Por las expresiones de mi rostro y la de Gerard supuse que era necesaria una explicación

— Esto es oficial, es mi novia, soy su novio.

— Han pasado once meses... creo que se veía venir — Gerard lamía la cuchara con la que comía el postre — no se ofendan, creo que todos tienen su tiempo de tomar decisiones y ver que es mejor, los felicito — se levantó de la mesa, abrazó a Mikey y luego a Sara

— Me alegro, esto es genial — sonreí alargando mis manos para tocar las suyas

Después de cenar ayudé a Sara a secar los cubiertos que habíamos usado. Una sonora notificación llegaba a mi teléfono y una automática sonrisa se formaba en mis labios.

"¿Despierta?" — era Frank quien me enviaba un mensaje

"Sí, estoy en casa de Sara" 

"¿Qué haces ahí?" 

"Comer, me invitaron a cenar" 

"Suena bien, espero que hayas disfrutado la comida"

"Era lasaña, pero debo admitir que después de probar la que tú haces... me quedo con la tuya" — lo halagaba, pero sólo era la verdad.

"Lo sé, te escribía por si querías hacer algo, estoy aburrido" — si hubiese podido, en ese mismo instante habría salido disparada de la casa de Sara para reunirme con él.

"Lo siento, estoy aquí" — Luego de ese mensaje no respondió más, por lo que asumí que se dedicó a hacer algo más entretenido.

Mikey y Gerard hablaban entretenidos sobre unas historietas de colección que querían comprar en alguna página. Sentía un poco de sueño, no era muy tarde, apenas las once de la noche y el cansancio se manifestaba.

— Mikey quería invitarlos — me conversaba Sara mientras cambiaba los canales de la televisión — quería hacer algo formal para sus hermanos.

— Eso es muy dulce — me alegré por su iniciativa.

— Si, muy dulce, ahora somos algo así como cuñadas — soltó una risita

Gerard seguía bebiendo junto a Mikey, una cerveza tras otra pero no parecía afectarle mucho, instalaron un video juego, Guitar Hero a la televisión, y aunque me invitaban a jugar, no sentía mucho animo de hacer nada más, ya quería marcharme o simplemente ir donde Frank... sus mensajes me habían hecho desear volar a su departamento.

— Vamos lola, podemos hacer un equipo, tu juegas con Gerard en mi contra con Sara — Mikey tomaba la pequeña guitarra de juguete que funcionaba como mando del juego

— Seguro — perezosamente bostezaba en el sillón junto a mi nueva cuñada, sin ánimo alguno de mover un dedo.

El teléfono de Mikey sonó fuerte, lo buscó por todas partes hasta que lo encontró en la cocina — Hola, si, no, en casa de Sara, no creo que vaya esta noche, ¿por qué no vienes tú? Si aquí estamos todos, ok, si bueno, como quieras — cortó la llamada y volvió a donde Gerard estaba de pie con la guitarra — ¿Listo?

La canción que sonaba era When you were Young de The killers. Poco me interesaba el juego, bebía una cerveza junto a Sara quien los miraba expectantes, yo simplemente revisaba mis mensajes, miraba una que otra red social.

El ganador de esa primera partida había sido Mikey, por lo que mi equipo perdió. Era el turno mío y de Sara pero lo dejé pasar, le dije a Gerard que bebería la cerveza y luego jugaría, él aceptó y volvió a tocar la guitarra de juguete.

El timbre de la puerta sonó y Mikey fue a abrir— Qué bueno que llegaste.

Con un mínimo de esperanza me di vuelta a mirar en dirección a la puerta, como si pudiese ser Frank, pero no. Por un segundo pensé que esa llamada podría ser él quien había llamado a Mikey hace unos minutos, pero no, lo descarté al ver llegar a Ray con una botella de tequila en su mano.

— Esto se pondrá interesante — murmuró Sara al ver la botella y me guiñó un ojo.

Me encogí de hombros sin darle importancia. Había decidido irme en los próximos treinta minutos, inventaría una excusa como que me sentía mal, un repentino dolor de cabeza, fatiga o cansancio.

Ray me saludo y se sentó a mi lado, preguntaba quién iba ganando, a lo que respondí que Mikey. No abrió la botella de tequila pero si bebió una cerveza.

— ¿Cómo jugaremos ahora que llegó Ray? — preguntó Mikey con los brazos cruzados frente a todos nosotros.

— Yo paso, le cedo mi turno, es que me duele un poco la cabeza, no me siento muy bien — mentí, ya comenzaba a engañarlos para poder irme en los próximos minutos.

— ¿Estás segura Lola? 

— Si, seguro. Si quiero jugar te aviso — él asintió y comenzó a jugar contra Mikey.

La puerta nuevamente sonó y Sara me miró confundida — no espero a nadie más — caminó hasta la puerta. Y era él, Frank. Sentí como mi corazón saltaba al verlo, di una larga respiración. Y él con una sonrisa entraba a la casa, acercándose a saludarnos a todos.

— Llegaste, desde que me llamaste te demoraste un poco — Mikey parecía esperarlo, había sido él quien había llamado

— Me tomó un poco de tiempo porque no encontraba mis llaves — se sentó a mi lado y palmoteó mi pierna, últimamente solía hacer eso y ya casi lo había normalizado, pero eso no quería decir que se me quitara el nerviosismo cada vez que lo hacía — ¿Quién va ganando? —  interesado me sonrió, y  no hice nada más que perderme en sus ojos, sin poder emitir una sola palabra.

— El equipo Mikey — Sara — respondió Gerard quien estaba de pie junto a Ray.

— Yo también quiero jugar — chilló y se levantó para abrazar a Gerard desde el hombro, lo que me causo ternura.

En ese momento recordé cuando me dijo que era fría, que no me gustaba el contacto físico y de vuelta le pregunté si él estaba acostumbrado a abrazar a todo el mundo y él respondió pregúntale a Ray, Gerard y Mikey.

— Necesitas una pareja pero no sé si Lola quiera jugar, no se sentía muy bien — Gerard se volteó  para verme.

Frank se acercó adonde estaba sentada quedando en cuclillas frente a mí — ¿estás bien? — su voz se escuchaba en un susurro, suave, aterciopelada como una caricia, y sus ojos me miraban atenta esperando una respuesta.

— Sí bien — asentí con mi cabeza, arrepintiéndome un poco de lo que había dicho sobre sentirme mal, pero en ese momento no sabía que Frank llegaría y que abortaría el plan de irme.

— ¿No quieres jugar? — su voz hacía que mi respiración se descontrolara, y Sara de cerca nos observaba entretenida.

El sonido de su voz era tan suave y delicado al hablarme que sentía que en cualquier momento me derretiría ahí mismo o me rompería como un cristal en mil partes. Asentí nuevamente con mi cabeza, y me tendió su mano para levantarme del sillón.

— Lola jugará conmigo — parecía alegre de poder jugar — ¿Con quién me toca jugar? 

— Conmigo — Sara se levantó de su asiento de un salto.

Todos permanecían de pie frente a la gran pantalla, animando a sus parejas, yo... seguía sentada porque debía disimular que no me sentía bien, lo que era ridículo porque también quería estar alentando a Frank.

— ¿Quieres una taza de té? Estás un poco pálida — Mikey pasaba su mano por mi frente en un acto tan maternal como consultar a mi temperatura si tenía fiebre o algo así.

Asentí y lo acompañé, lo bebí tranquila mientras él buscaba unos vasos pequeños de shots.

— Me alegro mucho por ti — pronuncié repentinamente al recordar el motivo porque me encontraba ahí.

— Gracias — sonrió con sus manos abarcando la mayor cantidad de vasitos para el tequila

— Adoro a Sara, sé que suena raro porque apenas la conozco pero ella es muy dulce, siempre lo ha sido conmigo y sinceramente es la única amiga que tengo aquí o lo más cercano a eso, sólo les deseo que sean tan felices como puedan — se sentía como si se fuesen a casar pero apenas formalizaban once meses de estar saliendo a ser novios oficialmente.

— Gracias, hermana — por un segundo pensé que Mikey se pondría a llorar con lo que decía pero no, se acercó a donde estaba y me abrazó por un largo momento.

— ¿Interrumpo? — Frank apareció en la cocina repentinamente, me aparté de Mikey al verlo — Lola es tu turno, pero si estás ocupada...

— Ven tú también — le decía Mikey — hay algo que debo decirte.

Yo seguía bebiendo mi taza de té, escuchando que Mikey le decía a Frank sobre su oficial relación, él también lo felicito, pero como si no pudiera evitarlo susurró algo— ya sabes que pienso sobre las relaciones — Mikey alzó una ceja cruzándose de brazos — No estoy de acuerdo con ellas, quiero decir con la tuya me alegro y mucho, no sabes cuánto, es sólo que tanto amor en el aire me enferma — se encogió de hombros pero Mikey lo abrazó dándole pequeños golpes en el estómago simulando una pelea — ya déjame, te pegaré — rechinó riendo a causa de las cosquillas que le producían los pequeños golpes.

Frank realmente no quería nada con nadie y no lo culpaba, no después de lo que había pasado con su ex novia. No después del accidente que tuvo para ahogar sus penas y olvidar un poco lo que ese dolor le causaba, cuando su ex novia de hace diez años se fue con uno de sus amigos.

— ¿Lista Lola? Te haré añicos — Ray saltaba como si fuese un boxeador antes de pelear.

— Soy pésima para los videojuegos — acepté tomando esa pequeña guitarra.

— ¡Animo Lola! — Mikey vociferaba desde el sillón donde se había acurrucado con Sara.

Sentí que unas manos masajeaban mis hombros, era Frank — vamos tu puedes, esto no es un juego, debemos ganarles campeona — susurraba a mi oído casi rozando sus labios en mi lóbulo, lo que hizo que sintiera un escalofrío.

Sonreí nerviosa mirando la pantalla, cuando escuché la fuerte voz de Mikey— ¡Ni lo pienses Frank! 

— Mikey cálmate, sólo están jugando — Sara se metía en lo que estaba pasando.

— No hice nada, estuve a punto pero no lo hice — reía Frank a carcajadas.

¿Qué mierda había pasado? No entendía nada porque había tenido mi vista frente a la pantalla todo el rato mientras esperaba que el juego comenzaba, pero cuando me di vuelta, sin pausar el juego para ver que sucedía detrás de mí, Sara reía, nadie se veía ni parecía enojado,  y Gerard comenzaba a servir shots de tequila, mientras que Sara cortaba trocitos pequeños de limón para acompañarlos con sal.

Pero en el otro costado, Mikey señalaba a Frank con el dedo frente a él como si lo amenazara.

— Frankie casi te golpea el trasero —  Mikey arrugó sus cejas en una mueca— Eso no pasará, no aquí, no ahora, no frente a mí, nunca — no sabía si estaba genuinamente molesto o bromeaba.

— ¿Golpear el trasero? ¿Me ibas a patear? — me aterrorizó esa idea.

Frank se retorcía de la risa sentándose junto a Mikey que lo golpeaba en sus brazos — No Lola, jamás te pegaría o algo así — decía con su cabeza bajo los brazos de mi hermano que lo había reducido.

Sara soltó una carcajada — ¡No! No confundas a Lola, Mikey hace escándalo por todo — rodó sus ojos — iba a golpearte así — se levantó de su asiento y me dio una gran palmada en el trasero, una nalgada bastante sonora, que inconscientemente sobé con la palma de mi mano — ya sabes cómo cuando los jugadores de football están por salir a jugar y le dan una palmada en el trasero para animarlos.

Tenía sentido, me había llamado campeona, toqué mi trasero con dolor mirando con los ojos entrecerrados a Sara — gracias por la explicación.

— Lola te juro que no lo pensé, siempre lo hago con los chicos, ellos saben, no fue nada... — no continuó porque no aguantaba la risa.

— ¡Siempre lo hace! Deberías ver como deja mis nalgas, Lola aléjate de él, es peligroso — Ray seguía tocando, sin mi... no pausó el juego.

Gerard los llamaba a todos y repartía shots, bebiéndolo rápidamente.

 En ese momento todos comenzaron a beber, menos Frank, y yo había decidido no beber porque supuestamente no me sentía bien, pero era sólo una excusa que se me había ocurrido para irme más temprano.

— ¿Qué te pasa? — Gerard se dirigía a Frank, al ver que no había bebido una sola gota de alcohol.

— Estoy manejando — se encogió de hombros y tomó la guitarra para jugar conmigo ¿Además quién te llevará a casa cuando no puedas ni caminar?

— Gallina — parecía desafiarlo a beber — no sé dónde quedó mi mejor amigo.

Yo aún estaba de pie, esperaba a Frank para jugar, pero él tomaba todo su tiempo, quitándose su sweater quedando con una camisa de manga corta que mostraba sus brazos tatuados. Di un rápido vistazo a su cicatriz, lo que me llevaba a pensar en lo que había dicho la noche anterior sobre el accidente y que iba ebrio, obviamente no bebería si decía conducir y por un segundo mi estómago se contrajo al pensar lo que Sara había dicho como él se encontraba después del accidente.

Las horas con buena compañía pasan velozmente, ellos bebían en el sillón con fuertes risotadas. Gerard parecía ser el centro de atención, hablaba muy fuerte y todos lo observaban con atención mientras relataba una anécdota que había vivido en San Francisco, por otro lado Frank no se quedaba callado, parecía una pelea de egos en ese momento, quien tenía la mejor historia,  como si estuviesen luchando el puesto de"macho alfa", quien había estado más ebrio, quien había vomitado más veces estando borracho, quien había hecho más estupideces.

De un momento a otro Gerard tomó una guitarra y tambaleándose retó a Ray a jugar pero él se negó, Frank voluntariamente tomó su lugar.

— Aquí vamos — susurró Mikey, lo que me pareció casi imposible no prestar atención.

— ¿Aquí vamos qué? — no entendía mucho a qué se refería.

— Aquí es donde demuestran ser el macho alfa de la manada — Ray se llevaba un trozo de limón bebiendo rápidamente un vasito de shot.

— No sé cuál de los dos es más competitivo — Sara llegaba con otra botella de tequila que buscaba desde hace un rato.

— Son como han sido toda la vida supongo y a eso agrega que Frank es hijo único y dramático  — se burló Mikey.

Frank ganaba cada partida, y era obvio siendo músico, lo que me causaba risa porque exasperaba y frustraba a Gerard que estaba un poco ebrio. — Me aburrí, ya he ganado seis de seis — dijo él dejando la guitarra de lado

— ¿Lola? — me señalaba Gerard — a alguien le debo ganar — pero me negué con la cabeza.

— ¿Cómo va tu banda Frankie? — preguntaba Ray interesado, él había bebido mucho pero aún no se veía ebrio en lo absoluto.

— Bien, tocaremos la próxima semana, Kay la chica que toca con nosotros, ella tiene contactos por su banda anterior y está viendo si podemos irnos de gira, algo pequeño unos tres o cuatro estados hacia el sur quizás, conoce gente en Delware.

— Suena genial, extraño tocar no les mentiré, extraño juntarnos cada semana a practicar y terminar fumando yerba.

— Yo nunca he estado cerrado a la opción de volver a tocar con ustedes, tengo ese proyecto pero no quiere decir que no vuelva con ustedes.

— Extraño esos tiempos — susurraba Gerard bebiendo un shot más — es como volver unos diez años y sentir que no teníamos que ser adultos.

— Lo sé — suspiró Ray.

El reloj marcaba las tres con cincuenta de la madrugada, Gerard no estaba en condiciones para irse en su auto, se había quedado dormido junto a Ray en un sillón.

— Se pueden quedar acá, no me molesta — Sara nos ofrecía esa opción pero no había pasado por mi mente hacer eso.

— ¿Segura? — insistió Mikey.

— Quizás deberíamos irnos, yo la llevaré — aseguró Frank y yo simplemente asentí.

Nos despedimos de ellos, y nos marchamos en segundos, dentro de la casa no se sentía ni el más mínimo de frío, de hecho era todo lo contrario, la calefacción estaba tan fuerte que casi todos íbamos con menos ropa de la que habíamos llegado. 

Al acercarnos al auto caían pequeños copos de nieve.— La primera nevada del año — musitó Frank y nos subimos al auto, encendió la calefacción y se quedó en silencio por un segundo, sin partir aún — esta vez te preguntaré ¿Quieres ir a tu casa o quieres hacer algo más? Ayer te fui a dejar sin preguntar y terminamos los dos hablando hasta muy tarde — sonrió, mostrando su perfecta sonrisa una vez más — Yo tengo hambre, no soy tan cercano a Sara como para pedirle algo de comer, me dio algo de vergüenza — soltó una risita nerviosa como si eso le causaba bochorno.

Sentí que mi rostro cambiaba con una gran sonrisa, mordí mi labio y suspiré.

Pasamos por unas hamburguesas vegetarianas, él tragó la suya en segundos, de seguro tenía mucha hambre, terminamos de comer y me fue a dejar a casa, ya estaba cansada pero no me había molestado pasar ese corto momento con él a solas.

Sentía como me acostumbraba a su compañía, a comer juntos y ver su rostro casi a diario. Tenía claro su posición frente a mí, que me veía como amiga y sabía perfectamente lo que creía de las relaciones.

 Aceptaba que no pasaría nada entre nosotros y que el tiempo se encargaría de quitarlo de mi mente.

Continue Reading

You'll Also Like

13.7K 734 16
Mdlame es el hogar de la nobleza perteneciente al reino del sur, un lugar de tranquilidad qué no esta preparado para lo que viene. Cuando la hija pr...
36.5K 2.8K 65
Agua, un poder precioso que da vida. Tierra, un poder un poco sucio pero que da vida. Aire, un poder valeroso que ayuda a dar vida. Fuego, un pod...
172K 10K 25
Chiara se muda a Madrid en busca de nuevas oportunidades para lanzar su carrera como artista. Violeta se dedica al periodismo musical, trabajando en...
136K 3.6K 30
la tipica historia de universos viendo otros universos atraves de pantallas flotantes que aparecerán en sus mundos aunque también agregare otras cosa...