Drakhae [l.s]

By _eversinceale_

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«Hubo un tiempo en el que no tenías miedo...» Saga Dragonscale #2 Han pasado seis años tras la batalla por el... More

♛ d r a k h a e ♛
.♛ p a r t e u n o ♛.
♕ 01: Imperio. ♕
♕ 02: Peligro. ♕
♕ 3: Padres del año. ♕
♕ 4: Lagartijas. ♕
♕ 5: Solelum. ♕
♕ 6: Ayuda. ♕
♕ 7: Extraño. ♕
♕ 8: Ambición. ♕
♕ 9: Incoherencias. ♕
♕ 10: Veredicto. ♕
♕ 11: Juego perdido. ♕
♕ 12: Oscuridad. ♕
.♛ p a r t e d o s ♛.
♕ 13: Secuestro. ♕
♕14: Zheelya ♕
♕ 15: Explicaciones y Peticiones.♕
♕ 16: Trono. ♕
♕ 17: Zombie. ♕
♕ 18: Traición. ♕
♕ 19: Lealtad. ♕
♕ 20: Planes. ♕
♕ 21: Familia. ♕
♕ 22: Recompensa. ♕
.♛ p a r t e t r e s ♛.
♕ 23: Recuerdos. ♕
♕ 24: Gélida. ♕
♕ 25: Inquebrantable. ♕
♕ 26: Juicio. ♕
♕ 27: Frareh. ♕
♕ 28: Lazo. ♕
♕ 29: Hogar. ♕
♕ 30: Llamas. ♕
♕ 31: Fuego y sangre. ♕
♕ 32: Tormenta. ♕
♕ 33: Tiempo. ♕
♕ 34: Luz - FINAL. ♕
♛ Epílogo. ♛

.♛ Introducción ♛.

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By _eversinceale_




Dedicado a: Drakhae Team.



Ya no me aguante. Estef se va a enojar conmigo.


[...]

El sol de medio día entraba por los enormes ventanales en la sala del trono; tan nítido, brillante y feroz, como el fuego que lanzaban las bestias en los aires.

Los cráneos que decoraban la estancia, esos que pertenecían a las leyendas de dragones que habían servido fielmente a sus monturas, reposaban sobre los suelos de mármol del lugar. Tan grandes e intimidantes como lo fueron en vida. El símbolo que no solo demostraba poder, que no solo causaba respeto y alabanza, esta era la prueba de como durante siglos y siglos, la casa que se había mantenido ferozmente sobre el poder permanecía inquebrantable, invicta.

El imperio más poderoso de poniente.

La dinastía más imponente del mundo.

La casa Akgon y su cabeza, Kargem.

El rey en el sur, la figura máxima de poder en el continente. Un rey que no solo había heredado el cargo, si no, él que se lo había ganado. Peleando durante una larga noche que dejó paso al amanecer, él que sangró por su pueblo, quién vio morir a los amados por su gente y que cargó con el cuerpo de su propio padre hasta haberlo llevado a casa, con su familia.

«Harry Akgon, primero con el nombre, rey del amanecer, que no arde. Protector de las tierras doradas del sur y Kargem del cielo.»

El muchacho rebelde que pasaba los días enteros fuera de su castillo para divertirse... se había desvanecido, como las cenizas restantes de la fogata, acarreadas por la brisa cálida del verano. Donde el sur mostraba sus días más calurosos y tostaba la piel blanquecina de a poco. El enigmático chico de cabello largo, príncipe de Goré, un día voló en su dragón hasta otras tierras, encontrándose con el desastre de una inminente guerra, viendo los rostros destrozados de la gente que acababa de perder su hogar y tenían presente el miedo de nunca recuperarlo; fue ahí cuando el hijo de Daeron Akgon, volvió a casa como un hombre, sujetando con fuerza la mano de un omega del norte por el que habría dejado todo, incluso su apellido.

Pero su reino le necesitó; su gente, su familia.

Esos ojos azules.

Harry peleó, creció, maduró, no porque fuera forzado, sino porque quería hacerlo. Quería hacer sentir orgulloso a todos quienes se preocuparon por él, ya que él de pronto, no quería seguir decepcionándolos a todos o a sí mismo... y es así como él ganó una batalla, él trajo a casa la cabeza del rey oscuro, él acabó con la larga noche y fue lo suficientemente fuerte para cargar con la corona de oro sólido que no solo traía consigo aquel poder tan grande, si no que llevaba la responsabilidad más compleja jamás otorgada a otra persona de su edad: la capacidad para gobernar.

Harry se había transformado en el rey, en Kargem y esto no había sido tarea fácil. Acostumbrarse al trono y a sus labores no resultó tarea sencilla, pero lo logró, eventualmente, así como solo la práctica te puede convertir en el maestro. Así como los errores te hacen aprender grandes lecciones; Harry ya no era un chico mimado que se rebelaba contra las órdenes de su padre, ahora era un hombre que intimidaba a cada chico que no siguiera sus propias órdenes.

Pero el rey no era un tirano. Era duro, sí. Era serio, como nunca antes lo había sido en su adolescencia. Era frío con sus consejeros, recto con sus súbditos y fuerte contra quiénes flaqueaban y amenazaban con ser el eslabón débil; Harry no era un mal rey, en realidad, era el mejor rey que pudo ser tras la muerte de Daeron. Era inteligente y aprendió de las mujeres más poderosas de su dinastía. Allenya dándole su consejo constante. Gemma, su hermana y reina del mismo trono, controlando los asuntos financieros y sociales de La Capital. Skyler teniendo un ojo feroz sobre sus fuerzas en ejércitos, en su estrategia. Y contando irrevocablemente, con la ayuda del segundo hombre más poderoso en el continente, la fuerza inequívoca de una mente brillante, el apoyo sólido que le aconsejaba, que le ayudaba a tomar la decisión correcta y quién mantenía cálida a su alma, a su corazón latiendo fuerte, la persona a la cual Kargem se rendía por completo:

Louis Tomlinson, príncipe del norte, padre de sus hijos, consorte de Kargem. La pareja del hombre más poderoso en la actualidad y ciertamente, una de las personalidades más importantes en Poniente. El omega que había renunciado a todo, por amor.

El chico que alguna vez temió el no ser capaz de gobernar las frías tierras de Gélida, donde los lobos huargos aullaban en luna llena y donde la nieve se arremolinaba en las esquinas de los ventanales. Ahora era la mano derecha del rey en el sur, el rey de Goré. Louis tampoco seguía siendo el muchacho menudo del norte, el que se envolvía en pesadas capas para mantenerse cálido. Ahora era el joven adulto que mantenía lazos fuertes con el reino vecino, su familia, hermano de la reina del norte. Casado con el rey del sur, dándole a la dinastía Akgon dos hijos puros, nacidos del fuego. Vistiendo las túnicas suaves y de tela delgada en tonos dorados. El único extranjero que ahora mantenía un par de mechones blancos entre la mata castaña de su pelo, montando a un dragón azul eléctrico, que era dócil y suave como solo el omega podía entender. Louis nunca había sido Rey, pero eso no significaba que la gente no se arrodillara ante él bajo el mismo respeto que a Kargem. Era su esposo, después de todo, tras un evento oficial que había marcado el fin de la era pasada y los estragos de la batalla en los reinos de poniente.

Seis años después del fin de la larga noche, tras la guerra que dejó grandes huecos imposibles de llenar, grandes pérdidas. Daeron, Jacob, Peyton, Rodrick, Liam...

Y tras la pérdida, tras el invierno... llegó la primavera para los reinos del norte y del sur.

El ascenso de Nadine Tomlinson como reina del norte. Su unión con el ahora, príncipe consorte Niall Horan. Quienes bajo las instrucciones de Allenya e Isabella, comenzaron a reconstruir las tierras de Gélida y darle un nuevo comienzo a su gente. La frágil chica omega que antes jugueteaba con la fantasía de casarse con un príncipe y vivir en un castillo que mostrara el mar en sus ventanales... ahora era una mujer hecha y derecha, suave y delicada, pero fuerte y feroz en su mirada azul. Con los brazos de su esposo entrelazados con los suyos, el brillante Niall Horan, que había llegado al norte cabizbajo tras la pérdida de su dragona en batalla, el chico que sonreía y se partía de la risa a cada tres segundos, ahora era un hombre devoto a su esposa, cálido entre el frío del norte. Tomando con responsabilidad su papel como el segundo de Nadine, gobernado junto a su amada.

Un par de años tras la guerra, después de que la casa Akgon recibiera a su primer heredero, Jaekhar Akgon, Nadine recibió la noticia de que su hermano estaba esperando a un nuevo bebé. Y ella estaba tan feliz por Louis que ignoró su propio estado hasta pocas semanas después, cuando Allenya e Isabella comprendieron que la reina en el norte también estaba esperando un heredero.

Niall y Nadine se partieron en felicidad, imaginando cómo luciría el nuevo príncipe o princesa. Como sería sostenerle en brazos y cuánto amor le otorgarían recién llegara ante ellos.

Niall quería tener una niña.

Nadine se emocionaba por la idea de un varón.

Así que los dioses no pudieron decidirse, o al menos eso fue el veredicto de Allenya, cuando les anunció que, a través de una visión, ella logró ver a dos nietos, nacidos del mismo parto, compartiendo un hogar en el vientre de la reina hasta que llegara el momento.

Fue así como el norte recibió a los príncipes herederos; una preciosa niña y un protector varón que refugió a su hermana entre sus brazos, tan pronto como nació, minutos después que él. Dos pares de ojos azules se sumaron a la fortaleza Tomlinson esa noche y fueron nombrados como Jeannine y Alexander, gemelos.

Los niños crecieron eventualmente, transformándose en pequeñas cabecitas rubias que corrían entre la nieve. Jeannine era tan delicada como su madre, precavida y tierna con su toque. Prefería mantenerse apegada a su padre, siempre sentada en el regazo de Niall o abrazándose al cuello de su padre cuando una tormenta azotará en las tierras de Yaekhor. Por otro lado, Alex era mucho más extrovertido, fuerte. Comenzó a proteger a Nadine cuando fue creciendo, tomando la mano de Jeannine cuando se asustara y protegiéndola de cualquier peluche que osara con asustarla a mitad de la noche.

Jeannine sería omega, de eso no había duda. Así como Alex era un alfa en su pronto comportamiento, aún si solo tenía cuatro años. La edad en que sus padres les obsequiaron dos lobos cachorros de pelaje abundante. Tradición en el norte.

Pero en el sur, seis años tras la guerra, habían forjado a poderosos jóvenes adultos en la corona; tal era el caso de Gemma Akgon, Kogina de Goré. Una reina sabia y dulce que veía por su pueblo, que era amada por su gente y que disponía siempre del tiempo para mejorar la situación en Poniente. En contacto reciente con Nadine, a través de cartas y ocasionales visitas. Enamorándose inmediatamente de los pequeños gemelos príncipes cuando los conoció.

Skyler Akgon, la chica que también había dejado de lado el infantilismo de lado para convertirse en una de las mujeres más respetadas en su casa; fuerte y fría con el mundo, aunque cálida y divertida cuando se trataba de su sobrino Jaekhar. Skyler, ahora como princesa del sur, tenía a su cargo las fuerzas militares y la estrategia del reino. Y era buena, demasiado calculadora, demasiado responsable. Aún rodaba los ojos por lo que escuchaba de todos, pero siempre estaba dispuesta a corroborar las palabras de Kargem o peor, a estar de acuerdo con Louis, el esposo de su primo. Quien en un momento le molestó su sola presencia, ahora era su habitual compañero.

Y aunque a veces las noches eran duras, cuando el silencio se volvía ensordecedor... Skyler aún se quedaba despierta ante las pesadillas que solían asaltarla de tiempo en tiempo. Unas en donde Liam soltaba el mango de su espalda y se mantenía completamente inerte sobre la nieve de la batalla...

Noches en las que Harry también despertaba a la mitad de un grito por su padre, esperando poder salvarlo esta vez... nunca lo hacía.

Pero ahora las cosas eran distintas, el mundo en el que vivían había cambiado por completo. Seis años y poniente ya no era el mismo; nueva gente en el trono, nuevas leyes, nuevos herederos. Goré se volvió a posicionar como la nación más poderosa, con Gélida a su lado. Tan inmiscuidos en sus propios asuntos que nunca se preocuparon por los reinos vecinos... o más bien, por la gente que habitaba en ellos.

Y es que, como había fuerzas buenas, tímidas, escondidas entre las tierras lejanas, donde se tenía que cruzar un mar entero para desembarcar... había un menudo chico de piel morena con ojos brillantes como el oro que había huido de Goré cuando acabó la guerra. Mirando por la ventana a los mismos cielos que se refractaban en atardeceres como debían de estar haciéndolo en casa... de vuelta a Cinis.

Zayn miraría siempre hacia atrás, aún en su nueva vida, los fantasmas de su pasado no hacían más que perseguirlo. Logrando preguntarse siempre si fue una idea alejarse de todo lo que conocía y avanzar sin haber terminado lo que empezó...

Aunque, al final del día, siempre escucharía desde el piso de abajo que la cena estaba lista y el olvidaba de repente todo lo que dejó... por lo nuevo que ahora apreciaba más.

Cuando anochecía y el día se acababa en esas tierras... el día de acabaría en Goré también, en Gélida.

La luz se extinguiría momentáneamente... dándole paso a la oscuridad que, si te distraías un momento..., podría avanzar mientras dormías. En la fortaleza de los Tomlinson, en una casita en un pueblo olvidado, en un castillo sobre las montañas al que la gente llamaba Krestum, ahí descansarían nuestros héroes y sus hijos. Hasta que entre las sombras surgiera la envidia y el mal, lo más grotesco, lo más horrible y desgarrador... en la silueta de algo puro e inmaculado. El disfraz que bañaría de inocencia el pecado y que, bajo sus malas intenciones y la bruma densa de la ambición, se dirigía en torno a destruir lo que Poniente más adoraban...

Su reino. Su imperio.

El dragón dormía, el lobo se acurrucaba, pero el mal nunca descansaba.

Y Louis lo soñó esa noche.

///

150 votos y subo el capítulo uno.
A ver si cierto.
Xd

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