.capítulo setenta y cuatro
—¿QUIÉN ES ELLA? —preguntó Lucy, viendo a la única chica en el equipo de Ravenclaw.
—¡Oh! Es Cho Chang, es una de las mejores de Ravenclaw —dijo Sara con emoción, viendo el partido. Su cara estaba dividida en los colores de Gryffindor y Ravenclaw.
Lucy miró el rostro de Sara con detenimiento.
—¿Si sabes que estas apoyando a ambos por igual? —dijo Lucy y luego agregó: —. Confundes.
Ya que Sara gritaba de alegría cuando Gryffindor anotaba y gritaba locuras cuando alguno de Ravenclaw impedía algún movimiento de algún jugador de Gryffindor. O también gritaba de alegría cuando Ravenclaw anotaba.
Todos la miraban confundidos, ya que estaban en las gradas de Gryffindor y cuando Ravenclaw anotaba, los Gryffindor se quedaban en silencio y Sara gritaba como loca.
—Mira a Ginny y Nolan —dijo Hermione, observando unos escalones más arriba de ellas, donde estaban Ginny y Nolan riendo, Ginny parecía reír de algo, mientras Nolan buscaba algo entre su ropa.
—Wau, ese tipo terminará teniendo novia —dijo Lucy, observándolos, se tuvo que tapar los oídos cuando Sara gritó a su lado:
—¡TRAMPA, TRAMPA! —gritaba desesperada, y Dean y Neville parecían estar de acuerdo con ella, ya que gritaban lo mismo.
—Deberías estar feliz —dijo Hermione sonriendo, mientras Lucy la miraba confundida.
—¿Por qué? —preguntó Lucy, a la vez que agarraba su botella de agua para beber y luego darle un poco a Rawraq, que estaba en su hombro como siempre.
—Porque Ginny se olvidará de Harry y tú podrás estar con él —soltó Hermione como si nada, provocando que Lucy escupiera el agua y le cayera a Dean en la cabeza.
—¡Oye! —se quejó Deán, girando a ver molesto a Lucy, pero Rawraq le mostró los dientes y Lucy lo observó esperando a que dijera algo, pero el chico rió incómodo y dijo:—. No importa, es solo... agua —murmuró el chico, mirando al dragón y volvió a girarse para ver el partido, mientras se secaba el cabello con las manos.
—¡No digas estupideces Hermione! —exclamó la pelirroja indignada. Miró a Sara que hacia gestos extraños como si quisiera golpear al aire, mientras miraba atentamente el partido.
—No son estupideces, Lucy y tú lo sabes muy bien, ¿cuándo te darás cuenta que te gusta o te atrae Harry? —preguntó en susurros, para que no escuchara nadie más. Lucy rodó los ojos—. Además, creo que Harry está interesado en tí —Lucy iba a abrir la boca para decirle lo idiota que eso era, pero Hermione señaló hacia el aire, donde Harry se encontraba en su Saeta, esperando ver a la Snitch, pero de vez en cuando, miraba en dirección a Lucy.
—Solo... debe estar... viéndote a ti, ya que tu estás enojada con él —dijo Lucy, bufando y viendo a Harry.
—¿En serio? —dijo Hermione, observándola con una ceja en alto. Lucy rodó los ojos.
—Claro que me atrae Harry —bufó Lucy, viendo como Harry comenzaba a perseguir a la Snitch. Hermione chilló, haciendo que Neville y Dean voltearan a verlas a la vez—. ¿Qué miran? —preguntó Lucy con tanta seriedad, que hizo que los cuerpos de ambos se tensaran.
—¡Nada, nada! —dijeron a la vez, nerviosos y volvieron a ver el partido.
—¡Lo admitiste! —chilló en un susurro Hermione, viendo a Lucy. La pelirroja la observaba seria.
—No me dejaste terminar —bufó Lucy, cruzándose de brazos—. Claro que me atrae Harry, es inteligente (a su manera), es hábil, es valiente y... y... —Lucy tomó un poco mas de agua antes de decir:— y es lindo.
Volteó a ver a Hermione, la castaña estaba con la boca abierta y de a poco una sonrisa apareció en sus labios.
—Te gusta Harry... —soltó la castaña boquiabierta.
—¿Qué? ¡No! No me puede gustar nadie, y no, no, jamás, nunca, ¿entendiste? —Lucy negaba con su dedo índice, mirando a Hermione—. Nunca —recalcó, tratando de que su mejor amiga entendiera.
—Ya veremos —dijo Hermione, viendo a Lucy ver el partido con su postura de siempre, era como si cualquier se tuviera que arrodillar ante ella. Daba la impresión de ser alguien poderosa.
—¿Qué? ¿A qué te refieres con "Ya veremos"? —preguntó Lucy, tratando de imitar su voz, pero más chillona, haciendo rodar los ojos de Hermione —. Entiendelo: Harry es bueno, yo doy la impresión de que le sacaré la cabeza a Neville en cualquier momento —dijo, haciendo que Neville se diera vuelta para verla asustado.
—Tranquilo, Neville, es un decir, ¿verdad, Lucy? —dijo Hermione viendo a su amiga, pero Lucy solo miraba al frente y no contestó.
Hermione le pateó para que respondiera y Lucy rodó los ojos.
—Sí, claro —dijo Lucy, pero aquello no calmó tanto a Neville.
El chico trató de concentrarse nuevamente en el partido, pero no lo lograba del todo con la presencia de Lucy detrás de él.
¿Miedo? Era poco.
Hermione decidió dejar el tema, observó a Lucy que miraba el partido y Sara trataba decirle quien iba ganando. No entendía porqué Lucy decía aquellas cosas crueles de sí misma, ella sabía que Lucy no era capaz de dañar a alguien.
Bueno... A alguien inocente.
—¿Lo está tratando de bloquear? —habló Lucy para si misma, viendo a Cho surgir de la nada frente a Harry, el chico se tuvo que apartar y Wood pareció gritarle algo.Cho sonreía—. ¿Por qué mierda sonríe? ¿Si sabe que está en un partido?
De la nada, Lucy parecía enojada con la buscadora de Ravenclaw. Sara y Hermione la observaban sorprendidas.
—Eso no le impide que sonría —dijo Hermione, pero ante la mirada fulminante que le envió Lucy, se calló.
Harry ascendió con la Saeta y enseguida se encontró a siete metros por encima del nivel de juego. Por el rabillo del ojo vio que Cho lo seguía... Prefería marcarlo a buscar la snitch.
Bien, pues... si quería perseguirlo, tendría que atenerse a las consecuencias...
Volvió a bajar en picado; Cho, creyendo que había vuelto a ver la snitch, quiso seguirle. Harry frenó muy bruscamente. Cho se precipitó hacia abajo.
—¿Qué mierda hacen? —preguntó Lucy, viendo a los dos buscadores.
Harry, una vez más, ascendió veloz como un rayo y entonces la vio por tercera vez: la snitch brillaba por encima del medio campo de Ravenclaw. Aceleró; también lo hizo Cho, muchos metros por debajo. Harry iba delante, acercándose cada vez más a la snitch. Entonces...
—¡Ah! —gritó Cho, señalando hacia abajo.
Harry se distrajo y bajó la vista. Tres dementores altos, encapuchados y
vestidos de negro lo miraban.
—Mierda... —soltaron Lucy, Hermione, Sara, Deán y Neville a la vez.
No se detuvo a pensar. Metió la mano por el cuello de la ropa, sacó la varita y gritó:
—¡Expecto patronum!
Algo blanco y plateado, enorme, salió de la punta de la varita. Sabía que
había disparado hacia los dementores, pero no se entretuvo en comprobarlo.
Con la mente aún despejada, miró delante de él. Ya casi estaba. Alargó la mano, con la que aún empuñaba la varita, y pudo hacerse con la pequeña y rebelde snitch.
Se oyó el silbato de la señora Hooch. Harry dio media vuelta en el aire y
vio seis borrones rojos que se le venían encima. Al momento siguiente, todo el equipo lo abrazaba tan fuerte que casi lo derribaron de la escoba.
De abajo llegaba el griterío de la afición de Gryffindor.
—¡SI, SI, SI, GRYFFINDOR GANOOOOO! —gritaba Sara, sacudiendo a Neville por los hombros, mientras éste trataba de aplaudir y gritar también.
—Yo... me iré a la Sala Común —dijo Hermione, veidno como Ron bajaba con alegría de las gradas y corría hacia el campo.
—Iré en un momento —dijo Lucy, viendo a su amiga, Hermione se abrió paso para irse y Sara y Lucy se encaminaron hacia el campo.
Harry descendió de la escoba y vio a un montón de seguidores de Gryffindor saltando al campo, con Ron en cabeza. Antes de que se diera cuenta, lo rodeaba una multitud alegre que le ovacionaba.
—¡Sí! —gritó Ron, subiéndole a Harry el brazo—. ¡Sí!
—Bien hecho, Harry —le dijo Percy muy contento—. Acabo de ganar diez galeones. Tengo que encontrar a Penelope. Disculpa.
—¡Estupendo, Harry! —gritó Seamus Finnigan.
—¡Muy bien! —dijo Hagrid con voz de trueno, por encima de las cabezas
de los de Gryffindor.
—¡Genial, Harry! —exclamó Sara emocionada.
—Fue un patronus bastante bueno —susurró una voz a Harry junto al oído.
Harry se volvió y vio al profesor Lupin, que estaba encantado y
sorprendido.
—Los dementores no me afectaron en absoluto —dijo Harry emocionado—. No sentí nada.
—Eso sería porque... porque no eran dementores —dijo el profesor
Lupin—. Ven y lo verás.
Sacó a Harry de la multitud para enseñarle el borde del terreno de juego.
—Le has dado un buen susto al señor Malfoy —dijo Lupin.
Harry se quedó mirando. Tendidos en confuso montón estaban Malfoy,
Crabbe, Goyle y Marcus Flint, el capitán del equipo de Slytherin, todos forcejeando por quitarse unas túnicas largas, negras y con capucha.
Parecía como si Malfoy se hubiera puesto de pie sobre los hombros de Goyle. Delante de ellos, muy enfadada, estaba la profesora McGonagall.
—¡Un truco indigno! —gritaba—. ¡Un intento cobarde e innoble de sabotear al buscador de Gryffindor! ¡Castigo para todos y cincuenta puntos menos para Slytherin! Pondré esto en conocimiento del profesor Dumbledore, no se quepa la menor duda. ¡Ah, aquí llega!
Si algo podía ponerle la guinda a la victoria de Gryffindor era aquello.
—Pero ahora te dejo —dijo Lupin, observando en una dirección.
Harry volteó a ver, vio a Lucy acercarse a él corriendo. El chico no se percató de que Ron y Sara venían a su lado. Solo se fijo en la chica de hermoso cabello.
—¡Harry! —exclamó Lucy con alegría, abrazándolo, mientras Lupin se alejaba. El azabache vio como el profesor le guiñaba un ojo y se iba con una sonrisa dibujada en sus labios —. ¡Lo hiciste!
Harry correspondió el abrazo, cerrando sus ojos y disfrutando del delicioso olor del cabello de la chica. Lucy se sintió rara e incómoda cuando la ley de los cinco segundos de un abrazo se rompió.
—Amm... ¿Harry? —murmuró Lucy, Rawraq se había cambiado de hombro para no interponer.
—Ah, si, si, claro —dijo rápidamente, alejándose de ella y viendo a los tres.
Ron y Sara veían a Malfoy y sus amigos siendo reprochados por el director y la profesora.
—Ay, Draco... —susurró Sara para si misma, negando con su cabeza y viendo a Draco.
Ron, a su lado, se partía de la risa
mientras veían a Malfoy forcejeando para quitarse la túnica, con la cabeza de Goyle todavía dentro.
—¡Vamos, Harry! —dijo George, abriéndose camino—. ¡Vamos a
celebrarlo ahora en la sala común de Gryffindor!
—Bien —contestó Harry.
Y más contento de lo que se había sentido en mucho tiempo, acompañó al resto del equipo hacia la salida del estadio y otra vez al castillo, vestidos aún con túnica escarlata.
Era como si hubieran ganado ya la copa de quidditch; la fiesta se prolongó todo el día y hasta bien entrada la noche.
Lucy se alejó de la fiesta que se estaban armando en la Sala Común y se acercó a Hermione, sentándose a su lado. Eran las únicas que no participaban de la fiesta. Lucy observó el título del libro con una sonrisa.
Se titulaba Vida doméstica y costumbres sociales de los muggles
británicos.
—¿Sabes que no te hace bien estar enojada con ellos? —preguntó Lucy, poniéndose seria.
—No me importa, además, creo que Ron lo prefiere así —bufó la castaña, leyendo el libro.
Harry se acercó a ellas.
—¿No has venido al partido? —le preguntó a Hermione.
—Claro que sí —respondió Hermione, con voz curiosamente aguda, sin
levantar la vista—. Y me alegro mucho de que ganáramos, y creo que tú lo hiciste muy bien, pero tengo que terminar esto para el lunes.
—Vamos, Hermione, ven a tomar algo —dijo Harry, mirando hacia Ron y
preguntándose si estaría de un humor lo bastante bueno para enterrar el hacha de guerra.
—No puedo, Harry, aún tengo que leer cuatrocientas veintidós páginas —
contestó Hermione, que parecía un poco histérica—. Además... —también miró a Ron—, él no quiere que vaya.
No pudo negarlo, porque Ron escogió aquel preciso momento para decir
en voz alta:
—Si Scabbers no hubiera muerto, podría comerse ahora unas cuantas
moscas de café con leche, le gustaban tanto...
—¡RON! —le gritó Lucy para que se callara, Hermione estaba más que sensible por el tema.
Hermione se echó a llorar. Antes de que Harry pudiera hacer o decir nada, se puso el mamotreto en la axila y, sin dejar de sollozar, salió corriendo hacia la escalera que conducía al dormitorio de las chicas, y se perdió de vista.
—Gracias, imbécil —dijo Lucy, pasando por al lado de Ron y yéndose detrás de Hermione.
¿Qué les pareció el capítulo?
Esto no va al tema, pero...
¿Ustedes no se sienten raros cuando saben que alguien sabe algo que ustedes no saben?
xd