✓ DRAGONS, harry potter [#1]

By mspottxr

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░▒▓DRAGONS! Lucy intenta encontrar respuestas a su pasado, mientras se adentra a un colegio lleno de magia y... More

𝐃𝐑𝐀𝐆𝐎𝐍𝐒
𝐆𝐑𝐀́𝐅𝐈𝐂𝐎𝐒
c.000: La carta.
c.001: Invocación.
c.002: Sara McGregor.
c.003: Al tanto.
c.004: Harry Potter.
c.005: La selección.
c.006: Primer día.
c.007 (en proceso)
8. 𝗣𝗥𝗜𝗠𝗘𝗥𝗔 𝗔𝗩𝗘𝗡𝗧𝗨𝗥𝗔
9. 𝗟𝗨𝗖𝗬 𝗛𝗢𝗟𝗠𝗘𝗦
10. 𝗧𝗥𝗢𝗟
11. 𝗖𝗘𝗗𝗥𝗜𝗖 𝗗𝗜𝗚𝗚𝗢𝗥𝗬
12. 𝗙𝗨𝗘 𝗦𝗡𝗔𝗣𝗘
13. 𝗖𝗛𝗔𝗥𝗟𝗜𝗘 𝗪𝗘𝗔𝗦𝗟𝗘𝗬
14. 𝗡𝗔𝗩𝗜𝗗𝗔𝗗
15. ¿𝗠𝗔𝗠𝗔́? ¿𝗣𝗔𝗣𝗔́?
16. 𝗡𝗜𝗖𝗢𝗟𝗔𝗦 𝗙𝗟𝗔𝗠𝗘𝗟
17. 𝗘𝗟 𝗣𝗔𝗥𝗧𝗜𝗗𝗢 𝗗𝗘𝗙𝗜𝗡𝗜𝗧𝗜𝗩𝗢
18. 𝗘𝗟 𝗗𝗥𝗔𝗚𝗢́𝗡 𝗗𝗘 𝗛𝗔𝗚𝗥𝗜𝗗
19. 𝗧𝗥𝗔𝗙𝗜𝗖𝗔𝗡𝗗𝗢 𝗨𝗡 𝗗𝗥𝗔𝗚𝗢́𝗡
20. 𝗖𝗔𝗦𝗧𝗜𝗚𝗔𝗗𝗢𝗦
21. 𝗔 𝗧𝗥𝗔𝗩𝗘́𝗦 𝗗𝗘 𝗟𝗔 𝗧𝗥𝗔𝗠𝗣𝗜𝗟𝗟𝗔
22. 𝗔 𝗧𝗥𝗔𝗩𝗘́𝗦 𝗗𝗘 𝗟𝗔 𝗧𝗥𝗔𝗠𝗣𝗜𝗟𝗟𝗔²
23. 𝗣𝗔𝗣𝗔́
━━━𝘼𝘾𝙏𝙊 𝘿𝙊𝙎
24. 𝗦𝗢𝗣𝗛𝗜𝗘
25. 𝗟𝗔 𝗠𝗔𝗗𝗥𝗜𝗚𝗨𝗘𝗥𝗔
26. 𝗔𝗗𝗜𝗢́𝗦, 𝗦𝗢𝗣𝗛𝗜𝗘
27. 𝗘𝗟 𝗖𝗨𝗠𝗣𝗟𝗘𝗔𝗡̃𝗢𝗦 𝗗𝗘 𝗦𝗔𝗥𝗔
28. 𝗛𝗔𝗥𝗥𝗬
29. ¿𝗤𝗨𝗘́ 𝗘𝗦 𝗘𝗦𝗢?
30. 𝗖𝗔𝗟𝗟𝗘𝗝𝗢́𝗡 𝗞𝗡𝗢𝗖𝗞𝗧𝗨𝗥𝗡
31. 𝗦𝗔𝗥𝗔 𝗔𝗟 𝗥𝗘𝗦𝗖𝗔𝗧𝗘
33. 𝗠𝗔𝗧𝗔𝗥𝗘́ 𝗔 𝗥𝗬
34. 𝗗𝗘𝗩𝗨𝗘𝗟𝗧𝗔 𝗔 𝗛𝗢𝗚𝗪𝗔𝗥𝗧𝗦
35. 𝗘𝗟 𝗙𝗔𝗡 𝗗𝗘 𝗥𝗬
36. 𝗗𝗨𝗘𝗡𝗗𝗘𝗖𝗜𝗟𝗟𝗢𝗦
37. 𝗘𝗟 𝗔́𝗟𝗕𝗨𝗠
38. 𝗦𝗔𝗡𝗚𝗥𝗘 𝗦𝗨𝗖𝗜𝗔
39. 𝗖𝗛𝗔𝗥𝗟𝗔 𝗖𝗢𝗡 𝗛𝗔𝗚𝗥𝗜𝗗
40. 𝗟𝗔 𝗜𝗡𝗩𝗜𝗧𝗔𝗖𝗜𝗢́𝗡
41. 𝗛𝗔𝗟𝗟𝗢𝗪𝗘𝗘𝗡
42. 𝗟𝗔 𝗦𝗘𝗡̃𝗢𝗥𝗔 𝗡𝗢𝗥𝗥𝗜𝗦
43. 𝗟𝗔 𝗖𝗔́𝗠𝗔𝗥𝗔 𝗗𝗘 𝗟𝗢𝗦 𝗦𝗘𝗖𝗥𝗘𝗧𝗢𝗦
44. 𝗔𝗥𝗔𝗡̃𝗔𝗦
45. 𝗔𝗗𝗜𝗢́𝗦, 𝗗𝗜𝗚𝗡𝗜𝗗𝗔𝗗 𝗗𝗘 𝗥𝗬
46. 𝗣𝗔𝗥𝗧𝗜𝗗𝗢
47. 𝗡𝗘𝗥𝗩𝗜𝗢𝗦
48. 𝗗𝗨𝗘𝗟𝗢𝗦
49. 𝗥𝗘𝗔𝗖𝗖𝗜𝗢𝗡𝗔, 𝗦𝗔𝗥𝗔
50. 𝗔𝗗𝗜𝗢́𝗦, 𝗛𝗢𝗚𝗪𝗔𝗥𝗧𝗦
51. 𝗠𝗔𝗠𝗔́
52. 𝗦𝗢𝗟𝗢 𝗘𝗦 𝗨𝗡𝗔 𝗠𝗨𝗡̃𝗘𝗖𝗔
53. 𝗗𝗔𝗥𝗜́𝗔 𝗠𝗜 𝗩𝗜𝗗𝗔 𝗣𝗢𝗥 𝗟𝗔 𝗧𝗨𝗬𝗔
54. ¡𝗡𝗢 𝗟𝗔 𝗧𝗢𝗤𝗨𝗘𝗦!
55. 𝗥𝗘𝗖𝗢𝗡𝗖𝗜𝗟𝗜𝗔𝗖𝗜𝗢́𝗡
56. 𝗗𝗜́𝗔 𝗗𝗘 𝗦𝗔𝗡 𝗩𝗔𝗟𝗘𝗡𝗧𝗜́𝗡
━━━𝘼𝘾𝙏𝙊 𝙏𝙍𝙀𝙎
57. 𝗥𝗔𝗪𝗥𝗔𝗤
58. 𝗡𝗢 𝗖𝗥𝗘𝗢 𝗤𝗨𝗘 𝗦𝗘𝗔 𝗧𝗢𝗡𝗧𝗢
59. 𝗨𝗡𝗔 𝗡𝗜𝗡̃𝗘𝗥𝗔
60. 𝗧𝗨́ 𝗟𝗢 𝗧𝗥𝗔𝗡𝗤𝗨𝗜𝗟𝗜𝗭𝗔𝗦
61. 𝗘𝗟 𝗧𝗘́ 𝗗𝗘 𝗟𝗨𝗖𝗬
62. 𝗘𝗟 𝗗𝗘𝗠𝗘𝗡𝗧𝗢𝗥
63. 𝗠𝗔𝗟𝗢𝗦 𝗔𝗨𝗚𝗨𝗥𝗜𝗢𝗦
64. 𝗛𝗜𝗣𝗢𝗚𝗥𝗜𝗙𝗢
65. 𝗕𝗢𝗚𝗚𝗔𝗥𝗧
66. 𝗛𝗢𝗚𝗦𝗠𝗘𝗔𝗗𝗘
67. 𝗟𝗔 𝗛𝗨𝗜𝗗𝗔 𝗗𝗘 𝗟𝗔 𝗦𝗘𝗡̃𝗢𝗥𝗔 𝗚𝗢𝗥𝗗𝗔
68. 𝗟𝗔 𝗗𝗘𝗥𝗥𝗢𝗧𝗔
69. 𝗝𝗔𝗠𝗘𝗦 𝗣𝗢𝗧𝗧𝗘𝗥 𝗬 𝗦𝗜𝗥𝗜𝗨𝗦 𝗕𝗟𝗔𝗖𝗞
70. 𝗧𝗘𝗥𝗖𝗢 𝗬 𝗚𝗥𝗨𝗡̃𝗢́𝗡
71. 𝗟𝗔 𝗦𝗔𝗘𝗧𝗔 𝗗𝗘 𝗙𝗨𝗘𝗚𝗢
72. 𝗘𝗟 𝗦𝗟𝗬𝗧𝗛𝗘𝗥𝗜𝗡 𝗜𝗡𝗧𝗘𝗥𝗘𝗦𝗔𝗗𝗢 𝗘𝗡 𝗟𝗨𝗖𝗬
73. 𝗬𝗢 𝗦𝗢𝗬 𝗟𝗔 𝗖𝗛𝗜𝗖𝗔 𝗗𝗘 𝗟𝗔 𝗖𝗔𝗥𝗧𝗔
74. 𝗖𝗟𝗔𝗥𝗢 𝗤𝗨𝗘 𝗠𝗘 𝗔𝗧𝗥𝗔𝗘 𝗛𝗔𝗥𝗥𝗬
75. 𝗘𝗟 𝗜𝗡𝗦𝗢𝗣𝗢𝗥𝗧𝗔𝗕𝗟𝗘
76. 𝗟𝗔 𝗙𝗜𝗡𝗔𝗟 𝗗𝗘 𝗤𝗨𝗜𝗗𝗗𝗜𝗧𝗖𝗛
77. 𝗟𝗔 𝗘𝗝𝗘𝗖𝗨𝗖𝗜𝗢́𝗡
78. 𝗘𝗟 𝗕𝗘𝗦𝗢 𝗔𝗖𝗖𝗜𝗗𝗘𝗡𝗧𝗔𝗟
79. 𝗘𝗟 𝗗𝗥𝗔𝗚𝗢́𝗡, 𝗘𝗟 𝗣𝗘𝗥𝗥𝗢, 𝗘𝗟 𝗚𝗔𝗧𝗢 𝗬 𝗟𝗔 𝗥𝗔𝗧𝗔
80. 𝗦𝗡𝗔𝗣𝗘 𝗘𝗦 𝗠𝗔𝗟𝗙𝗢𝗬
81. 𝗔𝗦𝗤𝗨𝗘𝗥𝗢𝗦𝗔 𝗥𝗔𝗧𝗔
82. 𝗩𝗔𝗟𝗘𝗡𝗧𝗜́𝗔
83. 𝗙𝗨𝗜́ 𝗬𝗢
━━━𝘼𝘾𝙏𝙊 𝘾𝙐𝘼𝙏𝙍𝙊
84. 𝗙𝗔𝗬𝗡𝗔 𝗙𝗜𝗡𝗡𝗜𝗚𝗔𝗡
85. 𝗙𝗢𝗥𝗧𝗔𝗟𝗘𝗖𝗜𝗘𝗡𝗗𝗢 𝗘𝗟 𝗩𝗜́𝗡𝗖𝗨𝗟𝗢
86. 𝗗𝗘 𝗥𝗘𝗚𝗥𝗘𝗦𝗢 𝗔 𝗟𝗔 𝗠𝗔𝗗𝗥𝗜𝗚𝗨𝗘𝗥𝗔
87. 𝗢𝗟𝗩𝗜𝗗𝗢
88. 𝗖𝗘𝗡𝗔 𝗘𝗡 𝗙𝗔𝗠𝗜𝗟𝗜𝗔
89. 𝗘𝗟 𝗧𝗥𝗔𝗦𝗟𝗔𝗗𝗢𝗥
90. 𝗘𝗡 𝗕𝗨𝗦𝗖𝗔 𝗗𝗘 𝗔𝗚𝗨𝗔
91. 𝗕𝗔𝗚𝗠𝗔𝗡 𝗬 𝗖𝗥𝗢𝗨𝗖𝗛
92. 𝗟𝗔𝗦 𝗠𝗔𝗦𝗖𝗢𝗧𝗔𝗦
93. 𝗟𝗢𝗦 𝗠𝗨𝗡𝗗𝗜𝗔𝗟𝗘𝗦 𝗗𝗘 𝗤𝗨𝗜𝗗𝗗𝗜𝗧𝗖𝗛
94. 𝗟𝗔 𝗠𝗔𝗥𝗖𝗔 𝗧𝗘𝗡𝗘𝗕𝗥𝗢𝗦𝗔
95. 𝗠𝗢𝗥𝗧𝗜𝗙𝗔𝗚𝗢𝗦
96. 𝗖𝗘𝗟𝗘𝗦𝗧𝗘, 𝗥𝗢𝗦𝗔 𝗬 𝗥𝗢𝗝𝗢
97. 𝗗𝗘 𝗖𝗔𝗠𝗜𝗡𝗢 𝗔 𝗛𝗢𝗚𝗪𝗔𝗥𝗧𝗦
98. 𝗘𝗟 𝗧𝗢𝗥𝗡𝗘𝗢 𝗗𝗘 𝗟𝗢𝗦 𝗧𝗥𝗘𝗦 𝗠𝗔𝗚𝗢𝗦
99. 𝗥𝗔𝗪𝗥𝗔𝗤 𝗘𝗦 𝗨𝗡 𝗖𝗔𝗦𝗢 𝗘𝗦𝗣𝗘𝗖𝗜𝗔𝗟
100. 𝗧𝗘 𝗘𝗡𝗖𝗔𝗡𝗧𝗔
101. 𝗖𝗟𝗔𝗦𝗘𝗦 𝗖𝗢𝗡 𝗠𝗢𝗢𝗗𝗬
102. 𝗦𝗘𝗡𝗧𝗜𝗠𝗜𝗘𝗡𝗧𝗢𝗦 𝗘𝗫𝗧𝗥𝗔𝗡̃𝗢𝗦
103. 𝗜𝗠𝗣𝗘𝗥𝗜𝗢
Interrogatorio exclusivo
104. 𝗟𝗔 𝗖𝗜𝗧𝗔
105. 𝗩𝗜𝗦𝗜𝗧𝗔𝗡𝗧𝗘𝗦
106. 𝗘𝗟 𝗖𝗔́𝗟𝗜𝗭 𝗗𝗘 𝗙𝗨𝗘𝗚𝗢
107. 𝗘𝗦𝗧𝗔́𝗦 𝗘𝗡𝗔𝗠𝗢𝗥𝗔𝗗𝗔 𝗗𝗘 𝗘́𝗟
108. 𝗟𝗔𝗥𝗚𝗢, 𝗜𝗠𝗕𝗘́𝗖𝗜𝗟
109. 𝗘𝗦 𝗣𝗢𝗥 𝗠𝗜 𝗦𝗔𝗡𝗚𝗥𝗘
110. 𝗘𝗟 𝗣𝗜𝗡 𝗗𝗘 𝗦𝗔𝗥𝗔
111. 𝗘𝗦𝗧𝗔́𝗦 𝗟𝗢𝗖𝗔
112. 𝗔𝗬𝗨́𝗗𝗔𝗠𝗘, 𝗟𝗨𝗖𝗬
113. 𝗣𝗘𝗥𝗩𝗘𝗥𝗧𝗜𝗗𝗔𝗦
114. 𝗖𝗢𝗡𝗖𝗘́𝗡𝗧𝗥𝗔𝗧𝗘, 𝗛𝗔𝗥𝗥𝗬
115. 𝗣𝗥𝗜𝗠𝗘𝗥𝗔 𝗣𝗥𝗨𝗘𝗕𝗔
116. 𝗟𝗔 𝗕𝗜𝗕𝗟𝗜𝗢𝗧𝗘𝗖𝗔
117. 𝗟𝗔 𝗙𝗜𝗘𝗦𝗧𝗔
118. 𝗗𝗘𝗦𝗖𝗔𝗡𝗦𝗔, 𝗣𝗢𝗧𝗧𝗘𝗥
119. 𝗗𝗢𝗕𝗕𝗬
120. 𝗟𝗔 𝗜𝗡𝗩𝗜𝗧𝗔𝗖𝗜𝗢́𝗡 𝗗𝗘 𝗨𝗡𝗔 𝗩𝗘𝗘𝗟𝗔
121. 𝗨𝗡𝗔 𝗣𝗔𝗥𝗘𝗝𝗔 𝗣𝗔𝗥𝗔 𝗟𝗨𝗖𝗬
122. 𝗟𝗔 𝗜𝗡𝗩𝗜𝗧𝗔𝗖𝗜𝗢́𝗡 𝗗𝗘 𝗥𝗢𝗡
123. 𝗘𝗟 𝗕𝗔𝗜𝗟𝗘 𝗗𝗘 𝗡𝗔𝗩𝗜𝗗𝗔𝗗¹
124. 𝗘𝗟 𝗕𝗔𝗜𝗟𝗘 𝗗𝗘 𝗡𝗔𝗩𝗜𝗗𝗔𝗗²
125. 𝗘́𝗟 𝗡𝗢 𝗧𝗘 𝗠𝗘𝗥𝗘𝗖𝗘
126. 𝗟𝗔 𝗣𝗥𝗜𝗠𝗜𝗖𝗜𝗔 𝗗𝗘 𝗥𝗜𝗧𝗔 𝗦𝗞𝗘𝗘𝗧𝗘𝗥
127. 𝗛𝗔𝗚𝗥𝗜𝗗
128. 𝗘𝗟 𝗕𝗔𝗡̃𝗢 𝗗𝗘 𝗣𝗥𝗘𝗙𝗘𝗖𝗧𝗢𝗦
129. 𝗔𝗟𝗚𝗢 𝗥𝗔𝗥𝗢
130. 𝗦𝗘𝗚𝗨𝗡𝗗𝗔 𝗣𝗥𝗨𝗘𝗕𝗔
131. 𝗟𝗔 𝗣𝗘𝗡𝗔 𝗦𝗘𝗖𝗥𝗘𝗧𝗔 𝗗𝗘 𝗛𝗔𝗥𝗥𝗬 𝗣𝗢𝗧𝗧𝗘𝗥
132. 𝗘𝗟 𝗥𝗘𝗚𝗥𝗘𝗦𝗢 𝗗𝗘 𝗖𝗔𝗡𝗨𝗧𝗢
133. 𝗔𝗠𝗘𝗡𝗔𝗭𝗔𝗦
134. 𝗡𝗢 𝗗𝗘𝗝𝗔𝗥𝗘́ 𝗤𝗨𝗘 𝗡𝗔𝗗𝗔 𝗠𝗔𝗟𝗢 𝗧𝗘 𝗦𝗨𝗖𝗘𝗗𝗔
135. 𝗡𝗢 𝗦𝗘 𝗔𝗣𝗔𝗥𝗧𝗘𝗡 𝗗𝗘 𝗣𝗢𝗧𝗧𝗘𝗥
136. 𝗨𝗡 𝗗𝗘𝗦𝗠𝗔𝗬𝗢
137. 𝗧𝗘𝗥𝗖𝗘𝗥𝗔 𝗣𝗥𝗨𝗘𝗕𝗔¹
138. 𝗧𝗘𝗥𝗖𝗘𝗥𝗔 𝗣𝗥𝗨𝗘𝗕𝗔²
139. 𝗟𝗔 𝗗𝗘𝗦𝗣𝗘𝗗𝗜𝗗𝗔
140. 𝗘𝗟 𝗖𝗢𝗠𝗜𝗘𝗡𝗭𝗢 𝗗𝗘𝗟 𝗙𝗜𝗡𝗔𝗟
━━━𝘼𝘾𝙏𝙊 𝘾𝙄𝙉𝘾𝙊
141. 𝗟𝗘𝗫𝗔 𝗖𝗨𝗡𝗛𝗔𝗢
142. 𝗟𝗔 𝗟𝗟𝗔𝗩𝗘
143. 𝗛𝗘𝗥𝗠𝗔𝗡𝗜𝗧𝗢𝗦
144. 𝗥𝗬 𝗘𝗫𝗣𝗨𝗟𝗦𝗔𝗗𝗢
145. 𝗟𝗔 𝗛𝗨𝗜𝗗𝗔
146. 𝗠𝗜 𝗥𝗘𝗬 (+18)
147. 𝗗𝗘 𝗥𝗘𝗚𝗥𝗘𝗦𝗢
148. 𝗣𝗥𝗘𝗦𝗘𝗡𝗧𝗜𝗠𝗜𝗘𝗡𝗧𝗢
149. 𝗨𝗠𝗕𝗥𝗜𝗗𝗚𝗘
150. 𝗥𝗢𝗡
151. 𝗟𝗔 𝗖𝗔𝗥𝗧𝗔
152. 𝗥𝗘𝗨𝗡𝗜𝗢́𝗡
153. 𝗘𝗟 𝗘𝗝𝗘́𝗥𝗖𝗜𝗧𝗢
154. 𝗟𝗔 𝗖𝗜𝗧𝗔
155. 𝗟𝗔 𝗛𝗜𝗦𝗧𝗢𝗥𝗜𝗔
156. 𝗡𝗔𝗩𝗜𝗗𝗔𝗗
157. 𝗩𝗜𝗦𝗧𝗢
158. 𝗦𝗡𝗔𝗣𝗘
159. 𝗚𝗥𝗔𝗪𝗣
160. 𝗟𝗔 𝗗𝗘𝗥𝗥𝗢𝗧𝗔 (𝗙𝗜𝗡)
SEGUNDA PARTE
NUEVA VERSIÓN

32. 𝗡𝗢 𝗠𝗘 𝗙𝗜́𝗢 𝗗𝗘 𝗘́𝗟

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By mspottxr

         Cuando salieron a las escaleras de mármol, el grupo se separó. Percy
musitó vagamente que necesitaba otra pluma. Fred y George habían visto a su amigo de Hogwarts, Lee Jordan. La señora Weasley y Ginny fueron a una tienda de túnicas de segunda mano. Y el señor Weasley insistía en invitar a los Granger a tomar algo en el Caldero Chorreante.

—Nos veremos dentro de una hora en Flourish y Blotts para compraros los
libros de texto —dijo la señora Weasley, yéndose con Ginny—. ¡Y no se acerquen al callejón Knockturn! —gritó a los gemelos, que ya se alejaban.

  Lucy, Harry, Ron, Sara y Hermione pasearon por la tortuosa calle adoquinada. Las monedas de oro, plata y bronce que tintineaban alegremente en la bolsa dentro
del bolsillo de Harry estaban pidiendo a gritos que se les diera uso, así que
compró cinco grandes helados de fresa y mantequilla de cacahuete, que
devoraron con avidez mientras subían por el callejón, contemplando los fascinantes escaparates. Ron se quedó mirando un conjunto completo de túnicas de los jugadores del Chudley Cannon en el escaparate de Artículos de calidad para el juego de quidditch, hasta que Hermione se lo llevó a rastras a la puerta de al lado, donde debían comprar tinta y pergamino.

  En la tienda de artículos de broma Gambol y Japes encontraron a Fred, George y Lee Jordan, que se estaban abasteciendo de las «Fabulosas bengalas del doctor Filibuster, que no necesitan fuego porque se prenden con la humedad», y en una tienda
muy pequeña de trastos usados, repleta de varitas rotas, balanzas de bronce torcidas y capas viejas llenas de manchas de pociones, encontraron a Percy, completamente absorto en la lectura de un libro aburridísimo que se titulaba "Prefectos que conquistaron el poder".

—«Estudio sobre los prefectos de Hogwarts y sus trayectorias
profesionales» —leyó Ron en voz alta de la contracubierta—. Suena
fascinante...

—No toques eso, Sara —la regañó Lucy a la rubia al verla extender su mano a un objeto de cristal que parecía frágil.

  Sara hizo un puchero y se alejó del objeto.

—Marchense —les dijo Percy de mal humor.

—Que humor —soltó Lucy por lo bajo.

  Harry la miró con una ceja alzada, divertido por aquella oración. Como si ella estuviera de buen humor todos los días.

—Desde luego, Percy es muy ambicioso, lo tiene todo planeado; quiere llegar a ministro de Magia... —dijo Ron a Harry, Hermione y Sara en voz baja, cuando salieron dejando allí a Percy.

  Una hora después, se encaminaban a Flourish y Blotts. No eran, ni mucho
menos, los únicos que iban a la librería. Al acercarse, vieron para su sorpresa a una multitud que se apretujaba en la puerta, tratando de entrar. El motivo de tal aglomeración lo proclamaba una gran pancarta colgada de las ventanas del primer piso:

GILDEROY LOCKHART

firmará hoy ejemplares de su autobiografía

EL ENCANTADOR

de 12.30 a 16.30 horas.

—¡Podremos conocerlo en persona! —chilló Hermione, sacudiendo a Lucy por el brazo como loca, mareando a la pelirroja—. ¡Es el que ha
escrito casi todos los libros de la lista!

  Sara abrió los ojos exageradamente y un brillo apareció en sus ojos.

—¡Sí, sí, sí! ¡Jefa, vamos, ¿sí?! ¡No sea mala, vamos, vamos! —chillaba Sara, sacudiendola por el otro brazo.

  Harry y Ron miraban divertidos la situación, Hermione y Sara sacudían a Lucy como si fuera su madre para que les diera permiso de ir.

—¡Vamos, vamos, Lu! —rogaba Hermione.

—Ya qué —soltó Lucy rodando los ojos y dejándose llevar por ambas niñas. Seguidas por el azabache y el pelirrojo.

  La multitud estaba formada principalmente por brujas de la edad de la señora Weasley. En la puerta había un mago con aspecto abrumado, que decía:

—Por favor, señoras, tengan calma..., no empujen..., cuidado con los
libros...

  Lucy, Harry, Ron, Hermione y Sara consiguieron al fin entrar. En el interior de la librería, una larga cola serpenteaba hasta el fondo, donde Gilderoy Lockhart estaba firmando libros. Cada uno agarró un ejemplar de Recreo con la «banshee» y se unieron con disimulo al grupo de los Weasley, que estaban en la cola junto con los padres de Hermione.

—¡Qué bien, ya están aquí! —dijo la señora Weasley. Parecía que le
faltaba el aliento, y se retocaba el cabello con las manos—. Enseguida nos tocará.

  A medida que la cola avanzaba, podían ver mejor a Gilderoy Lockhart.

  Estaba sentado a una mesa, rodeado de grandes fotografías con su rostro,
fotografías en las que guiñaba un ojo y exhibía su deslumbrante dentadura. El Lockhart de carne y hueso vestía una túnica de color añil, que combinaba perfectamente con sus ojos; llevaba su sombrero puntiagudo de mago desenfadadamente ladeado sobre el pelo ondulado.

  Un hombre pequeño e irritable merodeaba por allí sacando fotos con una gran cámara negra que echaba humaredas de color púrpura a cada destello cegador del flash.

—Fuera de aquí —gruñó a Lucy, retrocediendo para lograr una toma
mejor—. Es para el diario El Profeta.

—¡Vaya idiota! —exclamó Lucy, frotándose el pie en el sitio en que el
fotógrafo lo había pisado.

—¡Oiga! —gruñó Sara enojada, pero antes de que hiciera algo, Lucy la detuvo por el antebrazo.

—Ya déjalo, Sara —dijo Lucy para que le quitará importancia, pero aún así, la rubia seguía fulminando al pequeño hombre.

  Se había metido con su jefa, por lo tanto se había metido con ella.

  Gilderoy Lockhart lo oyó y levantó la vista. Vio a Lucy y luego a Harry, y se
fijó en él. Entonces se levantó de un salto y gritó con rotundidad:

—¿No será ése Harry Potter?

  La multitud se hizo a un lado, cuchicheando emocionada. Lockhart se dirigió hacia Harry y agarrándolo del brazo lo llevó hacia delante. La multitud aplaudió. Harry se notaba la cara encendida cuando Lockhart le estrechó la mano ante el fotógrafo, que no paraba un segundo de sacar fotos, ahumando a los Weasley.

—Y ahora sonríe, Harry —le pidió Lockhart con su sonrisa deslumbrante—. Tú y yo juntos nos merecemos la primera página.

—Es un... —murmuró Lucy, pero al ver que Sara esperaba que terminara la oración, se interrumpió a sí misma.

  Si odiaba a alguien, seguro Sara lo haría también o peor..., lastimaría a alguien.

  Cuando le soltó la mano, Harry tenía los dedos entumecidos. Quiso volver
con los Weasley, pero Lockhart le pasó el brazo por los hombros y lo retuvo a
su lado.

—Señoras y caballeros —dijo en voz alta, pidiendo silencio con un gesto
de la mano—. ¡Éste es un gran momento! ¡El momento ideal para que les anuncie algo que he mantenido hasta ahora en secreto! Cuando el joven Harry entró hoy en Flourish y Blotts, sólo pensaba comprar mi autobiografía, que
estaré muy contento de regalarle —la multitud aplaudió de nuevo, Lucy fulminaba al hombre—. Él no
sabía —continuó Lockhart, zarandeando a Harry de tal forma que las gafas le resbalaron hasta la punta de la nariz— que en breve iba a recibir de mí mucho más que mi libro El encantador. Harry y sus compañeros de colegio contarán
con mi presencia. ¡Sí, señoras y caballeros, tengo el gran placer y el orgullo de anunciarles que este mes de septiembre seré el profesor de Defensa Contra las Artes Oscuras en el Colegio Hogwarts de Magia!

—No jodan —gruñó Lucy—. No me fío de él.

  La multitud aplaudió y vitoreó al mago, y Harry fue obsequiado con las
obras completas de Gilderoy Lockhart. Tambaleándose un poco bajo el peso de los libros, logró abrirse camino desde la mesa de Gilderoy, en que se centraba la atención del público, hasta el fondo de la tienda, donde Lucy se encontraba al lado de Sara y Ginny, cargando una bolsa con los materiales que había comprado.

—Tenlos tú —le dijo Harry, metiendo los libros en el bolsa—. Yo compraré los míos...

  Lucy lo miró perpleja. ¿Cómo era posible que dos veces le regalaran los materiales para Hogwarts?

—¿A que te gusta, eh, Potter? —dijo una voz que Harry, Lucy y Sara no tuvieron ninguna dificultad en reconocer. Sara se había tensado, tanto así que entrecerró los ojos molesta. Harry se encontró cara a cara con Draco Malfoy, que exhibía su habitual aire despectivo—. El famoso Harry Potter. Ni siquiera en una librería puedes dejar de ser el protagonista.

—¡Déjale en paz, él no lo ha buscado! —replicó Ginny. Era la primera vez
que hablaba delante de Harry. Estaba fulminando a Malfoy con la mirada.

  Lucy miró sorprendida a Ginny, no es que la odiara, era su familia, pero... ¿no podía cerrar la boca? Obviamente no le molestó que defendiera a Harry, pero le había causado una sensación extraña.

—¡Vaya, Potter, no solo una Weasley, si no dos! —dijo Malfoy arrastrando las palabras. Ginny se puso roja mientras Ron y Hermione se acercaban, con sendos montones de
los libros de Lockhart.

—¡Ah, eres tú! —dijo Ron, mirando a Malfoy como se mira un chicle que se
le ha pegado a uno en la suela del zapato—. ¿A que te sorprende ver aquí a Harry, eh?

—No me sorprende tanto como verte a ti en una tienda, Weasley —replicó
Malfoy—. Supongo que tus padres pasarán hambre durante un mes para
pagarte esos libros.

  Ron se puso tan rojo como Ginny, Lucy apretó sus manos en puños. Rin dejó los libros en el caldero de Ginny y se fue hacia Malfoy, pero Harry y Hermione lo agarraron de la chaqueta.

—¡Ron! —dijo el señor Weasley, abriéndose camino a duras penas con
Fred y George—. ¿Qué haces? Vamos afuera, que aquí no se puede estar.

—Vaya, vaya..., ¡si es el mismísimo Arthur Weasley!

  Lucy miraba a todos frunciendo el ceño. Solo esperaba ver acción, pero nadie daba el primer golpe. Literalmente.

  Era el padre de Draco. El señor Malfoy había agarrado a su hijo por el hombro y miraba con la misma expresión de desprecio que él.

—Lucius —dijo el señor Weasley, saludándolo fríamente.

—Mucho trabajo en el Ministerio, me han dicho —comentó el señor
Malfoy—. Todas esas redadas... Supongo que al menos te pagarán las horas extras, ¿no? —Se acercó al caldero de Ginny y sacó de entre los libros nuevos de Lockhart un ejemplar muy viejo y estropeado de la Guía de transformación para principiantes—. Es evidente que no —rectificó—. Querido amigo, ¿de qué
sirve deshonrar el nombre de mago si ni siquiera te pagan bien por ello?

  El señor Weasley se puso aún más rojo que Ron y Ginny.

—Deje éso donde estaba —gruñó Lucy, dando un paso al frente y estando harta de que se burlara de su familia.

  El sr. Malfoy miró a la pelirroja y con una media sonrisa fría, no le hizo caso. La niña lo miraba desafiante, de brazos cruzados.

—Oh, es la nueva Weasley —dijo observando a Lucy—. La familia se agranda más.

—Tenemos una idea diferente de qué es lo que deshonra el nombre de
mago, Malfoy —contestó Arthur, tratando de que Lucy no se metiera en problemas.

—Es evidente —dijo Malfoy, mirando de reojo a los padres de Hermione, que lo miraban con aprensión—, por las compañías que frecuentas, Weasley...

  Creía que ya no podías caer más bajo. Entonces el caldero de Ginny saltó por los aires con un estruendo metálico; el señor Weasley se había lanzado sobre el señor Malfoy, y éste fue a dar de espaldas contra un estante. Docenas de pesados libros de conjuros les cayeron sobre la cabeza.

  Fred y George gritaban: «¡Dale, papá!», y la señora Weasley exclamaba: «¡No, Arthur, no!». La multitud retrocedió en desbandada,
derribando a su vez otros estantes.

  Lucy sonrió satisfecha, pero su sonrisa se convirtió en una mueca confundida al ver las miradas que se lanzaban Sara y Malfoy.

⟨—¿Qué rayos...?⟩. Pensó confundida.

  Sara y Malfoy se miraban, pero no podía descifrar el porqué, Sara parecía enojada por primera vez.

—¡Caballeros, por favor, por favor! —gritó un empleado.

  Y luego, más alto que las otras voces, se oyó:

—¡Basta ya, caballeros, basta ya!

Hagrid vadeaba el río de libros para acercarse a ellos. En un instante,
separó a Weasley y Malfoy. El primero tenía un labio partido, y al segundo, una Enciclopedia de setas no comestibles le había dado en un ojo.

  Malfoy todavía sujetaba en la mano el viejo libro sobre transformación. Se lo entregó a Ginny, con la maldad brillándole en los ojos.

—Toma, niña, ten tu libro, que tu padre no tiene nada mejor que darte.

Librándose de Hagrid, que lo agarraba del brazo, hizo una seña a Draco, éste miró fulminante a todos, hasta a Sara—, la cual le sacó la lengua— y salieron de la librería.

—No debería hacerle caso, Arthur —dijo Hagrid, ayudándolo a levantarse
del suelo y a ponerse bien la túnica—. En esa familia están podridos hasta las entrañas, lo sabe todo el mundo. Son una mala raza. Vamos, salgamos de aquí.

—Si me lo preguntan: creo que es la peor familia que conocí —dijo Sara, mirando hacia la puerta. Estaba enojada, pero aún así seguía siendo la niña inocente y divertida de siempre.

  Dio la impresión de que el empleado quería impedirles la salida, pero a
Hagrid apenas le llegaba a la cintura, y se lo pensó mejor. Se apresuraron a
salir a la calle. Los padres de Hermione todavía temblaban del susto y la señora Weasley, que iba a su lado, estaba furiosa.

—¡Qué buen ejemplo para tus hijos y tu nieta..., peleando en público! ¿Que habrá pensado Gilderoy Lockhart?

—Estaba encantado —repuso Fred—. ¿No lo oyerin cuando salíamos de
la librería? Le preguntaba al sujeto ese de El Profeta si podría incluir la pelea en el reportaje. Decía que todo era publicidad.

Los ánimos ya se habían calmado cuando el grupo llegó a la chimenea del Caldero Chorreante, donde Harry, los Weasley y todo lo que habían comprado volvieron a La Madriguera utilizando los polvos flu. Antes se despidieron de los Granger y los McGregor—, el padre de Sara había llegado corriendo desesperado, «Casi me sacas el corazón, princesa» había dicho el sr. McGregor—, que abandonaron el bar por la puerta de atrás.

  Antes de que Harry usara los polvos flu, Lucy lo detuvo.

—¡Espera, Harry! —gritó Lucy acordándose de algo, el azabache se detuvo, pensando que había pasado algo malo. Pero Lucy se acercó a él y le quitó las gafas para luego ponerlas en el bolsillo del niño—. Ahora sí —asintió la niña.

Harry sonrió—. Gracias —dijo antes de utilizar los polvos flu.

  Decididamente, aquél no era su medio de transporte favorito.

Cómo ven al principio, en la segunda imagen, ése es el nombre completo de Lucy.

Pero... ¿cuál es su segundo nombre?

Haber quien acierta.

;) ❤

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casi todos será Yaoi :D