Nuestro Amor

By Quinner_

392K 18.2K 13.9K

Esta es la historia de Aaron y Stephen, dos principiantes en el amor con mentalidades y metas distintas, cont... More

Prólogo
1- Presidentes
2- Pervertidos
3- Abstinencia
4- Tu boca
5- Sobre ti
6- Aroma
7- Sin Vergüenza
8- Fuera de la residencia
9- Festival Valeska
10- GAY
11- Erótico
12- ¿Mentiras?
Extra 1: Navidad
Extra 2: El Premio
13- Su "Primero". Parte 1
14- Su "Primero". Parte 2
15- San Valentín Parte 1
16- San Valentín Parte 2
17- Sus Fetiches.
18- En el comité
Extra 3: Brett Hamilton
Extra 4: Audífonos
Extra 5: La razón de ser un imbécil
19- Hacerlo bien
20- Año Uno
21- Cumpleaños de un pervertido
22- Lo que eres para mi
23- Muy pronto
Extra 6: No lo que parece. Parte 1
Extra 7: No lo que parece. Parte 2
Extra 8: ¿Y si...?
24- Te haré decirlo
25- Cumpleaños de un presidente
26- Mi inspiración
27- Su pasado
Adiós "Mi Mundo Pervertido"
28- Desesperación
Extra 9: Punto de no retorno.
Extra 10: Un día normal. Parte 1
Extra 11: Desconocido. Parte 1
Extra 12: Desconocido. Parte 2
11 de Abril
29- Lo que me gusta.
30- Metamorfosis.
31- Torpes enamorados.
Perfil de Personaje
32- Lo que eres.
33- Familia.
Extra 13: Límites.
Extra 14: Chico problema.
Extra 15: Idiotas.
Extra 16: Un día normal. Parte 2.
¡Sorpresa!
34- Queen.
35- Año Dos.
37- Crueles realidades.
38- Razones para hablar.
39- Las palabras correctas.
40- Epifanía.
Actualizaciones futuras
Extra 17: Entrevistas.
41- Ámame todos los días.
42- Nuestro futuro.
43- El deseo de un adulto nuevo.
44- Planes y permisos.
Extra 18: Antes de Stephen.
💜Muchísimas gracias💜
💜P & R💜
Extra 19: Esa persona especial. Parte 1
Extra 20: Esa persona especial. Parte 2
Extra 21: Ebrio, adorable y honesto.
45- Año Tres.
46- Compromiso.
Por favor, no más.
Extra 22: Vírgenes y despistados. Parte 1
Extra 23: Vírgenes y despistados. Parte 2
Extra 24: Antes de Aaron.
47- Reunión familiar. Parte 1

36- Graduación.

3.7K 186 224
By Quinner_

Aaron:

-¿Por qué tardaste tanto en darnos los boletos? -se queja mamá en cuanto le muestro que ya tengo la invitación y sus pases para mi graduación- ¿No debiste de habérnoslos dado hace mucho? Tu graduación es la semana que viene.

-Los del consejo estudiantil tuvieron un problema con el conteo de boletos así que tuvieron que pedirnos nuestro numero de familiares de nuevo y mandar a hacer las invitaciones que les faltaron -no puedo evitar reír ante el karma presente en la situación- Esos novatos ni si quiera son capaces de hacer eso sin Stephen. Apuesto que se estarán arrepintiendo en este momento.

-Siempre tan honesto -se ríe Ja'la al mismo tiempo que toma su invitación- ¿Cómo está Stephen? Hace mucho que no lo veo.

-Ocupado -respondo casi como un suspiro en cuanto recuerdo las horas que lo he visto leyendo o estudiando de algún libro del que no entiendo nada y - Se alegrará cuando se entere que ya regresaste - inconscientemente mi mirada cae sobre George, que tiene sus ojos puestos sobre mí con una expresión de irritación desde que Ja'la se acercó a mí- No te la voy a robar, ¿sabes? Tengo novio.

Ja'la se gira hacia él con un ceño fruncido y él mira hacia otro lado y finge no saber de lo que estoy hablando. Yo no hago nada más que aguantar una risa.

Hacía a penas unas cuantas semanas que Ja'la había aceptado darle una oportunidad a George y salir con él después de tantos años de intentos fallidos. Hasta donde sé se están llevando bien y las cosas están funcionando entre ellos, pero si ya recibía miradas molestas de George antes de que salieran cada vez que me veía junto a Ja'la, ahora que están saliendo son incluso peor. Le he explicado miles de veces a mi familia -en aquél entonces en el que todos me juraban que Ja'la y yo íbamos a terminar siendo novios- que ni ella ni yo hemos tenido sentimientos por el otro que no sean de amistad y, si bien la gran mayoría me cree ahora porque a pesar de nuestros catorce años de mejores amigos nunca ha ocurrido nada fuera de eso, George aún se mantiene alerta en cuanto nos ve juntos.

Después de todas las chicas con las que ha salido y botado como si fueran nada, es gracioso verlo poniéndose celoso sólo porque estoy hablando con Ja'la. Una leve sonrisa se me escapa y se hace presente en mi rostro como una ironía en cuanto recuerdo que yo soy igual a él, sólo que yo no salía con las personas, simplemente tenía sexo con ellas, lo que es incluso peor.

Supongo que cuando los Valeskas encontramos a la persona indicada caemos completamente hechizados por ellos, siendo incapaces de mirar a alguien más y poniéndonos celosos ante cualquier tontería... realmente no tenemos remedio.

-Aaron -me llama mamá, trayéndome de vuelta a la conversación antes de que mi fantasía con esos hermosos ojos verdes y encantadora sonrisa me haga querer ir por Stephen al hospital en el que está haciendo sus prácticas antes de la hora que debería- Falta un boleto, se supone que deberían ser ocho.

-No faltan, yo tengo el de Harry -admito- Voy a llevárselo al hospital para asegurarme de que deje ese día libre y venga. Cuando fue mi graduación de la preparatoria no vino así que ésta vez quiero ser quien le de el boleto.

Mamá suelta una sonrisa algo triste, pero asiente como si estuviera de acuerdo conmigo en que tal vez sea mejor que sea yo quien le dé el boleto. Me pide que le hable con delicadeza porque debe de estar muy ocupado y cansado con su trabajo y después de pasar un rato hablando con ellos, me despido y manejo hacia el hospital en el que trabaja Harry. Me mantengo pendiente del tiempo inconscientemente porque Ja'la y George me han hecho querer ver Stephen y pierdo el tiempo de camino al hospital pensando en las entrevistas de trabajo que tengo esta semana.

Había hecho solicitud a algunos trabajos de medio tiempo sólo para comenzar a independizarme un poco más de mis papás y tener el tiempo suficiente para seguir pintando y esculpiendo para la galería en la que el señor Wilde había logrado que Brendon, Connor y yo expusiéramos por primera vez y que -como un increíble milagro- nos había contratado para llenar algunas de sus áreas de exhibición como nuevos artistas. 

Y, es genial y todo pero hacer pinturas y esculturas como nuevos artistas en una galería que puede sacarnos en cualquier momento no es lo que quiero hacer por el resto de mi vida. Yo quiero abrir mi propia galería. Quiero exhibir mis obras en una galería que pueda llamar propia y que si funciona -y realmente espero que sí-  pueda extenderla y abrirla en diferentes lugares, no sólo en Nueva York. Brendon y Connor también quieren lo mismo así que entre los tres estamos haciendo planes para lograrlo, incluso el señor Wilde se ha ofrecido a ayudarnos a pesar de que -como ya hemos recibido nuestros título-oficialmente ya no somos sus estudiantes. 

Entre todos teníamos dinero suficiente para rentar una lugar que podemos adaptar y remodelar para hacer nuestra galería, pero aún seguimos viendo lugares, sacando un presupuesto y pensando en un nombre para la galería así que aún no tenemos nada seguro. Había pensado en decírselo a Stephen, pero conociéndolo se iba a ofrecer a dar dinero para ayudarnos y no quiero que lo haga. Este es un proyecto que me gustaría lograr por mis propios méritos, así que lo mantendré en secreto para sorprenderlo una vez que hayamos decidido al menos el lugar y el diseño que debería tener.

-Aún falta mucho -me quejo para mí mismo al revisar el reloj como un idiota que cree que si lo ve muchas veces después de unos cuantos minutos hará que el tiempo pase más rápido.

Estaciono en el primer lugar disponible que encuentro en cuanto entro a los terrenos del hospital y me bajo con el boleto de Harry en el bolsillo de mi chamarra de mezclilla con la esperanza de que no esté en medio de una consulta o una cirugía que le impida verme aunque sea por un momento. Marco su número en mi teléfono y le llamo pero me manda en seguida a su buzón, así que adentro al hospital y camino por los blancos pasillos algo incómodo porque un sentimiento de nostalgia me invade en cuanto recuerdo los muchos días que pasé aquí cuando era pequeño porque Harry tenía un amigo aquí y sigo mi camino hacia la recepción, donde una mujer de mediana edad teclea algo en su computadora y habla con un hombre que lleva una sonrisa en el rostro y un estuche de violín en su espalda.

Espero pacientemente a que termine de hablar con el hombre y una vez que lo hace, le pregunto por Harry.

-¿Tiene una cita con el doctor Valeska? -me pregunta, mirándome por encima de sus lentes con algo de sorpresa.

-No -respondo educadamente a pesar de que siento que me está examinando el rostro- Soy su hermano, vine a traerle algo.

-Ah -suelta ella con una sonrisa- Con razón. Ustedes se parecen.

Suelto una sonrisa algo incómoda que logra reprimir la necesidad que siento de girar los ojos porque siempre me dicen lo mismo y ella me dice donde debería de estar Harry. Sigo con sus instrucciones y en cuanto llego al área de neumología lo encuentro hablando con un enfermero que parece tener demasiada energía para Harry. 

-Será divertido -sonríe él castaño en un intento por emocionar a Harry tanto como él lo está, supongo- Todos los doctores y enfermeros vamos a ir, así que no puedes faltar.

Harry se levanta las gafas lo suficiente como para frotar sus ojos, como si le molestara la vista. Le doy un vistazo a su apariencia por curiosidad a si se ve al menos un poco mejor que la última vez que lo vi y una vez que me doy cuenta de que se ve igual o incluso peor que antes, me acerco a ellos.

-Hay trabajo que hacer aquí -repone con tono seco- No es tiempo para ir andando de fiesta. Además, ¿no deberás estar estudiando? Tu examen para especialización es en un mes.

-He estado estudiando muchísimo -se queja el chico con un mohín- Pienso que me merezco aunque sea una noche libre y creo que tú también la necesitas. ¿Cuándo fue la última vez que tú...?

El enfermero levanta sus manos hacia Harry, insinuando sostener su rostro tal vez o arreglar un poco la mata de cabello desalineado que se carga pero Harry golpea sus manos y se aleja en un acto reflejo. Me quedo inmóvil ante su reacción. Lo veo respirar con fuerza, como si estuviera agitado o tuviera miedo y el chico retrocede, dándose cuenta de que ha sobrepasado un límite del que yo no tenía ni la más mínima idea que existía.

-Lo siento -murmura.

Harry mira con inquietud hacia donde estoy, advirtiendo mi presencia. Sus ojos sostienen los míos por un breve segundo antes de que frunza el ceño y se gire de nuevo hacia el chico que igual acaba de notarme.

-Ve a hacerle seguimiento a la señora Mitman, Garret -dice, recuperando su compostura y fingiendo que no ha ocurrido nada- Ya es hora de su medicamento.

Garret asiente, apenado y se aleja por el pasillo como un niño regañado que acabaran de mandar castigado a su habitación por hacer algo que no debía. Harry se pasa una mano por el cabello con frustración y se gira hacia mí con una mirada que lo hace lucir como si hubiera gastado lo último que le quedaba de energía en ese repentino movimiento que hizo.

-¿Qué haces aquí? -pregunta.

Me quedo callado un momento, pensando que quizá sea mejor no preguntar sobre lo que acaba de pasar para evitar un momento aún más incómodo del que estamos teniendo en este momento y una vez que decido dejarlo ir, hurgo en el bolsillo de mi chamarra y saco su boleto para extenderlo hacia él.

Él lo toma sin ocultar su confusión.

-Es para mi graduación -digo- Tienes que ir.

Él abre la boca y no sé si es para decirme una escusa o algo parecido pero me adelanto a hablar antes de que él lo haga.

-No voy a aceptar ninguna escusa esta vez -replico- La última vez no fuiste, así que ésta vez definitivamente tienes que ir. Es la última graduación que voy tener en toda mi vida así que tienes que ir.

-Está bien -accede después de unos segundos- Iré.

No puedo evitar sonreír. Harry nunca ha venido ni a los eventos que he tenido en mis anteriores escuelas ni a mis graduaciones porque estaba estudiando o trabajando, así que el hecho de que realmente va a venir esta vez por alguna razón me tiene aún más emocionado y con ganas de que el día de la graduación llegue pronto.

-Duerme un poco antes ir -le pido, aprovechando que a accedido en el primer intento- También corta tu cabello y quítate esa barba, ¿okey?

-Estás muy exigente, ¿no? -suelta una sonrisa que lo hace ver como si acabara de contarle un mal chiste.

-Sólo aprovecho un poco la situación -me río al mismo tiempo que mi teléfono suena. Miro la pantalla sin entender por qué está sonando la alarma y en cuanto veo que es porque una de mis entrevistas de trabajo empieza en unos veinte minutos me despido rápidamente de Harry. 

Salgo del hospital más alegre que cuando llegue y voy a mi entrevista en una cafetería que queda cerca de nuestra casa y que tiene el horario perfecto para que pueda seguir pasando tiempo con Stephen y haciendo tanto pinturas como esculturas con la esperanza de que -si me contratan- el trabajo no sea aburrido como cuando trabajé en esa librería.

S😌❤😏A

Son quince para las cuatro cuando finalmente me encuentro en el estacionamiento del hospital en el que la universidad tiene su programa de prácticas en medicina. Salgo de mi auto para recargarme sobre el mientras intento inútilmente usar mi teléfono para mandarle un mensaje a Stephen de que ya estoy aquí pero éste no me lo permite. Ha estado fallando mucho últimamente y no entiendo por qué. Lo apago y lo vuelvo a encender con la esperanza de que tal vez eso lo haga volver a la normalidad, pero entonces escucho la voz de Stephen. Guardo mi teléfono en el bolsillo de mi pantalón más que convencido de que necesito uno nuevo y alzo la mirada expectante a que esos hermosos ojos verdes aparezcan en mi campo de visión.

Sólo pasan unos minutos antes de que los encuentre. Stephen sale por la puerta de cristal del hospital con su bata blanca puesta y una expresión agotada en el rostro. Camina junto a Carol -que trae la misma cara que él- pero a penas y la noto porque mis ojos son incapaces de ver a alguien más. Por un segundo me pierdo y me atonto. No sé qué tipo de expresión estoy poniendo en este momento pero tal vez sea la de idiota enamorado que me hace poner al menos unas diez veces al día porque en cuanto me ve se hecha a reír.

Se despide de Carol con un beso en la mejilla y viene hacia mí. Ni si quiera dice algo cuando llega hasta donde estoy y se para frente a mí; simplemente se impulsa con la puntas de sus pies hacia arriba y me planta un beso en los labios. Me derrito involuntariamente en cuanto siento su calidez y su aroma y le correspondo el beso antes de que retire.

-Hola -dice finalmente a penas rompiendo el beso.

Ha sido tan corto que ni si quiera siento ganas de abrir los ojos después de ese toque, así que los mantengo cerrados y lo busco a ciegas hasta que vuelvo a sentir sus labios contra los míos. Deslizo mis manos hasta que soy capaz de rodearlo con mis brazos y hacer que esté más cerca. Lo beso lentamente. Me tomo el tiempo de sentir su proximidad y siento ganas de reírme de mi mismo cuando el pensamiento de que lo extrañé se cruza por mi cabeza como una idea cierta pero ridícula considerando que lo vi hace algunas varias horas atrás cuando lo traje aquí para su primera clase.

-No puedo respirar -se ríe, empujándome suavemente al mismo tiempo que sus mejillas se colorean levemente con un tono rojizo. 

Si mi yo del pasado - aquél al que juraba que no había nada mejor que el sexo- me viera en este momento, ¿qué pensaría?

-¿Cómo te fue? -le pregunto al mismo tiempo que tomo sus libros y lo hago quitarse la pesada mochila que lleva en la espalda para ponerla dentro del auto.

Stephen me cuenta sobre lo que hizo en el hospital durante el camino a casa. Habla y habla como si hubiera estado esperando todo el día para contarme todo lo que hizo y yo escucho con atención, sintiéndome feliz por el simple hecho de que sin importar lo cansado que sé que está, me habla con emoción. 

Y es ahí cuando me doy cuenta que no necesito nada más que su felicidad para ser feliz. 

Paro el auto en cuanto veo la luz roja del semáforo y -a pesar de que él sigue hablando sin cesar- tomo su mano izquierda y la llevo hasta mi boca. Le beso los nudillos suavemente, fascinado con el sonido de su voz hasta que él se queda mudo y se gira hacia mí, confundido pero divertido a la vez cuando le devuelvo la mirada sin decir nada porque quiero que me siga diciendo qué más hizo hoy.

-¿Por qué fue eso? -pregunta con una sonrisa.

Me alzo de hombros, intentando hacer lucir esa acción como si no fuera nada a pesar de que los dos sabemos que me tiene hechizado.

-Sentía ganas de hacerlo -admito, devolviendo mi vista al camino y poniendo su mano en su lugar en espera a que la luz verde del semáforo se encienda.

Pasan a penas unos segundos hasta que lo veo acercarse por el rabillo del ojo y siento sus labios presionándose sobre mi mejilla. Me giro a verlo sorprendido por lo que acaba de hacer pero sonrío en cuanto noto que tiene una sonrisa lista en el rostro.

-¿Por qué fue eso? -pregunto de la misma manera en la que él lo hizo hace algunos segundos atrás.

-Porque te quiero.

Un sentimiento indescriptible se hace en mi pecho mientras mi felicidad me delata poniendo una sonrisa en mi rostro y un calor sobre mis mejillas por lo coqueto que resultó Stephen. Me cubro la boca con mi mano con vergüenza por emocionarme tanto con tan sólo esas dos palabras y él se hecha a reír por mi reacción.

Tal vez sea porque te amo que este tipo de acciones y confesiones de tu parte me afectan más de lo que lo hacían antes, no lo sé, pero se siente como si supieras exactamente qué decir y hacer para ponerme de esta manera.

-Yo te quiero aún más -le respondo, recuperándome y poniendo en marcha el auto en cuanto veo la luz verde.

S😌❤😏A

Cuando llegamos a la casa, Queen se abalanza a nuestras piernas con emoción porque al fin estamos de regreso. Juego con ella mientras Stephen se cambia por una ropa más cómoda y una vez que el hombre de la comida china nos trae lo que va a ser nuestro almuerzo de hoy porque no tuve ni el tiempo ni las ganas de cocinar hoy, comemos y vemos una serie de un cirujano que tanto a Stephen como a mí nos gusta mucho. Después de lavar los platos y que comenzara a ponerse oscuro y frío afuera, tomamos un baño caliente juntos. 

Es la misma rutina de siempre. No hay nada diferente. Esto es lo que hacemos normalmente todos los días así que no debería sentirme emocionado por hacer esto, pero aún así lo hago. 

Me pregunto si estoy demasiado enamorado mientras él -como una costumbre ya adquirida- me pasa los dedos por el cabello al mismo tiempo que apunta hacia mi cabeza con la boca de la secadora. Yo lo abrazo, feliz de que parte de esta costumbre suya esté la acción de sentarse en mis piernas y hundo mi rostro en su pecho. Siento el aroma de nuestro jabón sobre él y suelto un quejido cuando me dice que ya acabo y que necesita que lo suelte para que pueda estudiar.

-¿No se supone que las prácticas son para que practiques y no para que estudies? -me quejo, dejándolo ir para que tome su libro de su mochila que está tirada en el suelo de su lado de la cama.

Stephen se ríe por mi comentario. Niega con la cabeza sin darme la razón y una vez que alcanza su libro se sienta de nuevo pero esta vez a mi lado.

-Aún así tengo que estudiar -dice- A penas terminen mis prácticas tengo exámenes y si no estudio desde ahora, no voy a terminar nunca. 

Hago una mueca.

-No vayas a estudiar el día de mi graduación -pido- Duerme bien antes de que vayamos porque vamos a regresar en la madrugada y realmente quiero divertirme contigo hasta entonces.

Me dirige una sonrisa consentidora y asiente.

-¿Ya tienes los boletos? -pregunta.

-Sí -respondo al mismo tiempo que le muestro los boletos- A penas hoy nos llamaron para que fuéramos por ellos.

-Un poco tarde, ¿no? 

-La deben estar pasando difícil sin ti -me burlo y el gira los ojos con una sonrisa irónica en el rostro.

-He estado tan ocupado que ni si quiera sé que voy a llevar puesto ese día -suspira.

-Mis papás tienen unos trajes de su nueva colección que quieren que usemos -consuelo- les dije que estaba bien porque pensé que sería mejor que rentar un traje aunque... ¿debí preguntarte primero? La verdad es que no tenía muchas ganas de buscar dónde rentar un traje así que fue muy fácil decirles que sí.

-Está bien -dice con un bostezo, abriendo su libro en una página con un gran número de palabras que no entiendo y que tampoco podría pronunciar bien aún si lo hiciera- Tampoco sé si hubiera tenido el tiempo para ir a buscar un traje así que se los agradeceré cuando los vea.

Alzo mi mano hacia su rostro para hacer que me mire y una vez que lo hace puedo ver lo mucho que se ha estado esforzando para ser eficiente en sus prácticas y en sus estudios. Su cara lo dice todo. Tiene ojeras debajo de esos ojos verdes que tanto me encantan y una expresión cansada que lo hace lucir como si no hubiera dormido en mucho tiempo. Le acaricio la mejilla con cariño y él me sonríe levemente.

-Al menos toma esta noche para dormir -le pido- Te ves cansado.

-Estoy cansado -admite- pero déjame estudiar aunque sea un capítulo, sino no voy a estar tranquilo.

Hago una mueca pero acepto. Normalmente estudia dos o tres capítulos antes de dormir, así que supongo que viene siendo una victoria que sólo vaya a estudiar uno.

-Me quedaré despierto contigo entonces.

Subo a Queen a la cama junto con uno de sus juguetes para morder y juego con ella en lo que él estudia. Pasa una hora hasta el momento en el que llega a las últimas hojas y comienza a cabecear. Lo hago dejar el libro al fin y una vez que logro que se acueste, nos cubro con las sábanas y lo envuelvo en mis brazos. Lo acurruco contra mi cuerpo para mantenerlo caliente ya que últimamente está haciendo bastante frío y él se queda dormido en a penas unos minutos.

-Buenas noches, amor -murmuro antes de sumirme en un sueño igual de profundo que el suyo.

Y así van pasando los días: conmigo procurando que Stephen descanse lo suficiente como para que esas ojeras suyas desaparezcan. Mi graduación llegó más rápido de lo que esperaba junto con una llamada de la cafetería a la que fui a hacer entrevista que decía que me dieron el trabajo y comenzaba en unos cuantos días, pero a penas y tenía tiempo de ponerme feliz por eso porque tenía muchas cosas que hacer antes de ir a mi graduación. Tenía que terminar la comida, ir a buscar a Stephen para que comiera y después pudiera asegurarme de que durmiera para que tuviera energía suficiente en la noche, tenía que ir por nuestros trajes a la casa de mis papás para después llamar a Harry sólo para recordarle que hoy es mi graduación y -una vez que llegara la hora- despertar a Stephen para que nos alistáramos y por último fuéramos a la fiesta. Podrían sonar como pocas cosas o como algo muy fácil de hacer pero para mí -que no he hecho mucho últimamente porque oficialmente ya soy un egresado de la universidad- parecía una lista larga que me ponía feliz por el simple hecho de que -después esas pocas semanas de holgazanear y pintar en casa- al fin tenía algo que hacer.

S😌❤😏A

Después de un largo día haciendo mi lista de que hacer, despierto a Stephen a eso de las ocho de la noche. Nos vestimos con los trajes que mis papás separaron para nosotros -el mío uno gris y el suyo negro- y nos arreglamos más de lo que normalmente lo hacemos. Me peino mi cabello y me hago el nudo de la corbata -siguiendo un tutorial en youtube- mientras Stephen hace un intento fallido de ponerse sus lentes de contacto. 

-Creo que simplemente llevaré mis lentes -bufa, rindiéndose finalmente cuando sus ojos comienzan a lagrimar.

Lo veo ponerse sus lentes de montura negra que sólo usa dentro de la casa o fuera -cuando no tiene tiempo ni ganas de ponerse los de contacto- y suelto una sonrisa cuando sus ojos me alcanzan, deslumbrándome con un brillo verdoso que no se puede ocultar aún con los lentes puestos.

-¿Se ve bien? -pregunta una vez que se acomoda su indomable cabello de la mejor forma que puede.

Me maravillo ante la visión de él usando un traje frente a mí por primera vez. Lo miro de arriba a abajo para grabar esa imagen en mi cabeza antes de que alguien más que Queen y yo lo veamos y una vez que logro eliminar la necesidad de querer hacerlo -casi por completo-, hablo:

-Sí. Te ves guapo.

Un pequeño rubor aparece por encima de sus pecosas mejillas. Me dedica una sonrisa acompañada con un pequeño "gracias" y una vez que yo termino de arreglarme, nos subimos a mi auto y nos vamos a la universidad. Intento reprimir una burla sobre lo mucho que el consejo estudiantil había debatido -cuando Stephen era el presidente estudiantil- el lugar en el que debería ser mi graduación para que al final los novatos y ese hijo de puta del que no recuerdo su nombre terminaran por elegir el gimnasio de la universidad como el lugar perfecto para la fiesta. Es tan patético que incluso sentí ganas de organizar una fiesta en otro lugar e invitarlos a todos sólo para que nadie fuera a lo de esta noche pero me resistí ya que a Stephen no le hubiera gustado la idea. Sigue siendo un tema sensible para él, así que evito hablar de cualquier cosa que tenga que ver con el consejo estudiantil pero realmente se está volviendo difícil no burlarme cuando me dan tantas razones.

-Hace frío -se queja cuando una ráfaga de aire nos golpea en cuanto bajamos del auto.

-Vamos -le digo, extendiendo mi mano hacia él.

Stephen la toma, entrelaza sus dedos con los y caminamos hacia las puertas abiertas por las que varios de mis compañeros de clase entran bien vestidos junto a sus familias. Seguimos el camino hecho por el consejo estudiantil para dirigir a las familias hacia el gimnasio y una vez que llegamos hacemos fila para dar nuestros boletos y poder entrar. Stephen se tensa a penas ve a varios de los novatos recibiendo los boletos. Se incómoda y busca desviar su atención hacia algún otro lado para parecer lo más tranquilo posible y yo finjo no darme cuenta para no hacerlo sentir aún más incómodo. Doy los boletos a una chica que recuerdo perfectamente porque nos puso cara de asco un día que besé a Stephen frente al aula del consejo y ella los toma con a penas las puntas de sus dedos, teniendo cuidado como si hubiera contaminado el boleto con alguna sustancia tóxica, peligrosa o asquerosa. Decido ignorarlo porque no quiero armar un escándalo que ponga mal a Stephen y que pueda arruinar y graduación y paso de largo hacia el gimnasio en cuanto nos dice que podemos entrar.

El gimnasio en el que había pasado varias horas en mi vida como universitario recaudando créditos extras se había convertido en una especie de sala de fiesta. Tenía por lo menos unas doce mesas revestidas con manteles blancos a juego con las sillas, un pequeño pero bien armado escenario en el fondo en donde un Dj ponía música frente a una pista de baile improvisada. Habían colgado luces y estrellas enormes alrededor del techo para hacer homenaje al tema de "una noche estrellada" que se había elegido y habían colocado una pequeña sección decorada en donde un hombre de mediana edad tomaba fotos de recuerdo.

No es nada del otro mundo. Pudieron haberse esforzado un poco más considerando todo lo que tuve que pagar junto con mis compañeros, pero debo admitir que no se ve tan mal.

-¿Deberíamos tomar unas fotos antes de entrar? -le pregunto cerca de su oído porque la música está algo alta.

Stephen abre la boca e insinúa responderme pero la voz de Ja'la llamándonos hace que se interrumpa y se gire hacia la voz al mismo tiempo que yo lo hago. Ja'la se acerca a paso veloz y emocionado, sostiene la parte delantera de su vestido plateado para no tropezarse con la larga tela y George la sigue de cerca con un traje negro y una expresión de indiferencia -supongo que sigue celoso- y una vez que ella está lo suficientemente cerca abraza a Stephen.

-Hola -canturrea con emoción.

Stephen se ríe y le devuelve el abrazo. George sólo hace un gesto con la cabeza como saludo.

-Hola -saluda- Te ves preciosa.

-Y tú muy guapo -responde, luego se gira hacia mí- Hacía mucho tiempo que no te veía en traje y corbata.

-Ni me lo digas, ya quiero quitarme esto -gruño por la corbata que nunca me ha gustado usar aún en eventos "formales".

-¿Van a tomarse fotos? -pregunta- Nosotros estábamos yendo para allá.

-Sí -dice Stephen mirándome, respondiendo a mi pregunta y la de Ja'la al mismo tiempo.

Vamos con una emocionada Ja'la y un indiferente George hasta la pequeña sección decorada en la que está el fotógrafo y hacemos fila. Ja'la habla animosamente con Stephen sobre lo que hizo mientras estuvo fuera de Nueva York -incluyendo su historia de como George y ella se están dando una oportunidad- y yo le pregunto a George si vino Harry. Para mi sorpresa me dice que sí. Alzo mi cabeza para ver por encima de la multitud en un intento por buscar la mesa en la que está sentada mi familia y cuando los ubico me sorprendo de la apariencia de Harry. Se ha quitado la descuidada barba que le venía creciendo desde hace tiempo y se peinó el cabello hacia atrás. Esperaba que se viera algo demacrado gracias a sus ojeras o porque se ve como si hubiera perdido peso pero se le ve bien. Algo incómodo de seguro porque no está trabajando o porque simplemente éste tipo de ambiente no es su elemento pero igualmente me siento feliz de verlo aquí junto con el resto de nuestra familia.

-Sonrían -nos pide el fotógrafo en cuanto Stephen y yo nos ponemos frente a la lente de su cámara.

Lo hacemos y él toma varias fotos antes de que nos deje irnos. Vamos hasta la mesa en donde está mi familia y después de que Stephen los saluda educadamente, nos sentamos y nos unimos a la conversación. Me fascino con la comodidad con la que Stephen habla con mis padres y con mis hermanos. Lo veo desenvolverse con seguridad a pesar de que no han sido muchas las veces en las que se ha reunido con toda mi familia e inevitablemente me enamoro un poco más de él cuando la idea de que es como si ya fuera parte de nuestra familia aparece en mi cabeza, haciéndome sonreír como un tonto.

La noche pasa veloz entre risa y risa. A pesar de que ni a Stephen ni a George les gusta bailar, tanto Ja'la como yo los llevamos a la pista de baile junto con el resto de mis hermanos, a excepción de Jace que se siente intimidado y asustado por estar en un lugar con tanta gente y de Harry que se negó rotundamente. Nos divertimos durante tanto tiempo con la música que nuestros pies empiezan a doler. Sólo regresamos cuando es tiempo de que sirvan la comida y no es hasta que dan cerca de las tres de la madrugada que Stephen comienza a quedarse dormido de nuevo. Apoya involuntariamente su cabeza sobre mi hombro y cierra los ojos como un aviso de que ya ha utilizado toda la energía que tenía guardada al igual que Emma, que ya se ha quedado dormida junto a papá.

-¿Deberíamos irnos ya? -le pregunto suavemente antes de que caiga en un sueño del que se me haga difícil despertarlo.

Él asiente, pero hay algo más que me gustaría hacer antes de irnos así que después de despedirnos de mi familia y salir del gimnasio, lo llevo conmigo hacia un lugar en la universidad al que le tengo cariño por que posee el primer recuerdo de nosotros juntos por primera vez. Camino con prisa mientras lo llevo de la mano para que no nos descubran metiéndonos en un camino diferente al que está permitido entrar por la graduación y cuando llegamos a las puertas de la cafetería y logro abrirlas casi suelto un grito de emoción. Él lo nota y frunce el ceño, confundido.

-¿Por qué estamos en la cafetería? -pregunta sin entender absolutamente nada pero aún así siguiéndome mientras atravesamos las mesas hasta el pasillo donde se encuentra aquél baño que conocemos a la perfección.

-Creo que mi escusa de esa vez fue que quería orinar -me río, avergonzado por mi comportamiento de ese entonces- pero ésta vez quería pedirte un favor -me acerco a él, acorralándolo entre el lavabo y mi cuerpo como aquella vez pero él no me mira de la misma forma que antes y yo tampoco.

-Esto es un deja vú -sonríe, teniendo el mismo recuerdo que yo de cuando lo hicimos por primera vez aquí.

-Sé que dijimos que no íbamos a tener este tipo de sexo nunca más, pero es mi última vez viniendo aquí como alguien que es parte de la universidad, así que... me preguntaba si podíamos hacerlo aunque sea una vez más aquí... Sólo como un buen recuerdo.

Él niega con la cabeza con una sonrisa avergonzada que me dice sin palabras "sólo tú pedirías algo como eso". Desliza sus brazos por encima de mis hombros y me mira directamente a los ojos, desarmándome por completo con esa acción tan simple que al principio no me hacía tanto efecto como ahora. Suelto aire, sintiéndome perdido en él y le quito sus lentes para poder rozar nuestras narices suavemente. Espero su permiso para lo que acabo de pedirle con el corazón latiendo veloz en mi pecho ante el sentimiento de tenerlo así de cerca y me sorprendo de lo mucho que han cambiado las cosas desde la última vez que estuve aquí con él.

-¿Qué es lo que me hiciste? -le pregunto- Me tienes completamente hechizado...

Stephen se ríe bajito. 

-Lo mismo que tú me hiciste -responde casi como un susurro.

Entonces me besa. Le correspondo moviendo mis labios sobre los suyos y cuando él enreda sus dedos en mi cabello y me empuja más hacia él, tomo eso como una luz verde para lo que le he pedido. Lo acaricio con mis manos. Recorro su espalda con lentitud, memorizando cada centímetro de ella a pesar de que la conozco a la perfección y cuando llego a sus caderas lo sostengo para empujarme contra él.

-Ngh... -gime.

Rozo su entrepierna con la mía, sintiendo su creciente erección cuando le desabrocho el pantalón y deslizo mis manos dentro de su ropa interior. Bajo hasta que encuentro su entrada y deslizo un dedo lentamente para no lastirmarlo porque no hemos tenido sexo desde nuestro aniversario debido a sus prácticas. Stephen jadea. Desenreda su brazo derecho de mis hombros para agarrar la mano que tiene un dedo mío moviéndose con cuidado dentro de él y yo le beso la barbilla en un toque húmedo que lo hace estremecer contra mí.

-Aún sigo preguntándome cómo entró tan fácil ese día si era tu primera vez... -jadeo, excitado.

Él se ruboriza, aparta la mirada de mí con vergüenza pero lo conozco lo suficiente como para saber que esa expresión no es porque lo estoy tocando, sino porque pensó en algo.

-¿Qué? -le pregunto.

-El día antes... -se muerde el labio, aguantando la risa por la inmensa vergüenza que está sintiendo-  El día antes de que lo hiciéramos aquí, me masturbé... ahí atrás. Por eso no fue difícil meterlo.

Mi boca cae abierta ante su confesión. Él se hecha a reír y se cubre su rostro -brillando en rojo- con sus manos, incapaz de mirarme después de lo que acaba de decir.

-Prometí que nunca te lo diría -admite.

-¿Hablas en serio? -pregunto, sin poder creer que ese inocente chico de ojos verdes de hace dos años atrás hubiera sido capaz de hacer algo como eso por su propia cuenta- ¿No dijiste que eras virgen antes de hacerlo conmigo?

-Si lo era -refunfuña- Masturbarte no te quita lo virgen. 

Bueno, en eso tiene razón.

Abrazo su trasero con mis manos y lo impulso hacia arriba para cargarlo. Él me rodea el cuerpo con sus piernas como un acto reflejo desarrollado en nuestros dos años juntos y no puedo evitar sonreír por ello cuando me sostiene el rostro entre sus manos y me besa de nuevo, pero ésta vez haciendo presente su lengua dentro de mi boca. Gruño, incapaz de aguantar más tiempo mientras nos llevo al cubículo del baño y nos encierro. Lo hago apoyar su espalda contra la puerta y doblo mi pierna izquierda para que no se caiga en lo que yo busco en el bolsillo de mi chaqueta el condón que me he traído en caso de que dijera que sí a mi favor.

Abro el paquetito plateado bajo su mirada intensa y suplicante porque me apure y me pongo el condón tan rápido como puedo. Le bajo el pantalón lo suficiente como para que su trasero quede expuesto y una vez que acomodo mi erección en su entrada empujo.

-Ah...

Entro lento. Lo dejo acostumbrarse a tenerme dentro de él una vez más y en cuanto siento que su cuerpo se relaja un poco, comienzo a moverme. Lo hago suavemente al principio pero no pasa mucho tiempo hasta que mi mente se queda en blanco y mi necesidad de Stephen se hace más fuerte que mi sentido de razón. 

-¡Aaron! -exclama Stephen entre jadeos- ¡Ah!... ¡Mmm...!

Junto sus labios con los míos. Lo beso dejando que la excitación se apodere de mí y lo embisto con más fuerza y velocidad. Me dejo llevar por las sensaciones hasta el momento en el que siento su interior apretándome aún más por un espasmo y yo me quedo sin aliento.

-Mierda... -mascullo.

-¡Ya no puedo más...! -suelta con un hilo de voz- ¡Por favor!...

Me mira con ojos llorosos, suplicándome así que le doy lo que quiere. Lo penetro tan fuerte como puedo y antes de venirme me muerdo la lengua porque un "te amo" estuvo a punto de salir de mi boca. Él se corre entre fuertes gemidos. Se aferra a mi con sus dedos temblorosos y yo lo sigo poco tiempo después. Lo beso para no decir lo que quiero por temor a su reacción y una vez que nuestras respiraciones comienzan a regularse, lo bajo para que sus pies toquen el suelo de nuevo pero no pasan más de unos segundos antes de abandonen el suelo de nuevo.

-Supongo que fui algo duro -digo después de haberle acomodado el traje para ponerlo en mi espalda y cargarlo como si fuera un niño pequeño que se ha quedado dormido porque sus piernas le fallaron en cuanto lo dejé bajar.

-Aún no me recupero completamente de mis malas noches de sueño -balbucea, comenzando a dormirse en mi espalda mientras sigo el camino de vuelta hasta mi auto para irnos a casa.

Voy con cuidado de no ser atrapado por alguno de los guardias de la universidad y una vez que entro en el camino designado por el consejo estudiantil para entrada y salida hacia el gimnasio, respiro tranquilo y bajo la velocidad de mis pisadas.

-Aaron... -me llama, somnoliento.

-¿Qué pasó? 

-Te quiero...

Sonrío. Me pongo feliz y triste al mismo tiempo, conociendo una nueva emoción que no había sentido antes. Estoy agradecido de que me quieras, pero ¿cuándo será el momento en que tus te quiero estén listos para convertirse en un te amo?

-Yo te quiero aún más -le respondo, reemplazando mis te amo como siempre por esto- En serio -me giro hacia él, a pesar de que sé que ya se ha quedado dormido- Yo te quiero aún más.

S😌❤😏A

¡Estoy de vuelta!🙆🙆💜

Realmente lamento haberme tardado tanto pero finalmente ya estoy mejor de salud. Espero que les guste este capítulo. Por favor comenten y voten si fue así🙊💜

La imagen de portada de este capítulo es algo que sucedió cuando Aaron y Stephen fueron a la pista de baile y comenzó a sonar una canción lenta. Quise incluir esa escena porque pensé que el capítulo sería más corto que los anteriores pero de alguna manera me llegó la inspiración y terminó siendo más largo así que tuve que quitarla hahaha😅😅

Para quienes no recuerden qué pasó en el baño de la cafetería, pueden regresar al Capítulo 1: Presidentes.

También quiero decirles que finalmente publiqué los primeros capítulos de la historia de Hunter y Conrad, "No rompas las reglas", así que ¡vayan a verlo en mi perfil porque ya está disponible! Espero les guste💜

Muchísimas gracias por leer, de nuevo lamento mucho la espera pero con algo de suerte estaré publicando muy pronto.

I PURPLE U💜💜

Continue Reading

You'll Also Like

118K 7K 27
"Mírame solo a mi Jungkook" "¿Acaso no lo hago Taehyung?" "No,solo la miras a ella" Porque amarte es lo más bonito y doloroso que me ha pasado. #kook...
514K 38.9K 55
El mundo da un vuelco cuando la primer mujer en la Fórmula 1 se hace presente en el Paddock. Camille Watson, hija del gran piloto de la F1 tendrá que...
7M 198K 46
Molly Johnson es una mesera y necesita juntar mucho dinero para salvar a su hermana. Axel Cavelli es un exitoso empresario y necesita una novia por t...
112K 24.3K 56
La mano del rubio se coló bajo la máscara del anbu acariciando su rostro suavemente, los azules lo veían con debilidad y un gran amor, Itachi se dejó...