Pick Me (Justin Bieber y Tú)

By jbinmybackpack

191K 7.2K 650

Tres hermanos. Misma cara. Aspecto totalmente diferente. Un nerd, un deportista y un problemático. Cada uno a... More

Pick Me (Justin Bieber y Tú)
Capítulo 1: ¿Quieres apostar?
Capítulo 2: Me caes bien aunque seas idiota
Capítulo 3: Déjame un buen recuerdo
Capítulo 4: Estoy harto de contenerme contigo
Capítulo 5: El pequeño incordio te encanta
Capítulo 6: Te dije que habría consecuencias
Capítulo 7: Necesito respuestas
Capítulo 8: Estoy tratando de arreglar las cosas
Capítulo 9: No juegues con fuego
Capítulo 10: Ya me estoy quemando y no me importa
Capítulo 11: No te metas en lo que es mío
Capítulo 12: Seré mejor que él
Aviso de Maratón
Capítulo 13: Jamás Debí Elegirte
Capítulo 14: No tener miedo a morir es peligroso
Capítulo 15: No quiero que duela
Capítulo 16: De entre todas las opciones que tenías, me elegiste a mí
Capítulo 17: Seré tu más fiel aliado
Capítulo 18: Tenemos que acabar con esto
Capítulo 19: Es y siempre ha sido él
Capítulo 20: Tiene sus días contados
Capítulo 21: Eres mi estrella
ALERTA FANTASMAS!
Capítulo 22: ¡Una relación es de dos!
Capítulo 23: Esto no va a acabar aquí
Capítulo 24: Adónde vayas tú, voy yo contigo
Capítulo 25: No te voy a soltar
Capítulo 26: Viviendo un sueño
Capítulo 28: Ponme el anillo
Capítulo 29: Todos bajo mi mano
Capítulo 30: Pelearemos juntos hasta el final

Capítulo 27: Son muy sospechosos

3.1K 161 21
By jbinmybackpack

PENÚLTIMO CAPÍTULO ~~~> Leed abajo ;)

---------------

Eran las ocho de la mañana. Estábamos a punto de llegar a Stratford y Justin no daba señales de querer hablar. Le había preguntado veinte mil veces que había sucedido y su única respuesta fue continuamente el silencio. Lo vi cavilar durante todo el tiempo de regreso a casa haciéndome sentir totalmente incómoda. Horas y minutos que se hicieron eternos y silencios que ni la música podía llenar, además de que los nervios no me permitieron dormir por muy de noche que fuera.

Me resigné a apoyar la cabeza en la ventana y ver el paisaje hasta que llegáramos a casa sabiendo que hasta entonces no sabría nada de lo sucedido. Al menos estaba segura de que no era nada bueno, prueba de ello era contemplar a Justin fumar tres cigarrillos seguidos con ansiedad.

Cuando iba a coger el cuarto agarré el paquete de tabaco antes que él y lo tiré por la ventana. Su gesto de cabreo pudo haberme intimidado pero en verdad, me fue totalmente indiferente. Forcé una sonrisa y seguí mirando por la ventana demostrando que yo también estaba mosqueada por su falta de comunicación.

Todo había sido rosas, dulces y corazones por dos días. ¡Dos días! “¿¡No podemos tener un jodido descanso decente!?” se preguntaba mi yo interior con irritación, sin embargo, no iba a darme el gusto de dar rienda suelta a mi temperamento sabiendo que si yo lo hacía, Justin también explotaría.

En cuanto llegamos a la gran casa, Justin aparcó el coche y tomó una gran respiración que dejó soltar poco a poco. Esperé a que dijera algo en esa ocasión pero cuando pasó un minuto entero en que prácticamente pudimos oír grillos, abrí la puerta y salí del Mustang para después dar un portazo antes de dirigirme a la entrada de nuestro hogar.

-¡Eh! –me llamó la atención desde atrás—. ¿Se puede saber que te ha hecho mi coche? –preguntó malhumorado.

¡Genial! Primera vez que me habla y es para llamarme la atención, ¡y encima por un coche!

-¡Qué os jodan a ti y a tu coche! –respondí sin siquiera girarme.

-Oye—Justin tomó mi brazo y me detuvo para enfrentarnos—, relájate. ¡Necesito pensar de acuerdo! ¡No sé que demonios va a pasar ahora! ¡Lo último que quiero en este momento es preocuparme de si estamos bien!

Sus palabras me sentaron como puñetazos al estómago haciéndome reaccionar a la defensiva.

-Y resulta que ahora la que trae los grandes problemas soy yo—respondí con sarcasmo. Justin apretó sus labios con rabia—. Si tanto te molesto, ¿qué mierda haces estando conmigo?

-No hagas un jodido drama, ____ –advirtió apretando los dientes.

Odiaba haber dejado de ser su prioridad. Odiaba que lo hubiéramos estado pasando tan bien durante un rato y enseguida volviéramos a nuestras peleas, no sólo entre nosotros sino también con el mundo. Odiaba que fuera incapaz de compartir sus pensamientos conmigo. Odiaba sentir que había una brecha entre nosotros. Odiaba vivir ese jodido momento y él tenía que decir que yo estaba siendo dramática … Sentí el lío de emociones arremolinarse peligrosamente mientras mantenía mis pupilas clavadas en las de Justin, pero finalmente me rendí al darme cuenta que él no iba a prestar atención a nuestra relación en ese momento, y posiblemente tampoco en ese día.

-Haz lo que tengas que hacer, Justin—contesté.

Me solté fácilmente de su agarre y seguí adelante para entrar en la casa. Noté los pasos de Justin seguirme hasta el punto de casi pisar mis pies. Me detuve en el recibidor y sentí su aliento chocar contra mi nuca provocándome un escalofrío.

-Nos vemos en un rato—dijo en tono de disculpa.

Sin cruzar más palabras se dirigió por el pasillo hacia el salón. Giré el cuello hacia la derecha viendo a Jesse, Derek y un chico que no había visto nunca sentados en los sillones. Justin se unió a ellos cerrando las puertas tras de sí mientras yo me quedaba pasmada y clavada en el suelo. Exclusión total. Me mordí el labio inferior tratando de contener los gritos que deseaba soltar y me forcé a moverme. No me iba a quedar encerrada en una habitación corriendo de un lado a otro como un tigre enjaulado. Volví a la puerta y salí a la calle sin ninguna dirección en mente.

Me sorprendí a mí misma cuando vi que estaba en el lugar donde mi padre me enseñó a disparar. Me encogí de hombros y anduve a paso firme hacia el interior. Una vez equipada y preparada empecé a disparar a los blancos con toda la precisión que pude. Cabeza, tórax y corazón. La silueta humana quedó totalmente agujereada mientras descargaba mi frustración dando cañonazos.

-Thomas Queen hubiera estado orgulloso—escuché una voz tras de mí. Me giré tras bajar la pequeña arma en mis manos encontrándome con unos ojos azules como la noche. Era el policía que vino a interrogarme tras el atentado contra mi madre. Fruncí el ceño al repasar sus palabras—. Conocí a su padre, señorita Queen—un escalofrío me recorrió al notar su tono de voz como si lo supiera todo, sobretodo lo mucho que odiaba que me llamara así—. Tengo entendido que era muy competente en su trabajo.

-Mi padre era un buen hombre—sentí la urgencia de defenderlo. No me gustaba hablar de él con un desconocido.

-Por supuesto … Y seguro que consiguió varios problemas y enemigos antes de su muerte por ello.

-No sé de que me habla—respondí tragando fuertemente saliva—. Le recuerdo que mi padre murió por un terrible cáncer hace casi tres años y jamás me involucró en su trabajo.

-Ya veo—sus ojos me repasaron de arriba a abajo e instigaron en mi mirada de nuevo tras terminar el recorrido. Un nuevo escalofrío me recorrió—. ¿Qué sabe usted de Natalie Kingstone?

-¿La actriz? –me burlé haciéndome la tonta—. Ah, no. Esa era Portman—me di un golpe en la frente fingiendo torpeza—. ¡Qué gran actriz! ¿La ha visto en Thor?

-Fuimos a interrogarla a su casa para aclarar algunos asuntos sobre el caso de su madre, pero no estaba— ignoró mi cambio de tema y dio un paso hacia mí invadiendo mi espacio personal—. ¿Tiene idea de los trágicos acontecimientos que han sucedido estos últimos dos días, señorita Queen?

-No. ¿Y qué tengo yo que ver?

-Usted y sus amigos trillizos son muy sospechosos—advirtió. Su mano atrapó mi pistola y me la arrebató de un tirón—. Y los niños no deberían jugar con fuego.

Vi que estaba tratando de provocarme. Noté su interés en que reaccionara y soltará algún dato de interés. Podría haber respondido cualquier cosa grotesca o chulesca pero me tragué todas mis palabras y me aseguré de empezar a fingir un papel de víctima.

-Yo sólo quiero volver a ser feliz, agente Wood—dije tras ver su nombre en el uniforme—. Le recuerdo que asesinaron a mi madre. Fui yo a la que hicieron sufrir, no yo la que provocó el sufrimiento. Mis amigos de lo único que se han preocupado ha sido de tratar de hacerme sentir mejor y ahora si me disculpa, me voy. Cualquier información sobre el caso de mi madre puede ahorrársela. Lo único que quiero es dejar atrás ese episodio.

* * *

Regresé a casa muerta de cansancio, tanto físico como mental. Estaba sacando las llaves para abrir la puerta cuando ésta se abrió y tras ella salió el chico que desconocía acompañado de Justin.

-Ya lo hablaremos, Roger—le dijo mi novio palmeando el hombro de su acompañante.

-Lo único que quería era salvar a sus hermanas. Se lo debes—respondió en advertencia.

Ambos se me quedaron mirando al reparar en mi presencia. El tal Roger, rapado al cero y con dos anchos tatuajes en sus hombros que bajaban por sus bíceps me dio una mirada inquisitiva para después, como si no tuviera importancia, pasara por mi lado como si no existiera. Lo vimos irse en un coche hasta desaparecer a la vuelta de la esquina. Entonces me giré para encarar al chico con el que estaba todavía terriblemente molesta.

-¿Dónde has ido? –me preguntó con exigencia, al tiempo que rozando la preocupación.

-Fui a dar una vuelta—me encogí de hombros mientras pasaba por su lado a través de la puerta—. Deberíamos de hablar de un par de cosas—le dije volviendo a mirar sus ojos.

-No ahora, _____ – casi rogó con frustración. Asentí tragando saliva quedándome notablemente más enfadada. Se acercó para darme un beso en los labios pero giré la cara haciendo que solo se topara con mi mejilla. Suspiró derrotado—. Está bien.

Se apartó aceptando mi espacio personal y se retiró dirigiéndose escaleras arriba. Lo vi subir hasta que decidí que realmente tenía que hablar con alguien que si tuviera ganas de escucharme y contarme que sucedía, así que me encaminé hacia la biblioteca de la gran casa.

Allí, por supuesto, me encontré con Jesse. Se colocó las gafas en el puente de su nariz mientras pasaba las páginas de un libro con la otra mano. Agitó su cabello y se acomodó en el sofá donde estaba tumbado cuando llegó a la página que buscaba.

-¿Qué lees? –pregunté caminando hacia su posición.

-Las Crónicas de Narnia—agitó el libro mostrándome la portada. Como siempre, había comodidad entre nosotros en ese ambiente—. No viene mal algo de divertida ficción tras una mierda de noche y de mañana, ¿no crees?

-Supongo—me senté en una esquina del sofá y solté un bostezo. Jesse se acomodó en la otra esquina doblando las rodillas hacia sí mientras me miraba—. ¿Me puedes contar que ha pasado?

-¿Drew no te ha dicho nada? –negué con la cabeza. Él dudó por un momento pero al contemplar mi mirada persistente suspiró—. Han matado a Mason.

-¿Qué? –el aire se atascó en mis pulmones. Sentí mi corazón palpitar a gran velocidad. El miedo recorrió mis venas. La palabra peligro brillaba en luces fosforescentes en mi mente—. ¿Por qué no me lo dijo?

-Probablemente para no preocuparte—respondió con tranquilidad.

-Oh, Dios mío—me llevé una mano a la frente empezando a darle vueltas a todo lo que había sucedido y las palabras de Wood—. Jesse, esto puede ser peor de lo que pensamos.

Fui contándole todo lo que había dicho el policía. Su forma de acosarme. Él me contó que habían visto al policía desde dentro y no le habían abierto la puerta. Le hablé sobre mis preocupaciones y la forma en que no entendía porqué debió de mencionar a mi padre. Lentamente, mi mejor amigo me tranquilizó y terminó abrazándome cuando lloré impotente por todo lo acontecido. Mis sentimientos en aquel punto caótico estaban a flor de piel.

-No te preocupes por nada, ¿vale? Mi hermano lo tiene todo controlado.

Sin terminar de creérmelo salí de allí. Me sentía completamente descompuesta e incomoda conmigo misma por lo que opté por darme una ducha.

Subí al piso de arriba y entré en mi habitación. Me topé con Justin en mi cama. Sus ojos cerrados y su pecho subiendo y bajando tranquilamente. Sonreí un poco al ver tal imagen sintiendo algo de alivio al ver que estaba descansando un poco por lo que procuré llegar al baño sin hacer ningún ruido tras coger algo de ropa.

Abrí el paso de agua caliente y esperé a que saliera la temperatura adecuada para meterme. Disfruté sintiendo mis músculos relajarse durante un rato. Mágicamente mi mente pareció empezar a ser más clara.

Me di cuenta de que no quería prolongar una discusión con Justin. Sabía que teníamos una conversación pendiente pero de alguna manera pero tenía el presentimiento como si fuera yo la que terminaría por machacarlo, así que decidí dejar el asunto a un lado y por el momento hacer como si nada mientras hacía lo que sentía que debía de hacer: apoyarle.

Salí del baño ya vestida con mi camisón, topándome con una hermosa imagen en la habitación. Justin tumbado bocabajo en la cama abrazando mi almohada en diagonal. La idea de que la abrazara así para absorber mi aroma me enterneció a medida que más me acercaba a su lado.

Pensé que seguía dormido, sin embargo, sus ojos se abrieron en cuanto me tumbé a su lado en la cama. Se le veía cansado y con sus ojos soñolientos. Tenía el adorable aspecto de un niño recién levantado.

-Hey, cariño – saludé acariciando su suave mejilla –. Creía que dormías.

-No puedo – respondió cerrando los ojos por mi contacto.

Puso su mano sobre la mía en su mejilla para que me mantuviera ahuecando su cara. Giró la cara y dio un beso en el centro de la palma de mi mano para luego volver a la misma posición.

Entendía el motivo por el que no podía dormir. Muchas cosas en la cabeza, planes, nervios, preocupaciones, dudas, inseguridades … El cerebro puede ser un gran enemigo en las noches.

Deslicé mi mano de su agarre, por lo que protestó gruñendo haciendo que riera levemente.

-Sigues siendo un troglodita – me burlé.

Sonrió mientras paseé mis dedos por las hebras doradas de su cabello. Tenía un pelo malditamente suave y sedoso. Marqué la curva de su oreja con la yema de mi índice, lo cual le provocó un estremecimiento.

-¿Qué haces? – preguntó débilmente.

-Intento que te relajes y dejes de pensar – dije bajando mis caricias por su cuello y empezando a tratar las líneas de los tatuajes en sus omóplatos –. ¿Funciona?

-Uhumm – respondió sin despegar los labios.

Fui bajando un dedo por su espina dorsal rozándolo suavemente con mi uña y seguí haciendo dibujos imaginarios en su fornida espalda. Pensar que tenía a mi lado a un chico de sus características me hizo sentir completamente afortunada y feliz a pesar de todos sus defectos. Sus ojos se abrieron para contemplarme y sonrió mostrando sus dientes. Era la clase de sonrisa que podía iluminar mis más oscuros días. Lo que más adoraba de él y por desgracia, lo que pocas veces veía. No me hubiera importado intercambiar todos sus tonificados músculos por que él tuviera una permanente sonrisa como aquella en su rostro. Hacía que me sintiera incluso más enamorada.

-¿Sabes cuánto te quiero? – susurró. Negué con la cabeza curvando mis labios. Justin bufó y cambió de postura poniéndose de lado frente a mí. Me tomó por la cintura e hizo que chocásemos nuestros pechos para estar juntos –. Eres mi vida, ____ Queen. No estaría donde estoy si no fuera por ti. Le das sentido a cada día que vivo – respondió bajito …

… Porque los secretos se cuentan en susurros para que no se enteren ni las paredes.

Me encogí y lo abracé por la cintura a la vez que enredaba nuestras piernas. Mi corazón iba desbocado por su confesión. Mis emociones volvieron a estar a flor de piel y mi cerebro aún estaba procesando lo que acababa de escuchar. No se me ocurría una respuesta decente para aquello. No con palabras. Nuestro enfadado había pasado definitivamente al olvido.

Alcé la vista para mirarlo a los ojos y llevé mi mano a su nuca para besarlo con cariño. Traté de transmitirle todas y cada una de las emociones que llevaba por dentro de la manera que no podía hacerse con palabras. Sus manos acariciaron mi espina dorsal provocándome un respingo en aquel lento y profundo beso.

Nos apartamos despacio, no sin que antes le diera un último piquito. Sin siquiera abrir los ojos me tumbé hacia arriba y con mi brazo invité a Justin a venir a mí. Lo rodeé por los hombros mientras él ahuecaba su cara en mi cuello.

-Todo va a estar bien – le susurré. Él asintió lentamente y yo me incliné para darle un beso en su frente –. Descansa, cariño.

Comprendí que ese día era él quien necesita a alguien que lo tranquilizara. Por todas las veces que fui la que se sintió protegida entre sus brazos, se sintió bien ser la que por una ocasión pudiera darle algo de confortación. Su brazo medio tatuado me apretó de la cintura para que no me alejara.

Lo contemplé con sus ojos cerrados y sus frondosas pestañas cayendo hacia sus mejillas. Acaricié su cuero cabelludo y di besos en su frente hasta que lo noté dormido. Sólo entonces me permití a mí misma dormir también.  

------------------------------------------------------

I'M BAAAAAACK!!!! OMG!!! Lo siento lo siento lo siento!!! He estado insoportablemente ocupada y he tardado demasiado pero aquí está el nuevo capítulo. Y LEED ESTO: CREO QUE FALTA UN CAPÍTULO Y EL EPÍLOGO. OK? 

Para ser honestos, ni yo me di cuenta de que la novela iba a terminar ya. Tenía las ideas escritas y echaba unos cinco capítulos más, pero no. Así que agarráos fuerte porque lo que llega no os va a dejar indiferentes a ninguna. 

Tengo muchas ganas de escribirlo, y espero tenerlo para este mismo mes. VA A SER LARGO, I PROMISE.  La pregunta ahora es .... ¿SEGUNDA TEMPORADA? 

COMENTAD Y VOTAD CHICAS!! :) OS ECHO DE MENOS Y TENGO MUCHAS GANAS DE LEER LO QUE OPINÁIS ^^ 

BESOS!! 

PD: Pasaos por el perfil de @ireneefdz es una amiga que ha empezado a escribir y necesita un poquito de apoyo como todos cuando empezamos ;) 

PD2: También dedico el capítulo a esas lectoras incondicionales que cumplieron añitos hace unos días y a la que está por cumplir: Tania, Dina y Anabel, Love you girls :)

Continue Reading

You'll Also Like

101K 5.6K 12
El maldito NTR pocas veces hace justifica por los protagonistas que tienen ver a sus seres queridos siendo poseidos por otras personas, pero ¿Qué suc...
103K 2.7K 28
la tipica historia de universos viendo otros universos atraves de pantallas flotantes que aparecerán en sus mundos aunque también agregare otras cosa...
300K 23.5K 52
Historias del guapo piloto monegasco, Charles Leclerc.
76.2K 14.1K 47
Jimin es un humano común y corriente, un día va a una excursión en el bosque y al recostarse en un árbol es transportado a un mundo mágico, llamado f...