Senix
Creí que un poco tiempo de paz no nos haría daño, unos mínimos segundos de relajación para descansar de tanto caos y guerra que nos rodeaba al fin y al cabo nos vendrían bien.
Estar rodeada de tantos amigos, de tanto afecto y sonrisas cálidas era reconfortante. No importaba si los conocía desde hace una eternidad o desde hace poco, esas eran cosas inverosímiles que no contaban con tanto importancia cuando lo único que anhelaba y tenía era la confianza y esperanza palpitando en nuestro grupo.
Sonreí para mis adentros y desvíe mi desconcentración a los chicos sentados en el pleno suelo de la ahora amplia sala de estar de mi casa. La vos de la reportera de noticias llegó a mis oídos y visualice en los vídeos que transmitían el caos, pánico, miedo, desesperación. Hace dos días del ataque de las sombras y la noticia aún era viral y aclamada por muchos medios.
Esa noche me aseguré de mantener a salvo a cuantas personas pudiera, encontrando también a Monik siendo rodeada por las llamas doradas que la joven madre le había compartido como yo le había dicho.
No nos ocultamos.
Lumina dijo que nuestro secreto y parte de nosotros ya no debería de mantenerse oculta. Cuando todo acabó y estaba seguro; cientos de cámaras, focos de celulares nos cegaron con su incandescencia. Aplaudiendo y maravillandose ante nuestra vista.
Nos repasaban detalle por detalle.
Y que más decir que las chicas (Aunque algo rasguñadas y con sus melenas greñudas) pero hermosas en cierta forma, centraban su atención en Leo y Jhon. No negare que me escabullí al lado de Leo y pase mi brazo aún con la armadura dorada por su cintura. El me correspondió y así siguieron las grabaciones, los gritos eufóricos y las múltiples preguntas indagando en que éramos exactamente.
Esa noche recibimos muchos apodos y cada uno con un significado más loco.
Pero los más populares eran los que se nos dieron por separado a Lumina, Leo, Jhon y a mí: Ángel de fuego, ese era el mío, los chicos incluyendo a Randall (el chico que nos llevó en su coche a Monik y a mí) dijeron ese apodo porque literalmente estaba cubiertas en llamas y mi pelo flameaba.
Ángel de luz. (Creo que ya saben)
Ángel blanco para Lumina.
Y Ángel del trueno para Jhon. Sin duda ese lo complació demasiado.
—Sube el volumen—pidió Leo a Diego, estaba a mi lado y me miraba por el rabillo del ojo mientras elevaba una de sus comisuras en una media sonrisa. Recosté mi cabeza en su pecho y aspiré su olor. Masculino, menta, bosque y un leve dulzón que embriagaba.
—... los extraños e insólitos acontecimientos ocurridos este nueve de Agosto han dejado furor y pánico por todos los residentes de las afueras de nuestra ciudad. Unos dicen que son seres de otros mundos con la sola intensión de atacarnos y generar una extinción masiva de nuestra especie. Otros aseguran que son seres de la oscuridad liderados por las fuerzas del infierno. Sin duda las teorías son cada ves más alarmantes y escandalosas, pero claro que no podemos descartar cada una de ellas. —La reportera inhaló profundamente y continuó :—Los jóvenes que captaron las imágenes de nuestros salvadores están en la adsoluta certeza que son ángeles protectores enviados para nuestro bienestar, y que nos mantendrán a salvo de estos extraños seres sin rostro.
—Esta claro que somos los salvadores, ¿No es genial? —dijo Jhon. Su sonrisa se hizo más grande mientras engullía un tazón de galletas.
—Muchos salieron lastimados—dije—Yo no diría que todo lo que hicimos fue bien hecho, sin embargo, ayudamos en algo.
—Ayudamos en mucho—se defendió—Princesa, senix, nadie murió ¿O si? ¡No! Debemos estar contentos por ello.
El tenía razón, habíamos hecho lo que estaba a nuestro alcance, y eso era mucho. Nadie murió. Hubieron heridos, sí, pero ningún muerto, ningún inocente muerto. Eso me calmaba un poco.
—Chicos escuchen—nos silencio Lumina.
Otra ves la voz de la periodista, calmada y serena—Los "Ángeles de luz" como se están conociendo por casi todo el país y viralizando por las redes en todo el mundo, se negaron a darnos sus nombres, sin embargo, una jovencita víctima del ataque y protegida por el extraño poder de fuego dorado de una de estos salvadores hizo saber que conocía a la chica pelirroja que portaba una deslumbrante armadura dorada...
—Esa eres tú —me señaló Diego.
—Has silencio Diego. —le ordenó Diana.
—Exacto, hazle caso a la bella chica de deseable mirada— me gire y el que había hablado era Yudor, sus comentarios hacia Diana habían incrementado al igual que el enojo y los celos de Jhon.
—Hey, cuidado, la chica de mirada deseable tiene a su chico de cabello deseable.
—Compórtense—dijo en un susurro Miranda. Sus enormes ojos verdes desprendían tranquilidad y paz.
—Como si eso fuera posible—la risa de Leo era contagiosa. Su pecho subía y bajaba admirando la escena. Y yo, embobada admirandolo a él. Torpe chica.
—Monik Swan asegura que la jovencita pelirroja se llama Senix Fire, un nombre muy extraño y sigular, dando alusión al extraño caso de ataque que surgió. Dijo también conocer a los demás adolescentes y confirmó sin dar detalles específicos que uno de los varones, el rubio, es su novio.
—¿Que?—solté con incredulidad.
—Ese eres tú, Leo. —Molestó Jhon.
Leo dejo de reír.
—Cállate—me miró y jure ver un destello salvaje en sus ojos—¿Como se atreve a decir semejante mentira?
—Quizás quiere popularidad—dijo por primera ves Setem. Le di una mirada suave que él correspondió. Leo se tenso y reí internamente por eso.
—Pues lo está logrando—Diana nos pasó su laptop y en ella aparecía un video de Monik asegurando inquebrantablemente que Leo le había pedido ser su novia esa misma noche en su fiesta. Yo bufé y aparte los mechones de mi cabello.
—Que se cree su propia historia, es mentira y todos lo sabemos—dije.
—Pues los demás se lo están creyendo y hasta hacen un grupo de fan del "Angel de luz" y señalando lo afortunada que es Monik por tener a un novio sobrenatural—dijo Diego, inclinado hacia Diana tratando de ver la pantalla.
—¿Porque no hay un grupo de fan del "Ángel del trueno"? Es injusto. —Bufo Jhon.
Diana lo miró con los ojos entrecerrados—¿Acaso quieres muchas chicas babeando por ti y jurandote amor eterno mientras también te juran cosas inmorales?
—Claro que no, corazón. Solo es para que admiren mi atractivo rostro.
—Eres terriblemente fastidioso—le contestó ella.
—Lo sé, me lo dicen muy seguido—guió su mirada hacia Leo quien volvió a reír, contagiandome con él.
Mi atención se dirigió nuevamente hacia el televisor de pantalla plana. La periodista hacía preguntas a los testigos del hecho. Esta noticia jamás llegaría a su fin. —¿Crees que estos monstruos negros con garras surgirán nuevamente para atacarnos?—Pregunto a una niña de quizás unos diez años, ¿Como se le ocurría preguntarle eso a una niña? Sin embargo, la niña se paró decidida y hablo como un adulto: —Creo que sí pueden volver, no estamos a salvo en este azul mundo de todo lo que puede amenazarnos de tantas maneras, estuve en el ataque de hace dos días y aún no olvido como esa chica de pelo rojo destruyó a tantos de esos monstruos con su fuego, sin duda es mi heroína.
Trague y sonreí a la pantalla. Esa niña era adorable. Y no sólo por decir eso de mi, su rostro y su voz eran dignos de admirar.
Ella continuó: —Ella y sus amigos nos salvaron, y creo que podrían volver a hacerlo si los necesitamos. Chica de fuego, si estas viendo esto, te admiro muchísimo y tienes que decirme si en verdad eres un ángel o una especie de heroína galáctica. Confíamos en ti y en tus amigos.
Los claros ojos verdes de la niña miraban fijamente la pantalla y creí que lograba verme a través de ella.
Que niña tan inteligente.
La mujer siguió hablando pero ya nadie prestaba atención.
Todas las miradas están posadas en mí.
—Esas si que son unas sabias palabras de una sabia niña. —dijo Jhon, el tono orgulloso en su voz era palpable.
—Hasta yo me siento intimidada por ella. —Sonrió Lumina.
—El ángel es ella por confiar plenamente en nosotros.
—Por confiar en ti, Senix.—la mirada de Leo era suave, segura y de una extraña y agradable manera cálida.
—No sólo en mí.
—Pero en ti deposita su confianza, y tu nos guías, no lo olvides. —Señaló Lumina, sentada de piernas cruzadas junto a Diego.
—Yo digo que es hora de que nuestra Alteza real, la princesa Senix, vuelva a Mifnix lo más pronto posible.—la profunda vos de Klyos retumbó por toda la sala.
—Estoy de acuerdo. Nosotros prepararemos tu regreso. Avisaremos a todo Fénix de Mifnix que su princesa retornará con todo el poder y la esperanza a su alrededor.—Miranda se levantó, extendió sus brazos y nos sonrió.
—¿Ya se quieren ir?—Inquirí. Desvíe mi mirada a Setem y el sonrió con tristeza, iba a extrañar al chico.
—Tenemos que, Senix. Ya es hora de que vuelvas a tu mundo.
—De acuerdo—Asentí.
—Mañana mismo los llevaré si lo desean ¿Miranda?
—Oh, guardián... Leo... Claro, sí por supuesto. Mañana estaría perfecto. —Miranda se sentó de golpe, como arrepentida de su intervención —¿Estas seguro de que puedes llevarnos a todos?
—Más que seguro—, respondió el rubio con su típica seguridad y arrogancia —el Portal Zafiro se abrió para mí de forma ilimitada. Así que no creo que hayan inconvenientes.
—Me alegra escucharlo.
—Sí, bueno, yo extrañaré a todas esas linduras calientes que pasaban cerca de aquí.
—¡Yudor! —Lo regaño Miranda.
El levantó sus manos en señal de inocencia. Yudor era todo menos inocencia.
Los tres hermanos eran fieles a la realeza Esmeralda, y por ende, su lealtad hacia todo Mifnix era inquebrantable. Yudor, Klyos y Setem eran algo así como los protectores personales de Miranda.
—¿Que pasará con la Tiara Esmeralda? —indagué.
—Iris sabrá que hacer con ella cuando estén en Mifnix, la devolverá personalmente a mi madre. Lumina, ¿Puedes tú hacerte cargo cuando Leo los lleve a todos? Iris irá después y podrás dejarla en su cuidado.
—¿Yo? Miranda no se... Su poder puede ser demasiado para mí. —Lumina titubeó, algo extraño en ella.
—Solo llévala, no te preocupes, sus poderes no pueden activarse a no ser que sea la mismísima emperatriz.
—Está bien.
Suspire y me preparé para lo que diría:
—Quiero que el viaje sea el diecisiete de Agosto. El día de mi cumpleaños creo que será un buen día para mi retorno a Mifnix.
Todos se miraron entre sí, la satisfacción clara en sus hermosas y únicas caras.
—No pudiste haber elegido otra fecha mejor. Es perfecto, princesa—Leo acarició mi cabellera y le revolví su cabello.
—¿Entonces está bien?
—Más que bien. Todos sabrán de tu regreso y te esperaran con los brazos abiertos. Eso no lo dudes—Miranda observo a sus compañeros y ellos asintieron.
—Hecho. —Me levante y sacudí mis pantalones de tierra imaginaria—. Ustedes regresaran mañana a Mifnix y nosotros el diecisiete.
—De acuerdo, princesa.
—Sin el princesa, solo Senix.
—¿Que hay de nosotros?—Diego se veía afligido, su vista fija en Lumina. Diana igual, pero en Jhon. Ambos se veían tan frágiles que me rompían el corazón.
—Ustedes vendrán conmigo. No los dejaré, ¿y hacer que se pierdan de toda esta loca aventura? Ni loca.
Las sonrisas iluminaron sus rostros nuevamente.
—Sólo una cosa más —dije—prometan regresarme a mi guardián lunar enterito y sin ninguna Fénix-fan pegada a él.
—Vendrá enterito para ti, Princesa —de nuevo la expresión perversa en Yudor era palpable.
Leo rió fuerte y me abrazo de espaldas, envolviendome en sus fuertes brazos —Que dices, si soy solo tuyo.
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Hay Leo, amo a este chico. ¿Ustedes no?
¿Que les parecen los nuevos personajes, específicamente los tres hermanos; Yudor, Klyos y Setem?
¿Que les pareció el capítulo?
¿Hay algo que no entienden?
Dejen sus dudas aquí y prometo responderles a todas.
Quería preguntar si les gusta la nueva portada del libro, ¿Prefieren esta o la anterior? ¡Yo amo la nueva! La hice yo misma y me encanta.
Es todo, Besos de Jhon. Chao.
Fergie M.