Capítulo 7: El Cazador

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Senix

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Senix

Diana me escuchó con toda su atención posada en mi cara inexpresiva, y después de varios minutos me miró con curiosidad. Su calma y su estado tan sereno me sorprendieron.

No titubeó ni siquiera cuando le conté lo que era, lo que podía hacer y el motivo del suceso que la incluía a ella también. Porque Diana a veces parecía muy ingenua, incluso ella misma se lo decía, pero lo cierto es que era muy lista. Podías no contarle algo y ella sacaba sus propias conclusiones que resultaban ser mayormente acertadas.

—Por tu forma de ser deduzco que tu poder favorito es el fuego, ¿o me equivoco?—preguntó, esta vez poniendo una extraña mueca, como si intentara digerir toda la información que le había soltado.

—Estás en lo cierto. —Admití.

Ella sacudió la cabeza afirmativamente.

—Sé que su origen es bastante... —se estremeció—, legendario, se podría decir. Pero sus habilidades ahora tienen nombres científicos, ¿no?

—Si te refieres a los que mencionan en los cómics y películas de ciencia ficción, entonces sí.

—Bien, pues lo que logré captarte sin que se me revolviera el cerebro es que manipulas a tu antojo la photokinesis, la pirokinesis, la conversión de energía cósmica o normal, y la...

—Manipulación de los elementos naturales—terminé por ella—, entre otros, pero mencionarlos ahora con esos nombres tan raros te aburriría a ti y a mí.

—Correcto—tocó su cara en expresión pensativa—. ¿Y no sabes usar la telekinesis?

Troné mis dedos con disimulo.

—Claro que no—respondí—, no es tan genial de todas formas...

Me miró inquisitivamente.

—Sí lo tienes, ¿verdad?

—Creo.

—Lo tomaré como un sí—se acercó más a mi lado en el sillón—, ¿has intentado probarla?

—No—mentí.

No es bueno mentir, Senix. No ahora.

Bufé.

—Bueno, sí he probado y...

—¿Sucedió algo?

—La primera vez que lo hice me desmayé. Y la segunda, y la tercera... ¿Y por qué no? También la cuarta y la quinta.

Casi se rió en mi cara si no le hubiera pegado con una almohada.

—¿Por qué?—inquirió riéndose—. ¿Hay algo que te imposibilite dominarlo?

—Es que quiero hacerlo rápidamente y siempre intento levantar algo pesado como...—me encogí de hombros, restándole importancia—... Un camión, un autobús o la grúa que se estaciona en la otra calle...

La Princesa Fénix |Aeternis #1|Where stories live. Discover now