Capítulo 10: Lumina

1.2K 139 13
                                    

Senix

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Senix

—Si yo fuera Erika Dark controlaría a un experto asesino desde mi propio encierro—dijo Diana—. Pero no entiendo qué clase de artimaña planea Ryan Black dejándote aquí botada junto a nosotros.

Leo la miró con seriedad.

—Pienso lo mismo. Es muy extraño, él seguro debía llevar inmediatamente a Senix ante su reina.

—Pero primero prefirió que diéramos un paseo turístico—bromeé—. Miren aquel charco negro que está allá—señalé a lo lejos—, parece vomito de demonio. Quiero verlo de cerca.

—Ni se te ocurra—Diana me jaló de un brazo y me hizo tropezar.

—Escuchen—dije, soltándome del agarré de Diana e incorporando mi postura—, ahora estamos en el territorio de los Oscuros. Quizás todo esto sea invento de Ryan y no de Erika. Por alguna razón pienso que ella sería más directa y no se andaría con jueguecitos como él.

Leo asintió.

—Concuerdo, pero no entiendo cómo ese infeliz nos trajo aquí.

Eso era fácil. La cúpula que mantenía a las criaturas del caos encerradas se estaba rasgando, y Erika seguramente aprovechó su poder para sacar por sus grietas a su mejor asesino, entretejiendo mientras tanto algún plan mayor desde la comodidad de su siniestro palacio.

—Si hay un portal destinado a un usuario del Imperio, también habrá uno para alguien de Drynox—deducí—, y no vayas a dudarlo, Leo. Recuerda que a veces lo imposible se vuelve sencillamente posible. Y estamos siendo testigos de eso.

Diana apretó los labios, estremeciéndose ligeramente.

—Ahora la pregunta más importante, ¿cómo saldremos de aquí?

—Supongo que tenemos que pasar por cosas antes de hacerlo.

—¿Qué tipo de "cosas"?

—No lo sé, talvez alguna criatura intente rebarnos el cuello.

—De solo imaginarlo me dan ganas de pegarme una buena desmayada.

—Tranquila, evitaremos que eso pase. Te mantendré a salvo. Y él nos cubrirá la espalda, ¿verdad?—le pregunté a Leo, quien asintió—, ¿ves? Juntos nos encargaremos de arrancar cabezas.

No literalmente, eso es obvio. Pero si se trataba de Diana podía ponerme agresiva al nivel de amenazar a alguien con quemarlo hasta los huesos.

—Dices eso tan tranquila que no sé si alegrarme o preocuparme, Senix.

—Yo diría que ambas opciones, por si acaso.

Caminamos lentamente a través de los matorrales resecos de un profundo bosque para evitar estar a la vista de invitados no deseados. Pero en cuanto quisimos descansar un poco en unos troncos caídos el crujir de unas ramas secas nos sobresaltó.

La Princesa Fénix |Aeternis #1|Where stories live. Discover now