-Hola chicos, cuéntennos, ¿Cómo fue todo lo de ayer para ustedes? ¿Cómo se sintieron al enterarse de que sus rivales estaban utilizando hacks contra ustedes?- Preguntó el entrevistador.
-Bueno, fue algo muy lamentable, nosotros hemos dado lo mejor en este campeonato , y puedo entender que alguien lo haga en partidas menores, hay mucha gente que se entra solo en subir de nivel y eso es algo... humillante, pero, ¿Hacerlo en una semi final a nivel mundial? Creo que ya eso es otro nivel de vergüenza.- Respondió Lexa.
-Sin contar de que es algo muy estúpido y arriesgado, si los hubieran atrapado alguien del staff o de los servidores, habrían perdido automáticamente. De todas formas estábamos destinados a ganar de los día de ayer.- Agregó Monty.
-Estoy totalmente de acuerdo con ustedes chicos, al igual que muchos fanáticos luego del comunicado oficial que dio la cuenta oficial de Riot Games pidiendo disculpas por lo sucedido.- Dijo el entrevistador.- Ahora, dejando de lado todo este tema tan polémico, ¿Qué tal estuvo la celebración luego? Porque hay evidencias en sus cuentas de redes sociales de que mal no la estaban pasando.-
Los cinco sonrieron.
-La verdad es que creo que nadie tiene queja alguna por la celebración de nuestro triunfo, todos la pasamos bastante bien, además, hablo por todos cuando digo que nunca pensé que París tendría tantas fiestas y nosotros seríamos tan reconocidos, digo, nuestras caras son lo que menos se ven al jugar.- Respondió Monty.
-Es verdad, nunca me había tomado tantas fotos con gente desconocida en mi vida.- Se sumó Harper.
-Ya entraron a el mundo de la fama, ya no se pueden arrepentir, aunque bueno, tampoco creo que lo hagan del todo alguna vez en sus vidas, hablando de eso, ¿Qué les depara el futuro a los integrantes de Wonkru?-
-Mm...- Los cinco se miraron esperando a que Lexa, la capitana, respondiera aquella pregunta.- La verdad es que todos tenemos muchísimas ganas de seguir con esto, aunque quizás con otros videojuegos y todo eso, hemos participado de forma un poco más anónima en competencias de diversos juegos, pero creo que eso ya no podrá ser así, digo, creo que ya varios jugadores conocen a Wonkru y nuestros users, pero, respondiendo a tu pregunta, aún nos queda por averiguar, aunque tengan por seguro que nos verán en los servidores de Epic Games próximamente, también en la siguiente copa, ¿Por qué conformarse con una sola victoria?-
-Muchas gracias por su tiempo, chicos, espero que nos topemos dentro de poco en alguna otra entrevista.- Dijo el tipo, dándole fin a la entrevista.
*****
-Estoy agotado, quiero una pizza y cerveza.- Gritó Roan mientas se lanzaba sobre su cama.
-Pídela entonces, burro.- Le contestó Harper mientras buscaba ropa más cómoda.
Todos estaban muy cansados, la mayoría casi no había dormido por la fiesta de la noche anterior, menos Lexa, quien, increíblemente, se había quedado no más de una hora para poder celebrar con pizza, helado, galletas, y películas con su familia, y había sido una de sus mejores noches de su vida.
La castaña entró al lado de la habitación que compartía con Clarke, la cual estaba durmiendo muy profundamente, ella había estado cuidando una niña hiperactiva con mucha azúcar en su cuerpo por todo el día, un descanso era lo que se merecía, así que, haciendo el menor ruido posible, se colocó ropa más cómoda y se recostó a su lado, abrazándola y acariciándola delicadamente para que no despertara. Desde aquella fiesta de gala, ambas habían dormido juntas absolutamente todas las noches, hablando y riendo hasta altas horas de la madrugada, y siendo despertadas por besos tiernos en la cara por parte de la que despertara primero (Clarke, la mayoría de las veces).
A Octavia nadie le podía sacar la idea de que Lexa era su mamá y Bellamy su hermano mayor, y como la menor veía a la castaña ser tan cariñosa con la rubia, se ponía celosa y exigía la atención de su "Mamá", pasando cada segundo que pudieran juntas, provocando también que las costumbres que comenzaba a desarrollar la bebé fueran muy parecidas, si es que no idénticas, a la de su modelo a seguir.
Sí se ponía a analizar todo lo que estaba pasando en su vida, llegaría a la conclusión de que todo era asombroso, se sentía muy realizada, pues tenía el apoyo de toda su familia, tenía muy buenos amigos, tenía una muy buena carrera en algo que le gustaba, tenía una novia intachable, una hija grandiosa, y un hermano algo estúpido, pero también asombroso. Tenía todo lo que siempre soñó.
Justo en ese momento unos ojos azules llamaron su atención, pues no habían estado a la vista antes de que se perdiera en sus pensamientos.
-Hey, he vuelto.- Le dijo bajito.
-Ya lo he notado, ¿Te he dicho que me encantan tus ojos, tu sonrisa, tus caricias? Son lo mejor del mundo, enserio, ¿Podemos quedarnos así y hacer como que estamos dormidas?-
La castaña sonrió y asintió.
-Lo que ordene mi reina.-
-¿Reina?- Preguntó Clarke.
-Claro, mi princesa es Octavia, así que tú eres mi reina.-
-¿Desde cuando eres tan tierna conmigo? Porque hasta hace unos meses tú me odiabas.-
-Decir que te odiaba es algo exagerado, solo... no soportaba verte, pero siempre pensé que eres muy guapa.-
Clarke le dio un beso corto, pero lleno de sentimientos.
-Si la pequeña celosa es tu princesa y yo soy tu reina... ¿Qué es Bell?-
-Mi bufón.- Contestó segurisima, provocando una risa en ambas.
Justo en ese momento sonó el teléfono de Lexa, la cual casi corrió para que dejara de sonar y la más pequeña no se despertara aún.
-¿Diga? Sí, con ella misma... ¿es enserio? Pero si acabamos de... ¿otra más? ¿Qué más quieren saber de nosotros? Siempre son las mismas preguntas... bien, iré a buscar al resto... ¡¿10 minutos?! Dime que es una broma... bien, bien, no me demoro más, adiós.- Cortó.
-¿Qué pasó?-
-Nos acaban de colocar otra entrevista más, nos recogerán en 10 minutos. Enserio que estoy harta de responder las mismas preguntas siempre.- Dijo mientras se sacaba la camiseta y buscaba una blusa.
-Bueno, debes pagar el peso de la fama.-
-No es eso, eso me da igual.- Dijo, girandose y mirando a la rubia mientras se abrochaba los botones.- Lo que me molesta más es que ni si quiera nos dan tiempo para entrenar, estamos hablando de que en dos días más tendremos la final del campeonato y mañana estaremos muy cansados entrenando, sin contar que lo más probable es que empecemos tarde y terminemos temprano, tampoco soy un ogro como para tenerlos tan muertos frente a unas computadoras.- Miró su outfit y luego a su chica.- ¿Estoy bien así?-
-Muy guapa, ponte aquellas botas.- Le dijo señalando unas que estaban cerca del ventanal.
La castaña obedeció y se agacho para tomarlas, hasta que calló en un detalle en el cual no se había fijado cuando llegó, ya que su novia estaba tapada con las sábanas de la cama. Se enderezó de golpe y se quedó mirando a Clarke.
-¿Estabas durmiendo sin tu camiseta?- Le preguntó.
-Sin camiseta y sin pantalón, sólo ropa interior.- Le contestó.
La castaña, ya totalmente vestida, se subió a la cama y se acercó a su chica, la cual la alejó y se levantó en busca de una camiseta lo suficientemente larga, dándole a Lexa una muy buena vista de su cuerpo por unos momentos.
-¿Pero por qué?- Le preguntó haciendo un puchero.
-Porque te quedan 5 minutos, vete ya.- Le dijo con una sonrisa.
-Mierda, cierto.- Se levanto, tomó su chaqueta y le dio un casto beso a Clarke.- Te quiero, dile a los chicos que volveré con comida como disculpas por casi no haber estado.
-Tranquila, yo les digo, suerte, te quiero.- Le contestó.
La castaña salió a toda prisa.
-Bueno, vamos a intentar entender lo que dicen en las noticias...- Dijo para sentarse en medio de la cama y encender la televisión.
A los segundos escuchó una puerta abrirse, encontrándose con la pequeña refregándose uno de sus ojos, despeinada y algo desorientada.
-Hola mi amor, ven aquí.- La pequeña obedeció y se subió a la cama, abrazándose al cuello de la mayor.- ¿Qué pasa? Te despertaste callada.
-Tengo hambre, Mami.- Le contesto con voz ronca.
Clarke se quedó sin palabras, no sabía cómo reaccionar ante aquello.
-Bien, ve a despertar a tu hermano para que salgamos y comamos algo, ¿te gusta la idea?- Le propuso, a lo que la pequeña asintió, haciendo lo que la rubia le había dicho.
Mierda, su corazón iba a mil... ¿Eso significaba que tenía realmente su propia familia?