California.
Orfanato Silvia McCandlish
10 años atrás.
Juliana Villyn 11 años.
-¿Estás preparada para conocer tu nueva familia Juliana?-preguntó Howe con una sonrisa.
-¿Crees que pasará lo mismo que en la anterior Olger?-musitó muy triste la morenita.
Howe se acercó a ella y sonrió negando.
-Tienes que ponerle buena cara a la vida Juliana, recuerda esto, jamás te des por vencida y mucho menos tengas compasión por lo peor, siempre ten mentalidad de ganadora-Juliana asintió mientras deletreo la palabra g-a-n-a-d-o-r-a en su mente.
-¿No nos veremos más?-Howe sonrió y asintió-claro que nos veremos, iré a visitarte pequeña, además tu nueva familia va ser la mejor de todas las anteriores, ahora ve por tu maleta pequeña.
Juliana asintió creyendo que podría ser feliz, que equivocada estaba.
-Buenas tardes Sra. Collins-Juliana miró a la señora con el ceño fruncido, no le daba buena espina-Ella es Juliana, la niña de la que le hablé, es muy inteligente y tiene el mejor promedio en su colegio.
-Hola nenita, entra tu habitación está en la planta de arriba-Juliana asintió y miró a Howe buscando aprobación la cual él asintió.
-Adiós pequeña, te veré pronto sí?-Juliana asintió mientras él hombre se acercaba-Recuerda comerte toda la comida.
Se abrazó a su cintura intentando tener refugio en él, no lo consiguió.
-Gracias por traerla, cualquier novedad le estaré avisando, adiós-dicho esto la Sra. Collins cerró la puerta.
Juliana se sentía ansiosa y es que estar en una nueva casa era algo que siempre la ponía nerviosa, pero nadie hacía nada para cambiarlo.
-¿Ya comiste?-preguntó la señora en la cocina, Juliana negó.
-N-no...no he comido, gra...gracias-la señora asintió y fue a la cocina.
-Nenita, ve a tu habitación, Rodolf esta arriba, él es tu nuevo padre yo soy tu madre, pero tu puedes llamarnos como quieras-Juliana asintió y corrió planta arriba.
Entró a una habitación que tenía el nombre Juliana y lo primero que hizo fue ver las paredes, eran rosadas con estrellas, su cama también era rosa con azul dándole una tonalidad sencilla, había una alfombra blanca en el piso y una cómoda del mismo color. Giró su vista hasta su clóset en donde un hombre alto de cabello rubio la veía sonriente.
-Soy Rodolf, me da gusto verte chiquilla-se acercó a ella y acarició sus mejillas, Juliana sintió esto tan extraño, nadie la había tratado así, jamás.
-¡Llegó la huérfana!-dijo una joven aproximadamente de unos 19 años en el marco de la puerta-Woa...pensŕ que sería fea, pero tu estás...bien-Juliana no dijo nada.
-Las dejare solas, ahora son familia, conozcanse-la joven de 19 asintió.
-Me llamo Brillit-Juliana asintió y estrechó su mano.
-Juliana.
-Vas a divertirte mucho con tu nueva familia Juliana, no lo dudes-la miró sonriente tanto que le estaba dando miedo a Juliana.
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Oficina Bradley Corporation.
—Tierra llamando a mí Juls—dijo Valentina haciendo que Juliana saliera de sus pensamientos.
—Perdón, estaba pensando. ¿Qué me decías?—Valentina negó y rió
—Repito, hace poco hubo una rueda de prensa en Bradley Corporation, me hicieron propuestas como donar a la caridad, pero yo opté por dar becas a orfanatos de Estados Unidos, qué opinas?—Juliana tragó en seco y asintió
—Creo...que está bien, deberías de dar becas a los que se lo merecen, qué orfanatos van a ser?—rogó para que no sea el que estaba pensando.
—Yo me encargaré de Nueva York y California, hubo uno que me llamó la atención...se llamaba McCandlish, con ese empezaré—Juliana volvió a tragar en seco y esta vez sí le dolió.
—P-pero y si mejor buscar otras opciones?—Valentina negó y Juliana sonrió.
—¿Para qué otras opciones si el mejor orfanato de California me quiere abrir las puertas?—la mirada interrogativa de la ojiazul la desorientó.
—No, simplemente que hay muchos orfanatos no tan conocidos que necesitan ayuda la cual no obtienen por no ser reconocidos Val—se miraron por un segundo fijamente hasta que Valentina cortó la distancia y besó a la morena muy suave y tiernamente.
—Eres...sensacional—dijo Valentina aun sin abrir los ojos mientras suspiraba.
—No, no soy sensacional. Simplemente siento el miedo que deben de sentir los niños que están en esos orfanatos, yo también lo sentí—Valentina sonrió y se abrazó a la morena.
—No vas a volver a sentir eso...yo te voy a proteger, lo prometo—Juliana asintió—¿Tienes algo que hacer esta noche?—negó—Te veo en mi departamento, a las ocho.
—Te veré a la ocho, tengo que hacer acto de presencia en Cord Villyn, hablando de eso, revisa tu bandeja de entrada, tendremos que invertir en la compañía de barcos—Valentina volvió a su escritoria y entró a su correo, lo revisó por encima y exclamó.
—¿Por qué no la de repuestos de autos?—Juliana negó.
—Si invertimos ahí el negocio de plásticos caerá, realmente los repuestos son baratos—Valentina la miró de reojo.
—Tienes razón, desde cuándo te volviste tan empresaria?—Juliana se encogió de hombros—Me pones mucho cuando me das ordenes—susurró.
—Valentina, cálmate por favor—sonrió negando—En la noche hablamos...sobre negocios.
Caminó hasta la salida de la oficina y salió.
—Candice, llama a el orfanato McCandlish inmediatamente—dijo una vez que Juliana salió—Y pide una cita para el lunes.
—Inmediatamente tendrá su cita—colgó.
—Juliana...qué ocultas—habló para sí misma.
Cord Villyn.
—¡Llegas tarde!—Juliana puso lo ojos en blanco y asintió.
—Lauren, estaba revisando unos papeles en Bradley Corporation—Lanwer negó.
—Dirás mejor que estabas revisando la ropa interior de la presidenta no?—Juliana negó.
—Si es así a ti que te importa?—Lauren sonrió y caminó hasta su oficina, Juliana la siguió por detrás.
—Mañana tienes una reunión en Mariloó a las ocho de la mañana, Rusanov quiere el apellido Villyn esté en uno de sus productos, quiero que intentes sacarle lo máximo de provecho—Juliana asintió—recuerda ir con una americana, te verás elegante.
—Sí, de acuerdo—Lauren se acercó a ella desde su escritorio y arregló el dobladillo de su camiseta.
—Quiero que te concentres en Cord Villyn, no llegues tarde—asintió nuevamente y salió de la oficina de Lauren Lanwer.
Caminó por la resección llamando la atención de todos los empleados, para nadie era un secreto que su nueva jefa era todo un misterio.
—Señorita Villyn—dijo una empleada haciendo que Juliana girara a verla—Un gusto verla por acá, desde que su abuelo dejó el negocio y usted se hizo cargo todos piden una rueda de prensa para conocer la nueva presidenta—Juliana sonrió.
—¿Cómo es su nombre?—preguntó a la joven de pelo castaño.
—Oh, sí, disculpe. Mi nombre es Lucy, trabajo acá desde hace tres años—Juliana extendió su mano y se saludaron.
—Haré una rueda de prensa dentro de poco, informele eso a todos—Lucy asintió y Juliana siguió su camino.
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Holger Chef.
—Un gusto verlo nuevamente Sr. Jacob—tomaron asiento en una mesa apartada.
—¿Algo que tengas que informarme Howe?—Asintió y le mostró un papel—¿Juliana también lo sufre?—dijo momentos después de leer.ç
Howe asintió.
—Parece que es de generación, y aunque en ella no sea tan grave como lo fue el Julianno Villyn, le afecta en algunos aspectos—Howe llamó al mesero—Un té helado.
—Un café sin azúcar, por favor. ¿Desde hace cuanto lo sabes?—Howe suspiró y sacó de su maletín un documento—¿Lo has estado ocultando desde el primer día?.
—Yo..solo lo sospeché, pero desde un tiempo atrás Juliana ha estado teniendo ocasiones en que no puede controlarlo, suelen durar trece segundos—Jacob asintió.
—No es nada de lo cual debamos preocuparnos, tendrá que vivir con ella. ¿Valeria no sabe?—Howe negó.
—Valentina...su nombre es Valentina. Ella no sabe nada, Juliana ha estado tratando de tener una relación estable con ella, hasta ahora todo va bien según me dice Juliana—Jacob sonrió.
—¿Le contaste la verdad?—Howe lo miró confuso—Para Juliana tu eres Howe, pero ella te conoció como Olger, bueno seguramente ni te recuerda.
—Sí, sí me recuerda. Obviamente no sabe como soy físicamente. Le diré pronto sobre eso—Jacob asintió.
—Quiero que Juliana sepa que existo, pero debes saber que no puedo hacerlo. Seguramente no me dejara explicarle porqué la abandoné—Howe se acomodó mejor en su silla y bebió el té helado que le trajo el mesero.
—Juliana no haría eso, estoy tan estresado por esto esto—Jacob sonrió de lado y Howe terminó su té helado.
—¿Te vas tan rápido?—preguntó extrañado.
—Sí, estoy teniendo algunos problemas.
—¿Quieres contarme?—Howe negó.
—Nos veremos pronto Sr. Mullter—sonrió y caminó hasta la salida del restaurante.
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Siete de la noche.
Departamento Bradley.
—Llegaste muy pronto, sabes?—Juliana asintió.
—Quería darte una sorpresa—dijo la morena que caminaba al balcón con una copa de vino en su y Valentina la siguió.
—Pues arruinaste la mía, por qué te gusta tanto estar en los balcones?—preguntó mientras daba caricias en la piel que la americana no podía cubrir.
—No me gustan los balcones, me gusta la luna Valentina—susurró bajito haciendo que Valentina prestara más atención a sus palabras—Vaya donde vaya la luna me acompaña, siempre estará conmigo. Sabes, contemplar la luna es contemplar a quien amamos.
Desde ese momento, desde esa frase Valentina quiso que Juliana la mirara de la misma forma en que miraba a la luna.
Con amor.
—Ven, veamos una película—planteó Valentina y Juliana asintió.
—¿Por qué una película?—Cuestionó Juliana interesada mientras caminaban hasta la habitación
—¿No te gustan las películas?—Juliana negó nuevamente.
Llegaron hasta la habitación y Valentina entró directo al baño mientras que la morena se sentaba en la cama como una niña regañada.
—Sí me gustan, es solo que hace años no vea alguna—dijo con un tono alto para que Valentina la escuchara desde el baño.
—Pues...si te soy sincera no quiero ver una película, era una excusa para traerte a la habitación—rió.
—¿Para qué me traes a tu habitación?—Valentina sonrió por lo inocente que era su...podría llamarla novia?
—Oye...—dijo caminando hasta Juliana que seguía sentada en una esquina de la cama, Valentina se acercó a ella haciendo que la morena abriera las piernas para que tuviera más espacio—¿Tú y yo que somos?
—Somos...amigas?—Juliana negó cuando dijo eso—eramos novias, yo te lo pedí hace mucho, creo.
—Lo pedí yo—La morena negó.
—Yo lo pedí, tu no tenías el coraje.
—¿Me acabas de llamar débil Juliana Villyn?—La acusó acercándose a los labios de la morena.
—Tal vez...—Susurró antes de besarla.
Lo primero que hizo Valentina fue sentarse a horcajadas encima de Juliana, acto seguido fue besarla. Las manos de Juliana fueron directo al trasero de la mayor, le encantaba tener a Valentina así, le encantaba besarla, tocarla y hacerle el amor. Cuando el oxígeno faltó Juliana dirigió sus besos al cuello de la ojiazul causándole jadeos, sentía como su miembro empezaba a tomar vida cosa que Valentina sintió, empezó a mover las caderas encima de este y con torpeza desabrocho los botones de la camisa de la morena.
—Espera...espera—dijo Valentina casi sin aliento, Juliana dejó de besarla y dirigió su mirada a ella.
—¿Qué?—Valentina se levantó de su regazo y caminó hasta el baño tomando de la mano a Juliana.
—Vamos a darnos una ducha...juntas—Se deshizo de su camisa y luego de su falda quedando solamente en ropa interior negra, luego se dirigió a Juliana que la veía con la boca abierta dando pequeños jadeos, desabrochó los últimos botones que le faltaban a la morena para quedar solamente en un sujetador azul oscuro, se agachó en cuclillas y desabrocho los pantalones negros de la morena, dejando así ver un bulto que era tapado por un boxers rojo, no aguantaba más, quería saber su sabor, quería tenerlo en su boca y así lo hizo, bajo la cinta de la ropa interior de Juliana y con su mano lo agarró, delineó con su lengua la cabeza de este y Juliana jadeo, luego se lo llevó a la boca.
Un sabor dulce y amargo se hizo presente en su boca, Juliana por instinto tomó del cabello a Valentina jalándola más adentro.
—Val...—susurró casi sin aire la morena, la mano sobrante de Valentina recorrió la longitud de Juliana ya que su boca no lo cubría todo—Para...me voy a venir...—Estaba claro que Valentina no iba a parar.
—Follame la boca...—esto hizo que Juliana la empujara más su cabello, segundos después la morena había llegado al orgasmo.
Valentina se levantó del suelo y dejó un beso encima de los labios de la morena que seguía aun con los ojos cerrados, desabrochó su sostén y el de Juliana luego quitó su ropa intima, cogió de la mano a su novia y la guió hasta la ducha.
Mientras el agua caliente caía por sus cuerpos, la mano de Valentina masturbaba el miembro de Juliana, la morena se acercó a Valentina y la tomó en brazos pegándola contra la pared de la ducha depositando besos por todo su cuerpo, Valentina no aguantaba más, quería sentir a Juliana dentro de ella y eso iba a hacer.
—Por favor...Juls—Esto fue lo único que necesitó Juliana para guiar su miembro hasta estar dentro de ella, las paredes de Valentina lo estrecharon causandole sensaciones excitantes que siempre le sucedían con ella. Primero fue lento, después se hizo fuerte y rápido, dos, tres y cuatro fueron lo único que necesitó Valentina para llegar a su punto máximo de placer, pero para Juliana esto no fue un impedimento para seguir.
La dejó en el suelo y la pegó contra el cristal empañado, Valentina se apoyó con sus manos, sin dejar de sentir los espasmos del orgasmo anterior Juliana la embistió con fuerza y gimió contra el cristal.
El sonido de sus dos cuerpos en contacto era música para sus oídos, amaba tenerla así. Juliana siguió con el vaivén hasta que Valentina llegó a su segundo orgasmo, la morena seguía embistiendo fuerte, tenía pensando venirse fuera de Valentina pero su cuerpo le jugó en contra, pero ninguna de las dos se dio cuenta de este pequeño detalle.
La noche iba a ser muy larga.
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Hey! Por fin actualizo. Perdón por este capítulo tan malo, no estoy en mis mejores momentos.
Recuerden comentar y votar.
Los leo
Xoxox