Dos días después.
Nueva York
Cord Villyn.
—¿Estás segura de eso Lauren?—preguntó Juliana con un tono muy autoritario.
Lauren frunció el ceño y asintió.
—Juliana si te digo que acaban de ingresar y al instante retirar tres cientos millones de dólares es porque es grave maldita sea—Juliana ladeó la cabeza y supo en ese momento la verdad.
—¿Quienes en la empresa tienen acceso a las tarjetas?—Lauren sacó un papel de tu escritorio y lo puso en la mesa para que Juliana lo vea—¿Por qué Julianno Villyn dejaba que cinco personas tengan acceso a las tarjetas?
—Tu abuelo era un hombre con mucha confianza, los únicos con accesos a las tarjetas de la empresa son Howe, Egna tu asistente, Lucy Vives y yo—Juliana alzó la vista y exclamó.
—¿Estás segura que fue de las tarjetas de la compañía?—Lauren frunció el ceño—Me refiero...qué tal si es de mis tarjetas?—Lauren abrió los ojos y en ese momento tuvo la respuesta.
—Haré que Verónica busque de donde fue sacado el dinero y nos daremos cuenta si es de tus tarjetas o de la empresa, pero cómo es que podrían tener la información?
Lauren Lanwer era una mujer inteligente, sabía perfectamente que Juliana escondía algo, esto no lo sabría si no mintiera igual que su abuelo, las mismas expresiones.
—Supongo que debieron hackear el sistema, yo resolveré esto Lauren—La mujer asintió—Buenas noches señorita Lanwer.
Dicho esto caminó hasta la salida de la oficina y después fuera del edificio, tenía muy claro quién había robado el dinero.
Holger Cheff
8 PM
—¿Quiere tomar algo Srta Juliana?—preguntó Howe con una sonrisa muy ligera en su rostro.
—Howe...dime Juliana, por favor—El hombre asintió y por encima de la mesa movió su mano hasta la de Juliana la cual se movió nerviosa, pero después se entrelazo con la de Howe.
—Juliana, por qué te siento tan diferente?—La morena no supo qué decir, solo vió su mano que seguía entrelazada con la de Howe, sentía una vibra acogedora con el hombre.
—No sé de qué me hablas, yo...yo soy la misma, no?—Juliana bajó su mirada y se vió a si misma.
—No hablo de tu físico, hablo de tu mente, siento que te has vuelto más dura—la morena lo miró con dolor y frialdad, últimamente se estaba comportando más seria y menos nerviosa con todos, hasta con Valentina, pero la razón era otra.
—Tengo que ser así no? Si me comporto como estúpida me grita Lauren, si me porto muy dura Valentina me regaña, qué quieren de mí?—el agarre de sus manos se volvió más fuerte y Howe le recordó a Julianno, lo extrañaba tanto.
—Quieren que cambies, pero a mi me parece que eres perfecta, eres igual que tu abuelo Juliana, te contaré un poco sobre el pasado de Juliano Villyn, sé que te preguntas porque no te buscó pero te mentiría si te dijera que es algo bueno, tu abuelo no era un santo Juliana.
"Él era un Villyn" pensó para él mismo "Jamás confíes en ellos"
Flashback
Comienzos de Cord Villyn.
Familia Villyn
La economía cada vez bajaba más, todos los anuncios publicitarios se habían vuelto ofertas o descuentos por más de la mitad de precio, a decir verdad el gobierno se estaba llevando el dinero de los pobres, como lo era Julianno Villyn, un adulto promedio con sobrepeso y malos hábitos.
—¡Mierda! No puedes hacer nada bien, maldito muchacho—dijo Julianno muy alterado viendo con rencor a su hijo.
—Papá...perdóname, yo...jamás quise romper tu cerveza—dijo el adolescente mientras sollozaba y se tiraba en los brazos de su padre, pero este no lo abrazó, odiaba la forma en que se comportaba su hijo, tan estúpido e inocente.
—¡No me abraces, deja de llorar!—lo tomó del brazo y lo tiró contra el mueble que había comprado un mes antes.
—No...papito no...—dijo el niño cuando vió a su padre ir por un cinturón—No me golpees por favor papito...
Pero aun así lo hizo, a pesar de estar de rodillas suplicando perdón lo golpeó, el cinturón chocó primero contra su brazo causando un ardor en este, después siguió con varios golpes a sus piernas, y por último cuando el adolescente se encontraba llorando a gritos y con los ojos rojos el cinturón golpeó contra su cara, los buenos reflejos hicieron que se cubriera de los golpes con sus brazos. El adolescente con apenas dieciséis años en donde solo dos de estos fueron felicidad hasta que su madre murió, no la recordaba.
—¡Basta!—gritó Jacob Villyn parándose con mucha fuerza, Julianno no supo cómo fue posible que consiguiera levantarse si segundos atrás estaban sus piernas sangrando—Me das tanta risa...no te das cuenta que solo me golpeas para sentirte mejor? No vuelvas a alzarme la mano, no es mi culpa que tu vida sea una miserable mierda, ojala algún día mueras de la peor manera posible papá, porque algo te diré...cuando estés viejo y seas una maldita carga para mí te desecharé, y te olvidaré al siguiente día sabes por qué? Porque es lo que te mereces, te mereces sufrir y ser golpeado de la misma forma en que yo lo fui, mientras tanto yo...solo me reiré de tu desgracia.
Jacob se levantó del suelo y caminó hasta las escaleras de su pequeña casa, corrió muy rápido para que Julianno no lo alcanzará, no sabía de dónde había sacado todo ese valor para defenderse así mismo y lloró.
Lloró porque por fin después de años de maltratos y golpes había estado feliz y no por algo bueno, estaba feliz porque le gustó imaginarlo sufrir.
13 Años después.
Juliana 8 años—Jacob Villyn 29 años—Julianno Villyn 49 Años—
—¿Señor Villyn? Se encuentra bien...?—preguntó Howe, un joven que realizaba prácticas en su empresa—Lo he visto todo el día distraído.
—Sí...creo que estoy bien Howe, gracias, de qué me estabas hablando?—Howe asintió.
—Su empresa acaba de llegar a ser la número 55 como mejores en Estados Unidos, está usted orgulloso?—preguntó Howe sonriente, Julianno lo miró con lástima.
—Jamás podría estar orgulloso de mi Howe, realmente no soy un buen hombre, ha llamado mi hijo?—cambió de tema muy rápido y Howe supo una debilidad de su jefe.
—No...hace tres semanas que no se comunica, en su trabajo nadie lo ha visto, deberíamos preocuparnos señor?—
—Quiero que investigues todo, quiero saber si está casado, sabes que cuando me llama solo me saluda y luego cuelga.
Howe asintió e hizo lo que tenía que hacer.
1 mes después.
—Parece ser que Jacob tuvo una hija, aún no puedo encontrar su nombre, además se sabe que su hijo se cambió el apellido por Mullter, salió del país y no ha vuelto, algunos amigos me dijeron que estaba en Italia, su hija no fue con él, ella fue abandonado a los días de nacer en la puerta de sus vecinos, días después Jacob y la prostituta con la que se acostó se mudaron. Lamento darle toda esta información—dijo Howe viendo como Julianno aguantaba las ganas de llorar. Lo admiraba por ser tan fuerte.
—Consigue el nombre de mi nieta, ella debe de estar sola y con miedo se volverá inútil, quiero que cuando lo consigas me digas y le pagaré todo.
Howe asintió.
Presente.
—¿Por qué me cuentas esto?—dijo Juliana mientras aguantaba las ganas de llorar como su abuelo lo hizo una vez.
—Quiero que sepas tu pasado Juliana, también quiero confesarte algo...tu y yo ya...—
Justo cuando Howe le iba a confesar a Juliana que él era Olger, su mejor amigo por años cuando era pequeña, una voz hizo que el agarre de Juliana y Howe se deshiciera muy rápido. Howe no supo el porqué hasta tiempo después en esa cena.
—¿Juliana?—dijo Valentina al lado de un hombre de cabello cobrizo y dientes perfectos.
—Srta Bradley, no sabía que estaría acá, un gusto verla—dijo Howe mientras se levantaba de la mesa y besaba la mejilla de Juliana, después le susurró algo y se fue.
—¿Qué haces acá y con él Juliana?—preguntó Valentina con muchos celos.
—Estaba hablando sobre Cord Villyn, tu que haces acá?—preguntó Juliana muy neutral sin mostrar ninguna expresión, Valentina notó esto y supo que desde hace una semana la morena se volvía más rebelde.
—Vine con Edward a charlar sobre unos asuntos, me esperas y nos vamos juntas a tu penthouse?—preguntó Valentina y Juliana asintió, Valentina se acercó a ella y la besó muy lento y apasionada.
—Acá te espero—dijo Juliana.
"Siempre te esperaré" pensó Juliana y negó repetidas veces por tener ese pensamiento.
1 Horas después
—¿Nos vamos mi amor?—dijo Valentina mientras la tomaba de la mano y entrelazaba sus dedos.
Juliana simplemente asintió.
—¿Por qué estás tan callada?—preguntó Valentina ya un poco más estresada por todo.
—Simplemente estoy pensando, la empresa está pasando por un momento difícil—la miró de reojo ya que estaba manejando.
"Justo o que quería escuchar" se dijo a sí misma
—¿Quieres que te ayude con algo?—preguntó Juliana mientras veía como la ojiazul preparaba la cena.
—No, solo espera. Estoy haciendo un platillo especial—dijo con un tono alto para que Juliana la escuchara desde lejos—ven, solo hazme charla, tu voz me desestresa.
Juliana sonrió engañada.
—¿Qué tal el trabajo hoy Val?—musitó Juliana a Valentina que ahora cortaba unas zanahorias.
—Ha estado bien, realmente pensé que sería más difícil convencer a Edward para que me dé su capital y yo invertirlo—Juliana se sorprendió, esas cosas eran difíciles de tratar más en un restaurante.
—Val...—dijo Juliana, la ojiazul la miró—¿Qué es lo que tenemos tu y yo?—frunció el ceño Valentina sin entender—¿Tenemos una relación?
Valentina no se lo había planteado, desde hace una semana estaba saliendo con Juliana, hasta habían dormido juntas más veces, pero ninguna era capaz de pedir algo más que una simple amistad.
—Quiero que seas mi novia Juliana—Los ojos de Julianas saltaron de amor—pero no es el momento, quiero ir con calma—se acercó a Juliana y la abrazó poniendo sus brazos alrededor de su cuello y Juliana la abrazó por la cintura—te quiero, los abes no?
—Yo también te quiero Valentina, pero quiero tener algo serio contigo—Valentina no supo que contestar así que volvió a preparar la cena.
Cenaron juntas entre besos y charlas sobre temas variados, Juliana le pidió a Valentina que se quedara a dormir con ella, así que ahora se estaban colocando una pijama.
De repente Valentina dejó de escuchar a Juliana cambiarse, y segundos después sintió que alguien la abrazaba por detrás y no solamente sentía el cuerpo de lamorena, si no que también sentía la erección en su trasero.
—Mis camisetas te quedan tan bien Valentina...—susurró Juliana en el oído de la mayor.
Haciendo que su cuerpo se estremeciera y soltara un jadeo casi profundo.
—Vamos a la cama...—susurró Valentina ahora muy húmeda sin haberla tocado.
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—Valentina...despierta, tenemos que hablar—dijo en un susurró Juliana y de inmediato Valentina despertó, eso le estaba dando mala espina.
—S...sí de qué quieres hablar?—miró la hora en la mesita de noche 9 AM
—¿Por qué me mentiste?—replicó Juliana, Valentina pudo notar el cambio de actitud de la morena, se le notaba hasta en los ojos que ahora eran negros.
—¿De...de qué hablas?—preguntó Valentina ahora poniéndose su ropa.
—Lo sé todo Valentina...
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Hola! Perdón la demora, estoy en semana de exámenes :(
Les daré su maratón mañana!