Nueva York
6 año atrás.
Cord Villyn
—¿Estás completamente seguro de esto Howe?—el hombre alto y de pelo negro asintió, le entregó un papel—La encontramos Howe...y todo gracias a ti, Howe acabas de ser ascendido.
Los ojos del pelinegro se iluminaron al mismo tiempo que se cristalizaron.
—¿Cree usted que es tiempo de verla? En su informe dice que es la mejor en su colegio lo único malo es que es muy tímida, me recuerda a usted.
Julianno asintió y se le oscurecieron los ojos, la vulnerabilidad no era algo que le gustara y mucho menos si ahora la que tenía ese problema era su nieta.
—No la voy a ver, quiero que sufra como yo lo hice, quiero que deje de ser vulnerable, que se vuelva una Villyn, no me importa el tiempo que dure esto, ella va ser una Villyn—Howe lo miró un poco decepcionado.
—Lo que más me gustó de usted fue su inocencia, no haga que una niña pequeña sufra para que por obligación se vuelva una adulta, necesita un abuela a el cual amar Sr Villyn—Julianno negó.
—Algún día ella va ser dueña de todo lo que poseo y cuando ese día pase quiero que sea más fuerte y más capaz que yo, me lo agradecerá en un futuro, por ahora dile a ese orfanato que la ponga en un colegio de calidad y que tenga la mejor comida, todo va a mi cuenta—
Howe asintió y supo que aún quedaba un poco del hombre inocente y feliz que antes era.
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Nueva York, actualidad.
Cord Villyn.
—¡Juliana! Te pedí que me llevaras ese papeleo y no lo has hecho—la morena agachó la cabeza y asintió—¿Por qué llegaste tarde?—preguntó Lauren con sus manos en el escritorio de Juliana.
—Salí con alguien y se me pasó de alto eso, no volverá a pasar—Lauren negó repetidas veces.
—¡No puedes solo olvidarte y llegar tarde a tu trabajo! ¡¿No piensas o qué tienes en tu cabeza?!—Juliana respiró hondo y asintió—¡Dime algo no solo asientas!
—No...volverá a pasar—dijo en un susurro Juliana.
—¡Mierda! ¡Hazte responsable de tu vida!—
Las palabras seguían, cada vez se volvían mucho peor "Comportate como una Villyn" Juliana negó nuevamente "¡Dime algo Juliana!"
1...2...3...4...5
—¡Basta!—gritó tan fuerte Juliana que hizo que Lauren saltara de su sitio, poco a poco Juliana se acercaba a ella a tal punto de ponerla casi contra el escritorio, no tenía como retroceder—No vuelvas a hablarme así, soy yo la que te da de comer—dijo con una voz muy tranquila, pero en sus ojos habia odio, mucho odio tanto que a Lauren le recordó a Julianno Villyn, lo que más la asustó no fue su advertencia, fue el tono en que lo dijo, con desprecio y asco.
Lauren sonrió, sonrió de felicidad después de tanto tiempo en que pensó que Juliana se comportaría como una empleada y no dejara en claro que ella era la jefa, sabía que poco a poco Juliana Villyn volvería.
—Mierda perdón Lauren...yo...yo solo salí de control—Lauren se intentó liberar pero las manos de Juliana estaban al costado del escritorio—te daré el documento en quince minutos, nuevamente perdón por faltarle al respeto Srta Lanwer.
Por fin se separó de ella y se sentó en su escritorio haciendo como si buscara algo en su computadora Mac.
—Juliana quiero que vengas a mi oficina a la hora de la cena, tenemos que hablar sobre Valentina Bradley, esa perra es ingeniosa.
Juliana asintió.
—Valentina no es así...—dijo en un susurro segundos después de que Lauren se fuera.
Juliana caminó hasta su escritorio y abrió el documento que tendría que entregarle a Lauren, sabía que había hecho mal en gritarle a Lauren, ella era una dama y a las damas no se les grita, pensó lo que una vez su mejor amigo Olger le había dicho un día.
Flashback
—¿Por qué hiciste eso Juliana?—preguntó su amigo alto con pelo negro.
—Ella empezó, me dijo que era anormal y me pego, yo no tuve la culpa—dijo Juliana con sus ojos llenos de lágrimas.
—July a las niñas jamás debes de gritarles y mucho menos alzarles la mano, debes de ser educada pequeña—
Juliana supo que jamás volvería a gritarle a una niña y mucho menos alzarle la mano.
—Sabes...a veces en la vida pensamos que la fuerza o los golpes son la mejor manera para solucionar un problema, pero no, realmente la inocencia y no perder la calma es lo más recomendable, eso tienes que hacer, jamás perder la compostura y ser educada, no alzar la voz, jamás dejes de alguien piense que tu te vas a rebajar a su nivel—
Puede que Olger, haya pensado que todo lo que dijo ese día estaba bien, pero supo años después que por culpa de él, Julianno Villyn no podría hacer de Juliana una mujer sin sentimientos ya que desde pequeña Olger le inculcó respeto y amabilidad, algo que jamás le podría contar a Julianno.
—¿Tengo que ser educada y amable?—Olger asintió y tomó el brazo de la niña, la atrajo a su pecho y la abrazó.
—Sé como yo, se una copia intacta a mi, me harás feliz si lo haces—Juliana asintió.
Saber que años después Olger se lamentaría tanto por pedirle eso a su pequeña.
Fin del Flashback
—Señorita Villyn—dijo la voz de Egna la antigua asistente de Lauren que ahora era de Juliana—La Srta Bradley dice que tiene una reunión con usted, la dejo pasar?—Rápidamente Juliana vió su vestimenta y supo que no estaba presentable, además no sabía que Valentina tenía una reunión con ella, seguro se le había olvidado.
—Sí, Egna, déjala pasar, gracias, podrías traerme un café?—Egna le comunicó que si y colgó el comunicador.
Un minuto después estaba Valentina Bradley entrando a la oficina de Juliana con una botella de vino en su mano.
—Juliana, cómo estás?—dijo Valentina muy sonriente—ayer no me llamaste cuando llegaste a tu casa, muy mal Juliana—la morena agachó su cabeza muy avergonzada.
—E-Estaba mu-muy cansada, no volverá a pasar—Valentina asintió y se sentó en las sillas del escritorio frente a Juliana.
—¿Tienes planes para hoy?—cuestionó Valentina, Juliana negó—pienso que podríamos ir a cenar y después no lo se...—Juliana negó nuevamente—¿Por qué no?
—Tengo que ir a cenar con Lauren Lanwer, lo siento Val—Valentina la vió con el ceño fruncido y exclamó.
—¿Por qué tienes que ir a cenar con ella? ¿Por qué no solo lo cancelas y vas conmigo Juliana?—Juliana no supo qué responder.
—Tenemos que hablar sobre Cord Villyn y...—Valentina la interrumpió.
—Hablar nada, tu turno termina a la hora que tu quieras, por algo eres la dueña niña, por qué no me haces caso y ya?—Juliana no respondió nada—Juliana préstame atención...
—Lo estoy haciendo, pero no puedo dejar mi trabajo para ir a cenar contigo...—Valentina hizo una mueca de enojo y caminó hasta la silla de Juliana, se quedó frente a ella.
—¿Vas a ir a cenar con Lauren Lanwer?—cuestionó Valentina a Juliana.
—Sí—dijo Juliana.
Al escuchar eso Valentina se sentó en el regazo de Juliana haciendo que la morena se tratara de parar de la silla, pero Valentina solo la abrazó más a ella causando que Juliana se levantara de la silla con ella en colgada a su cintura.
—Valentina...—dijo Juliana como su estuviera suplicando.
Y aunque la morena pudiera aguantar el peso de Valentina tenerla tan cerca al estaba atormentando así que la puso encima de el escritorio y cuando se iba a apartar Valentina la acercó más a sus piernas teniendola retenidas con ellas.
—¿Vas a ir a cenar con Lauren Lanwer?—volvió a hacer la misma pregunta.
—Sí—ganándose la misma respuesta por parte de Juliana.
Lo segundo que hizo fue mover sus caderas en torno a la cintura de Juliana, debía admitir que esto le gustaba pero sentía que le estaba gustando más a Juliana aunque lo negara.
—Valentina...no hagas eso—dijo con un jadeo.
Para este punto ya se encontraba un poco dura.
Juliana volvió a hacer fuerza para liberarse de Valentina pero solo consiguió alzarse con ella, ahora camino con ella en su cintura hasta el sofá y se sentó quedando Valentina en su regazo. Los movimientos siguieron y ahora estaban haciendo de Juliana una tortura.
—¿Vas a salir con...Lauren Lanwer?—preguntó Valentina un poco excitada ya que el miembro duro de la morena estaba haciendo presión en su centro, lo que más le sorprendía era saber que con cada movimiento crecía más.
—No...Se—Juliana ahora no podía hacer nada, estaba cegada por el deseo.
"Ya casi caes a mis pies" pensó Valentina aun así estando excitada "Idiota"
Valentina tomó a Juliana del cuello y la acercó a ella, haciendo que sus labios se unieran en un beso lleno de pasión y rabia por parte de Valentina, odiaba que no le hicieran caso.
Sus labios eran perfectos, Juliana sentía que era un sueño, Valentina sabía a fresa un sabor que deseaba probar por toda su vida. Y si realmente todo esto era un sueño deseaba no despertar nunca, deseaba que Valentina realmente si la quisiera.
Sus respiraciones se hicieron rápidas y los movimientos lentos de Valentina haciendo a Juliana soltar pequeños jadeos. Valentina estaba tan sorprendida, aun así seguía sintiendo como el miembro de la morena seguía creciendo.
Valentina fue la primera en dar el primer paso, sin importarle que la puerta de la oficina estuviera sin seguro, agarró los botones del pantalón de la morena y los desabrochó dejando así ver un boxers de color negro con un grande bulto.
—No...no Val espera—rogó Juliana, no es que no quisiera estar con Valentina, la verdadera razón era que para Juliana la primera vez de ambas tendría que ser especial, pero Valentina no lo pensaba así y realmente estaba excitada.
Hizo caso omiso a Juliana y bajo un poco los pantalones de la morena, masajeó el bulto debajo de los boxers y la morena soltó un jadeo muy alto, esto hizo reír a Valentina. Se subió nuevamente como estaba minutos antes solo que ahora se le había levantado la falda y su ropa roja de encaje estaba descubierta para suerte de la morena.
Los movimientos volvieron a hacerse pero esta vez se sentía mucho más la fricción, Valentina descansó su frente en los hombros de la morena mientras se frotaba contra ella. Era obvio que para este momento Valentina se encontraba muy mojada, cosa que la morena notó cuando sintió un poco de humedad en su miembro.
—Va-Valentina no...—suplicó a morena, se sentía tan avergonzada.
—Callate Juliana—y eso hizo hasta que Juliana escuchó pasos fuera de su oficina.
Empujó a Valentina tirando de lado al sillón y se subió sus pantalones lo más rápido que pudo, Valentina entendió y se bajó la falda hasta el sitio indicado, después Juliana caminó a la silla de su escritorio e hizo como si trabajara.
—Srta Juliana, un gusto verla otra vez—dijo Howe mientras cerraba la puerta de la oficina aun sin notar a Valentina—Se encuentra bien? Disculpe que pregunte pero esta un poco roja—dijo Howe.
Cuando Juliana iba a responder Valentina hizo un sonido alertando a Howe de que no estaban solos.
—Oh...ya entiendo, lo siento vengo después, tenemos que hablar sobre algo que puede generarnos muchos ingresos, llamame y te digo donde vernos, adiós Srtas—Howe salió muy avergonzado de la oficina, pero a su vez estaba muy feliz de saber que por fin Juliana iba a poder amar a alguien.
Lo que Howe no sabía es que la llegada de Valentina Bradley causaría muchos problemas.
—¿Por qué el trabaja acá Juliana?—preguntó Valentina ahora sentada en una silla frente a Juliana.
—Lo contraté, es muy bueno en lo que hace—Valentina dudo un poco y después asintió, sabía que con Howe al respaldo de Juliana todo sería mucho más difícil.
—¿Vas a ir a cenar con Lauren Lanwer?—Juliana no supo qué decir.
—Sí, pero si quieres cuando termine con Lauren puedo ir a tu casa y salimos—dijo Juliana sin pensarlo dos veces.
—¿Quieres ir a mi casa? Sabes mejor no quiero nada, por qué no me prestas atención a mi?—dicho eso recogió su bolso del sofá y salió de la oficina sin decir nada.
—Valentina...—dijo sin ser escuchada porque ya la ojiazul se había marchado—yo no voy a ir...
Corrió detrás de Valentina para intentar alcanzarla y la vio tomar el ascensor, opto por bajar las escaleras pero cuando dió un movimiento en falso cayó dándose en el labio, pero eso no le importó siguió corriendo hasta llegar a la salida en donde habían casi veinte personas trabajando en sus escritorios, pudo ver a Valentina y corrió por ella.
La tomó del brazo y la hizo que la mirara, no le importó que casi media empresa a esté viendo, la tomó del cuello y la beso, tan profundo y lento que hizo que Valentina se derritiera por la morena.
Pero su orgullo era más fuerte que un simple beso para Valentina.
—Juliana a mi auto, ahora—dijo con un tono autoritario y salieron juntas hasta el vehiculo de la ojiazul.
—¿Por qué viniste hacia mí?—preguntó Valentina.
—No quiero separarme de ti, perdóname por no hacerte caso—
Valentina sonrió.
No porque le guste que Juliana se disculpara, rió porque sabía que tenía comiendo de su mano a la morena.
"Estúpida niña" pensó y rió Valentina en su mente "Siempre voy un paso adelante"
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Hola! Lo siento por tenerlos sin capítulos, estaba teniendo problemas con wattpad.
Los leo