-Muy bien, -masculla mamá y se pone en pie -, ya que terminamos de hablar de los temas principales, les daré una noticia.
Todos los socios miraran atentamente a mi madre, ella me mira y me indica que me ponga de pie. Cuando lo hago las miradas que antes estaban en mi madre ahora estaban sobre mí y yo solo puedo mirar a Kevin, lo hago porque él siempre me transmite calma y es lo necesito ahora.
-Como todos saben, -comienza hablar mamá -he dado mi vida por esta empresa. Pero llego el momento de irme, soy una mujer que tiene dos hijos grandes y un marido que requiere de toda mi atención...
-¿Sera el señor Gring su sucesor? -pregunto uno de los socios -Hablo por todos los presentes, cuando le digo que él sería la mejor opción.
-Yo no creo eso. -interviene Kevin -. Desde siempre supe que otra mujer seria la indicada para sustituir a la señora Montgomery y aunque respeto al señor Gring, no creo que sea el indicado.
Los socios comienzan a murmurar por el comentario que hizo Kevin y Ross lo mira de manera despectiva, Kevin le sonrió y guiño un ojo. Mamá por su parte comienza a pedir silencio a todos los socios y estos hacen silencio de inmediato.
-No será mi sobrino Ross quien ocupe mi lugar -aclara mi madre -será...
-¿Su hijo Ethan? -interrumpió el mismo socio de antes -Es un buen abogado y seguro podrá llevar bien la empresa.
-Deje de intentar adivinar, señor Britt. -masculla mamá -. Mi sucesora será mi hija, Annie Smith Montgomery. Ella es joven pero una mujer muy inteligente.
Los ojos de todos volvieron a estar sobre mí y esta vez me sentí un poco avergonzada por eso, sobre todo por las diferentes miradas que me lanzaban los socios, el único que se levanta y me felicita con efusividad es Kevin. Y agradezco internamente que hiciera eso, necesito tener a alguien que me apoye; siento que los socios no están felices por la decisión de mamá.
Sin dejar que nadie más se queje o contradiga a la presidente, mamá da por finalizada la reunión y sale de allí cual diva, lo usual en ella. Kevin me toma de la mano y me saca de la sala de reunión, yo simplemente lo sigo sin decir nada y siento que todos en el piso me miran.
Kevin me lleva hasta la que supongo es su oficina y en cuanto entramos cierra la puerta de manera brusca, no me extraña que lo haya hecho, siempre lo hace y nunca me molesto. Me siento sobre el gran sofá que se encuentra en su oficina y él se sienta junto a mí.
-Te extrañe mucho -dice Kevin y me abraza con fuerza -¿Hace cuánto no nos vemos?
-¿Mucho? -inquiero con duda -Hay mucho que contar.
-Demasiado diría yo...
No sé cuánto tiempo pasa desde que entre en la oficina de Kevin y durante este tiempo nos pusimos al día de todo lo que nos pasó en estos últimos tres años, sobre todo hablamos de nuestra fracasada vida romántica. Realmente no nos ha ido nada bien a ninguno en el plano amoroso y no se a quien le fue peor, pero seguro fue a mí a quien le fue peor; que me haya pedido matrimonio un hombre casado nadie lo supera.
Cuando terminamos de hablar y vemos la hora, nos damos cuenta que ya es hora del almuerzo y Kevin me hace una invitación para ir almorzar juntos, la cual acepto gustosa. Salimos de su oficina y su asisten, el cual es un hombre muy guapo nos mira con una sonrisa amigable, lo que me hace pensar que ese chico me caerá muy bien.
***
Para cuando Kevin y yo volvemos del almuerzo, la recepcionista de la empresa me informa que mi madre quiere verme en cuanto llegara, así que ambos subimos por el ascensor y bajamos en el mismo piso. Me despido de él y me dirijo a la oficina de mamá, cuando llegue le digo a Abril -su secretaria- que le avise a mi madre que estaba allí y ella me dijo que entrara.
Camino hasta las grandes puertas de la oficina y antes de tocar la puerta escucho unos sonidos extraños, lo cual me hace saber que mi madre esta con papá y no están haciendo cosas decentes precisamente. Así que toco con mucho esmero la puerta y grito un poco para que ese par sepa que tienen que separarse y arreglar sus ropas, es que mis padres tienen un matrimonio envidiable. Bueno más bien tienen un matrimonio muy pasional y aunque el tiempo pase, ellos continúan deseándose.
Sin el permiso de ninguno entro en la oficina, aunque tengo los ojos cerrados. No sería nada lindo ver a alguno de mis padres desnudo, eso sería un trauma que me perseguiría por toda la vida, es algo que jamás podría borrar de mi memoria.
-¿Puedo abrir los ojos o debo esperar? -pregunto en cuanto cierro la puerta.
-Deja las tontería Annie -me regaña mi madre -ven y siéntate.
Abro los ojos con lentitud y efectivamente mi padre se encuentra allí con mamá.
Papá está sentado en el sillón de mamá y ella está sentada sobre su regazo, papá tiene la camisa un poco arrugada por el cuello y mamá bueno... ¿por dónde empezar? Ella tiene el cabello despeinado, su camisa está mal abotonada, su falta tenía varias arrugas y sus labios están el doble de hinchados de lo normal.
-¿Los interrumpí? -inquiero con burla.
-Un poco. -responde mi padre con una gran sonrisa y mi madre lo golpea en el pecho -. Au, tu siempre dices que no es bueno mentirle a los niños.
-Pero tampoco deben saber qué es lo que hacen sus padres. -lo regaña mamá -. Eso es algo solo de los dos.
-Igual siempre hemos sabido lo que hacen -intervengo antes de comiencen una pelea -, no son muy discretos.
La carcajada que lanza mi padre se escucha por toda la habitación y mamá solo rueda los ojos.
-No te llame para que hablemos de nuestra intimidad -masculla mamá -. Quiero hablar contigo de la empresa, quiero comunicarte los últimos contratos, nuevos proveedores y esas cosas.
-Se todo lo referido al último año de la empresa -le comunico a mamá.
-Esa es mi princesa -interviene a mi padre -, es igual a su padre.
Mamá vuelve a rodar los ojos y pasa por alto el comentario de mi padre, por culpa de comentarios como estos es que ellos suelen pelearse muy a menudo y en cada pelea mi madre sale con el tema del divorcio, ellos continúan peleando hasta que terminan teniendo sexo. ¿Cómo lo sé? Porque viví con ellos. Créanme que por culpa de esas peleas es que no invitaba a mis amigas a casa.
Sigo hablando con mamá sobre los temas de la empresa, me da consejos de cómo llevar la empresa, a los socios y a algunos proveedores, también me dice que algunos tratos se los dejara en manos de Ross. Cuando le pregunto el por qué, ella me dice que es por un tema de que él lleva más tiempo y puede que a algunos proveedores no les guste tratar conmigo por ser nueva en este mundo.
Protesto por ello y mis padres me hacen entender que solo será por algunas semanas y como mucho meses, que no siempre será de esta manera. Tengo que abrirme paso sola en el mundo, hacer que me respeten por mi intelecto y también me dice que debo tener un carácter fuerte porque la mayoría de los socios son hombres y querrán pasar sobre mí. Puede sonar horrible pero el mundo de la minería sigue lleno de hombres, somos pocas las mujeres que intervienen en este mundo.
-Bueno, ya dije todo lo que debías saber. -musita Isabella -. Ahora solo debemos presentarte a todos los trabajadores y eso será todo, luego tú serás oficialmente la presidente de la empresa.
-Bien, ¿Cuándo haremos esa reunión?
-Hoy mismo -masculla mi madre -, en una hora todos están convocados en la sala, pero primero debemos tener una reunión con los socios.
-Creo que nos les caigo nada bien -susurro, pero mis padres me escuchan.
-¡Que les den! -interviene mi padre -Tu eres una chica inteligente, linda, fuerte y muy segura de sí misma. Si a alguien no piensa lo mismo, que venga y lo hable conmigo.
Mamá y yo soltamos una carcajada al ver el semblante serio de papá, los tres continuamos hablando de trivialidades y aunque intentaron tocar el tema de Henrry lo pude esquivar con gran facilidad. En un momento de la conversación la secretaria de mi madre entro para decirnos que todos los socios estaban en la sala de reuniones y que también los socios del extranjero estaban en contacto por videoconferencia, lo bueno de esos socios es que solo son mis tíos Edmon y Fernand.
Los tres fuimos hasta la sala de reuniones y allí estaban todos, los mismo que esta mañana y ese socio insoportable, Britt. Ese hombre tiene algún tipo de odio hacia a mi o algo así, desde que me vio no me ha tratado con cariño exactamente.
Mi madre camina hasta la silla del centro y mi padre hasta la otra, yo sigo a mi madre y me siento a su derecha, frente a mí se encuentra Ross y junto a mí esta Kevin, lo cual agradezco. El resto de los socios están sentados en la alargada mesa, detrás de mi padre hay un proyector, en donde supongo que aparecerán mis tíos.
-¿Quedo algo inconcluso, señora Montgomery?
Mi padre suelta un bufido al escuchar la forma en cómo se dirige Kevin a mi madre. Algo que odia mi padre es que llamen a mi madre por su apellido de soltera.
-Solo quiero dejar algunos puntos claros -masculla mi madre -. Como ya dije esta mañana, mi hija menor, Annie. Será quien tome mi puesto aquí en la presidencia...
-Déjeme estar en desacuerdo -interrumpe Britt -, no creo que una niña sea la persona indicada para manejar una empresa tan importante, yo creo que deberíamos llevar a votación quien puede tomar ese puesto importante.
-Tomo su inquietud -habla mamá con voz tranquila, pero sé que se está conteniendo -, pero mi hija tiene toda capacidad para poder asumir esta responsabilidad, ella estudio y se graduó con honores en la mejor universidad de Inglaterra.
-Pero no tiene ninguna clase de experiencia.
Antes de mi madre pueda responder, las luces de la sala bajan un poco y mis tíos aparecen en la pantalla. El silencio llega de golpe a la sala y los protocolos entres socios, mi madre pone al tanto a mis tíos y estos están de acuerdo enseguida con la idea.
-Tenemos que felicitar a la nueva presidente -exclamo con alegría Fernand -, estoy seguro que lo harás excelente, Annie.
-Todos confiamos en ti -masculla Edmon.
Al escuchar aquellas palabras el señor Britt se pone en pie de forma abrupta, llevándose así la mirada de todos los presentes y sobre todo llevándose una mirada desaprobatoria de mi madre. Aquel hombre nos mire despectivamente a mi madre y a mí.
-¡Estoy en total desacuerdo! -grita -¡Una mujer no poder manejar esta empresa y menos una mujer sin marido!
¡Basta!
Este hombre no va a venir a decirme que puedo y no puedo hacer, esta empresa me corresponde por herencia y no solo por eso. Me mate estudiando para poder tener capacidad para este puesto y pude que no haya hecho la carrera de administración, pero tome las clases más importantes de la carrera y soy orgullosamente diseñadora, no me arrepiento de mi carrera y no necesito un título en números para hacer crecer la empresa y eso lo voy a demostrar.
Mientras aquel hombre sigue despotricando en contra de toda mujer que se le venga a la cabeza, yo me pongo en pie y ganándome la atención de algunos socios. Camino por la oficina y me acerco a mi padre, vi como sus manos se cerraban en grandes puños y se de lo que papá es capaz de hacer por defender a las mujeres de la familia.
-Tranquilo -le susurro a papá -, yo me encargo.
Él asiente y yo le guiño un ojo.
-Déjeme interrumpirlo, señor Britt. -musite con toda la calma de la que era capaz -. Usted cree que no estoy capacitada para el puesto y ni siquiera me ha dado la oportunidad de desempeñarme o mostrarle lo que soy capaz de hacer.
-Y no necesito...
-Déjeme terminar de hablar, yo lo deje hablar toda esa basura que dijo sobre las mujeres. Ahora es mi turno de hablar. -lo interrumpí -. Usted dice que una mujer no pueden hacerse cargo de esta empresa y mucho menos sin un marido. Le recuerdo que la señora Isabella Smith Montgomery; mi madre, ha llevado esta empresa por más de cuarenta años y la mitad de ese tiempo lo hizo como una mujer soltera y con un hijo, ahora déjeme preguntarle ¿Cuánto dinero a ingresado en su cuenta desde que es socio en esta empresa?
Todos los presentes se quedaran en silencio en espera de la respuesta del señor Britt y él solo me observa, cuando me doy cuenta que lo he dejado sin palabras, una sonrisa se dibujó en mi rostro, lo que hizo que el hombre se ponga rojo. Aunque no tengo claro si fue de la rabia, o la vergüenza de que una mujer de solo veinte años lo haya dejado sin palabras delante de todo el mundo.
-Tengo entendido que su fortuna creció mucho desde su sociedad con la empresa... -continuo hablando -Además, déjeme decirle que las mujeres somos capaces de hacer muchas cosas y nuestro genero no nos hace menos que nadie y tampoco mejores, todos somo iguales y ya. Pero déjeme recordarle...
-¡Cierra la puta boca! -exige aquel hombre y golpea la mesa con frustración.
Por auto reflejo mi madre, Kevin, Ross y mi padre se pusieron en pie.
Pero Britt ni se inmuto, él solo tenía sus ojos de odio fijos en mí y yo no podía borrar la sonrisa de mis labios. El ambiente se había transformado en algo tenso, miro a mi madre y ella comienza a caminar hasta donde me encontró y se para junto a mí.
-Señor Britt -masculla la gran Isabella Montgomery, con tono serio y extremadamente frio -, mi hija le acaba de mostrar que está más que capacitada para el puesto, un buen presidente sabe expresarse con sus subordinados y sobre todo, sabe imponerse ante cualquier idiota.
-Le pido respeto...
-Primero usted respete -interviene mi padre -. Como le dijo mi esposa, nuestra hija está más que capacitada para él puesto y si no le gusta la nueva presidencia, está más que invitado a retirarse.
Britt mira al resto de los socios y con la mirada está pidiendo alguna clase de apoyo, pero estos no dicen palabra alguna y estoy segura que no lo hacen por respeto a mi madre y todos los años que comparten trabajando. Él hombre me fulmina con la mirada y después sale de la sala a grandes zancadas y azotando la puerta con mucha fuerza.
-¿Alguien más tiene alguna objeción? -inquiere mi madre seriamente.
Yo miro a Ross, él parece querer decir algo y creo que si de su boca sale algún comentario parecido al hombre que se acaba de ir no me contendría, a él si le diría las cosas en el lenguaje más sucio que puedo saber. Pero él mantiene la boca cerra, al igual que el resto de los socios, mi madre dio por finalizada la reunión y alguno de los socios me felicitaron, mientras que el resto salió de la sala sin siquiera mirarme.
La siguiente reunión es con el resto del personal de la empresa, enaquella reunión no hubo ningún problema y todos me aceptaron de lo mejor, y asítermino mi primer día como la nueva presidente de empresa E&I. Estoy seguraque los berrinches de Britt no han terminado con aquel azote que le dio, peroahora tendré cuidado con él y cada movimiento que haga.