Estoy ebrio, definitivamente no estoy en ninguno de mis sentidos. Estoy sentado en un rincón del bar, llevo aquí menos de dos horas, Scott me ha enviado un mensaje diciéndome que cuide a todos ya que la casa estará sola hasta mañana porque decidieron irse a Italia. Estúpido Asher y su teletransportación.
No soy niñero de nadie además, ¡ni siquiera conozco a los hijos de Asher!
Gruño para mí, hay una chica al lado mío que besa mi cuello... ya nos hemos besado hace como una media hora pero me he cansado ahora, quiero que me deje en paz. Con su uñas, acaricia mi piel repleta de tatuajes y toca dos tatuajes a los que les tengo demasiado cariño.
La brújula que me hice en la despedida de soltero de mi mejor amigo y la rosa que soñé que tenía esa misteriosa chica de ojos azules relucientes.
—me encanta tu cabello plateado— la chica al lado mío susurra pero por mi estado suelto una risotada
—y a mí me encantaría que me dejaras en paz— le sonrío sarcásticamente. La chica abre la boca ofendida, se levanta y se pierde por la multitud.
Estoy tentado de llamarle a Hayley... es la única chica que me entiende.
Frunzo el ceño cuando en medio de la pista, veo una mata de cabello castaño... ¿Less? miro bien su cara y como ha crecido... es cierto, se parece muchísimo a Scott. Es hermosa.
Esta con un chico, las luces del lugar parpadean demasiado y hay una luz arcoíris que recorre el lugar y le da directo en la parte de atrás del cuello del chico... mi ebriedad me impide ver bien pero eran... ¿marcas? se parecen a las que... pero, me llega un olor.
El mismo olor exquisito en la mansión de Seattle, el mismo pero ahora me doy cuenta que no son fresas.
Es miel. Huele a miel, huele a dulce.
Me encanta ese maldito olor.
Me levanto en seguida para seguir la fuente de ese olor, quito a mucha gente, mi corazón late rápido... late como loco.
El olor a miel se intensifica cuando llego a la parte trasera del bar, abro la puerta y el sonido se apacigua un poco cuando salgo.
El mundo da vueltas, el aire fresco de la ciudad que no había pisado hace años me da de lleno y recobro un poco la compostura.
El callejón esta oscuro, miro hacia los árboles y cómo se mueven al compás del viento... mi elemento es el aire. El olor a miel sigue intenso, cuando estoy a punto de volver a la fiesta una voz que causa que me quede sin aire, interrumpe el silencio.
—¡ey! ¡tú eres el que huele a navidad!— una risita es acompañada después de eso pero sólo puedo concentrarme como esa risa logra aumentar mi felicidad y tranquilidad a un nivel enorme.
Volteo lentamente y parece que todo va en cámara lenta... el aire deja de circular cuando la miro. Todo dentro de mi colapsa, todo lo que creí que era capaz se esfuma cuando la miro.
La he buscado toda mi vida, la vi en mi sueño, la pude ver antes de que ella existiera... y por dios, con todas las mujeres con las que he estado no han podido llegar tan sólo un poco con lo que estoy sintiendo ahora... mi corazón esta latiendo a un ritmo acelerado, se que también el de ella, mis neuronas explotan cual fuegos artificiales, mi mundo colapsa.
Y la miro... por dios. Es tan hermosa, después de más de doscientos años... la he encontrado... he encontrado a mi alma gemela.
Y me permito compararla, no es mi estilo, siempre he elegido mujeres delgadas y altas, ella... es todo lo contrario, su silueta me esta enloqueciendo, su cabello cual llama me ansía tocarlo, sus curvas me susurran cosas peligrosas... sus ojos se tornan de un color rosa... se que los míos están igual.
Por dios, ella es mi maldita excepción... toda una vida buscándola, toda mi vida ansiando nuestro encuentro... y ahora no sé que hacer más que, hacerla mía... en todos los malditos sentidos.
Es tan intensa la magnitud de nuestra conexión que sé perfectamente que no tenía los ojos de color, nos compartimos tanto en una mirada que se desató la primera condición.
Su vestido carmesí se adueña de ese cuerpo espléndido, ella me mira con la misma intensidad.
—te encontré— digo pero no me oigo. Mi voz es lejana al lado de todo lo que estoy sintiendo.
Me acerco a ella con rapidez, me acerco a ella como si fuera un cazador.
—¿qué estás haciendo?— pregunta en cuanto llego en frente de ella, la chica pelirroja me mira con deseo. Me permito levantar mi mano con lentitud pero con emoción sólo para tocar su mejilla... fuego se desata ante nuestra conexión.
—lo que esperaba hacer desde hace mucho tiempo— respondo y sin más, sin esperar tan siquiera a responderme, agarro su nuca y la jalo hacia mí. Entonces, lo hago.
La beso.
Al tocar sus labios toda una revolución se desata en todo mi ser, todo dentro de mi colisiona de una manera repentina, mi alma descansa y exige más contacto por tener a su mitad.
Profundizo el beso y ella suspira, agarra mi cabello de la parte de atrás y lo jala con deseo.
Dejo de besarla y la cargo, sus piernas se envuelven alrededor de mi cintura y vuelvo a atacar sus labios, ella gime.
Y eso, carajo... me vuelve loco.
Estamos ebrios si, pero demasiado consientes de lo que hacemos... ella me besa con la misma intensidad, nuestros corazones laten desbocados, laten como si fueran uno solo.
Estoy tan deseoso de ella que tengo que separarme de la pelirroja para sólo colocar mi frente con la de ella... nuestras respiraciones son rápidas.
Ella saca de algún lugar su celular y marca, nos miramos intensamente.
—hola papá— frunzo el ceño sin dejar de verla— ¿puedes hacer que me teletransporte a la mansión?— la voz que suena de fondo me es muy conocida— olvidé un labial, no es necesario que vengas y lo hagas tú— alzo la ceja impresionado. Es exactamente lo que yo haría— sólo materialízame en la mansión— ella cuelga y vuelve a guardar su celular. Me mira— agárrate fuerte.
De un momento a otro, no estamos atrás del bar estamos en una habitación oscura llena de maletas. Pero por la oscuridad no logro ver bien qué es, ni siquiera logro ver bien la habitación gracias a mi estado.
Sigo teniéndola en mis brazos cuando ella ataca mi boca y el fuego se hace presente... sólo se oye el ruido de nuestros labios, camino hacia la cama y la deposito ahí, me subo encima de ella.
Ella se incorpora un poco cuando comienzo a dejar besos por sus brazos, sus manos, su cintura. La pelirroja gime.
Con cuidado, como si fuera un tesoro... carajo, lo es para mí.
Quito su vestido sin mucha complicación dejándola sólo con el sujetador y la parte de abajo.
Tengo que detenerme un segundo para admirar cual diosa y perfecta es... me acerco de nuevo a sus labios, sin compasión.
La conexión que siento en este momento con ella es tan intensa que ella de un tirón me quita la chaqueta... después mi camisa... ella besa con cuidado mi abdomen marcado y con algunos tatuajes. Quita mi cinturón, me quita los pantalones.
—necesitamos estar igual, preciosa— le sonrío. Ella me sorprende y se quita lo que le estorbaba.
Es perfecta, es perfecta... todo el tiempo que esperé ha valido la pena por completo.
Entonces, ella me quita también lo que me estorbaba y quedamos expuestos.
Pero me siento completamente en paz cuando estoy a su lado.
No necesito a ninguna mujer cuando la tengo a ella... cuando ya la tengo ha ella.
Beso su cuello cuando le hago el amor, con fuerza, con pasión, con necesidad, con cariño. Sé que dejaré marcas pero no me importa, todavía no puedo creer que es real. Uso mi poder y hago que experimente al mil por ciento el placer.
Oigo sus gemidos y lo hago más rápido, quiero que sienta que la amo... que esperé tanto su llegada... que esperé como un loco por su amor.
—no te vayas... no te vayas— susurro mientras termino.
Ambos nos acostamos, con la respiración agitada... la abrazó por detrás.
Es una eternidad en la que reina el silencio pero no es incómodo es... seguro y preciado. Es mía, siempre será mía.
Ella esta a punto de quedarse dormida, su respiración es más tranquila... como la mía.
—no me iré— responde antes de quedarse dormida.
Cierro los ojos y me quedo dormido abrazando a mi alma gemela.
Es el mejor sueño que he tenido en toda mi vida.
Abro los ojos poco a poco, los primeros rayos del sol filtrándose por la ventana avisan el amanecer. Extiendo mi brazo para acariciarla pero no esta.
Mi sueño se despeja pero mi tranquilidad vuelve cuando ella esta parada en el balcón... sólo lleva sus bragas y la parte de arriba.
Me levanto, bostezo y me acerco al balcón. Me quedo un segundo contemplando la vista que tengo.
He de admitir que tiene una hermosa retaguardia. Pero miro más arriba y noto el tatuaje que tiene... el mismo que yo... mi corazón se detiene al notar que la rosa no es naranja y rojo.
Es plata, la rosa es de color plata... el color de mi cabello.
—eres hermosa— digo y ella voltea lentamente, su cabello rizado es rojo y de las puntas se vuelve naranja... como el degradado que tiene la rosa que me tatué. Cuando me mira me quedo sin habla porque es la misma imagen que en mi sueño, el amanecer de fondo y sus ojos azules relucientes.
Soñé con ella pero pensé que no sería exactamente igual.
—tengo un IQ de 180, soy demasiado lista— y engreída, quisiera agregar— elogia mi cerebro, guapo— me guiña un ojo
Es una engreída de primera.
Me encanta.
Pero mi mente se paraliza al notar esa mirada retadora y sabelotodo.
Entonces, cuando me mira con inteligencia y noto ese gen característico que conozco a la perfección... cae como balde de agua fría mi maldita eternidad.
La guerra o la paz con mi mayor enemigo y verdugo, y ella... es el destino, su destino, mi destino.
La profecía de Eva se ha cumplido. La profecía que me hizo hace más de treinta años. "Pero al final, Asher tendrá algo que Dominic necesitará para ser poderoso y solo eso, decidirá si están en paz o en guerra"
Mi alma gemela es la hija de mi mayor enemigo.
—¿cómo te llamas?— pregunto y ella se ríe
—tuvimos sexo y después me preguntas mi nombre... vaya inicio— se ríe. Casi se me olvidan mis problemas por el sonido de su risa— mi nombre es Lily Dallas, ¿tú eres?
—vaya suerte la mía— comento y ella responde de inmediato
—la suerte no existe, las matemáticas y la ciencia si— ella coloca sus manos a su cintura— lindo miembro— sonríe al verme completamente desnudo.
Por primera vez en mi vida me he sonrojado.
Alaska, tienes competencia en eso de los sonrojos.
—¡¿qué mierda esta pasando aquí?!— interrumpe una voz exaltada, mi mejor amigo. —¡cubre tu trasero Dom!— gruñe y la sangre se baja de golpe en la hermosa cara de Lily
—espera, ¿tú eres el chico que mi padre odia?— cierra los ojos con fuerza— Dominic Bane.
—si antes lo odiaba— comenta mi mejor amigo, lanzándome mi pantalón— ahora lo va a matar al enterarse que el chico que le arrebato a su mejor amiga, le quitará a su hija— lo miro mal
—gracias por tu ayuda, mejor amigo
—de nada, para eso estoy— sonríe sarcásticamente— tú y tú queridísima sobrina, vístanse ahora
—¿por qué?— pregunta Lily
—porque mi hermano llegará en dos minutos y tú vete preparando para pelear. —Scott sale de la habitación y miro a la chica que es mi alma gemela.
Me mira con amor.
Y mi promesa se ha declarado.
Yo, Dominic Zach Bane Silver... la protegeré, hasta de mí mismo.
Por toda la eternidad.
Asher Dallas, a partir de hoy somos amigos o enemigos.
Tú decides pero no pienso alejarme de ella.
La he encontrado y no voy a soltarla jamás.
¡UNO DE LOS CAPÍTULOS MÁS ESPERADOS DE LA TRILOGÍA!😍
¡DOMINIC POR FIN ENCONTRÓ A SU ALMA GEMELA!
¡LO QUE TODAS ESTABAMOS ESPERANDO POR FIN!♥️
Espero les haya gustado muchísimo, espero y las haya hecho gritar.✨
El nuevo shippeo, #Domly.🤩
Presten atención al capítulo porque hay un dato algo escondido ahí...
¿Qué creen que pase en el siguiente capítulo? ¿Cuál creen que será la reacción de Asher?
¿Cómo creen que será la relación de Lily y Dominic?
Aún queda muchísimo que ver... ¡ni se lo imaginan! Me van a matar y me van a amar.
Nos leemos,
-Nat.
P.D. Sea el tiempo que tenga que tardar si es para ti, será.
Ten esperanza y perseverancia. ✨