Oscuro, maligno, orgulloso, alto temperamento, autoestima por los cielos, ego mezquino, egocéntrico e increíblemente guapo. Criado para matar, ascendencia magnífica y una venganza que cumplir.
Sonrisa angelical pero mirada maligna es Aaron Haynes, t...
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Mis padres jamás tuvieron problema en ir a ningún festival de mi escuela pero siempre quería que los gemelos estuvieran ahí. Todo era mejor con ellos, podían colorear tu mundo si estabas decaído con sus bromas, con sus risas.
—¡qué hermoso cactus!—Sean entra al vestuario recuerdo que era el festival de primavera. Tenía nueve años... Alaska hacia un intento por maquillarme pero a mi me hacía estornudar y Scott tomaba fotos
—idiota, es una rosa— gruñe Ocean pero aparece una enorme sonrisa de parte de él— ¿quién confunde una rosa? No tiene nada que ver
—eres muy inteligente— se ríe Sean mientras platica un momento con Scott
—¿lista para bailar?—me preguntó arrodillándose en frente mío
—no me gusta ser el centro de atención— gruño con mi voz aguda... que pequeña era... creo que los gemelos tenían treinta años
—siempre serás el centro de atención para tú familia, Carrie— Ocean me carga teniendo cuidado con mi vestimenta
—¿por qué siempre sonríen?— pregunto agarrando con mis manos el cabello suave de Ocean este se ríe
—¿por qué no?— interrumpe Sean— ¡siempre hay algo porque sonreír!
—ya hay que salir, Less está por bailar— Scott anuncia mientras entrelaza su mano con la de mi madre siguiéndonos
—yo siempre sonreiré si tú estás ahí— comenta Ocean— pequeña Less, te ves muy graciosa
—¡no soy un cactus!—gruño recordando lo que dijo Sean
—claro que no, eres una hermosa rosa— Ocean me sigue cargando y ese día estuvo sonriendo toda mi presentación.
Los gemelos siempre me alegraban, siempre me sacaban una sonrisa...
—¡OCEAN!— grita Sean con sumo dolor las lágrimas le cubren todas sus mejillas, está herido pero parece no importarle en lo absoluto. Los cambiantes cuando tenemos una emoción muy fuerte nuestros poderes se desbordan, se salen de control... su poder del agua hace que flote el agua de los charcos a nuestro alrededor
—tenemos que salir de aquí— comenta Atenea quien no está llorando pero el color de sus ojos cambia constantemente entre un rojo y un azul fuerte
—es mi culpa— hablo, mis padres lloran en silencio pero lo niegan
—cariño, no es tu culpa— mi padre aclara pero el dolor que siento es muy intenso, es demasiado
