Oscuro, maligno, orgulloso, alto temperamento, autoestima por los cielos, ego mezquino, egocéntrico e increíblemente guapo. Criado para matar, ascendencia magnífica y una venganza que cumplir.
Sonrisa angelical pero mirada maligna es Aaron Haynes, t...
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Todo mi cuerpo vibra cuando aprisiono sus labios contra los de él, es tan abrumador que tengo que calmarme un poco para retomar un poco el control.
Nuestra relación es un tira y afloja, un día me dice que va amarme y al otro que no puede ofrecerme amor. Detesto estar así, me abruma pero el olor a menta y muebles viejos me invade, sus caricias me invaden, la jodida conexión me invade... él me invade. En todo mi ser.
Aquí, en la ciudad natal de mi madre aquí, en la mansión donde paso la época donde conoció a Alaska mi padre, aquí... en el tejado, aquí justo ahora han desaparecido todos mis problemas.
Cuando estoy con él no hay madres horribles, no hay venganza, no hay odio, no hay dolor, no hay nada malo.
—no conozco el cielo— dice, pegando su frente a la mía— pero tú lo eres para mi— me mira, sin escrúpulos— te quiero en mi vida, quiero amarte en esta vida... quiero hacerlo pero tal vez te amaré en otra vida, sin barreras, sin límites.
—yo te quiero en esta vida— con ambas manos toco sus mejillas— los cambiantes no conocemos otra vida, no hay otra vida después de esta
—sabes que mi alma siempre seguirá a la tuya, ¿verdad?
—lo sé— sonrío un poco— eres insufrible— el se ríe
—y tú eres irritante— nos quedamos callados, en silencio.
Después de un rato decidimos bajar del tejado, Aaron me ayudó a bajar ya que temía que me rompiera algo. Estamos cruzando a un lado de la alberca cuando Lily sale de la casa.
Ella esta sonriendo pero conozco a mi prima y mejor amiga, esta bastante abrumada.
—¿te puedes adelantar?— le pregunto a Aaron, él mira a Lily... sólo asiente. Cuando Aaron se mete a la mansión, Lily se me acerca.
—¿cómo estás mamá?— bromeo pero esta temblando. Esta a punto de explotar.
—¡tengo sólo dieciséis años!— explota— ¡casi diecisiete! ¡y voy a tener tres hijos!— Lily comienza a llorar y la abrazo— ¡las probabilidades de quedar embara...
—no hables de probabilidades, no son matemáticas Lilyanna— ella sigue llorando a moco tendido sobre mi hombro— nada llega temprano o a tiempo, nada es una casualidad... los trillizos vienen en el momento correcto. No existe posibilidades de nada. Es una realidad, estas embarazada. ¿Vas a caer por eso? —digo— ¡eres una Dallas! nosotras no nos rendimos por nada, la vida puede ser dura a veces pero siempre, ¿me escuchaste?— pregunto y ella responde con un leve asentimiento— ¡siempre peleamos!
—Les... aún quería hacer muchas— suspira
—y las harás pero con trillizos parecidos a ti y a Dominic— puedo sentir como sonríe
—Damien Travis Bane— sonríe— lo hemos decido este rato— suspira, ella se quita de mi hombro— Ámbar Phoebe Bane— sé que mi sonrisa no puede ser más grande— e Ivy Zoe Bane
