•Videollamada•
Suelto un suspiro al entrar a mí cuarto temporal. Tiro mi mochila hacia la cama y me siento en el borde de esta. Bufo y siento como mi estómago gruñe ante mi gran apetito.
Tal vez debería bajar por algo de comer.
Cuando por fin me decido a ir hacia abajo de la casa, para buscar algo en la nevera, escucho como mi celular suena con mi canción preferida. Una llamada. Busco el aparato en mi mochila y me doy cuenta que no es una llamada normal, es una videollamada.
Sonrió al ver el nombre en la pantalla. Sin esperar mas, contesto.
—¡Hola amor! —saludo con alegría.
—¡Hey! ¿Como esta mi chica? —me sonríe del otro lado.
—Muy bien Danny. Recién vengo llegando del partido —me acomodo mejor en la cama cruzando mis piernas.
—¿Como le fue a tu hermano? —me pregunta acomodándose en el sillón de nuestra casa en Boston.
—¡Genial!. Primer partido de titular y ya lo gano —espeto entusiasmada.
—Me alegra oír eso —declara. —Aunque debo admitir que lo extrañamos por acá.
—Si, lose. Será muy raro para mi no verlo todos los días como antes —suelto una mueca.
Danny solo me sonríe al ver mi cara frustrada y triste. Sabe que soy muy cercana a Jimmy. Y ahora va a ser algo difícil para mi acostumbrarme a que vive en otro estado.
—Ánimo, podrás llamarlo eh ir a verlo jugar —me anima.
—Tienes razón —sonrío.
—Al menos no querrá matarte todos los días por salir con su hermana. —escucho una voz divertida un poco alejada al teléfono.
Frunzo un poco el ceño al oír a alguien mas con él. Pensé que estaba solo.
—Amendola, ¿Quien esta contigo? —le pregunto a mi novio.
No contesta y solo mueve el celular con él hacia su lado izquierdo, revelando a la persona sentada junto a él. No puedo evitar soltar una carcajada al ver la cara de Julian. No se mueven y solo me sonríen mirándome.
—¿Ahora me engañas con Edelman? —pregunto con diversión. Amendola solo suelta una carcajada por mi pregunta.
—Lo siento, no queríamos que te enteraras de esta manera —Julian me sigue el juego.
Suelto una sonora risa por su declaración.
—Espero al menos le des bien de cenar —le digo con doble sentido.
—¡¡Amor!! —me regaña Danny. Edelman y yo reímos por su reacción.
—No te preocupes, le encanta lo que le cocino —alzo una ceja divertida por el doble sentido del comentario de Julian.
—¡Oigan!, por favor dejen de hablar de mi —nos interrumpe Danny.
Ambos reímos por la situación. Mi novio solo rueda los ojos.
—Bien, no te enojes. —lo miro dulce.— Cambiando de tema, como solo vine a ver a mi hermano su primer juego, mañana tengo mi vuelo hacia Boston. Mi semana en San Francisco termino.
Ruedo los ojos al ver como festejan por la noticia que les di. Niños, pienso. Al parecer si me extrañan. Sigo viendo como festejan, cuando aparece una notificación en la parte de arriba de mi pantalla. Es un mensaje de mi hermano:
Jimmy:
¿Vamos a cenar por la victoria?. No te preocupes yo invito.
Visto a las 20:18
Trato, bajo en cinco.
Enviado a las 20:18
Contesto rápido sin colgar la videollamada. Luego vuelvo a dirigirme hacia el par que tengo en mi pantalla.
—Chicos, malas noticias —llamo su atención. —Tengo que colgar, iré a cenar con mi hermano por la vitoria. Muero de hambre.
Distingo como la cara de Amendola cambia por una triste. Quería hablar conmigo más tiempo, la verdad yo también. Pero ya habrá tiempo mañana que llegue a Boston y nos veamos.
—Bien, los dejo para que se despidan —veo como Edelman se levanta del sillón donde estaban y me deja a solas con Danny.
—Ahora sí, solos —me sonríe. Solo rió y le devuelvo la sonrisa. —Te extraño.
Me derrito ante su declaración. ¡Dios como amo a este hombre!
—Yo también —lo miro tierna. —Pero cuando llegue prometo darte yo misma cenar —comento con una sonrisa pícara.
—¡No te preocupes, yo lo alimento mientras llegas! —escucho a la lejanía. Ruedo los ojos con diversión y suelto una carcajada.
—¿Y así quieres que te presente a una amiga? —pregunto con diversión a Edelman.
—¡Como no me consigues novia, me quedo con el tuyo! —me rio de nuevo por su comentario.
—Nos vemos mañana —ignoro a Julian. Sonriendo miro a Danny. —Te amo
—Yo también te amo —me sonríe de vuelta.
—¡Y yo me amo a mi! —rio al oír de nuevo al número 11 de los patriotas.
—Nos vemos mañana —me despido y veo a Danny mandarme un beso. Le mando uno igual y colgamos al mismo tiempo. Creo yo.
Dejo mi celular en la cama y suelto un suspiro. Me siento como adolescente hormonada, pero es inevitable estando con Danny. Sonrió al pensar en él, y recordar todos los momentos juntos. Pero un grito me saca de mis recuerdos.
—¡¿Vienes o no?! —escucho desde abajo a mi hermano.
—¡Ya voy! —le contesto tomado mis cosas y cerrando la puerta para bajar.
Dios, como deseo regresar a Boston. Pero primero, vamos a comer. Necesito comida.
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×JMRM×