Kaminari, unos años atrás no se habría pensado nunca que acabaría siendo una persona responsable que estaba al cargo de un niño pequeño.
Y ahora tampoco, por que denki era la cosa más irresponsable del mundo. Aquello llamado "instinto paterno" era algo que no llegó a despertarse en él, y es que joder, creías que habría un mínimo, pero cuando lo dejaste a solas con el niño para ir a bañarte y volviste encontrandote al adulto buscando por internet "¿si le tapo la boca a un niño con un trapo se morirá?" entendiste que debías enseñarle muchas cosas.
—a ver cariño...— empezaste mientras acunabas al niño entre tus brazos— los bebés son muy delicados, entiendo que no sepas nada y también es mi primera vez cuidando de alguien así de pequeño, pero debes ser mucho más cuidadoso.
—entiendo— asintió sonriente—¡seré un buen padre! ¡Lo prometo!
Realmente se esforzó mucho en informarse, en específico las primeras semanas, incluso aprendió a preparar unos biberones con leche en polvo.
A medida que Ryuu crecía, tu dejaste de ser quien tenía más idea sobre el pequeño, por que denki pareció desarrollar un método de comunicación con el niño, sabiendo con exactitud cada cosa que le pasaba.
Puede que kaminari tuvuera un don o puede que simplemente fuera por que ambos tenían el mismo coeficiente intelectual.
—¿y ahora por que llora?— preguntaste casi rompiendo tambien en llanto debido a la desesperacion—¿tiene hambre? ¿El pañal? ¿Le duele algo?
—hm...— kaminari se acercó al niño y estiró sus brazos hacia él para cogerlo—no, creo que solo quiere que lo carguen.
—¿puedes quedartelo tu? Yo estoy ocupada con la información que me dio izuku, agh, estos malditos villanos son un asco ¿no se pueden rendir y ya?
Golpeaste la mesa con tu puño llena de frustración, entre denki, el niño, los villanos en busqueda y los turnos de patrulla te estabas agobiado demasiado.
—pide un descanso— te aconsejó el rubio— ryuu y yo te queremos más por casa.
—ya lo se cielo, pero ¿entonces quien va a ganar dinero si nadie está trabajando?
No querías admitirlo pero te gustaría llevarlo todo con tanta calma como kaminari. Él parecía estar siempre feliz poniendo caras idiotas frente a su hijo, y parecían gustarle las series tontas que veían por las mañanas juntos mucho más que al niño.
Claro que no todo fue tan fácil como al principio, solo luchando contra el estrés del trabajo y los llantos del pequeño.
Cuando ryuu tenía unos 5 años de edad se volvió extremadamente insoportable, tanto que ya no sabías que hacer.
Aquel día habías salido de casa a hacer la compra, dejando a denki con toda la responsabilidad del niño. Cuando llegaste y viste el panorama no supiste si reir o llorar.
Ryuu estaba armando tremenda pataleta, según él por que "papa no le daba mochis" y se revolcaba por el suelo fingiendo llorar. Lo que el niño no se esperaba era que su padre se tirara a su lado para llorar y patalear también mientras ponía su estupida cara de tonto electrificado.
En aquellos momentos kaminari llegó a dar más problemas que su hijo.
Y aquellos problemas se multiplicaban cuando los amigos de ryuu llegaban a casa.
Por que el hijo de kaminari era algo.
Pero el de sero y el de el de bakugo eran muchísimo peores.
No hay mejor combinación que un niño agresivo mal hablado, uno algo repelente y destructivo y otro tonto y demasiado manipulable.
Pues todos ellos en tu casa eran un maldito dolor de cabeza.
—¡dale!
—¡vamos! ¡Vamos!
—¡tres, dos, uno...!
—¿pero que...?— bajaste las escaleras ante tanto grito y te quedaste en el último escalón mirando la escena.
Veías con claridad a tu marido completamente envuelto en cinta adhesiva, colgado del techo, a un pequeño rubio con los ojos vendados intentando golpear a su padre/piñata con un bate de madera y a los otros dos enanos animando.
—¡mamá!—ryuu escondió el bate tras su espalda y se hizo el inocente— ¡que buen día hace!
—¿ibas a golpear a tu padre?— le preguntaste al niño cruzandote de brazos.
—¿yo?— ryuu miró hacia ambos lados—nooo...
—¡pues si no ibas a hacerlo tu lo haré yo!— gritó el hijo de katsuki cogiendo el bate—¡SHINDE!
aquella tarde te viste obligada a traer a 4 niños al hospital por descarga eléctrica, si, denki contaba como uno de esos niños.
Pero cuando ya pensabas que todo se acababa y que lo peor había pasado las cosas solo empeoraron.
Uno piensa que la peor edad son los 8 o los 9 años.
La realidad te azota la cara cuando los críos cumplen los 15.
—¡no puedo creerlo!— el pelirrosa hijo de sero pateó la litera.
—¡papá me va a electrocutar!— lloró ryuu.
—¡SACADME DE AQUI MIERDA!— gritó el hijo de bakugo colándose de los barrotes de la celda—¡es todo tu culpa idiota eléctrico!
—¿mía?— saltó el nombrado ofendido—¡tu eras quien conducía el maldito coche!
—¡Y TU QUIEN ME RETÓ A HACERLO!
Los tres varones acababan de ser encarcelados hacia escasamente unos minutos.
¿Y que hicieron?
(flash back)
—¡anda mira!— el de cabellera rosa señaló un coche de color rojo brillante de un aparcamiento—¡miren que guapada! Tiene toda la pinta de ser como esos tan caros que mira mi padre en las revistas, me encantaría tener uno.
Ryuu quien bebía un granizado de color azul se quedó mirando el coche y una idea iluminó su mente.
—hey sho— llamó refiriéndose al rubio cenizo del grupo, que caminaba con su ceño fruncido— no hay huevos a-
Antes de terminar la frase el muchacho ya se encontraba dentro del coche pisando el acelerador con toda su fuerza para hacer derrapar el carro en el primee cruce. Y claro, los dos idiotas restantes se encontraban también dentro del automóvil.
(fin del flash back)
—¡esto es insultante!— se volvió a quejar el hijo de ashido y hanta.
—¿a mi me lo dices?— vaciló shoichi descolgandose de los barrotes—¿¡tu sabes quien cojones son mis padres!? ¡El MALDITO GROUND ZERO Y EL PUTO RED RIOT! ¿¡TIENES IDEA DE LA BRONCA QUE ME VA A CAER COMO SE ENTEREN DE ESTO!?
—¡y mis padres son cellophane y-!
—¡ME IMPORTA UNA MALDITA MIERDA!
"me matarán como se enteren de esto..." era lo único que ryuu pensaba.
Y cuando uno de los guardias se acercó para hablar con ellos y les preguntó sobre el número de teléfono de sus padres se puso realmente nervioso.
—necesitamos contactar con los adultos responsables— les decía el guardia—¿pueden decirme sus teléfonos?
—e-es que... Nuestros padres no tienen teléfono— mintió el rubio rascándose la nuca— y no podemos contactarlos.
—¿y una dirección de correo electrónico o la dirección de vuestra casa?— insistió el mayor.
—es que...— ryuu empezó a poner millones de excusas sin sentido esperando a que el guardia le creyera, por que ni loco dejaría que sus padres se enteraran.
—mira muchacho no pasa nada, he tratado con montones de chiquillos como ustedes que no tenían teléfono de sus padres y "mágicamente" de golpe si tienen— lo cortó el guardia— si no hay manera de contactarlos no pasa nada, os quedaréis aquí hasta que vengan por vosotros, sin problema.
—es una trola ¿no?— susurró el pelirrosa.
—pues claro que es trola— bufó el cenizo— no nos tendrán aquí por toda la vida ni por la mierda.
Pero al darse cuenta de que el rato pasaba y realmente al guardia tanto le daba si venían a por ellos o no, ryuu acabó confesando que si habían unos teléfonos a los que responderíais.
Y aquel guardia pareció pasárselo genial cuando los tan famosos héroes que resultaban ser padres de aquellos niños llegaron a castigar a sus hijos.
—¿se puede saber por qué lo hicieron?— preguntaste cruzada de brazos.
—¿¡tienes una maldita idea de como es que tu maldito hijo sea un criminal!?— gritó bakugo mandándole un zape a su retoño—¡deberías estar avergonzado!
—sho, esto no es nada de hombres— aseguró eijirou.
—¡kei!— reclamó mina—¿¡que se supone que tenga que decir cuando me pregunten en televisión a lo que aspira mi hijo!? ¿¡A ladrón de coches!?
—viejo, tendrás problemas si sigues así— aseguró hanta dejando una mano en el hombro de su hijo.
—hijo mío— kaminari cruzó los brazos por sobre su pecho— debo mantenerme firme ante esto y reprimir mis ganas de preguntarte la ponencia de ese coch-
Bakugo le pegó un golpe a kaminari antes de que siguiera.
—¿¡eres putamente consciente de la mierda que hicieron!?
—¡bro, déjame acabar!— protestó el rubio para luego aclararse la voz— pero he de decirte que estoy muy decepcionado por tu comportamiento. Como héroe que soy es una deshonra que mi hijo haya hecho esto.
—espera— lo cortó katsuki sonriendo con malicia— estoy seguro de que el valiente de shoichi quiere decirnos algo ¿no es así escoria?
El nombrado chascó la lengua maldiciendo por lo bajo.
—no fue mi maldita culpa— refunfuñó en un susurro, lo suficientemente fuerte como para que bakugo lo escuchara y lo cogiera de la nuca reclamandole que asumiera la maldita responsabilidad— ¡está bien! ¡Está bien! ¡Yo lo llevé! ¡Fui yo quien lo robó! ¡Pero ya suéltate viejo!
Bakugo apartó la mano de la nuca de su hijo con brusquedad para volver a dirigir sus manos a sus bolsillos.
—¿y que más?— añadió eijirou.
—¡ja! ¡Ni pienses que me arrepentiré! ¡Esos malditos me retaron a hacerlo!
—sho...— gruñó kirishima frunciendo su ceño muy levemente.
—¡pide perdón basura!— katsuki se hartó y empujó la cabeza de su hijo hacia el suelo de la misma forma que su madre le hizo tantas veces en el pasado.
—¡no lo diré!
—¡shoichi bakugo!— acabó regañando eijirou—¡eres consciente de lo que has hecho más allá del hecho de robar un choche, saltarte tres semáforos sin hablar de la velocidad indecente a la que ibas! ¡Y ni digamos de que tienes solamente 15 años! ¡Deja tu orgullo a un lado y hazme el maldito favor de pedir perdón por tus conductas!
—perdón papa...— susurró el menor entre dientes.
—no, a mi no, a ellos dos y al guardia.
—vamos no jodas...
—sho.
—lo puto siento... Idiotas y maldito carcelero.
Viste a ryuu ahogar una silenciosa carcajada y antes de darle oportunidad de seguir riéndose le mandaste un golpe en la espalda que lo empujó hacia delante.
—¡y tu no te rias!— lo regañaste cabreada—¡tu eres quien provocó a sho-chan a coger el auto! ¡También tienes parte de la culpa, deberías estar pidiendo perdón también!
—l-lo siento— se corrigió enseguida inclinandose— perdón a todos por mi comportamiento, no volverá a pasar
Un pequeño carraspeo de mina impulsó a kei a inclinarse también.
—siento haber dado la idea y no haber parado a mis amigos.
—¿a quien mierda llamas amigo bastardo?
Pero la mirada furiosa de eijirou hizo callar al orgulloso de shoichi.
—a casa— intervino denki— y ni te pienses ryuu que no tendrás un buen castigo.
—y tu tampoco te vas a librar— se sumó mina empujando a su hijo hacia la salida.
— el inútil de deku tendrá un maldito trabajo lo suficientemente aburrido como para que quieras golpearte la cabeza contra el suelo— soltó bakugo golpeando a shoichi para que saliera de la celda.
—¡no! ¡Con deku no!— suplicó el niño— el maldito bastardo bicolor de su hijo me cae horrible.
—no es mi culpa que saliera al bastardo mitad-mitad y tan repelente como deku.
—que pasen una buena tarde— sonrió el guarda cerrando la celda tras vosotros.
Pero quitando aquellos momentos donde parecía ser tan irresponsable como denki, ryuu era un muy buen muchacho. Miles de veces lo viste ayudando a la hija de momo y jirou, por mucho que supieras que lo hacía por que era demasiado enamoradizo, pero eso no quitaba lo que hacía.
Le daba flores, bombones, alagos y todo lo que pudiera para solamente conseguir un "gracias y adios"
—¡vamos tigre!—kei empujó a ryuu hacia donde se encontraba aquella chica callada.
—oye ayumi-chan— dijo desviando su mirada a un lado— ¿n-no querrías ir conmigo al centro comercial?
La muchacha lo miró suspirando y se dio la vuelta para continuar hablando con el hijo de todoroki y midoriya.
—¿debo tomarme esto como un si?— preguntó sonriente.
—no.
Kei arrastró lejos de la chica a su amigo y lo tomó por los hombros para animarlo.
—¡no importa!— le dijo seguro—¡a la siguiente será!
—¡bro!— saltó el otro— ¡creo que lo estoy consiguiendo!
Ryuu era un buen niño, tan tonto e irresponsable como su padre, pero a la vez igual de buena persona.