Sus besos siempre le elevaban hacia un lugar en las nubes. Todo su ser se debilitó como si a través del contacto le hubiera robado energía. En ese instante su cuerpo sufría las consecuencias de tan dulce contacto: sus piernas temblaban, su corazón se aceleraba y su piel se calentaba. Los besos de su pareja le resultaban maravillosos, perfectos.
Lan Zhan era un alfa tan responsable y serio que nadie podría imaginar la pasión que era capaz de imprimir en su contacto. Y en ese momento, observó cómo sus ojos parecían oro fundido. Le quemaban y desnudaban con un solo vistazo. La época de calor de su alfa estaba cerca y él sería su víctima como todos los años. Un alfa no queda indispuesto en época de calor, solo se vuelve más agresivo, más protector y posesivo y por supuesto, apasionado. Pero no significaba problemas, pues el cuerpo de un omega era bastante resistente por muy frágil que luciera, tal y como Wei Ying se veía a ojos de su pareja hambrienta.
— ¿Lan Zhan, qué castigo le vas a dar a tu conejito?—Repartió besos por todo su mentón, mientras sus manos seguían sosteniéndose de su nuca. Estaba entusiasmado.
Su alfa se quitó la cinta de su frente con movimientos lentos que solo causaban más ansiedad en el omega.
— ¿Me vas a amarrar?—Le sonrió coqueto.
Pero en vez de atarle las manos con su icónica cinta, la puso en sus ojos, cegándole, privándole de advertir cualquier peligro.
— ¿No crees que es demasiado? Átame, pero quiero verte.
—Es solo el comienzo. —Le susurró en su oído.
Tragó en seco. Lan Zhan desató su cabello, dejándolo caer tan voluptuoso como era por su espalda. Con esa misma cinta le amarró las manos.
— ¡Lan Zhan, esto es demasiado!
Antes de poder comentar algo más, fue recostado en su cama. Se sentía nervioso al no poder ver ni poder moverse libremente. No que su pareja fuera hacerle un daño real, pero de igual manera estaba avergonzado.
Sintió el ligero viento cuando su pareja comenzó a abrirle la túnica. Sus mejillas se tornaron rojas. Casi sentía como la primera vez que hicieron el amor y no conocía realmente como era el sexo de alfa y omega ¡El porno exageraba demasiado! ¡Ni siquiera un omega podía abrirse de esa manera!
— ¿Lan WanJi?
Escuchó un ligero gruñido. Tanteo hasta llegar al pecho del alfa, provenía de este. Era natural, pero se sintió expuesto y vulnerable.
Sus manos fueron llevadas hacia atrás, su boca fue asaltada. La recibió con gusto. Estaba siendo sometido, lo sabía. Los alfas disfrutaban su época de calor de esa manera. Podía ser un poco chocante para un omega inexperto, pero lograban acostumbrase si había un lazo firme entre ambos.
Luego su cuello. Sintió ligeros mordiscos por todo este, reclamaba su territorio sobre él. No pudo evitar emitir quejidos agudos que solo buscaban entusiasmar más a su alfa.
Lan Zhan dirigió sus manos hasta sus pezones y los pellizcó sin cuidado mientras seguía mordiendo su cuello. Hasta que sintió esa mordida fuerte en aquel lugar donde había sido reclamado en el primer celo que compartieron.
Sus muslos fueron abiertos, casi dolorosamente. El alfa se puso en medio de ellos. Su gran miembro se froto insistente en su zona íntima.
Lo sintió luego bajar por todo su cuerpo, repartiendo mordiscos, succiones. Pero evitó su miembro, para continuar hasta su entrada.
Inesperadamente fue girado, puesto en cuatro.
— ¡Lan Zhan!
Sabía que era una de las posturas que a su pareja más le gustaba. Tenía sus particularidades a favor. No le desagradaba, pero no era su postura favorita cuando estaba fuera del celo. Prefería ver a la cara a su pareja mientras hacían el amor.
Así que se decidió, iba a usar su mejor voz de omega para suplicar porque le girase. Mientras sonreía ante el llamado que haría, esta sonrisa murió cuando sintió un azotón en su nalga derecha.
— ¡No te lo permito, Lan Zhan!—Gimió con una voz quebradiza que anuló cualquier tipo de seriedad a su orden.
—Estas siendo castigado—Escuchó su voz gravemente, incluso pudo notar cierto matiz de gusto y de saña.
Seguramente tenía una expresión de complacencia única. Su piel se erizó y un singular jadeo agudo escapó de su garganta.
—Estas tomándotelo de excusa, sé que te calienta... auch
Nuevamente recibió otro azote en sus nalgas. Mientras que otro par de gemidos escaparon de forma deshonrosa de su garganta. Si Lan Zhan supiera que de verdad le disgustaba no se lo haría. El problema era que le avergonzaba como nada en la vida, pero más aún que su cuerpo reaccionara con gusto ante aquel tratamiento.
—Lan Wanji no te atrevas a darme otro azote. —Advirtió mientras algunas lágrimas brotaron de sus ojos y sus manos apretaban su cama, rasguñándola en el proceso. Todo su cuerpo parecía haber despertado ante la sacudida, volviéndose más sensible incluso ante el viento que entraba a la habitación. No podía ver, solo sentir el peso de su pareja sobre él, su miembro que a veces se frotaba contra sus nalgas, las manos de su alfa tocándole posesivamente o sus ligeras mordidas siendo repartidas por hombros.
El alfa se puso encima de él casi al completo, obligándolo a caer sobre la cama totalmente indefenso y sumiso. Le retuvo de la nuca con sus dientes mientras otros tres azotes sufrieron sus nalgas. Ni siquiera pudo quejarse. La sensación de sumisión obligatoria que le producía mientras era sostenido en aquel lugar era sin lugar a dudas una tiranía de la naturaleza. Encima de todo ello, su cuerpo respondía con alegría a la fuerza del alfa ¡Tenia un alfa fuerte! El omega esta jubiloso, su propia entrada comenzó a lubricarse solo por eso.
—Piedad, Lan Zhan, te prometo que no vuelvo a hacerte una travesura. ¿Wanji? A-Zhan La erge, por favor.
Le soltó de sus colmillos. Pero no le quito la venda de los ojos ni desamarró. Lo sintió quitarse la ropa por completo. Luego el choque de piel y finalmente como ingresaba su miembro con fuerza dentro suyo, sacándole un quejido. Le sentía muy duro y goteante. Definitivamente a su esposo le fascinaba verlo lloriquear mientras tenían sexo.
—Eres un desalmado, un lujurioso sin remedio.
Él había sido quien le guío a jugar al castigo, decirle "haz lo que quieras conmigo" podía ser tomado según su apreciación a todo los deseos más sucios que Lan Zhan tenía sobre él. Le hacía preguntarse ¿cómo es que se había contenido de siquiera besarle antes?
Admiraba al pequeño Lan Zhan de 15 años que lo tuvo incluso semi desnudo cerca pero que no le tocó ni un cabello.
Mientras era embestido sin ninguna piedad, Lan Zhan le tocaba a gusto por toda su piel. Él solo podía removerse a su ritmo, gimiendo entrecortado su nombre. Debido a que sus manos estaban atadas no podía quitarle la túnica al completo la cual cubría parte de su espalda.
—Debiste desnudarme antes de amarrarme, segundo maestro. —Bromeó.
No contó con que su marido empezase a rasgarle la ropa para conseguir besar su espalda mientras le tomaba.
—Esa ropa me gustaba mucho. —Se quejó.
—Te compraré nueva.
—Traje un par más ahhh
Lan Zhan le tomó de la cintura para darle con mayor velocidad.
—Estás haciéndolo muy fuerte.
Su marido disminuyó su velocidad, besó su cuello y repartió mordiscos pequeños.
Para Lan Wanji la sensación era especial. Cada vez que hacían el amor era diferente y único. En ese instante, sentía todos sus instintos dominantes gobernarle, deseaba apresar a su pareja y no dejarle escapar en todo lo que quedaba del día. Su aroma tan dulce, su sumisión y entrega le enloquecían. No podía detenerse, cada vez que observaba hacia abajo, el revuelo de ropa, su piel descubierta marcada y sus glúteos redondeados absorber su miembro creía que no podría parar de mover sus caderas para adentrarse en su pareja.
Había tenido un par de sueños húmedos con Wei Ying de esa forma. No había podido llevarlos a cabo. Su dulce conejito finalmente le había dado la oportunidad de realizar aquella perversión.
Meneó suavemente su cadera mientras sentía su miembro ser tragado poco a poco por su pareja, las entrañas de este agitarse y succionarle. Exhaló, bajó sus manos y apretó las dos nalgas redondas y carnosas que le daban vía libre.
Escuchó un quejido provenir de su omega. Sabía exactamente si a Wei Ying le dolía de verdad o si solo jugaba, aunque nunca dejaba de mantenerse alerta por si realmente le lastimaba.
Se acercó y terminó de romper la túnica que le impedía verle al completo. Estuvo demasiado entusiasmado y se olvidó de desnudarlo por completo antes de atarlo.
Se puso sobre él y comenzó a menear sus caderas con mayor fuerza en rápidas estocadas.
Lamió su cuello y bajó sus manos hasta encontrarse con sus pezones. Le gustaba aquella postura no lo negaba, era una satisfacción instintiva al verlo tan voluble.
Wei Ying giró su cabeza y él aprovechó para besarle dulcemente mientras aún seguía profanando su cuerpo a voluntad.
—Lan Zhan ¿te gusta cómo luzco? ¿Te pone verme llorar?
Inconscientemente comenzó a penetrarle a mayor velocidad. La voz de su pareja se quebró en gemidos.
Le levantó sentándole encima de él, paseo su mano por todo su pecho. Wei Ying llevo su brazos atados hacia atrás buscando atrapar a su marido. Lan Zhan se metió entre ellos, dejándole colgarse de su nuca en una posición incómoda pero que les permitía sentirse al completo y continuar besándose mientras Wei Ying saltaba sobre su miembro a ritmo constante.
La explosión caliente en su interior hizo gritar agudamente al omega mientras también se corría. No pudo respirar con facilidad por un largo tiempo. Lan Zhan le sostenía de la cintura mientras besaba su cuello. Sintió como la cinta le era soltada de sus ojos y luego sus manos. Lan Zhan besó su mejilla con afecto. Wei Ying solo se pudo acurrucar, mientras sentía que el nudo de su esposo crecía muy en lo profundo de sus entrañas.
Cuando al fin pudieron separarse. Wei Ying se dejó caer de espalda a la cama. Su esposo se acomodó a su lado, este acariciaba su mejilla con ternura mientras sus ojos examinaban cada parte de su cuerpo.
—Wei Ying ¿estás bien?
El omega parpadeo varias veces acostumbrando nuevamente a sus ojos. Dirigió su mirada a Lan Zhan este emitía un aroma de satisfacción absoluta, pero en su rostro podía ver cierta vergüenza y preocupación por el juego rudo.
—Estoy bien. Me gusto...aunque ya sabes que me da algo de vergüenza cuando haces eso.
LanWanJi se acercó a su omega, acarició su mejilla e inició un beso lento y dulce. Debido a su situación como alfa, poco a poco se dejó llevar hasta terminar presionado a su pareja contra la cama. Ambos sintieron como el miembro del alfa iba hinchándose nuevamente.
—Wei Ying ¿Puedo?
El cuerpo del alfa estaba realmente ardiendo, su miembro se había endurecido con solo besarlo. Su rostro y sus ojos dorados eran demasiado para que Wei Ying pudiera negarse. Así que provocativamente abrió sus piernas.
—Lan Zhan estas en calor. Tu omega va a atenderte. Si quieres hacerlo de nuevo, hazlo. Incluso si me quedo dormido puedes seguir, alfa.
Entrelazó sus manos en su nuca y le atrajo para iniciar un beso apasionado. Lan Zhan apretó su cadera, acaricio su muslo. Tomó cada pierna con sus manos, abriéndose espacio e ingresó rápidamente en su interior. Comenzó a moverse mientras mordisqueaba varias partes de sus hombros redondeados. Wei Ying clavó sus garras en su nuca, luego bajo y descendió por toda su espalda y las centro en sus caderas.
Después de correrse en la segunda ronda, Wei Ying sintió que era invadido nuevamente. Estaba relajado a pesar de estar siendo embestido, casi sentía que su parte inferior se encontraba adormecida, sonrío y atrajo a su esposo para compartir un beso. Se quedaba medio dormido de a ratos.
Lo sintió correrse nuevamente. Ya no sabía si algo más de la esencia de su marido ingresaría pues estaba literalmente rebalsando. Sin perderse la oportunidad, el alfa anudó dentro de su omega por tercera vez. Wei Ying se dejó mimar debajo de su cuerpo. El alfa repartió besos y le susurraba cuanto lo amaba.
—Lo lamento, Lan Zhan, pero no puede haber una cuarta ronda. Debemos alistarnos, porque A-Yu va a tener hambre pronto.
Lan Zhan podría negarse a dejarlo ir de la cama, pero al escuchar el nombre de su cachorro, asintió. Se levantó y remojó un paño en el cuenco de agua que los sirvientes habían dejado cuando llevaron las pertenencias de su esposo y del cachorro.
Pasó con el trapo por todo el cuerpo de su pareja limpiándolo a conciencia. Wei Ying sonrió y emitió soniditos parecidos a ronroneos de complacencia mientras era mimado por su alfa.
Finalmente, luego de un largo momento de limpieza y besos mariposa, ambos esposos quedaron presentables para ir por su pequeño hijo. Antes de salir de la habitación, con Wei Ying perfectamente aseado y vestido, acunó el rostro de su pareja le atrajo para darle un beso lleno de amor.
—Te amo, Lan Zhan, y desde que te confesé mis sentimientos te he considerado mi familia, una que hemos ido construyendo y a la que adoro.
Lan Zhan acarició sus cabellos, sonrío.
—Te prometo esforzarme porque seas feliz a mi lado.
—Yo también quiero que seas feliz conmigo.
—Lo soy. Te amo.
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Lo prometido!!! Antes de cumplir dos semanas tienen el extra del castigo!!! Ya que debemos avanzar con las otras dos historias paralelas, les dejo este extra para los conejitos porque si avanzo con lo planeado les haré spoiler de las otras dos XD... El siguiente capítulo también será un extra que creo tendrá tanto la boda de Lan Zhan y Wei Ying como cuando se reencontraron en su nueva vida.
Comenteneme que les pareció, me esforcé lo más que pudo no sé si me salió tan hot como quise pero bueno. No sé como se me ocurrió un Wei Ying vendado, pero dije ..por que no?
Con tanta esencia de LZ habrá resultados? Dicen que mientras das de lactar no quedas embarazada, pero mis hermanos son pruebas de que es méotodo falla? Ustedes han escuchado sobre métodos naturales?
Y bueno como se dijo en Maestro de Muelle de Loto, Wei Ying tambipen quiere adoptar, una forma de rendirle honor a Jiang Fengmiam. Y ya saben como opina de que para él es lo mismo y el amor que se tiene por un hijo también. Creen que Lan Zhan lo acepte? O traiga problemas
Nos vemos en dos o tres días con la actualización de Muelle de Loto y luego de los peques. Si han leído el fic de "Jóvenes maestros de cultivación" les invito a leerlo!!
Además, pronto voy a subir a esta plataforma una historia omegaverse original!!
No se olviden de compartir la historia. Y nos vemos pronto!!!!!!!!