Capítulo 15: Celo de omega

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No era el primer celo que habían pasado juntos. Era parte de su vida en todos los años que llevaban estando casados, aun así, los instintos despiertos del alfa le hacían sentir como un alfa joven que por primera vez tiene a un omega en celo en sus brazos.

Lan Zhan no iba a contenerse. Lo había hecho durante todo el banquete, y, al fin, podía a tener a su omega solo para él. Bajó la túnica de Wei Ying, dejando su hombro descubierto y comenzó a besarlo. Entonces, la mano libre de Wei Ying comenzó a acariciar el miembro de su alfa.

Un gruñido grave escapó de la garganta del alfa. Se sentía duro y deseoso, así que sujetó a Wei Ying, le dio la vuelta y lo empotró contra la mesa. Parecía un acto violento, pero el omega solo ronroneo complacido.

Wei Ying se sujetó de la mesa, satisfecho con ser dominado de esa ruda manera. Abrió más las piernas para recibir a su pareja. Sus garras rasguñaron la mesa y varios de los cuencos vacíos cayeron. Su cabello fue apartado y sintió varias mordidas en sus hombros y espalda. Atrajo el bello rostro de Lan Zhan y se besaron mientras su unían. Ambos estaban de rodillas, con la mitad del cuerpo sobre la mesa, gruñendo y gimiendo sin control. No parecían dos humanos, sus instintos gobernaban, jadeando como animales en celo.

Cuando el acto terminó, Lan Zhan cargó a Wei Ying hacia el lecho. Le prepararía un baño para refrescarlo. Wei Ying se estiró perezosamente en la cama, disfrutando del efecto post orgásmico. Tomó una túnica de su esposo y lo apretó contra su nariz, suspiró complacido de sentir de cerca el aroma de su alfa.

El alfa trajo una tina para que su omega pudiera refrescarse, pero Wei Ying le esperaba sentada, sonrojado, mordiéndose los labios y abriendo sus piernas para él. No pudo detenerse. Se quitó la túnica en el camino y al llegar, empujó al omega hacia la cama, abrió sus piernas y las atrajo hacia el beso cada muslo, antes de ingresar su miembro en el omega de forma brusca y directa. El omega le atrajo para besarse y empujó con fuerza mientras saboreaba la boca del menor.

Wei Ying tenía sus piernas sobre los hombros de Lan Zhan. Su cuerpo se arqueaba ante cada embestida, su voz salía ronca. Había gemido demasiado. La boca de Lan Zhan se concentró en sus pezones, siendo devorados mientras los embistes se habían más fuertes y rápidos. Wei Ying se aferró a la espalda de su esposo, mientras sus pequeñas uñas rasguñaban esa piel blanca. Devolvió la ferocidad de las embestidas con un beso que le robó el aliento al alfa. Wei Ying era fascinante, parecía incansable y que nunca podrían tener suficiente el uno del otro. A estas alturas, otras parejas podrían haberse cansado del cuerpo del otro, pero no era así. Aun perdidos por los instintos, sus miradas no solo denotaban fuego de deseo, sino de amor profundo y devoto.

Pronto, ambos disfrutaron de un momento de tranquilidad. El celo obligaba al omega a necesitar más atentión, caricias y pasión de su alfa.

—Lan Zhan, gracias por cuidarme.

Ambos se quedaron frente a frente, recostado sobre uno de los lados de su cuerpo. El alfa sonrió suavemente. Era una imagen tan hermosa que a Wei Ying le quitó el aliento. Nadie conocía como Wanji se descontrolaba, como sus instintos gobernaban, esa bestia que dormía en su interior se liberaba. Ver al perfecto segundo jade sudoroso, con el cabello revuelto, esa mirada encendida por el calor y el deseo. Wei Yng suspiró encandilado, atrapado en la belleza de su marido.

Sintió una caricia en su mejilla. Lan Zhan se acercó y le dio un beso en su frente.

—No tienes que agradecer ¿recuerdas? —Susurró el alfa con afecto.

Wei Ying asintió y sonrió.

—Soy muy feliz, Lan Zhan. Te prometo que me esforzaré ante todo lo que venga.

PEQUEÑO MAESTRO LAN (Hiatus Indefinido) Where stories live. Discover now