Durante las siguientes dos semanas estuvo trabajando en el brazo y le hizo algunas modificaciones.
También le propuso ayudarle con el lavado de cerebro que los de HYDRA habían hecho. Pero tenía un plan... Después les cuento...
Tony había conocido a ese James del que su Tía Peggy le hablaba. El mejor amigo del ícono de América y al que sinceramente admiraba mucho más que al Capitán.