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Tony regresó al complejo pero no duró mucho allí pues Pepper le esperaba en su habitación y le sacó de ella para que acudiera a Industrias Stark.

Cuando regreso, ya casi a las once de la noche, se encontró con la agente Romanoff en la sala de estar.

Antes de que llegara a la cocina por una preciada taza de café fue interceptado por la pelirroja. Le dijo que le haría la cena y Tony se extraño por eso. Sabía que los demás Vengadores en el complejo ya habían cenado.

Romanoff lo arrastró hasta la cocina y lo dejó en la isla de dicho lugar. Lo primero que hizo fue tenderle una taza de café caliente al genio. Le cocino algo sencillo pero Tony confesó a la mujer que en realidad estaba muy rico. Mientras el millonario comía, ella le observaba.

Cuando el Stark terminó su comida y estaba a punto de levantarse a servir otra vez café, la pelirroja se le adelantó y fue ella quien le sirvió su taza. El castaño vio salir a la Viuda Negra de la cocina, estaba extrañado de su actitud. Natasha nunca se había comportado de esa manera hacia él.

Romanoff regresó y tomó asiento a un lado de Tony. Este le miró con una ceja alzada.

Ella le pidió perdón por haberlo traicionado en la Civil War. Obviamente Tony aceptó la sincera disculpa de la agente.

Nath le tendió una caja llena de donas, según dijo era un regalo porque sabía cómo amaba esas donas glaseadas. Y aunque el de ojos chocolate quería comer todas las donas solito, le compartió a la pelirroja para que se diera cuenta que si le ha perdonado.



Esta historia tendrá un maratón...

FernandaLabath

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