#24

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Tony buscó su pijama y se metió a la ducha, todo haciéndolo sin encender la luz. Estaba más dormido que nada, no se percató de esa presencia hasta que...

Hasta que se dejó caer en su cama. Está estaba un tanto incómoda, obviamente era una persona. Aunque el de ojos chocolate ni en cuenta.

Apenas estaba entrando en sueño cuando -la persona que irrumpió en su habitación- le habló y acarició sus hebras castañas. Estaba empezando a dormitar nuevamente cuando abrió los ojos de golpe...

¡¿Quién rayos estaba en su habitación?!
¡Su habitación! ¡Suya, de él!

El intruso volvió a llamarle, y ahora con el sueño ya espantado reconoció su voz.

Reconoció esa voz aún a oscuras... ¡Era Bruce! ¡¡¡Su querido Brucieboo!!!

Lo apretujo con mucha fuerza, Bruce debajo de él le devolvió el abrazo. El gran abrazo de oso duro hasta que el de lentes se quejó porque no le dejaba respirar. Y Tony muy a su pesar y murmurando quejas por lo bajo, lo soltó, se levantó dejándolo libre para que pudiera respirar.

Cuando el Doctor estuvo de pie el castaño de menor estatura de nueva cuenta lo abrazo. Oculto su rostro en su cuello y le dijo cuánto le había extrañado.

Take Me HomeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora