Parte 1. My sweet shackles.
-Tranquilo, ya paso…- le susurro el ojimarron.
Ambos se encontraban sentados en la cama. El reloj marcaba la una de la mañana. Llevaban una media hora en esa posición. Zayn acariciaba la espalda de Liam mientras le susurraba en el oído para poder tranquilizarlo. Tres días habían pasado desde el regreso del castaño y todas las noches, sin hacerse esperar, lo atacaban las pesadillas que lo despertaban bañado en sudor y con la respiración agitada. El azabache despertaba unos segundos antes por los gritos desesperados de su amante. No le molestaba en lo más mínimo. Todos sabían que Zayn amaba dormir como nada en este mundo, pero por Liam, él estaba dispuesto a pasar todas las noches en vela. No le sorprendía los ataques de pánico que sufría su amado, ni el hecho de empezar a usar inhalador. La vida era un poco más difícil, pero habían pasado por una etapa de traumas para su relación, uno más que el otro. La respiración del ojimiel se calmo y el sudor que perlaba su cuerpo se había secado.
-¿Ya estas mejor?- pregunto tímidamente el ojimarron mientras abrazaba por la espalda al otro chico.
Liam negó con la cabeza y deshizo el abrazo. Se levanto de la cama y predio una lámpara. La tenue luz lleno el cuarto, revelando cosas que la oscuridad esconde. Una de ellas, las cicatrices en la espalda de Liam. Zayn se removió nervioso al verlas. Nunca se lo confesaría a nadie, pero su mente también estaba plagada de pesadillas. En ellas se podía ver como Liam era flagelado hasta la muerte y él solo podía ver, no podía interferir. El castaño se coloco un par de pantalones deportivos y salió del cuarto. El azabache suspiro derrotado y se coloco unas pantuflas. Ambos salieron del cuarto, uno detrás del otro. Entraron al pequeño gimnasio de la mansión. El castaño se dispuso a levantar pesas y hacer varios ejercicios. Zayn, se quedaba en una esquina contemplando todo el esfuerzo que realizaba su amado. Era mejor dejar que Liam tratara con sus demonios de la manera en la que él quisiera. Después de unas dos horas subieron al cuarto, se bañaron juntos y se recostaron en la cama. En el momento en que la cabeza del castaño toco la almohada termino roncando. El cansancio físico era la única manera en la que podía dormir sin sueño. El moreno lo contemplaba dormir, con su cara contrista por el dolor de su alma. Tenía miedo de dormirse, despertar y verlo en uno de sus ataques de pánico. Era doloroso e insufrible. Pero tenia que ser fuerte. En esa mansión destrozaron a Liam hasta el límite, y armarlo seria un proceso sumamente largo y muy trabajoso. ¨Pero por amor se realizan todas las cosas¨ era lo que pensaba. Se recostó a su lado y acaricio el cabello de su amado, bajo su mano y toco la delicada barba que tenia, sus carnosos labios, sus pobladas cejas, sus ojos cerrados, sus mejillas sonrojadas por el ejercicio y el baño de agua caliente.
-Lo siento…- susurro el ojimiel.
Zayn se escandalizo al escuchar su voz. Cualquiera pensaría que Liam ya estaba dormido.
-¿Sientes qué?- pregunto con voz baja el moreno.
-La falta de atención que he tenido contigo- confeso el castaño mientras abría los ojos.
Zayn frunció la nariz. Durante esos días Liam le había dado abrazos y besos hasta la muerte. Pero su novio no se refería a eso, si no al hecho de la falta de atención en la cama. No es que se la exigiera ni mucho menos, pero ambos eran hombres y tenían la misma edad, sabían que el cuerpo tiene necesidades que tienen que ser suplidas. Zayn se inclino y beso la frente de su amado. Esperaría todo el tiempo que fuera necesario por volver a sentir la cálida piel desnuda de su amado. Le sonrió pero el más alto le dio la espalda. Se sentía tan poco hombre por no poder complacer a su chico. Zayn no lo molestaba con el tema y nunca lo haría, el moreno era demasiado desligado de sí mismo, cuando se trataba de él. Pero, es una de las cosas que Liam no podía soportar. Fue criado con la idea de que un hombre le tiene que suplir a su pareja todo lo que necesite, y el sexo estaba incluido en esa lista. Y mírenlo, despertando todas las noches sudoroso, bajando a hacer ejercicio hasta la muerte para regresar a la cama y solo dormir como si nada hubiera pasado, aunque fuera todo lo contrario. Mejor era dormirse y alejar todos esos pensamientos depresivos.
-Buenas noches- susurro.
-Buenas noches- le respondieron con una voz semi-quebrada.
A la mañana siguiente bajaron en piyamas a la cocina. Tomaron asiento mientras Louis terminaba de hacer el desayuno. Su sonrisa era enorme, para él todo había ido mejorando. Desde el regreso de Liam, Harry tomo decisiones drásticas. Se lo presento a sus padres y les dijo que probablemente esa era el hombre con el que pasaría toda su vida. Al contrario de lo que esperaba Louis, los padres se pusieron muy contento afirmando cosas como un futuro Styles y que el linaje tiene que continuar. Toda una sorpresa.
-¿Cómo estuvo esta noche?- pregunto el ojiazul tanteando el terreno.
-Igual que las demás- respondió secamente el ojimiel.
Louis bajo la mirada derrotado. Él también estaba al pendiente de las secuelas nocturnas por las cuales tenían que pasar sus amigos. Pero nada podía hacer para ayudar, solo darles su apoyo incondicional. Les sirvió el desayuno y tomo asiento enfrente de ellos para poder comer los tres juntos.
-¿Alguna novedad?- pregunto el azabache.
Louis se tenso al escuchar las palabras. Zayn suspiro.
-Solo dímelo- le ínsito.
-La lectura del testamento de tu padrino será hoy en la tarde-.
Era una de las pocas cosas que podía hacer para recompensar su actitud con Liam. A la mañana siguiente de su llegada, el ojimiel le conto el importante papel que había realizado Simon para su escape. Asistieron juntos al funeral y al entierro. Muy poca gente era la presente, pero era toda la que rodeaba a su padrino. Esta vez Liam no podía asistir, el evento era solo para las personas a las que se les había citado, nadie más nadie menos. Debajo de la mesa el castaño le apretó la mano para llenarlo de confianza. Era una de las cosas que mas necesitaba.
-Entonces ¿Creo que me tendré que arreglar?- era casi una afirmación en vez de una pregunta.
Los otros dos asintieron. Zayn dejo lo que quedaba de su desayuno y subió a arreglarse. Tenia que asistir presentable. Se coloco un par de pantalones de vestir y una camisa negra, una chamarra de cuero y un par de botines. Era lo mejor que se pondría, no quería ponerse ropa que lo incomodara por el momento. Bajo y se encontró con los dos chicos esperándolo en la sala. Se acercaron a él. Louis le dio un abrazo y Liam un suave y delicado beso en los labios. Zayn sonrió y salió de la mansión. Era mejor terminar con todo esto de una buena vez. Dentro se quedaron sentados los castaños en el sillón. Liam le contaba en esos momentos de intimidad cosas que no le podía contar a Zayn, no era falta de confianza, era cosas relacionadas con él. Louis escuchaba atentamente a todas las dolorosas palabras que salían de los labios de su amigo. Tanto dolor no es natural ni sano para una sola persona. ¨Cuanto sufrimiento retenido, y estoy seguro que existe mucho más que no se atreve a expresar, por miedo a hacer conciencia de esa tristeza¨ era lo que pensaba el ojiazul mientras veía como un par de lágrimas escurrían por las mejillas de Liam. Estuvieron juntos en la sala platicando tres horas hasta que el cansancio venció al ojimiel y se quedo dormido. Louis lo arropo, cuanta paz transmitía al estar dormido. Su teléfono sonó, el ojiazul sonrió, una llamada del chico de rulos seria su mejor medicina en estos momentos. Su rostro cambia abruptamente. No era Harry el que lo llamaba, era Zayn.
-¿Todo bien?- fue lo primero que abandono sus labios al contestar la llamada.
-Louis necesito que hagas todo lo que te pida, sin preguntar, todo…- el tono de su voz era una orden, no una sugerencia.
-¿Qué necesitas que haga?- le pregunto.
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El edificio era tan lúgubre. ¨¿Por qué todos los lugares relacionados con la muerte tienen que ser de esa manera?¨ Solo un recordatorio más de lo delicada que es la vida. Llevaba un par de minutos esperando sentado afuera de la banca en la oficina donde lo atenderían. Se mordía de vez en cuando las uñas, ya quería regresar a su hogar. La puerta del despacho jurídico se abrió y un hombre alto y delgado le pidió que pasara. Zayn se levanto al recibir la orden y entro en la oficina. Un cuarto pequeño con algunos detalles de lujo. La oficina tenía varios casilleros con documentos adentro. El hombre le indicio que se sentara en la silla delante de él, del otro lado del escritorio. El moreno se sentó y observo al hombre hojeando unos documentos.
-¿Esperamos a los demás?- pregunto Zayn al darse cuenta del paso del tiempo.
-¿Los demás?- pregunto el hombre alejando su mirada de los papeles y observando directamente al joven a los ojos.
-Si, a los demás- afirmo.
-No existen demás joven Malik, usted es el único mencionado en el testamento- aclaro el notario.
El ojimarron trago saliva. Todo lo que poseía su padrino era para él, lo mas seguro. Lo que le entristeció recordar era el hecho que él era lo único que tenia de familia, tanto el uno para el otro.
-Estas son las últimas palabras de mi cliente- el hombre se aclaro la garganta y levanto el papel a la altura de sus ojos –Yo, Simon Cowell en plena posesión de mis facultades mentales dejo mi herencia de la siguiente manera: Todos los vienes matariales, excluyendo los vehículos, propiedades y terrenos, serán entregadas a los menos afortunados. Lo antes excluido será entregado junto con todo el dinero bajo mi nombre, ya sea de cuentas bancarias o tratos de moneda, también se incluirá las futuras ganancias a mi nombre, todo esto será para mi único heredero Zayn Javadd Malik.- el hombre bajo los documentos –El resto del papeleo es mucha palabrería técnica, si gusta se lo puedo leer-.
El moreno negó con la cabeza –No gracias- respondió secamente.
El hombre asintió –Necesito sus firmas aquí- le dijo el notario mientras le extendía una pluma.
Zayn firmo en todos los lugares indicados. Al término el hombre se despidió de él y le entrego una carta. Las últimas palabras de su padrino, una carta dirigida solo para sus ojos. Salió de la oficina y se sentó en la banca donde se encontraba cuando llego. Era mejor leerla en ese momento y sacarse todas las dudas de encima. Rompió un extremo del sobre y saco una carta.
¨Querido Zayn…
Hola, campeón. Se que tal vez para estas alturas ya no me odies, pero igual quiero pedir tu perdón. Hice muchas cosas que tu no comprendías, pero todo tiene un buen motivo. Creo que es necesario que te explique algunas cosas. Entre ellas se encuentra mi trabajo. Supongo que deduces que me encargaba de negocios sucios y turbios como el padre de Liam, no podrías estar más equivocado. Todo el dinero que tengo, todo lo que he ganado en esta vida a sido arriesgando mi existencia. Mi trabajo es, o más bien era, porque si estas leyendo esta carta es que fallecí el día que ayude a Liam a escapar. Perdona si divago, no puedo creer que las últimas palabras que te diga serán por medio de un papel. En fin, yo me dedicaba a trabajar para ¨inteligencia británica¨, mi trabajo desde años atrás era entregarles a las autoridades personajes buscados a nivel continental, como el señor Payne. Muchos años estuve trabajando con él, para llegar al momento donde bajara la guardia y poder atraparlo. Esos días que tuvo a su hijo encerrado fueron perfectos, dos semanas sin moverse del mismo lugar, seria tan fácil atraparlo.
Dile a Liam que espero que se encuentre bien y que, esperó, que no existan rencores. Una de las razones por las cuales lo compre, fue para salvarlo de su tortura. ¿Estúpido? Puede ser. Ese niño lo conozco casi desde los 8 años, yo estaba al pendiente de todo lo que sufría. También conocía que este verano lo tratarían cono vivió las semanas que estuvo encerrado. Y yo aproveche ese momento para rescatarlo, con la escusa de llevártelo a ti como regalo. Sabía que tú lo tratarías como se debía. Le darías el amor que solo un hombre puede dar, ese amor que su padre no le dio. Y él te daría a ti todo ese afecto y compañía que necesitas en tu vida. Es curioso, siempre que lo veía me acordaba de ti. Son tan diferentes pero a la vez son iguales. Me alegra que se conocieran, pero es momento de ser un adulto, pequeño. Por los sucesos que acontecieron, si estoy muerto es porque el señor Payne y todos sus secuaces también lo están, o se pudrirán en prisión para siempre. Eso quiere decir que Liam y tu ya están a salvo, pero es momento de crecer. Fue hermoso que se encontraran, pero él tiene que regresar a su vida, tiene que regresar a su vida. Se que se aman, y lo mucho que se encariñaron el uno con el otro. Pero esto no es amor, ustedes no lo eligieron, solo eran las circunstancias. Yo sé que tú actuaras de la forma correcta. Confió en que sabrás como actuar. Creo que eso es todo lo que nunca te aclare, pero existe una cosa que siempre fue realidad y te la quiero recalcar. Te amo campeón, estoy muy orgullo del hombre en el que te convertiste. Estoy contento de saber que por fin estas a salvo. Quiero que siempre recuerdes que te amaba, no eras mi hijo, pero siempre te quise como si fueras mío. Ta amo Zayn.
Atte. Simon.¨
Las lágrimas corrían por las mejillas de Zayn. Las palabras se clavaban en su alma como cuchillos, desgarrándolo internamente. Le dolía saber lo mal que había tratado a su padrino y todo lo que el hizo fue protegerlo a él y a Liam. No era la manera de pagar tanto amor y comprensión. Ahora se quedo sin familia, oficialmente era él contra el mundo. Siempre tendría a sus amigos Louis y Harry… Y estaba Liam. Salió corriendo del recinto y entro en su auto. Donde se permitió transformar las lagrimasen llanto. No podía dejar que las últimas peticiones de su padrino quedaran sin resolverse. En su interior sabia que el adulto tenía razón, que cada palabra era tan verdadera como el cielo de cada mañana. Por más que le doliera, era lo correcto. No podían seguir viviendo en una fantasía que los alejaba de la realidad. Porque aun existían mas personas que necesitaban abrazarlo, decirle que lo extrañaron, lo muy preocupados que estaban por él. Agarro su teléfono y le marco a Louis, le dio instrucciones claras de lo que tenia que hacer. El ojiazul le respondió que lo haría de manera inmediata. Termino la llamada y marco a otro numero, hizo su encargo para esa tarde y guardo su celular. Encendió el vehículo y arranco en dirección a su casa. Tantos recuerdos, tantas experiencias vividas que se tenían que quedar en el pasado y nunca regresar.
Llego a la mansión y se bajo del carro. Era momento de enfrentar lo que debía ser su futuro, solo, como siempre debió ser. Entro en la gran casa y se encontró con Liam sentado en la sala viendo la televisión. El ojimiel le sonrió y se acerco lentamente a él. Se paro y lo observo directamente a los ojos. Liam se inclino para besar a Zayn y este lo atrapo por el cuello. El beso que tenia pensado el castaño era uno dulce de ¨Bienvenido a casa¨ y el beso que inicio el moreno era de esos besos de ¨No te alejes de mi¨. Lo reconocía, ya una vez se habían dado ese tipo de besos. El día de la pelea en las vacaciones, cuando ambos pensaron que todo había terminado. Se separaron y el ojimiel se dio cuenta de la falta de contacto visual que le proporcionaba su novio. Zayn quito sus manos del cuello de Liam y la bajo a sus muñecas. En una de ellas descansaba el collar de mascota. Ambos se quedaron estáticos, el moreno quito el collar y observo directamente a los ojos a su amado. ¿Por qué tenia que ser tan difícil?
-Liam…- su voz era seca y sin vida.
-¿Te paso algo malo?- pregunto preocupado el ojimiel.
-Es momento que te vayas- le dijo mientras bajaba la mirada.
El castaño levanto una ceja inquisidora -¿A que te refieres?-.
-A esto- señalándolos a ellos dos –Es momento de regresar a la realidad, tiene que irte a tu casa, olvidarte de mi, olvidarte de todos los pesares que te hice vivir-.
-No entiendo- respondió el ojimiel algo preocupado.
-¡Se termino! ¡Eso quiero decir!- el rostro de Zayn se torno a un rojo suave -¡Que te vayas!- le grito en el rostro.
La expresión de Liam se volvió fría y distante. Sus ojos brillaban con rabia dentro de ellos.
-No- le respondió.
-¿Qué?- la exasperación en el alma de Zayn estaba aumentando, no podría soportarlo.
-Yo no me voy de aquí sin ninguna explicación- se le acerco y tomo al azabache del brazo –Un día estas todo cariñoso y al siguiente me corres ¿A que juegas? ¿Explícame?-.
-Yo no tengo que explicarte nada- dijo soltándose de su agarre y dándole la espalda –Quiero que te vayas-.
-Me iré- la voz de Liam era áspera –Solo si me dices que tu quieres que me vaya-.
-No me hagas esto Liam-.
-No, Zayn. Me iré si me dices que eso es lo que tú quiere, que ya no quieres verme- su voz era casi un susurro –Si me dices que ya no me amas, esa es la única manera que me alejare de tu lado-.
Zayn contuvo un sollozo y respiro profundamente. Se dio la vuelta y le arrojo a Liam una cachetada -¡Lárgate! ¡Ya no te quiero! ¡Ya no te amo!- la rabia era totalmente perceptible en cada centímetro de su rostro -¡Solo fuiste una cosa pasajera! ¡Como una mascota que se escapa! ¡Lárgate!-.
El castaño dio un par de pasos para atrás. El golpe no lo había movido ni un centímetro, pero las palabras lo atacaban como piedras. Bajo la cabeza ¿A caso todo era cierto? ¿Ya no lo amaba?
-Louis ya subió tus maletas al carro, un avión te espera en el aeropuerto para llevarte a tu casa-.
Liam se acerco a él y lo observo. Era el fin y él lo sabía. Levanto la mano para acariciar el rostro de Zayn, pero se detuvo. Dio media vuelta y salió de la mansión. Nunca miro atrás. Solo subió al vehículo y partió en camino a su vuelo. Zayn se quedo minutos, horas, días. ¿A quien le importaba? Observo la puerta y callo de rodillas en el suelo. Abrazo el collar del ojimiel, era todo lo que le quedaba junto a sus recuerdos. Las lagrimas empezaron a salir, a quemar su piel, a abrir las yagas de dolor eterno, a marcar su vida de soledad. Y Zayn lloro, lloro como no lo había hecho desde la muerte de sus padres. Y por primera vez desde ese acontecimiento se sintió solo, pero no físicamente. Solo por dentro, vacío, sin ninguna esperanza. Todo termino.
-Es por su bien- dijo el voz alta mientras se aferraba con uñas y dientes al collar –Te amo Liam, nunca lo olvides-.