-Es momento que tu también me preguntes cosas que quieras saber de mi vida- respondió Zayn.
Liam se quedo en silencio por un par de segundos. El ojimarron estaba dispuesto a abrirse emocionalmente frente a él.
-¿Cómo que cosas amo?- pregunto dudoso.
-Lo que tu quieras saber de mi vida- hizo una mueca con el labio –Tengo una mejor idea, yo te contare cosas de mi, si te queda alguna duda al final las podemos aclarar-.
-Como usted guste amo- respondió el castaño.
-Bueno, mi nombre es Zayn Malik. El único hijo del matrimonio de Yasir y Trisha Malik. Mi padre era dueño de una de las compañías farmacéuticas mas grandes que existen- los pensamientos golpearon su alma, ya llevaba tiempo sin hablar de ellos.
El ojimiel estiro una de sus manos y acaricio la mejilla del azabache –No se preocupe, se que fueron personas buenas- dijo, mientras continuaba con la caricia.
-Lo eran- de sus labios se escapo una sonrisa melancólica – Mi madre era la mejor mujer del mundo, siempre cuidando de mi, y viendo por el bienestar de todos los demás antes que el de ella misma-.
Y como una película, las escenas de ese fatídico día se apoderaron de su mente.
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El carro recorría bajo la lluvia el camino que restaba del aeropuerto a la mansión. El matrimonio Malik agarrados de la mano iban en los asientos de al frente, y en la parte trasera del vehículo se ubicaba el descendiente del imperio Malik. La sonrisa en el rostro de Zayn no se borro desde el aterrizaje del avión, amaba pasar las vacaciones con sus dos padres, compartir en familia.
-¿Qué te parece un chocolate caliente con galletas caseras Zayn?- pregunto Trisha mientras observaba a su hijo por el espejo retrovisor.
-Claro que si, me encantaría- respondió agrandando su sonrisa.
-¿Qué te parece si mañana pasamos la tarde nosotros dos?- pregunto Yasir, mientras imitaba la acción de su mujer.
-Sabes que me encanta pasar tiempo contigo- respondió el azabache.
La sonrisa que antes llenaba su rostro se desvaneció. Una mueca de horror inundo su cara.
-¡Cuidado!- grito mientras señalaba con su dedo a la parte frontal del carro.
Fue muy tarde, Yasir no observo el camión que se dirigía en su dirección. Logro esquivar el mastodonte metálico, pero no pudo evitar caer por un pequeño barranco que se encontraba al costado de la carretera. Las imágenes se tornaron borrosas, entre una realidad y otra las imágenes entraban en la mente de Zayn. Abrió los ojos. Se encontraba muy lejos del choque del automóvil, el cual estaba despedazado por el impacto. Sin saber de donde saco fuerzas, se puso de pie y se encamino al lugar del incidente. Lo primero que pudo apreciar fu a su padre, que aun se encontraba agarrado del volante, y después lo peor. El cuerpo de su madre sin vida, corrió en dirección a su madre y la acuno en sus brazos.
-¡No! ¡No es cierto! ¡Despierta mamá, despierta! ¡Abre los ojos! ¡No me dejes!-.
Y ahí, bajo la lluvia, con el cuerpo ensangrentado de su madre, se despidió de la persona que mas amaba en la vida.
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Unas furtivas lágrimas amenazaban con salir de sus ojos, pero las pudo contener al sentir unos brazos que lo rodeaban. Un cuerpo cálido y fuerte lo sostenía por atrás.
-No recuerde eso amo- dijo dulcemente Liam –Ellos se encuentran en un mejor lugar cuidando de usted-.
-Muchas gracias Liam, gracias por tu apoyo- respondió con un tono de voz casi tan dulce como el del ojimiel.
-Si mi padre te conociera, estoy seguro que se llevarían muy bien- soltó el azabache.
-¿Por qué lo dice?- pregunto curioso el castaño sin soltar el cuerpo del ojimarron.
-Él siempre quiso que yo fuera doctor, o me dedicara a algo que se le pareciera- la tímida sonrisa volvió a cubrir su rostro –Pero Salí mas como mi madre-.
-¿Y eso es?- una pregunta digna de un crio pequeño.
-Me agrada que tu también tengas curiosidad por mi vida Liam- dijo el azabache recargando su cabeza en el hombro del castaño.
Su aroma masculino lleno sus fosas nasales. Liam observaba detenidamente el rostro de Zayn, que de cerca era más guapo, si es que eso era posible. Mientras que por su parte, el ojimarron no podía apartar su mirada de los carnosos labios del ojimiel.
Sacudió la cabeza intentando alejar las imágenes donde él se abalanzaba sobre los labios del castaño, no quería espantarlo –Pues en una de las cosas que me parezco a ella es que no quise irme por el camino de los pensamientos rígidos, preferí estudiar y dedicarme al arte- respondió.
-¿Hay mas cosas en las que se parecen?- si le iba a realizar un cuestionario personal lo haría de la manera mas profunda.
-Si, existen otras cosas- respondió con una sonrisa picara. La cual borro en cuanto noto la tensión en el cuerpo del otro joven –Mis pestañas y mis ojos son cosas que herede de ella. Y en cuanto a mi personalidad y a mis gustos… Eso te lo puedo contar otro día- finalizo con un giño de ojo.
-¿Qué es Louis de usted amo?- pregunto el ojimiel, mientras sus mejillas se tornaban de un color rojizo.
-Es solo mi amigo, el trabaja aquí poco menos de 3 años y se a transformado en mi compañía, la única persona que en verdad quiere o le interesa conocerme. Claro, ahora también te tengo a ti ¿Verdad?- sus ojos se abrieron grandes y brillosos, y su boca se torció en forma de puchero.
El castaño sentía como la sangre se le agolpaba en el corazón y en otra parte de su anatomía al ver el rostro de Zayn –Si amo, yo estoy aquí para usted- respondió Liam mientras acariciaba la mejilla del ojimarron con su barbilla.
¨ ¿Puede ser que tenga mi oportunidad con él? ¿Tal vez yo también le guste? No pierdo nada en intentarlo, a parte, si no le agradara no estaría abrazándome tan cariñosamente¨.
El ojimarron entre empujones subió arriba a la altura del castaño, sin soltar el abrazo. Ubico su rostro al lado del de Liam. Ojo con ojo, nariz con nariz y labio con labio. El azabache se acorruco en el cuerpo del ojimiel.
-Tengo sueño, ¿No te importa si me duermo?- pregunto con voz infantil el azabache.
-Amo-.
Zayn pudo sentir como de nuevo el cuerpo del ojimiel se tensaba -¿Qué ocurre Liam?- el ojimarron tenia miedo de actuar tan prontamente.
-Estamos en su cama… Y, bueno… Usted sabe que…- las palabras salían entre cortadas, a este punto no le importaría que su amo se pusiera dominante y quisiera tener acción desenfrenada con él. Pero una pequeña y molesta voz en su cabeza le recordaba que era una simple mascota, un juguete que puede ser desechado.
Zayn torció su nariz a manera de disgusto y se incorporo de la cama –Ven, sígueme- dijo el ojimarron mientras le extendía la mano al otro joven.
Liam tomo la mano de su dueño sin replicas. El azabache lo condujo al sofá donde Liam pasa las noches. Lo abrazo fuertemente y se tiro arriba del mueble, quedando en la misma posición que en la cama.
-Ya no estamos en mi cama, asi que esa estúpida regla no cuenta- dijo Zayn mientras cerraba los ojos.
El castaño sonrió para sus adentros, en verdad había una pequeña posibilidad que en verdad pudiera existir algo entre ellos dos. El móvil sonó sacando al ojimiel de sus pensamientos.
-¿Quién habla?- contesto el azabache.
-Zayn, hola. Soy yo, Harry- respondió la voz al otro lado de la línea.
-Hola Harry ¿Qué pasa?- respondió el ojimarron medio molesto, por ser interrumpido antes de poder dormirse en los brazos de Liam.
-Bueno, te quería invitar a una fiesta que se dará en mi casa. Yo le había dicho a Louis que te avisara pero se le olvido- dijo el chico de los rulos.
-No es mi culpa, sabes que me distraigo fácil- sonó la voz del ojiazul.
-¿Louis esta contigo?- pregunto el ojimarron.
-Si, salimos a comer- respondió el ojiverde –La fiesta es de traje formal, me encantaría que pudieras asistir. Louis vendrá conmigo asi que tú puedes traer a alguien-.
El azabache sonrió, estaba muy seguro de aquí llevaría –Claro, ahí estaré- respondió con la sonrisa juguetona en su rostro.
-Bueno, después te envió la información-.
-Por cierto Harry, dile a Louis que no lo necesitare mañana- y colgó a la llamada.
La mirada de Liam era de una duda muy grande, y no pensaba dejarlo de esa manera –Liam, me invitaron a una fiesta ¿Te gustaría ir conmigo?-.
La noticia tomo por sorpresa al castaño, llevar a una mascota a un evento no era digno de nadie –Yo creo que no es buena idea. A parte no tengo nada que poner me amo. Y solo lo haría pasar vergüenzas-.
-Pero yo quiero que tú vayas conmigo al evento, por favor- dijo suplicante el ojimarron.
-Amo y ¿Qué me pondré?- pregunto tímidamente el ojimiel.
-Por eso le dije a Louis que no viniera mañana. Ya que yo te llevare de compras- respondió el azabache mientras cerraba sus ojos.
-Amo eso no es necesario-.
-No me contradigas Liam, yo te quiero comprar ropa. Y otras cosas que necesites. Soy muy terco asi que mejor ríndete- respondió antes de caer dormido.
No podía creerlo, su amo lo llevaría de compras. En verdad mínimo tenía un interés humano en él, no es que no lo demostrara. Pero era muy surrealista para ser cierto. La tarde que le esperaba para mañana seria una de las mas interesantes en mucho tiempo.