-Ya sabes hijo, los negocios antes de la familia-.
Alcanzo a escuchar Liam antes de ser absorbido por el sueño.
-Muchas gracias señor Payne por su venta, mi ahijado quedara complacido-.
-Antes de irse deje le doy un consejo para mantener al mocoso a raya-.
-¿Qué seria eso?- pregunto el señor Cowell lleno de curiosidad.
-Recuérdele la seguridad de su madre y lo que le pasara sino copera-.
-Lo tendré en mente, muchas gracias-.
Sin más que decir, y con el cuerpo de Liam en sus hombros el Señor Cowell salió de la mansión.
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3 días antes.
El sol relucía en lo alto del cielo. Cerca de las colinas siempre se sentía más frío que en el resto del país. Un joven de ojos azules y cabello castaño subía al cuarto piso de una de las casas más grandes de todo el lugar. Sin tocar, sabiendo que no iba a tener respuesta, abrió la puerta del dormitorio principal.
-Joven Malik su desayuno esta listo- pronuncio el joven con voz armoniosa, para no perturbar la paz del lugar. Camino a la cama y le extendió al joven recostado una charola de la mas fina plata.
-Muchas gracias Louis. Y te repito, soy Zayn no ¨Joven Malik¨- dijo el azabache antes de empezar a comer su desayuno.
Antes de salir del cuarto el castaño lo miro por unos segundos y exclamo –Por cierto, su padrino acaba de llamarlo, llegara de visita en la tarde-.
-Muchas gracias, ya puedes retirarte-.
Louis salió de la habitación, Zayn no pudo evitar embozar una sonrisa ¨mi padrino me visitara, en todo el tiempo que no ha venido¨. El ojimarron empezó a patalear de alegría frente al pensamiento, cual niño al que se le cumplen sus deseos. Se dispuso a comer su desayuno con lentitud, las imágenes de las tardes que solían pasar juntos llenaban el ambiente y sobre todo, llenaban su corazón de alegría y nostalgia.
Era pasado el medio día y Zayn no quitaba la vista de la ventana de su habitación, que da a la entrada de la casa. Ya después de esperar un par de horas el joven azabache miro a lo lejos un auto que se acercaba a la mansión.
-¡Louis prepárate, ya viene!- grito el ojimarron desde el cuarto piso.
-¡En eso estoy joven Malik!-.
-¡Te dije que me llamaras Zayn!-.
Louis ya no respondió al comentario del ojimarron y se dispuso a abrir la entrada de la casa. A unos cuantos pasos ya se encontraba el señor Cowell.
-Bienvenido señor, el joven Malik lo estaba esperando-.
-Me sorprendería que no fuera de esa manera- el hombre le embozo una sonrisa al joven castaño.
-¡Padrino!- grito el azabache mientras se abalanzaba a los brazos del mayor.
-Hola Zayn ¿Cómo has estado?- pregunto mientras aumentaba la fuerza el abrazo.
Rompiendo el momento de rencuentro, mas por formalidad que por gusto, Louis se acerco a los muy cariñosos emparentados.
-Yo ya me retiro joven Malik- exclamo Louis algo avergonzado mientras daba unos pasos para atrás.
-Zayn, Louis mi nombre es Zayn-.
-Entonces me retiro Zayn-.
Habían pasado ya unas horas, el sol se ocultaba a lo lejos. El rato que pasaron juntos transcurrió entre pláticas y risas, como solía ser siempre.
-Te agrada bastante Louis ¿Verdad?- pregunto el hombre sentado en uno de los sillones.
-Así es padrino, es el único amigo que me queda- suspiro por lo bajo.
-¿Amigo?- pregunto mientras enarcaba una ceja casi hasta la raíz del cabello.
-Si padrino, solo es un amigo- respondió enrojeciendo un poco por el comentario.
-Está bien, pero no le veo sentido ponerte tan rojo-.
-Mejor dejemos el tema, por favor-.
Unos cuantos minutos trascurrieron en silencio, solo se podía escuchar el ruido de las manecillas del reloj y los sorbos de que daban a sus bebidas.
-Pequeño, ya casi es hora de retirarme- hizo una pausa para tomar un sorbo de su vino tinto –Y aun no te he dicho el motivo principal de mi visita-.
-¿Cuál es padrino?- la curiosidad empezaba a aflorar en el joven.
-Tu cumpleaños es dentro de tres días y quiero saber ¿Qué te gustaría recibir?-.
-No lo había pensado aun- su expresión se volvió fría y distante. Una mueca de dolor se presento en su rostro.
-Sé que es tu primer año sin tus padres y es difícil. Pero no siempre puedes estar de está manera-.
-¿A qué se refiere?-.
-Ya se cual será tu regalo- volvió a tomar de su vino –una mascota que te haga compañía-.
-Es una gran idea-.
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El dolor de la cabeza era insoportable, unas cuantas punzadas bastaron para despertar a Liam de su estado semiinconsciente. La voz de una persona se escuchaba en el fondo. Una habitación deteriorada era lo único que el castaño podía apreciar por la culpa de la obscuridad. La ansiedad no tardo en hacerse presente, principalmente por la culpa de las ataduras que lo atrapaban.
-¡¿Dónde diablos estoy?!- Liam estaba frustrado e iracundo.
-Joven Payne- menciono una voz que de entre las sombras.
-¡Mi nombre es Liam! ¿Quién está? ¡Salga de su escondite!- expreso mientras forcejeaba las cuerdas que lo ataban.
-La verdad es que tu nombre no importa de ahora en adelante, así que solo cállate-.
-¿Y cree qué le voy a hacer caso?-.
-Tu padre me advirtió que podrías ponerte rebelde, pero también me dijo que te recordara la seguridad de tu madre- victoria, pensó el hombre.
En ese instante la sangre se le fue a los pies. El ojimiel dejo de pelear contra sus ataduras.
-Ve que vas a cooperar-.
El castaño asintió mientras sus ojos se llenaban de lágrimas, lagrimas de ira e impotencia.
-¿Sabes las reglas que deberás seguir?-.
-Si. Las conozco de memoria- el ojimiel no pudo contener mas las lagrimas.
-No llores, serás bien recibido en tu nuevo hogar-.
-Seré bien recibido pero no tratado bien- logro formular entre las lágrimas.
-Veo que tu padre tiene razón, eres muy listo- el señor Cowell, que por primera vez mostraba su rostro, hizo una mueca de maldad mordiendo su labio –Me agradas, tu padre bien sabia tu precio-.
-Él dejo de ser mi padre hace mucho tiempo-.
-Eso es mentira, el dejo de ser tu padre cuando te vendió-.
Liam no se pudo resistir más. Las lagrimas me transformaron llanto ¨ ¿Y mi vida? ¿Y lo que yo quiero?¨ era lo único en lo que podía pensar.
-Deja de llorar ya. Tienes que verte bien para esta noche-.
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La fiesta en la mansión se abría paso en la noche. Repleta de personas que asistían al colegio de Zayn, familiares que lo visitan solo es esa fecha y ex colegas del trabajo de su padre.
-Cálmese joven Malik, él llegara- exclamo Louis dándole unas cuantas palmadas a la espalda del azabache.
-Primero, miles de veces te eh dicho que soy Zayn. Y en segundo, se que llegara, pero ya se tardo mas de la cuenta-.
-Los invitados son muchos ¿Por qué no platica con algunos?-.
-Nadie aquí me interesa y tampoco le intereso a nadie de los que están presentes- dio un suspiro con dolor –Vinieron por interés a el dinero de mi padre, o por el miedo que le tenían… sea cual sea la razón, nadie esta aquí por mi-.
-Lo lamento Zayn-.
-No es algo por lo que debas preocuparte-.
Después de un transcurso en su plática. Alguien llamo la atención del ojiazul, alegrándolo en verdad.
-Mire, su padrino acaba de llegar-.
Zayn lo busco con la mirada. El señor Cowell se abría paso en la multitud, saludando a los conocidos y esquivando a las personas que ofrecían las botanas. El ojimarron se intento acercar más a su padrino pero un colega de su padre se interpuso, atrapando al señor Cowell en una platica que parecía no importarle.
Las horas transcurrían y el joven azabache no había tenido la oportunidad de hablar con su padrino. ¨Tanta gente aquí, supuesta mente por mi y nadie se detiene siquiera a saludarme¨. Entre pensamientos noto, de reojo, que un joven se sentó justo a su lado.
-Felicidades Zayn- embozo el muchacho de los rizos rebeldes.
-Muchas gracias…-.
-Harry, mi nombre es Harry- el de ojos verdes le sonrío al azabache.
-¿Te conozco Harry?-.
-Si, tomamos justos pintura clásica y fotografía en blanco y negro- otra vez el joven de ojos verdes le dio una dulce sonrisa al moreno.
Zayn no le tomo importancia al gesto, ya que su mirada se posaba en su padrino, que se encontraba desocupado por primera vez en la noche.
-Si, de ahí te había visto- la respuesta desinteresada del azabache causo cierta curiosidad en el rulos –Nos vemos Harry, tengo que hablar con alguien-.
El ojimarron se abrió paso entre todos los invitados para terminar enfrente de su padrino.
-¿Y qué? ¿No vas a felicitarme?- el ojimarron fingió indignarse.
El hombre atrapo al joven entre sus brazos, estrujándolo con fuerza.
-Felicidades pequeño- le dijo cerca de su oído.
El resto de la velada continúo de una manera tranquila. Personas platicando en las mesas y fuera de la casa, bailando en la pista en la sala que armaron los asistentes y por si fuera poco no faltaron los alocados que se lanzaban a la alberca en el patio trasero. El hombre se separo un momento de su ahijado. Zayn vio como su padrino se alejaba en la multitud para ubicarse en la tarima del DJ, que era de las pocas cosas que sobresalían entre la multitud.
-Su atención todo mundo- exclamo con fuerza por el micrófono.
La casa quedo completamente en silencio ante las palabras de Simon.
-Quiero felicitar a mi ahijado por sus diez y nueve años-.
Uno de los reflectores se embozo sobre Zayn, mientras este se mordía el labio inferior ante la mirada de todos los invitados.
-Pasa a soplar las velas del pastel cumpleañero- una gran sonrisa apareció en el rostro del hombre.
El azabache se acercaba mas a su padrino mientras un inmenso pastel era sacado de la cocina. Ya al encontrarse junto al hombre sobre la tarima se dio cuenta que la pila de pastel era mas grande de lo esperado.
-Todos cantémosle al cumpleañero-.
Todas las personas presentes empezaron a entonar la canción de cumpleaños de una manera desordenada y desafinada.
-Sopla las velas, pero antes no olvides pedir tu deseo-.
Un momento de silencio se apodero de la habitación. Las sensaciones de una soledad llenaron su mente, ver a todos reunidos en ese mismo lugar sin ser él el motivo principal. ¨Necesito a alguien que este aquí para mi y solo por mi¨. Cerro fuertemente los ojos ¨tener a mi lado alguien que no me deje nunca¨ lleno sus pulmones con aire y con fuerza soplo las velas, apagándolas de un solo golpe. La sala se volvió a llenar de los ruidos de la música y las voces de los invitados, pero esta vez acompañados de aplausos ensordecedores de felicitaciones.
A cierta hora de la noche las personas empezaron a retirarse de la mansión. Dejando solos a Zayn, Louis y Simon.
-¿Mañana necesitas que venga Zayn?- exclamo el ojiazul mientras se ponía su abrigo.
-No Louis. Mejor tomate un merecido descanso-.
-Entonces estaré aquí a primera hora el lunes ¿Podrás sobrevivir todo el fin de semana sin mi?-
Los tres soltaron una carcajada mientras Louis salía de la casa, dejando a los otros dos entre risas.
-¿Listo tu regalo pequeñín?- dijo el hombre cuando pudo controlar sus risas.
-Claro que si- la alegría lleno su corazón, como cuando era un pequeño crio.
-Pero antes, prométeme que lo conservaras-.
-Claro que me quedare con el-.
-¿Sea lo que sea?-.
-Si, sea lo que sea- exclamo con una enorme sonrisa.
-Regreso con el-.
Simon salió de la mansión con destino a su carro. Zayn se encontraba nervioso ¨¿Qué es lo que me habrá traído?¨ pensaba una y otra vez. El hombre entro en la casa sin ningún presente en sus manos.
-¿Estas listo?- pregunto el mayor.
-Si padrino, estoy listo- la alegría se podía notar en las palabras del joven.
-Entonces, feliz cumpleaños-.El hombre jalo una cadena, la imagen congelo a Zayn. Al final de la correa se podía apreciar un joven de pelo castaño y ojos amielados. Los ojos se encontraban hinchados, como si hubiera llorado toda la noche.
-¿Qu… Qué es esto padrino?- la sangre se le había ido a los pies al joven de cabello azabache.
-Tu nueva mascota- el hombre sonrió lleno de orgullo –su nombre es Liam-.