El chico llamado LANCE - Klan...

Par ShargyD

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Ha pasado un año desde que los padres de Keith murieron. Shiro, su mejor amigo de infancia y de quien secreta... Plus

Capítulo 1 -¡Comenzando la fricción!
Fragmento CERO - Break
Capítulo 2 -El secreto de Keith
Capítulo 3 - Lazos
Capítulo 4 -Imanes
Capítulo 5 - Conexión
Fragmento UNO - Storm
Capítulo 6 - Nudos
Capítulo 7 - Autodestrucción
Capítulo 8 - Bienvenido a mi corazón
Capítulo 9 - Intermedio
Fragmento DOS - Lost
Capítulo 10 - Mi mar [cumpleaños]
Capítulo 11 - Autocontrol
Capítulo 12 - Indecisión
Fragmento TRES - Skemmtun
Capítulo 14 - Confusión (parte uno)
Capítulo 14 - Confusión (parte dos)
Capítulo 15 -
Capítulo 16 - Colores
Fragmento CUATRO - Confessione d'amore
Capítulo 17 - Miradas
Capítulo 18 - Falacia
Capítulo 19 - Realidad
Capítulo 20 - Condena
Capítulo 21 - Consciencia
Capítulo 22 - Mi estrella
Fragmento CINCO - Virhe ja vika
Fragmento SEIS - Monster
Capítulo 23 - Humano
Capítulo 24 - Te amo
Capítulo 25 - Calma
Capítulo 26 - Efecto mariposa
Capítulo 27 - Consentimiento
Fragmento SIETE - Keith Kogane
Capítulo 28 - Mi verano
Capítulo 29 - Bashert

Capítulo 13 - Remordimiento

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Par ShargyD

"El remordimiento es uno de los sentimientos más autodestructivos que existen para el ser humano, destruye la mente, el alma y el corazón sin darte cuenta; y cuando ya lo has notado, desafortunadamente te has encontrado en lo más profundo del abismo, sufriendo y buscando la redención que puede o no ser la correcta."




La biblioteca de la Universidad Altea era uno de los más prometedores escondites de muchos estudiantes, convirtiéndose entonces en uno de sus lugares favoritos para quien pasaba mucho tiempo entre todos esos ejemplares, estanterías y el olor que solo una vieja biblioteca podría tener, como era el caso de Matt Holt.

El castaño amaba perderse en la biblioteca y solo quien lo conociese lo suficientemente bien sabría con certeza en qué parte estaría escondido: la última sala del segundo piso. Era raro que algún estudiante anduviera por ahí, volviéndola perfecta para pasarse horas ahí dentro, y ese día no sería la excepción al estar totalmente libre de compromisos. Solo entrar a la biblioteca, sus pies se dirigieron automáticamente a su "lugar".

Al llegar a su destino deseado, se detuvo de golpe, extrañado. Ese evento sí que era totalmente inesperado, al igual que todo el desastre que se encontraba sobre aquella mesa.

-Diablos... -avanzó a la última mesa de la sala hasta aquél bulto sentado. Tomó una de las sillas de madera para sentarse, se inclinó recargando parte de su cuerpo sobre ésta pegando su mejilla derecha sobre la madera cual niño curioso.

De su lado izquierdo se encontraba desplomado un muy agotado Keith sobre un cuaderno aparentemente viejo y desgastado. Las hebras oscuras que descendían por su rostro de forma vertical cubrían parte de él de manera torpe y desordenada. Su respiración rítmica indicaba que muy probablemente se había quedado dormido desde hace un buen rato, y a juzgar por el desorden de apuntes y libros que no se manejaban en esa universidad Matt podía deducir que Keith había estado estudiando hasta la muerte (o hasta donde su cansado cerebro se lo permitió).

<<Este se va morir antes de graduarse>>. Pensó el italiano, preocupado.

-Oye, Keith -Matt llevó la mano hacia el cabello de Keith, arrastrándolo hacia atrás de su oreja derecha, descubriendo su rostro. Automáticamente hizo una mueca de "auch", tenía unas ojeras horribles y oscuras, ¿cuánto tiempo tenía sin dormir este chico? -. Keeeeith -alargó su nombre dándole leves golpecitos con la yema de sus dos primeros dedos en la mejilla. Según recordaba ese sí era su nombre.

-Déjame en paz, Lance... -balbuceó aún adormilado intentando ahuyentar con la mano de forma desubicada y torpe los molestos golpecillos de Matt. ¿Eso quería decir que su amigo había despertado a Keith de esa forma antes? Una sonrisa al estilo gato de chesire apareció en su rostro, le encantaba la idea.

-Keeeeeeith -Esta vez parecía dar resultados su llamado. Keith frunció el ceño en medio de un bostezo antes de comenzar a abrir los ojos, reincorporándose en el asiento poco a poco.

-Tú, eh... -Intentaba recordar su nombre al tiempo que se tallaba los ojos por el sueño, los sentía horriblemente pesados, ¿cuánto tiempo había dormido?, ¿y en qué momento había pasado?

-Matt -respondió de manera divertida. El castaño recargó la mejilla sobre su brazo mientras observaba recostado a Keith, quién parecía aún confundido por la realidad-. No es por ofenderte ni nada, pero tienes un aspecto horrible, ¿proyecto pesado?

Soltó una leve risa, negando con la cabeza-Semestre pesado -corrigió mientras reunía los cuadernos regados por la mesa y los libros, apilándolos y metiéndolos a su mochila con pesadez-. He estado intentando estudiar los temas de mi universidad anterior en tiempos libres, cuando no tengo proyecto por delante, ni tarea, ni trabajo.

Efectivamente Keith moriría antes de graduarse.

-¿Intentas repasar todo lo de un semestre en solo días?, Lance me contó algo sobre que llegaste después de que el semestre comenzara, pero pasaste sin problemas el examen de transferencia, ¿no? -Keith asintió decepcionado-. ¿Aun así tienes problemas?

-El examen de transferencia eran preguntas seleccionadas sobre ciertos temas. No es lo mismo acordarte de detalles a acordarte de temas completos que se necesitan para comprender problemas y funcionamientos -El azabache se volvió a desplomar sobre la mesa, esta vez recargando la frente sobre la madera-. Realmente no absorbí demasiado antes y lo poco que absorbí lo he olvidado. Estoy teniendo problemas para resolver cosas fundamentadas con clases del principio de curso y esto es lo único que puedo hacer.

-¿Y por qué no le pides ayuda a Lance? -cuestionó el castaño recargando su espalda sobre el respaldo de la silla teniendo la vista panorámica de la aparente miseria de Keith.

-Lance ha estado teniendo problemas con una de las etapas de su proyecto, suficiente trabajo tiene como para que le pida que me de tutoría de primer semestre, además ni siquiera sé si lo recuerda -Keith miró a Matt fijamente, se veía desesperado-. No es lo mismo ayudarte con una o dos dudas a asesorarte algo de un semestre entero.

-Bueno, no vas a llegar demasiado lejos si son cosas que no entendiste ni recuerdas -El castaño alzó las cejas, Keith sabía que tenía razón, pero ya no tenía a quien acudir. Lotor únicamente era su tutor de proyecto-. Necesitas a alguien que domine los temas para que te pueda enseñar.

-Supongo que tendré que ir a pedir un tutor escolar o algo así, hay aquí ¿no? -bufó Keith, resignado.

Matt recorrió con la vista su mochila, se veía pesada para el horario que realmente él llevaba. Eso quería decir que Keith realmente estaba esforzándose por poder estar al nivel que creía que debía estar, su exigencia era admirable, le enternecía, pero también era peligrosa, iba a destrozarlo-. ¿Desde qué hora estás aquí?

-Desde que salí, hoy mi horario termino a las doce-El azabache torció la boca-. Pero no aprendí demasiado, me quedé dormido al poco tiempo.

-Van a ser las cuatro -dijo un tanto sorprendido. Keith se encogió de hombros claramente derrotado. Fue entonces cuando Matt se dio cuenta que el estudio no solo lo tenía así. El chico no solo se veía cansado, estaba estresado, confundido, y ¿dolido?, ¿Por qué demonios Lance no estaba aquí? -De acuerdo -Matt se levantó y con una sonrisa tomó la mochila de Keith colgándosela en el hombro, el pelinegro lo miró confundido desde la silla-. Yo te ayudaré con lo que pueda, he tenido un buen promedio y mi memoria es muy buena, vamos -le hizo una señal con la cabeza comenzando a caminar. Keith se levantó de inmediato, siguiéndolo.

-¿A dónde?, ¿estás seguro? Tú también tienes cosas que hacer por lo que me ha dicho Lance -cuestionó antes de quitarle la mochila del hombro y llevarla el mismo.

-A mi departamento, y sí, pero vengo seguido a la biblioteca y tiendo a avanzar las cosas rápido. Hoy tenía el día libre y ayudarte no es pecado, el conocimiento es libre y todos tienen derecho de mejorar sin morir en el intento.

En poco tiempo los dos chicos ya se encontraban fuera de la biblioteca caminando a paso rápido a través del jardín hasta llegar al estacionamiento de la universidad. Keith captó de inmediato que irían en el auto de Matt, pero cuando llegó a donde su "bebé" estaba aparcado se sorprendió. No era un auto, Matt tenía una motocicleta y era preciosa, nada que ver con la que tenía en la casa de sus padres resguardada bajo el mando de su abuela.

-Bonita máquina -Keith sonrió sin pensarlo, apreciando cada detalle de la motocicleta con un brillo en sus ojos cual niño en dulcería. Matt rio libremente, subiéndose en el asiento antes de extenderle el casco a Keith-. ¿No lo tendrás tú?

-Por ahora me preocupa más tu seguridad, Lance me mataría si te pasa algo -Sonrió haciéndole una señal con la mano para que el azabache se sentara detrás de él. Keith sin dudarlo se sentó y se colocó el casco para después agarrarse de la parte trasera de metal en la moto-. ¿Ya te has subido antes a una motocicleta?

-Tengo una en casa, de hecho.

-Genial -dijo encendiendo la motocicleta y arrancando-. ¿Ya comiste, Keith? -preguntó en voz alta sin perder la vista del frente.

-Comí un sándwich antes de llegar a la biblioteca -respondió con el mismo tono. Matt alzó la mano derecha con el pulgar arriba dándole a entender que lo había escuchado a la perfección.

Durante ese pequeño viaje Keith estaba logrando conocer partes de la ciudad que aún no había visitado, aparentemente Matt vivía al otro lado de la ciudad totalmente opuesto a donde se encontraba la casa de los chicos. La vista era bonita, era una de las cosas que más le agradaban cuando manejaba él, por desgracia no era capaz de concentrarse y disfrutar de ese pequeño regalo. Por la manera en la que el hermano mayor de Pidge conducía, podía darse cuenta que llevaba un buen tiempo ya sobre la belleza en la que iban, gracias a dios, le hacia sentir seguro. A diferencia de como probablemente se sentiría si quien fuese manejando fuera Lance, sintió temor al instante pensando solamente en la velocidad con la que manejaba en la carretera al lado de la playa algunas veces.

-Idiota -escupió malhumorado cuando se descubrió pensando en el moreno por milésima vez en el día. No iba a negar que seguía molesto con Lance, lo había dejado simplemente abandonado la noche anterior en el baño con Shiro y cuando lo busco para hablar sobre lo que había pasado él simplemente había desaparecido. Lo esperó hasta que el sueño lo venció -he ahí el motivo de su desvelo-, pero incluso al despertar para irse a la universidad tarde, porque se había quedado dormido, Lance se había ido sin avisar a clases y aun en la facultad cuando paso unas cuarenta veces "disimuladamente" por su edificio no logró encontrarlo.

Lance era un imbécil, un traidor y un deja morir, estaba en la biblia. Maldito Judas.

-Hemos llegado -Matt estacionó la motocicleta en el lugar que le pertenecía antes de que ambos bajaran y Keith le entregara el casco a su dueño mientras éste se peinaba un poco en el reflejo de su espejo.

El edificio de los departamentos era bonito y simple; el color era blanco y tenía un gran número de ventanas enormes en cada piso. Cuando atravesaron las puertas principales de cristal, cruzaron la recepción encontrándose con el guardia de ahí, saludando amistosamente a Matt antes de que ambos entraran en el ascensor metálico y el castaño marcara el número siete en el tablero con los botones iluminados-. ¿Alguna vez el ascensor se ha detenido?

-Conmigo dentro, no, pero sí con una viejita y créeme que fue un drama local. El telediario vino y todo -Keith sintió un leve escalofrío recorrerle la columna vertebral-. Imagínate como me sentí yo que padezco de claustrofobia y le temo a las alturas -Cuando el ascensor abrió sus grandes puertas metálicas fueron recibidos por una pared adornada con un tablero con direcciones, el castaño le indicó que era hacia la izquierda. Mientras caminaban Matt le preguntaba si alguna vez había vivido en un departamento y lo raro que podía ser al principio mientras atravesaban el pasillo adornado por puertas de madera color blanco con números dorados adornando el centro encima de la mirilla, cada cierto número de puertas se encontraban lámparas que iluminaban perfectamente el pasillo sin lograr hacerlo tenebroso y unas cuantas plantas que ambientaban el lugar.

-Aquí es mi puerta -Matt le sonrió emocionado cuando se detuvieron frente a la puerta con el número "1307" en ella. Introdujo la llave y abrió entrando de un salto, se giró, abrió los brazos y con una enorme sonrisa de oreja a oreja recibió a Keith-, ¡Bienvenido a la Matticueva!

-Matticueva, ¿eh? Gracias -respondió Keith con una sonrisa también, ingresando al departamento. Sintió su celular vibrar, pero le ignoró concentrándose en la bonita decoración, digna de un adulto joven, que tenía el departamento.

El interior estaba pintado de un color pistache bastante bonito y limpio, su sala era pequeña de color negro frente a una televisión, acompañada de una consola. El comedor era de madera blanca y redondo, se encontraba detrás de la sala frente a una de las enormes ventanas del departamento, la cocina se encontraba adyacente a el, y la puerta de lo que parecía la habitación se encontraba entre una ventana y el televisor; había cuadros de comics, algunos adornos, libreros y fotografías donde en más de una notó que la protagonista era Pidge.

-Siéntate donde quieras, Keith -De repente la energía de Matt parecía haberse multiplicado el triple. El castaño no paraba de hablar y de andar de un lado a otro antes de perderse en la cocina, por otro lado, Keith optó por sentarse en el sillón mediano de la sala dejando en el suelo su mochila-. Lo siento si parezco algo inquieto -El castaño se asomó con una sonrisa un poco avergonzada-. Es que es raro que alguien venga a casa, el único que me visita es Lance y algunas veces Hunk.

Keith no pudo evitar sentir como el corazón se le encogía al descubrir la razón por la que Matt estaba tan feliz y haber escuchado el tono en el que había dicho esas palabras. Era más que obvio que el chico se sentía solo e incluso, abandonado. Recordó que su relación con Pidge no era la mejor, además de que ella en alguna ocasión había mencionado que sus padres se encontraban en Italia; muy probablemente solo estaban ellos dos en California, separados-. ¿Conoces a Hunk? -preguntó intentando evitar que él se sintiera triste.

-Oh, si -dijo desde la cocina-. En realidad, hubo un tiempo en el que viví en esa casa como tú, cuando recién Pidge y yo habíamos comenzado la universidad. Para ese entonces Hunk ya estaba ahí y nos hicimos buenos amigos -Matt salió de la cocina con una jarra de color verde llena de hielos y dos vasos de cristal, los dejó en la mesa de la sala y se sentó abriendo la laptop que se encontraba sobre el sillón grande-. El único que todavía no llegaba era Lance. Tenía un poco de limonada en el refrigerador, así que está bastante fría.

-Gracias -Keith aceptó sirviéndose en uno de los vasos de cristal, comenzando a beber. La verdad era que estaba bastante buena-. ¿Entonces Lance aún no llegaba? Pensé que él había sido uno de los primeros inquilinos de Allura.

-No, en realidad el primero fue...bueno, Shiro -El tono del castaño había cambiado un poco-. Lo siento, no me agrada mucho él, nada personal, sé que él es tu amigo -sonrió y continuó mientras su computadora iniciaba-. Después fue Hunk, luego Pidge y yo y al final Lance.

-¿No te agrada Shiro? -La confesión de Matt había tomado por sorpresa a Keith, no podía entender la razón por la cual lo odiara, es decir, era consciente de que no podemos agradarle a todo mundo, pero le generaba curiosidad saber el porqué.

-En realidad, no. Cuando estábamos en la casa tuvimos algunos desacuerdos, fue cuando decidí irme de ahí... pero no te preocupes, el hecho de que tú sí seas su amigo y lo aprecies no quiere decir que yo automáticamente te odiaré. Las cosas no funcionan así -Matt miró amablemente al azabache-. ¿Quieres comenzar con el estudio?

-Había olvidado porque estaba aquí -confesó Keith un tanto riendo por el cinismo del asunto. Sacó de su mochila los libros que llevaban en la universidad y algunos apuntes que le habían prestado del inicio. Matt se sentía honestamente feliz de tener al azabache ahí y poder ayudarle a estudiar, lo hacía con todo el gusto del mundo.

-No te preocupes, mi casa es tu casa y cuando desees puedes venir -Matt tomó los apuntes que Keith le ofreció, leyéndolos y analizándolos. Después tomó el libro y comenzó a hojearlo un poco con semblante serio-. ¿Te parece si empezamos por el lado de lo que no entiendes?

-¿Desde el inicio? -Era sorprendente ver como alguien tan inquieto se volvía tan sereno con los libros, parecía alguien totalmente diferente.

-Desde el inicio, incluso si es un término que no recuerdas o desconoces -Keith asintió y preparando una pequeña libreta donde llevaba los apuntes extras y personales comenzó a decirle las dudas que había tenido anteriormente junto a las nuevas.

Matt lo escuchaba atentamente, procuraba lograr entender todas las necesidades del pelinegro mientras le exponía sus problemas, fue así como comenzaron la pequeña sesión de tutoría. El castaño empezó por los términos más simples y la teoría que Keith no había terminado de entender o que había olvidado por completo; una de las ventajas era que el azabache era bastante inteligente y no necesitaba más de tres explicaciones para que lograra comprender los temas. Hacía lo posible por hacer los términos sencillos y no confundirle, crearle mapas y tener disponible en todo momento el internet e incluso sus viejos apuntes.

Keith podía asegurar que incluso aunque el estudio no fuera lo tuyo, con Matt fácilmente comprenderías la mayoría de las cosas, el chico tenía un don de enseñanza que lograba hacer las horas de estudio fugaces y agradables. Cuando se dio cuenta, habían logrado abarcar gran parte de lo que Keith tenía atrasado desde hace semanas -quitando unos cuantos temas que el castaño no pudo explicar-. Estaban tan concentrados en los apuntes y las explicaciones que cuando escucharon unos toquidos en la puerta ambos se exaltaron.

-¡Solo entra! -gritó Matt desde el sofá con una sonrisa después de haber detectado esos golpes tan característicos y melódicos. Keith trasladó la vista hacia la puerta que se encontraba de frente, sorprendiéndose.

-De verdad debes considerar vivir más cerca del ascensor -Lance torció la boca un poco molesto, cerrando la puerta a sus espaldas. Matt se encogió de hombros como todo niño bueno e inocente, mientras que, por otro lado, Keith parecía no asimilar que ahí en la sala frente a ellos se encontraba el mejor amigo del año, el señor Lance "traidor me dejaste morir en los brazos de mi amigo de la infancia alcoholizado y no volviste a aparecer ni con un pinche mensaje castroso tuyo".

-¿Qué haces aquí? -Keith frunció el ceño con voz casi acusatoria. El pobre chico no servía para ocultar sus emociones, mucho menos cuando eran emociones del tipo querer tirarlo por las escaleras de emergencia del edificio.

-Sí, Lance, ¿qué haces aquí? -Matt imitó de manera divertida el tono de voz de Keith con una sonrisa burlona desde el sofá. Lance les dirigió una mirada asesina a ambos, primero a Keith y luego a Matt, apuntando al último con una de las bolsas de plástico que llevaba en la mano.

-Tú fuiste el que me pidió que viniera, sínico infeliz -El moreno colocó la bolsa sobre la mesa antes de dejarse caer en el sofá individual que se encontraba al lado opuesto de su mejor amigo-. Matt me dijo que estaba ayudándote con unos temas que no entendías del curso, pero hay unos en los que él realmente es un asco y en los que yo, por supuesto, soy el mejor. Me pidió que viniera a ayudarte con esos temas y de paso traerles comida.

-Pues gracias, pero ya entiendo todo a la perfección -respondió Keith sin dudar-. Llegaste quince años tarde, McClain.

-Auch -A Lance casi se le caía la quijada al suelo cuando escuchó la respuesta de Keith, después observó intentando prenderle fuego con la mirada a Matt cuando soltó aquella expresión-. En realidad, si lo necesitamos, entiendo que es insoportable, pero es el único que entiende los temas cinco, seis y nueve. Ahora, si me disculpan iré por soda y cubiertos para la deliciosa comida mexicana que trajiste -dijo el castaño antes de salir corriendo de la sala directo a la cocina.

-Es mi imaginación o ¿estás molesto conmigo? -soltó sin más Lance, cruzándose de brazos claramente indignado. Quería saber porque era atacado de manera más agresiva de la normal-, ¿por qué?, ¿qué te hice ahora?, ¿Fue por lo del shampoo?

-El shampoo..., ¿Qué shampoo?, ¿Qué hiciste con mi shampoo, Lance? -Keith se tocó el cabello desesperadamente con voz pasivo-amenazadora.

-Yo pregunte primero -Se miró las uñas descaradamente como si fuese una diva desinteresada-, por cierto, ¿ya viste que tu color de cabello ahora es rosa?

-¿¡Me estás jodiendo!? -Inmediatamente abrió la cámara de su celular, revisándose.

-Efectivamente -Keith le mostró el dedo medio, molesto.

-¡Ugh!, ¡Me dejaste morir! -alzó los brazos frustrado-. En la mañana que desperté ya había perdido dos clases, ¡siempre que me quedo dormido me despiertas!

-¿Estás molesto porque no te desperté? -Lance parecía confundido, pero aceptaba que había cometido un error, o tal vez dos. Además, sus dos primeras clases eran con el profesor Zarkon y eso era casi reprobar la materia (nadiepreguntecomosabeelhorariodekeithporquenisquieralancesabecomoseloaprendio)

-¡Estoy molesto porque te fuiste sin mí! -Lance desvió la mirada hacia su teléfono, aceptando su culpabilidad.

-¡Es que hoy no fui a la universidad, es por eso que no te desperté!, tuve que irme desde temprano porque tenía un compromiso y pensé que tu lograrías despertar, es raro cuando yo tengo que hacerlo -La voz de Lance demostraba que estaba realmente arrepentido de lo que había sucedido.

Keith seguía cruzado de brazos, analizando lo que Lance le estaba diciendo. No le creía del todo, pero tampoco tenía razones para no hacerlo; quería reclamarle por qué había desaparecido la noche anterior, pero Lance no estaba obligado a estar siempre presente y tampoco parecía prudente hablar de ello en casa de Matt. Existía algo que no le permitía a Keith decir "está bien" de corazón, pero deseaba hacerlo. Seguía molesto con Lance, sí, pero él no estaba obligado a responderle y no tenía el derecho de estar molesto con él.

Estaba siendo demasiado egoísta.

-Keith, lo que te estoy diciendo es...

-No entiendo esto -cortó a Lance sin más, lanzándole en el regazo el libro doblado con el tema cinco, expuesto.

-¿Qué? -Lance alterno la vista entre el libro en sus piernas y Keith quien miraba en dirección al televisor apagado de forma un poco orgullosa y tierna, ¿Keith estaba perdonándolo? Los ojos del moreno comenzaban a brillar.

-Que no entiendo eso y Matt tampoco -repitió Keith. Lance esbozó una sonrisa feliz, Keith estaba perdonándolo por lo que sea por lo que estaba molesto y eso hacía vibrar el corazón del moreno de mil formas.

-Bueno, yo definitivamente sí lo entiendo -sonrió sentándose en el lugar donde anteriormente había estado Matt para estar cerca de Keith y poder explicarle de mejor forma. Colocó el libro sobre el brazo del sillón y con un lápiz listo comenzó a señalar las claves del tema, encerrándolas.

A pesar del egocentrismo con el que Lance explicaba las cosas y malas bromas, lo hacía bien. Keith comprendió entonces porque Lance era el líder en su equipo de proyecto, porque Lance también era un maldito genio como Matt (o puede que un poco menos). Los temas los dominaba a la perfección y los movía con la misma fluidez que el castaño, quien los observaba en silencio desde el umbral de la cocina fingiendo en que aún buscaba los cubiertos para comer la cena que su amigo había traído.

<<Matt Holt, eres un genio>>. Se alabó a si mismo con la misma sonrisa mientras espiaba a ambos chicos estudiando. Amaba la química que nacía de ambos.

Eran aproximadamente las diez de la noche, las risas de tres chicos resonaban más allá del interior del departamento, la melodía de sus voces viajaba a través del pasillo llamando la atención de algunos habitantes que caminaban por los pasillos del edificio. Matt, Keith y Lance se encontraban estallando a carcajadas como no lo hacían en mucho tiempo mientras jugaban Just Dance en el "wii" de Matt en la sala. Después de que Lance había terminado de ayudar a Keith con los temas que necesitaba, cenaron y al terminar Matt les propuso relajarse un rato después de un día tan largo y pesado de estudio, hablando más por Keith que por Lance. Era suficiente por ese día.

-¡Tienes que estar bromeando, Keith! -Lance no paraba de reírse agarrándose el estómago y retorciéndose en el sofá mientras el azabache hacia un intento desesperado por intentar seguir los pasos del pequeño avatar blanco del juego.

Keith apestaba bailando, ya lo había dicho en el parque.

-¡Cállate, lo desconcentras! -Golpeó Matt a Lance con uno de los cojines que había traído de su habitación justo en el rostro. Lance paró un momento ante la agresión, entonces el sonido de la partida fallida resonó en la sala provocando que el moreno estallara en carcajadas nuevamente-. ¿Cómo esperabas que pasara Rock N' Roll?

-¡Sí tan bueno eres, entonces baila la canción! -Keith le lanzó los controles en la cara a Lance haciendo que esta vez fuese Matt quien estallara a carcajadas.

-¡No me retes, Kogane! -dijo poniéndose de pie mientras se sobaba la nariz de forma total y realmente indignada. No admitiría que esa canción era difícil y que definitivamente se la había puesto a Keith con toda la intención.

-¡No, no, no! -Matt se levantó, aun reponiéndose del ataque de risa que le había dado e interviniendo con una mano-. ¡Tienes que ponerle get ugly, ese es su talón de Aquiles!

-¡Pensé que éramos amigos! -Acusó Lance a Matt llevándose la mano hacia el pecho con el control en mano, dolido.

-Me gusta más Keith que tú, así que... -Keith sonrió orgulloso ante la preferencia del castaño.

-¡Ah! No, no, no, no, no -negó con el control varias veces-. El greñudo aquí presente me pertenece, es mío, propiedad de Lancey Lance S.A de C.V. Búscate tu propio gremlin.

-¿¡Gremlin!? -Keith observó indignado a Lance, ¿era un puto gremlin? Miró a Matt buscando una respuesta negativa o defensa, pero éste solo intentó aguantarse la risa. Cuando estuvo a punto de atacar a Lance, el celular de él comenzó a sonar.

cuando Lance estuvo a punto de replicar ante aquello su celular comenzó a sonar.

-Maldición -dijo antes de responder la llamada-, ¿Qué sucede? -El rostro de Lance de repente había perdido la luz que tenía, lucia serio, molesto, frustrado. Matt y Keith se observaron mutuamente, ambos habían notado lo mismo, después volvieron la vista hacia Lance silenciosamente-. Sí, sí... ¿¡qué!?, ¿Es que no había nadie viendo? -El moreno masajeó el puente de su nariz, parecía cada vez más molesto-. Voy para allá -soltó un suspiro observando a sus amigos en forma de disculpa, sin embargo, aquella mirada arrepentida parecía más dirigida hacia cierto azabache-. Tengo que ir a la universidad, de nuevo comprometieron el proyecto... ah, podrías... -Lance se llevó la mano a la nuca acariciándose un poco el cabello y despeinándolo-. ¿Podrías dejar que Keith espere aquí?, más tarde vengo para irnos a casa y...

-Puede quedarse, esta noche quédense a dormir aquí en el departamento y en la mañana pueden irse juntos a la universidad, no hay problema. Sabes que es complicado moverse sin auto tan noche -Lance miró discretamente a Keith.

"¿Quieres quedarte?"
"Te esperaré aquí"

Eso era lo que había sido aquella pequeña conversación mental, antes de que Lance aceptara con un tono apagado de voz y saliera del departamento. Un pequeño silencio sombrío se instaló en la sala antes de que Matt se sentara dejando salir un gruñido.

-Es injusto, ¿no?

-¿Qué cosa, exactamente? -Matt miró un poco confundido a Keith, revolviéndose el castaño cabello.

-¿Lance no te ha dicho nada del proyecto? -Keith ladeó la cabeza confundido, era claro que no sabía nada-. Él está teniendo muchos problemas con su proyecto.

-Pero el prácticamente se ha estado matando para tenerlo listo, todos los días trabaja con su tesis -El castaño asintió un tanto molesto, eso comenzaba a inquietar al azabache-. ¿Qué tipo de problemas?

-Sabes que tenemos que dejar los proyectos grandes en la universidad, ¿verdad? Bueno, el del equipo de Lance es grande así que tienen que dejarlo ahí, pero desde el comienzo de este semestre el proyecto ha aparecido periódicamente saboteado, algunas veces roto, algunas otras con piezas dañadas, robadas... -Matt negó con la cabeza-. Siempre lo están haciendo y la universidad nunca puede dar con el maldito que está arruinándoles el trabajo, Lance se siente mal porque él es el líder y... bueno, él sabe perfectamente que eso que le hacen al proyecto es para perjudicarlo a él.

-¿A Lance? -Una ola de rabia comenzaba a crecer en su pecho, ¿Quién demonios sería capaz de ensañarse con alguien como él? Tenía sus estúpidos defectos, pero era bueno, Lance era increíble, ¡el mejor!, ¿Por qué dañar a alguien como él? Era testigo de cómo se dormía hasta tarde con tal de mejorar su proyecto, su investigación, sus teorías, ¡Lance no merecía que le atacaran así! -¿Por qué...? ¿¡Quién sería capaz de dañarle!?, ¡Lance se esfuerza! ¡El solo...!, ¿por qué no me lo dijo?

Matt miraba atónito al chico, no esperaba aquella reacción tan molesta y frustrada por parte del azabache. Estaba tan molesto que ni siquiera era capaz de completar la frase. Sonrió levemente antes de levantarse e intentar tranquilizarlo-. Porque no quiere envolverte en ello, cuando yo lo hice y me quejé, a la mañana siguiente mi tesis entera apareció quemada en la fuente de la universidad. Supongo que él tiene miedo de que se vayan contra ti cuando apenas estás empezando, así es Lance.

-Es tan jodidamente injusto -Keith no era capaz de describir la increíble rabia que sentía dentro, deseaba encontrar a esa persona y golpearla tan fuerte que no fuera capaz de despertar en días. Odiaba que intentaran dañarlo.

-La carrera de Lance depende de ese proyecto, Keith -La atención de Keith ahora era completamente de aquellos ojos miel que lo miraba enternecido y preocupado-. Él no es capaz de pagar la cuota completa, hay un programa de becas llamado "Emprendiendo", los alumnos más prometedores muestran gran parte de su proyecto y si es bueno, le conceden una beca del 80% con la condición de que ese sea el proyecto que se exponga al final de la carrera.

-Están intentando que...

-Están intentando hacer que Lance pierda la beca y deje la universidad, por eso perjudican su proyecto -Keith apretó la mandíbula con fuerza, ¿enserio?, ¿existía gente tan mierda con únicamente ese objetivo en la vida? Maldita sea, juraba que si encontraba a esa persona la molería a golpes-. ¿Pero sabes qué es lo genial? Que ese idiota no es tan débil, le pueden destruir mil veces el proyecto y mil veces lo reparará. Es un idiota persistente -Matt le dedicó una sonrisa llena de calidez y seguridad. La reacción de Keith simplemente lo había dejado encantado, ¿quién se preocupaba de esa manera por Lance? Solo él-. Ahora, iré a cambiarme de una vez porque sude demasiado con Just Dance, ¿quieres que te preste algo para dormir también?

-Sí, por favor -contestó un tanto serio aún.

-Ven, te mostraré que es lo que tengo - Matt deseaba hacer sentir mejor al ojivioleta, no quería preocuparlo antes de tiempo. Ambos entraron a la habitación de Matt, que, a diferencia de la sala, la habitación era color amarillo paja y estaba totalmente tupida de posters de todo tipo de películas y videojuegos clásicos.

El castaño se dirigió hacia el closet buscando algo que pudiese prestarle a Keith, sacó un pantalón de dormir de cuadros azul oscuro con blanco y una camiseta vieja de color gris con el logo desgastado de la NASA-. ¿Está bien que use esto? La camisa es genial.

-Ya casi no me pongo ese conjunto, me queda un poco corto -Matt analizó un poco la figura del azabache y asintió varias veces-. Sí, te quedará bien. Si te gusta, puedes quedártelo, como te digo ya no uso esa pijama.

-Pues... gracias -Keith miró con una mezcla de emoción y nostalgia la camiseta, había recordado aquella vez cuando pequeño en el que su padre y su madre habían acordado viajar juntos únicamente parar mostrarle a Keith las instalaciones de la NASA por fuera. Le contaron que una de las cosas que los habían unido era la pasión que sentían por el espacio, y que, aunque la vida los hubiese llevado por un camino distinto, no se arrepentían ni habían dejado esa pasión de lado.

El espacio también había ayudado a conocer mejor a Lance, ¿y a Shiro?, ¿también los había unido algo así de especial?

-No hay de que -Matt continuó buscando algo para él hasta que eligió una camiseta blanca un poco vieja con la cabeza de un alíen y la frase "I'm not human" estampada. Keith alzó la vista para preguntarle donde se encontraba el baño, cuando Matt sin temor alguno se sacó la camisa dejando al descubierto su espalda.

-Mierda -Se llevó las manos a la boca cubriéndola, maldita sea, había hablado sin pensarlo. Matt al escuchar aquello lo observó a través del espejo confundido.

-¿Qué?

-Tu espalda -Las mejillas del azabache estaban levemente entintadas cuando respondió. El castaño se giró sobre su eje observándola, adquiriendo un tono pálido.

<<Tierra trágame y escúpeme en el mar>>. Pensó.

En su espalda había dibujada una clara y brutal mordida, bastante remarcada y morada, acompañada de unos cuantos rasguños sobre sus omoplatos. El destello de pensamiento pasó por la cabeza de Keith inevitablemente como una epifanía.
Lance también tenía algo parecido en el pecho que había aparecido la noche anterior, el día en el que Matt había regresado según lo que le habían contado de su viaje, el día que Lance se quedó con él la última vez que lo vio, el día que había bajado del autobús que se toma en el centro de la ciudad.

-Fue Lance, ¿verdad? -La sangre se le fue hasta los pies al Matt cuando lo escuchó.

-No, ¿Qué estás...?

-Él también tiene una parecida en el pecho y después de atar algunos cabos... Él solo estuvo contigo, el día de ayer por la mañana no las tenía, el día de ayer tu regresaste del concurso, venía de un lugar lejano, lo sé porque me lo tope cuando bajo del autobús.

-Mierda... -El castaño deslizó la mirada lentamente hasta el suelo, mirando sus calcetines negros. Era la misma reacción que había tenido Lance en la parada, vergüenza.

-Matt -Keith le sonrió con ternura, intentando demostrar su comprensión-. Entiendo ese tipo de cosas, cuando se lo vi a él anoche por casualidad me contó que tenía un amigo con derechos desde hace algún tiempo, nunca me dijo quién era, pero a juzgar por tu reacción creo que acabo de conocerlo -El chico apenas podía sostenerle la mirada-. Mira, yo no juzgo eso, no soy nadie para hacerlo y supongo que mientras ustedes estén bien con ello, funciona. No tienes por qué avergonzarte.

-Keith... -Matt lo miró con expresión de niño regañado. Él realmente no quería que el azabache se enterará, no después de conocerlo y estar firmemente convencido de hacer lo que quería hacer. El hecho de que Keith lo descubriera complicaba las cosas y podía lastimarle.

-De verdad no hay problema, esos son asuntos suyos -El castaño ni siquiera respondió, simplemente se lanzó sobre él para abrazarlo.

-Eres un chico muy increíble, ¿te lo han dicho?

-No lo recuerdo... -El azabache no sabía cómo reaccionar ante el abrazo así que simplemente optó por palmear su espalda-. Tú... ¿estás enamorado de Lance?

-Wow, tranquilo, ¿qué? -De repente toda aquella ternura se había esfumado ante tal pregunta, Matt sujetó de los hombros a Keith para mirarlo fijamente después de haber roto el abrazo-. No, nosotros solo somos... amigos.

-¿No estás ni un poquito enamorado de él? -La expresión de inocencia y preocupación de Keith carcomían a Matt. Maldita sea, no estaba avergonzado porque descubriera las cosas, ¡estaba avergonzado porque no quería afectar su relación!

-No, en todo el tiempo que llevamos en esto jamás me he enamorado de él -Matt sonrió para sus adentros, ¿Keith estaba interesado en saber sus sentimientos por Lance? Oh vaya, sospechoso-. ¿Por qué el interés?

-Porque no me gustaría que alguno saliera lastimado, no te conozco demasiado, pero has sido bueno en muchas cosas conmigo, no creo que lo merezcas. Ni tampoco Lance y he visto un montón de esas películas donde los amigos con derecho terminan enamorándose y lastimándose y-

-¡Keith, no! -Matt soltó una carcajada ante el desarrollo tan dramático que había hecho el azabache-. Lance y yo tenemos las cosas bastante claras, eso no puede darse entre nosotros por varias razones. Creo que has visto demasiadas películas, nosotros simplemente apaciguamos las necesidades del otro y tenemos muy por encima de todo esto nuestra amistad, esa que es sin sexo. Además tampoco lo hacemos tan seguido.

-Entonces... está bien, creo -El castaño sonrió ante la expresión de su nuevo amigo-. Si un día te enamoras de él, cuentas conmigo.

-No creo que eso pase en este o algún otro universo, créeme -El castaño pasó su brazo por encima del hombro del azabache aún con aquella sonrisa, juntándolo un poco más hacia su cuerpo en actitud cómplice-. Algo si ten en claro, sí un día tú te enamoras de Lance dímelo y yo inmediatamente me haré a un lado.

-¿Qué? -Keith sintió un pequeño nudo en el estómago al escucharlo, comenzaba a sentir las mejillas calientes y sus labios levemente temblorosos.

-Lo que escuchaste, sí llegas a enamorarte de Lance dímelo y te lo dejaré. Déjame decirte que tú me gustas mucho para él, siento que de algún modo están hechos el uno para el otro, su química es tan...

-¡Matt!, ¿qué estás diciendo? -Keith lo empujó con una fuerza que no había medido provocando que el castaño cayera al suelo-. Estoy enamorado de alguien más.

-¡Eso no quiere decir que puedes enamorarte de otra persona! -Acusó Matt desde el suelo-. Keith, tú eres perfecto para Lance.

-¡Es mi mejor amigo! -El castaño comenzó a reírse por la expresión avergonzada y sonrojada que había provocado en el pelinegro. Claramente Keith no estaba preparado para ello, pero confiaba plenamente en que algo se daría entre ambos, solo era cuestión de esperar.

Y Keith solo podía ser capaz de recordar lo que le había dicho a Pidge, <<Los mejores amigos también se pueden enamorar. >>




Era pasada media noche cuando un joven cubano entró al departamento de manera sigilosa gracias a la llave que Matt siempre dejaba bajo el tapete de bienvenida. El lugar entero se encontraba a oscuras a excepción de la escasa luz del televisor con el volumen casi inexistente en la sala, Matt y Keith se encontraban sentados cada quien, en un extremo con una manta profundamente dormidos, aparentemente habían caído en brazos de Morfeo viendo algún documental de history mientras comían galletas.

<<Par de nerds>>, sonrió pensándolo.

Lance se acercó lo más silenciosamente posible hasta donde se encontraba Keith durmiendo moviéndolo muy levemente del hombro para despertarle-. Keith... -susurró su nombre al ver que el movimiento no tenía éxito.

-Hum... -gruñó levemente al momento de abrir los ojos, Lance llevó uno de sus dedos con rápidez hacia los labios rosados de Keith haciendo una señal de silencio, callándolo. El azabache fue tomado desprevenidamente por la cercanía de su mejor amigo y el dedo sobre sus labios, observó a Matt y después nuevamente a Lance.

-No despiertes a Matt... -susurró con mucho cuidado-. Shiro me contó una vez que tu sabías manejar la motocicleta, ¿aún tienes licencia? -Keith asintió extrañado, su licencia aún estaba vigente-. Entonces ¿Qué esperamos? -Lance sonrió ampliamente enderezándose.

El moreno le extendió la mano para que la tomara, cuando Keith la sujetó Lance lo levantó del sofá con firmeza cuidando no despertar a Matt y lo guío a través de la sala de manera sigilosa cuidando no toparse con algún mueble o mochila. Keith no entendía nada, pero le causaba gracia comportarse como dos chicos huyendo de su madre en medio de la noche.
Al llegar a la puerta Lance hurtó la llave de la motocicleta de Matt y la del departamento que había tomado, saliendo de ahí.

-Lance.

-¡Shhhh! -Hizo una señal de silencio graciosa-. Los vecinos me conocen y le dirán que hui con su motocicleta -susurró de forma divertida aún sin soltarlo de su agarré mientras caminaban sigilosamente y lo más silenciosamente posible por los pasillos que hacían un eco terrible con los tenis de ambos.

Keith observaba la espalda de Lance, traía de nuevo su chaqueta, eso quería decir que había ido a casa antes de regresar pues la había dejado sobre su cama. Recorrió con la mirada el brazo de su mejor amigo hasta llegar a la mano que aún mantenía firmemente sujeta la suya, le gustaba como el color de sus pieles contrastaban juntas. Incluso en el ascensor, en el recibidor, en el estacionamiento, Lance jamás soltó la mano de Keith hasta que llegaron a la motocicleta donde le entregó la llave provocándole una sensación de vacío y frialdad en su mano ahora sola.

-¿Qué estás planeando? -Alzó la ceja un tanto dudoso cuando tuvo la llave de la motocicleta en sus manos. Lance parecía extrañamente emocionado por aquello.

-Pa, pa, pa, pa -Hizo una expresión con su mano simulando una boca, sonriendo-. Es un secreto, muchacho. Solo confía en mí, yo te diré por dónde ir -Lance se subió en el asiento trasero palmeando el asiento del conductor indicándole a Keith que subiera-. Confía en mí, greñas.

Keith miró alrededor con una sonrisa, ¿enserio estaban hurtando la motocicleta de Matt? Maldición, este chico estaba loco-. Todo es tu culpa.

-Yo seré el responsable -Aceptó con la misma sonrisa siguiendo con la mirada a Keith quien se acomodaba frente a él metiendo la llave en la entrada-. Tienes una costumbre muy extraña de salir en las madrugadas con pijama, espera.

-¿Enserio? Fue tu culpa por sacarme así nada más del departamento -Keith se enderezó, respondiéndole por encima del hombro. Sintió como una capa extra se colocó sobre su espalda, Lance le había vuelto a poner su chaqueta-. ¿Y qué hay de ti?

-Esta vez me vine preparado, traigo un suéter extra, ahora póntelo que tú eres quien recibe el aire al manejar -Keith sonrió para sí mismo colocándose la chaqueta de manera correcta, era capaz de percibir el aroma de Lance de nuevo, adoraba esa colonia que habían comprado juntos la primera vez que salieron-. ¡Keith se está haciendo tarde, arranca!

El pelinegro rodó los ojos siendo sacado de su fantasía, arrancando la motocicleta y sintiendo como las manos de Lance se sujetaban firmemente de su dorso por debajo de la chaqueta cuando había comenzado a avanzar. Keith sólo rezaba porque Lance no notara lo tenso que estaba su cuerpo con su contacto, sin razón aparente. Por otro lado, el moreno recargó su mejilla sobre la espalda alta de Keith debido a su altura sintiendo el calor en su mejilla y manos. Keith olía bonito, no era la colonia que usualmente traía, era su olor natural dulce y hogareño; y era cómodo.

Mientras conducía, el cubano le indicaba por cuales calles avanzar, cada vez viendo menos carros en los caminos por los que iban. Keith disfrutaba aquella sensación del aire golpeando su rostro y su cabello ondearse alborotadamente, observar como las casas avanzaban como un rollo de película y el sonido del motor retumbar en las paredes de éstas.
De un momento a otro las casas habían dejado de verse, ahora lo único que había a su alrededor eran árboles y carretera cuesta arriba, Keith estaba totalmente perdido a diferencia de Lance que parecía saber exactamente por dónde ir.

-¿A dónde vamos? -cuestionó Keith en voz alta acercándose un poco hacia Lance, sintiendo como el pecho del moreno se pegaba por completo en su espalda.

-Es una sorpresa, pero disfruta la vista-Le respondió cerca del oído, tan cerca que era capaz de sentir su aliento en ella, erizándole la piel, ¿qué vista? Eran solamente árboles. Segundos después notó como en un tramo de la carretera dejaban de ser tan concurridos dejando espacios vacíos-. ¡Mira eso!

Keith observó a través de los tramos sin arboles la cosa más hermosa que jamás había pensado ver, mientras avanzaban por la carretera la costa se veía debajo de ellos, el mar se movía tranquilamente y estaba tan claro y oscuro que parecía que las estrellas del cielo habían bajado y ahora se encontraban ahí sobre el agua junto a la luna-. ¡Es increíble!

-¿¡Verdad!? -Lance se soltó del agarre de Keith alarmándolo, observó por el espejo retrovisor si seguía ahí con él y en efecto, seguía sobre la motocicleta-. ¡Esta noche es nuestra! -gritó a todo pulmón alzando los brazos, con los pies sujetos y parado, algo le decía a Keith que Lance ya tenía experiencia yendo atrás de las motocicletas, ¿entonces, él se había abrazado a Keith voluntariamente? -¡Grita conmigo, greñas!

-¿¡Qué se supone que grite!?

-¡Sólo grita! -Lance sonreía de una forma preciosa a través del espejo-. ¡Keith Kogane es mi mejor amigo! -El moreno amaba pararse de esa manera en la motocicleta y sentir el aire golpearlo, era una sensación de libertad indescriptible.

El pelinegro soltó una carcajada, tomó una bocanada de aire y soltó: -. ¡Lance McClain es mi mejor amigo!

-¡Nosotros podremos contra todo! -Cuando escuchó aquél grito de Lance, no le pareció solo algo para alborotar, recordó que él le había confesado ebrio que a veces sentía la necesidad de sacar las cosas y sentirlas-. ¡Nada va detenernos, Keith! -Él estaba hablando de las cosas malas que estaban pasándole a ambos, los problemas del pelinegro y del moreno estaban siendo escupidas al viento para que volarán lejos. Lance estaba dejándole claro al universo que nada podría contra ellos.

-¡Nada va a detenernos! -gritó siguiéndole la frase a Lance, el moreno lo observó con un poco de sorpresa antes de esbozar su sonrisa llena de brillo y soltar un grito tan fuerte que parecía que desgarraría su garganta, siendo acompañado por su mejor amigo segundos después.

Después de aquella vista y un poco de recorrido más Lance le indicó que habían llegado. Hizo que su mejor amigo manejara hacia el interior de unos árboles de la orilla de la carretera, perdiéndose dentro. Dejaron apoyada la motocicleta apagada sobre un árbol antes de caminar hasta donde estaba el moreno, en una planicie cubierta de pasto que desembocaba en un enorme barranco, desde ahí podía verse gran parte de la playa y el mar que había brillando con las estrellas del cielo reflejadas.

-¿Qué hacemos aquí? -cuestionó Keith un poco confundido, Lance sonrió recostándose sobre el césped fresco.

-Ven aquí, llegamos a tiempo -Keith extrañado se recostó al lado del moreno, no entendía nada de lo que sucedía-. Hoy las perseidas se verán mejor y en el lugar indicado, será perfecto. Ósea, este.

-¿Las perseidas son hoy? -La sorpresa de Keith se imprimió en su voz, Lance asintió sonriendo y mirando el cielo-. No lo recordaba.

-Has estado excesivamente estresado estos días, es increíble que no olvides vestirte, mira, ¿reconoces esas constelaciones? -Apuntó con emoción Lance hacía las estrellas.

-Son las que me enseñaste o al menos una parte -El cubano asintió, apreciando la preciosa vista que tenía de la bóveda celeste. Keith se enfocó también en apreciar el enorme mapa estelar que tenían sobre ellos con la vista cada vez más acostumbrada a la oscuridad del lugar.

-¡Ahí va una! -Lance señaló una pequeña estrella fugaz que había pasado por encima del mar, Keith sonrió dándose cuenta que no era solo una, eran dos, tres, cuatro.

-Está comenzando -murmuro Lance ilusionado. Las estelas de luz dibujadas en el cielo por segundos era una de las cosas que más los emocionaban a ambos, parecían unos niños pequeños emocionados contando y susurrando solo para ellos cuál increíble era ese momento, ¿Cuándo había sido la última vez que Keith había visto una lluvia de estrellas? No era capaz de recordarlo.

-Son hermosas... las estrellas, son hermosas -murmuró Keith totalmente absorto en la belleza del cielo nocturno y las estrellas cayendo. Lance desvió la vista hacia Keith apreciándolo, le gustaba como el aroma sutil de su cabello llegaba hasta su nariz, como algunos cabellos se mezclaban con los suyos y como él no era capaz de darse cuenta que lo estaba mirando-. Esto es hermoso.

-Sí, lo es... -Lance no estaba hablando de las estrellas.

-Yo... no estaba enojado solo porque te fuiste en la mañana sin mí -soltó de repente el pelinegro. Lance se dedicó a observar la lluvia de estrellas mientras lo escuchaba-. En el baño, después de que te fuiste Shiro me besó...

-Eso es genial -respondió Lance de una manera totalmente traicionera y falsa. Aquello le había dolido, ¿pero qué derecho tenía si él se acostaba con alguien más?, ¿y por qué habría de comprar las cosas? Definitivamente estaba odiando el revoltijo que estaba haciendo Keith en su cabeza.

-No, él estaba ebrio... la gente ebria hace cosas estúpidas aún sin sentirlas -Punto para su greñas-. Estaba tan enojado, me sentía tan mal... salí corriendo del baño para buscarte, quería contártelo, quería hablar contigo, pero no estabas en la habitación, Pidge y Hunk también habían desaparecido y me sentí tan... traicionado.

-Keith...

-Quería hablar contigo, quería que me escucharas, yo simplemente no quería pensar en la estupidez de Shiro. Yo simplemente te necesitaba a ti... cuando supe que no había nadie más en casa me metí a la habitación e intenté esperarte hasta donde pude, pero me quedé dormido y ya no pude verte más. Entonces en la mañana tú simplemente te habías ido, me habías dejado atrás y... comprendí que no tenía a nadie con quien hablar, y me di cuenta que estaba solo. Estoy solo en california.

-Es que eres imbécil -Keith se giró al escuchar a Lance, listo para hacerle pelea, pero éste únicamente lo jaló del hombro abrazándolo con fuerza contra su pecho-. Me tienes a mí.

El pelinegro se quedó en silencio ante aquellas palabras, lo tenía a él, siempre iba a tener a Lance con él. Keith relajó el cuerpo y correspondió el abrazo de Lance de la misma manera, se sentía un poco tonto, pero estaba bien, estaba bien para los dos sentirse de cualquier forma ese día.

-A la próxima pídeme ayuda a mí, yo siempre tendré tiempo para ti -Keith sonrió levemente. Claramente estaba hablando de Matt, que afortunado era de tener a alguien de esa manera como Lance-. Mañana hablemos mejor lo que sucedió con Shiro, ahora él no está aquí, solo tú, yo y las estrellas.

Lo que Keith no sabía era que Lance únicamente era así con él.

Los chicos continuaron apreciando la lluvia de estrellas que era perfecta, era honestamente, una de las cosas más lindas de ver con alguien. No se necesitaban más palabras, las emociones de Keith habían salido a flor de piel y Lance las había recibido, el perdón real había llegado a sus corazones y los mantenía en paz, unidos.

Lance ya no sabía cuánto tiempo había pasado desde que habían llegado al lugar, pero no quería regresar, aún estaba oscuro y fresco pero la sensación de tener a Keith cerca mientras observaban las estrellas caer era adictiva, la necesitaba por siempre-. El asunto que tenía en la mañana era con Shiro -soltó sin más-. Cuando me levanté y me lo encontré en el pasillo me pidió que habláramos, así que nos fuimos a una cafetería cerca de la playa. Me confesó que estaba celoso de mí, que le aterraba la idea de que nos enamoráramos y comenzáramos algo, y que a causa de eso y el alcohol te había besado porque, aparentemente sentía algo por ti.

Ni toda la preparación mental servían para tener listo a Lance para ver la expresión de Keith, pero no importó. Cuando lo miró con todo el temor del mundo, se dio cuenta que Keith estaba profundamente dormido, no había escuchado lo que había dicho de Shiro. Lance sonrió tiernamente, giró el cuerpo para quedar de lado, mirando hacia el lado del azabache, colocó la cabeza de Keith sobre su brazo cuidando no despertarlo, apartó uno de sus mechones de la cara hacia un lado con la delicadeza con la que tocarías una navaja filosa antes de deslizar la yema de su dedo pulgar por su mejilla-. ¿Sabes qué fue lo peor?... que me sentí bien cuando supe que él estaba celoso de mí -Los ojos de Lance se humedecieron un poco, unas pequeñas lagrimas amenazaban con salir. Se sentía como un traidor de lo peor al haberse sentido de esa manera con el sufrimiento de uno de sus más grandes amigos, pensaba en él como una basura traidora y sin valor por sentir cosas que no deberían sentirse por un amigo, un amigo que es el amor de la vida de tu otro maldito amigo. Keith tenía razón, era un maldito Judas con el cuchillo a punto de atravesar el pecho de quién más le había ayudado-. ¿Qué se supone que debo hacer?

Lance observó el rostro tranquilo de Keith, no podía catalogar como enamoramiento lo que sentía, porque era consiente que su anterior amor aún seguía lastimándole, pero también era consiente que había algo con su mejor amigo que no era normal. No sabía cómo manejar algo como eso, era una sensación similar pero desconocida para él y conflictiva, malditamente conflictiva para su corazón y mente. No supo en qué momento comenzó, pero había comenzado a acercarse con cautela hasta su rostro, podía sentir el aliento cálido del ojivioleta; cerró los ojos sintiendo como una pequeña lagrima de traición y dolor resbalaba por su mejilla cediendo ante el impulso de sentir, aunque fuese solo una vez la calidez de Keith. Lance terminó por matar la poca distancia existente entre ellos, probando de manera inocente y corta el sabor de los labios de Keith.

Un dolor tan profundo como una estaca sintió en su pecho.
Una felicidad que no era capaz de contener se desbordó de su corazón.
Las palabras fieles de amistad retumbaron en su cabeza, torturándolo.
El cariño y la calidez de su amistad lo reconfortaba.
Y la traición se hacía presente en todo su ser.

Lance se estaba condenando.






-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-


-Honestamente, no sé lo que habría hecho sin él -Lance se encontraba abrazando una de las almohadas de la cama de Matt. El chico castaño suspiró, no imaginaba que todo eso había tenido que pasar.

-Entonces él te salvo la vida.

-Definitivamente, Shiro me salvó la vida y jamás podré pagarle todo lo que hizo por mí -El moreno sonrió levemente avergonzado. No tenía idea de que algún día le contaría aquello a alguien más que no fuese dios. Matt se sentó a su costado despeinándolo-. Empezando con que me trajo aquí, gracias a él los conozco a ustedes.

-Bueno, no hay que negar que Shiro es el mejor amigo que cualquiera podría tener -Matt sonrió aceptando lo inevitable-. Fue la primer persona que confío en ti y eso no tiene precio.

-¿Qué es lo que no tiene precio? -preguntó Pidge asomándose por el umbral de su habitación y la de su hermano. Matt y Lance se miraron, el cubano confiaba en el chico y sabía que no diría nada más, se sonrieron y ambos se levantaron yendo contra la menor para hacerle cuna entre ambos antes de lanzarla a la cama.



Una llamada despertó a Matt de aquel sueño en el que recordaba uno de los días más felices de su vida al lado de su hermana. Se talló los ojos confundido, todo estaba oscuro. Tomó el teléfono y lo desbloqueo, no reconoció el fondo de pantalla, deslizó la barra de notificaciones encontrando un montón de mensajes y llamadas perdidas con fecha de un día anterior desde temprano.


Shiro:
A las 4:03 a.m.
Por favor contéstame, debemos hablar, Keith.







-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-
¡Hooooooola!

¿Qué tal están todos ustedes? Espero que bien después de tremenda madriza que nos han metido con la septima temporada :DDD
¿Les gustó?, ¿Qué les pareció? YO LA AMÉ, me encantaron muchos de los temas que tocaron esta temporada aunque fuese un poco rápido y medio extraño, si quieren comentar alguna cosa de ello haganlo
aquí
chicos que no han visto la s7, abstenganse por su bien mental y vida sin spoilers.

Ahora, ¿que les ha parecido el capítulo? FINALMENTE UNO DE LOS DOS HA CEDIDO ANTE LA ATRACCIÓN INMINENTE, AHHHHHHHHHH
, ¿cómo los ha dejado?, ¿se esperaban que Matt odie a Shiro? Porque si no lo ha dejado claro, no lo soporta pero sus razones tendrá. También deben darse cuenta que Matt jugará un papel muy importante con el Klance, es la protección del shipp(?) aunque claro que hay más cosas acerca de ello.
¿Se preguntarán donde rayos estaba Lance la noche del fatidico beso con Shiro? Pues, según fuentes fue a comprar condonces, k dcirles.
Por cierto, la lluvia de persedias en realidad si ha ocurrido este día, espero que haya sido afortunado de verla (yo no pude porque el cielo estaba nublado, fck u calentamiento global)

¡Espero que les haya gustado el capítulo!
GRacias por su apoyo enorme, espero les siga gustando la historia <3
¡Nos vemos a la próxima!



By:
~ShargyD~

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