Tú eres la razón. (#FixYou2)

By TerryGarciaCL

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Ganadora del tercer lugar del concurso Christmas Nightmare 2018, organizado por @_IKI_. En la categoría: Nove... More

Sinopsis
Prólogo
Capítulo 1: Lo que fue de ella.
Capítulo 2: Todo estará bien.
Capítulo 3: Lo que siento por él.
Capítulo 4: Un acosador.
Capítulo 5: Adiós.
Capítulo 6: Ya no pienso en tí.
Capítulo 7: Una nueva oportunidad.
Capítulo 8: Una visita sorpresa.
Capítulo 9: Mensajes.
Capítulo 10: Un extraño.
Capítulo 11: Es su perfume favorito.
Capítulo 12: Invitadas Especiales.
Capítulo 13: Ella se va a casar.
Capítulo 14: Una visita sorpresa.
Capítulo 15: No arruines esto.
Capítulo 16: Las cosas malas siempre vienen acompañadas.
Capítulo 17: Perdiendo el control por una noche.
Capítulo 18: Aún te amo.
Capítulo 19: De nuevo tú.
Capítulo 20: Nunca deje de amarte.
Capítulo 21: La galería.
Capítulo 22: Salvada una vez más
Capítulo 23: Solo debía quedarme.
Capítulo 24: No es demasiado tarde.
Capítulo 26: ¿Cómo es esto posible?
Capítulo 27: ¿Te arrepientes?
Capítulo 28: Di que no te irás.
Capítulo 29: Asesina.
Capítulo 30: Simplemente tan sencillo.
Capítulo 31: Pensé que las cosas no se podían poner peor.
Capítulo 32: Y no la asesina.
Capítulo 33: Recuerda que yo no exagero.
Capítulo 34: Abogado al rescate.
Capítulo 35:¿Y Erick?
Capítulo 36: Un par de mentiras.
Capítulo 37: Un escape fallido.

Capítulo 25: No estás sola.

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By TerryGarciaCL

¡Hola Crazy's!

Si ya lo sé, hoy es Martes.

Pero como dice una de mis youtubers favoritas, el Martes es el primo feo de los Lunes; así que espero que esto les ayude a hacer el Martes menos Martes.

Y también debo pedirles una disculpa por emocionarlos el sábado. Efectivamente publiqué el capítulo, pero no está bastante conforme con el. Así que lo saqué de publicación y le agregué más cosas.

La buena noticia es que quedó el doble de largo que lo que iban a leer el sábado.

Así que una disculpa por dejarlos, en teoría, dos semanas sin capítulo. Pero ya prometo ponerme al corriente y si Dios quiere el sábado nos leemos de nuevo.

Recuerden que los adoro.

Besos.

**********

Capítulo 25: No estás sola.

Cristián...

-Tiene un junta a las dos de la tarde con el vicepresidente de la nueva compañía, traerán el contrato para cerrar el trato-me está diciendo Marina, mi secretaria, cuando finalmente he vuelvo a la empresa para ponerme al día con todo.-Ya le he avisado al señor Williams para que esté presente.

-Muy bien, necesito que también cambies la video conferencia que teniamos programada de las seis a las cinco, de ser posible-le pido y no puedo evitar notar que al cruzar las piernas, la corta falda que trae se sube un poco más. Y este asunto ya esta comenzando a cansarme, no sé como hacerle entender que nada de lo haga va a lograr atraer mi atención, mucho menos ahora que por fin estoy comenzando a solucionar las cosas con Helena. Si no fuera tan eficiente, en definitiva ya la habría despedido.

-Por cierto, llamaron de Giordano & Entertainment, están interesados en hacer negocios y desean una reunión para hablar directamente con usted.

-Eso es magnífico Marina, llámalos de regreso y concreta la cita lo más pronto posi...

-Cristián-dice Helena sonando un poco sin aliento, cuando irrumpe en la oficina, lo que provoca que Marina se ponga de pie rápidamente y la intercepte.

-Señorita, no se quién se crea que es usted para entrar de esta forma a este sitio-le dice tomando a una muy sorprendida Helena del brazo, mientras la conduce a la fuerza hacia la salida.-Pero este lugar, no es para cualquier persona, así que larguese de una buena vez.

-Marina, ¡sueltala!-le ordenó enojado, al escuchar el despectivo tono de su voz hacia Helena.-Y disculpate de inmediato con ella.

-Pero señor, esta... chica-me rebate mientras obliga a Helena a dar la vuelta para mirarme, aún sin soltarla del brazo y observándola de arriba abajo de manera despectiva también.- Ha entrado sin permiso y de una forma muy grosera.

-Escúchame bien Marina, porque no voy a repetirlo dos veces, sobretodo porque no te debo ninguna clase de explicación. Todo lo que vez a tu alrededor es tan de ella como mío. Así que sueltala de una buena vez y disculpate. Y de ahora en adelante, cada vez que ella ponga un pie aquí, la trataras con respeto y obedeceras todo lo que te ordene. Y no dudaras en avisarme de su presencia, me encuentre donde me encuentre. ¿Quedó claro o te lo explico con manzanas?

- Quedó claro-me responde con voz vacilante, mientras me observa con enojo contenido.

-¿Segura? Porque no te veo soltandola ni te escucho disculpándote.

-Lo lamento, no fue mi intención tratarla de esta forma tan grosera-se disculpa de inmediato, soltando su brazo finalmente.-¿Podría disculparme?

-Estás perdonada-le responde Helena con una gran sonrisa de suficiencia.-Ahora lárgate y déjanos solos.

Con esto Helena comienza a caminar hacia mi, pero no puedo evitar notar que sus palabras han enfurecido aún más Marina de lo que pensé que era posible. Pero aún así, sale de la oficina y cierra la puerta tras de ella.

-¿Quién rayos es la tipa?

-Mi secretaria.

-¿Y por qué rayos tienes a una modelo por secretaria? Podrías haber contratado a una mujer de mediana edad con mucha más experiencia. Y que no luzca... Bueno, como lo hace ella.

- Estás celosa- sentenció mientras la tomo de la cintura y la acercó a mí, sin poder evitar la gran sonrisa que esto me provoca.

-Por supuesto que no-me dice de inmediato alejándose de mi agarre, pero alcanzo a notar el rubor en sus mejillas antes de que se gire.-Es solo, que es bastante grosera.

-Pero es muy eficiente, así que mientras no admitas que estás celosa, vas a tener que soportarla cuando vengas.

-Las personas con las que trabajas no son de mi incumbencia, además no vine a averiguar de tus empleados. Sucedió algo malo-me dice poniéndose mortalmente sería de repente, mientras me entrega una carpeta que ni siquiera había notado trae consigo.-Me enviaron esto a la universidad y no pude entender todo, pero creo que me están demandando.

-¿Qué?-le pregunto asustado arrebatándole la carpeta y comenzando a leer.

Y efectivamente, al leer tan solo unas cuantas líneas, me doy cuenta de que Helena tiene razón. La familia de Matheo Jesen; más específicamente su mamá, Amanda Jensen, está interponiendo una demanda por tentativa de homicidio hacia su hijo.

-Esto es una maldita estupidez-exclamo mirando de nuevo a Helena, que se ha sentado en una de las sillas y que ahora tiene la mirada pérdida, junto con una expresión vacía en su rostro.- Esto ni siquiera debería estar procediendo; él intento asesinarte primero, ¡dos veces!

-Pero él no logro nada, en cambio yo casi lo logré-me dice en un susurro y me asusta la manera en que su voz se escucha completamente plana, vacía de emoción alguna. Además de que en ningún momento sus ojos se apartan de ese sitio al que está mirando fijamente.

-Pero eso sucedió mientras el intentaba asfixiarte, ¡fue un accidente! Tú solo intentabas defenderte.

-Pero se cayó por mi culpa, yo lo pateé para que me soltará... Para hacerlo caer-me dice de nuevo en un susurro, justo cuando silenciosas lágrimas comienzan a resbalar por su rostro. Y ni siquiera esto provoca que su mirada vuelva a la normalidad, parece estar trabada en ese justo punto que mira intensamente. Y esta comenzando a asustarme.

-Oye, mírame-le pido y la tomo de su barbilla para girarla un poco. Pero ella en realidad no me regresa la mirada. Sus ojos están dirigidos hacia mi, pero no me mira, es como si estuvieran mirando algo más, algo que no soy capaz de saber. Y es aterrador.

-¿Y si quieren dinero?-me pregunta de manera robótica, aún en ese extraño trance.

-¿Qué no escuchaste lo que le acabo de decir a Marina? Todo lo que es mío, ahora también es tuyo. Si dinero es lo que quieren, pues les doy todo lo que tengo, hasta el último centavo de ser necesario.

-No quiero ir a la cárcel.

-No vas a ir a la cárcel, no voy a permitirlo. Además de que eso sería una estupidez. Cualquier abogado, es más, cualquier persona; sabe que esto no debe proceder...

-No quiero ir a la cárcel, no quiero ir a la cárcel-comienza a repetir como un mantra y poco a poco va subiendo de volumen cada vez que lo repite. Y luego su respiración se vuelve irregular y cada vez sus aspiraciones son más lentas y entrecortadas, hasta el punto que estoy seguro que solo es una mínima cantidad de aire lo que alcanza de llegar a sus pulmones.

Luego de eso todo su cuerpo comienza a temblar y gotas de frío sudor resbalan por su frente. Pero lo más aterrador de todo sigue siendo su mirada perdida.

-Helena tienes que reaccionar-le pido aterrado mientras la sacudo.-Necesito que respires. Vamos ángel, me estás asustando.

Miro desesperado por toda la habitación en busca de lo que sea qué pueda ayudarme. Pero no hay nada. Así que continuó sacudiendola hasta que en mi desesperación, sin querer, la tomo del sitio en donde tiene las cicatrices del disparo. Y esto debe lastimarla, porque enseguida se queja, pero finalmente sus ojos me enfocan por un segundo.

-N..o..nooo...res...pi..rar...du...e...le-intenta decirme mientras se pone las manos en el pecho.

-Hels, mírame-le pido y tomo su rostro entre mis manos para obligarla a hacerlo otra vez.-Tienes que respirar, te estás poniendo pálida, te vas a ahogar. Vamos; inhala, exhala, inhala, exhala. Te prometo que vas a estar bien, no voy a dejar que nada malo te suceda. Pero tienes que quedarte conmigo, ¿de acuerdo?

Como le es posible, asiente. Y por los próximos minutos; me encuentro guiandola hasta que logramos estabilizar su respiración, y los temblores de su cuerpo se calman casi por completo.

-Todo va a estar bien. No estás sola, ya no más, ahora estoy contigo-le prometo cuando comienza a llorar desconsoladamente y se arroja a mis brazos, por lo que ambos terminamos sentados en el suelo y en silencio por algunos minutos.

-...¡Con una tipa!-de repente escucho que alguien grita fuera, antes de que Erick irrumpa en la oficina y nos mire sorprendido.

Se queda en esa posición por algunos segundos y entonces se gira de nuevo hacia fuera y lo escucho ordenarle a Marina que cancele todo lo que teníamos programado para hoy.

-Pero, el personal con el contrato ya debe estar en camino. Cancelar de último momento sería muy grosero de nuestra parte-se queja Marina, ante las órdenes de Erick.

-No te estoy pidiendo tu opinión, te estoy ordenando que lo hagas. Ya los llamaré de regreso y solucionaremos el asunto. Ahora asegúrate de hacer tu trabajo, y deja de entrometerte-con esto Erick finalmente se adentra completamente a la oficina y cierra la puerta tras de él.

-¿Helena? ¿qué rayos está sucediendo aquí?-me pregunta mientras se acerca rápidamente hacia a nosotros.

-La familia de Matheo la está demandando-le respondo mientras Helena se apresura a los brazos de Erick.

-¡¿Qué rayos?!-exclama mientras la extrecha en sus brazos sin dejar de mirarme.

-Por tentativa de homicidio, quieren justicia por el modo en que terminó Matheo-le respondo de nuevo poniéndome de pie.

-No quiero ir a la cárcel Erick, no quiero-le dice Helena, aún escuchandose muy asustada y sin que sus lágrimas se detengan.

-Y no lo harás, no lo permitiremos.

-Vamos a contratar al mejor abogado del país de ser necesario, pero no vamos a dejar que eso suceda-le prometo de nuevo, mientras tomo mi saco, la carpeta y mis cosas para poder irnos.-Ahora hay que marcharnos. Mientras más rápido averigüemos que debemos hacer, será mejor.

-Lena, ¿Sierra ya sabe de esto?-le pregunta Erick, mientras me acercó de nuevo a ellos.

-No-le responde negando vehementemente con su cabeza.-En cuanto leí los papeles, tomé mis cosas y vine a buscar a Cristián.

Su respuesta me sorprende y a pesar de las circunstancias, me hace sentir feliz el saber que fuí su primera opción. Justo como antes.

-¿Por qué no vas a limpiarte la cara mientras voy por mis cosas y llámanos a Sierra? Luego nos iremos y solucionaremos esto, ¿de acuerdo?-le pide Erick, antes de besar su frente e indicarle dónde está el baño de mi oficina.

-Esto es increíble, no puedo creer que le estén haciendo esto-me dice Erick en voz baja para que Helena no nos escuché.-Estoy furioso, podría ir a ponernos manos alrededor del cuello de esa mujer ahora mismo.

-¿Y tú crees que yo no? Aunque siendo sincero, estoy más preocupado por ella que otra cosa-le admito recordando el horrible episodio que acaba de tener.

-Pareciera que el mundo la odia. Demonios. Dime, ¿por cuántas malditas cosas más tiene que pasar para que ya la dejen en paz? Ya ha sufrido suficiente.

-¿Crees que no lo sé? ¡Yo fuí una de las principales personas que la dañaron! ¡Si yo no la hubiera apartado de mi lado nada de esto estaría pasando!

-Oye Cristián, cálmate, nada de esto  es tu culpa. No tiene nada ver con esa situación-se apresura a decirme Erick cuando ve que todo esto está comenzando a alterarme.- Además no era mi intención referirme a eso. Por cierto, ¿qué rayos le sucede a tu secretaria? ¿Y por qué se refirió a Helena como una "tipa?

-Creo que olvide mencionarte que está un poco absesionada conmigo.

-Pues no me gustó la forma en que hablo de Helena.

-No te preocupes, parece que lo que le dije no le quedó claro; pero ya no será un problema, lo prometo.

-Estoy lista-nos anuncia Helena volviendo del baño, por lo que la conversación queda interrumpida, y en su lugar todos salimos de la oficina.

-Solo voy por mi teléfono y nos vamos-nos dice Erick antes de dirigirse a la oficina contigua; por lo que Helena y yo, tomados de la mano, esperamos en el pasillo frente a la enfurecida mirada de Marina.

-¿Ya cancelaste todo lo de hoy y concretaste la cita con Giordano & Entertainment?-pregunto al sentir la mano de Helena aún temblando entre la mía, por lo que decido que es un buen momento para hacer esto.

-Sí, por supuesto, ese es mi trabajo-me responde de manera altanera sin dejar de mirar mi mano entrelazada con la de Helena.-Y soy muy eficiente en el.

-Pues me alegra que lo sepas y que estés consiente de ello y sinceramente espero que lo hayas disfrutado. Porque quiero que en este mismo instante recogas todas tus cosas y te largues de aquí. Estás despedida.

-¡¿Qué?!-exclama sorprendida poniéndose de pie de bruscamente.-¡No puedes estarme haciendo esto!

-Claro que puede-le dice Erick apareciendo a su lado con una sonrisa socarrona.-Por algo es el jefe... Ah no, espera; no solo es el jefe, él es el dueño.

-¡Pero esto es injusto!-exclama de nuevo dando una patada en el suelo, lo que la hace parecer una niñita.

-Pues que crees, la vida no es justa, en ninguna medida. Así que mientras más rápido te hagas a la idea, mejor para ti. Así que, adiós-le dice Helena sonando cansada mientras le pasó uno de mis brazos por sus hombros y ella le tiende una mano a Erick.

En esta formación y aún escuchando el berrinche de Marina, los tres nos dirigimos hacia el elevador.

-Cuando tengas todo listo, ve a recursos humanos-le digo por último , justo antes de que la puerta del elevador se cierre.

-¿Puedo preguntar por qué la despediste?

-Porque nadie en mi presencia te va a tratar de la forma en que ella lo hizo y se va a salir con la suya.

-Genial, ahora también soy culpable del despido de alguien.

-Oye no, no fue tu culpa, fue mi decisión. Tenía tiempo queriendo despedirla, pero no encontraba una razón justificable para ello. Y está lo fue. Además la tipa está obsesionada conmigo y eso estaba comenzando a ser molesto. Así que no es tu culpa-le repito mientras la abrazo más fuertemente.-Y no quiero que vuelvas a pensar eso de nuevo, ¿de acuerdo?

La siento asentir con la cabeza contra mi pecho, pero estoy preocupado y cuando miro a Erick, él me mira de la misma forma. Necesitamos a Sierra y la necesitamos ahora.

-Voy a llamar a recursos humanos para avisarles sobre Marina y luego voy a llamar a Sierra para que se encuentre con nosotros. ¿Hacia dónde vamos?

-Mamá se quedó en el departamento hoy, así que vamos a ir a buscarla para ver si ella sabe de un buen abogado-le respondo mientras salimos del edificio.-¿Nos vamos en un solo auto?

-Seguro, luego puedo volver por el mío-me responde y entonces se aleja por unos minutos con su celular mientras yo me quedo abrazando a Helena, ya que me niego a apartarme de su lado.

-Tendrás que conducir tú, aún no estoy autorizado para ello-le digo con una sonrisa a Erick mostrándole mi bastón cuando se acerca de nuevo, luego de que le pido al valet parking que me traiga el coche. El cual tiene bastante tiempo esperando aquí y que sé, que Erick va amar.

-Uffff, amigo, andas a pie-me dice Erick sorprendido mientras estacionan un jaguar negro frente a nosotros. Iba a esperar hasta que saliéramos de trabajar para darle la sorpresa, pero supongo que este momento es igual de bueno.

-Asumir tantas responsabilidades tiene algunas ventajas-le digo mientras lo observo admirar el coche y sé que tome una decisión correcta al elegirlo.-¿Te gusta? Porque de hecho es tuyo; tienes derecho a un auto de la empresa, ahora que eres el vicepresidente de la compañía.

-¿En verdad?-me pregunta sorprendido mientras le tiendo las llaves. Las cuales toma, aún en shock.

-En verdad, y asi puedes dejarles tu auto a las chicas para que ellas lo usen.

-No sé manejar muy bien-admite Helena.

-Sí, porque te rehusaste a usar el auto luego de que te enseñe a manejar-la regaña Erick mientras los tres entramos al auto.

-Esto es increíble, no puedo creer que sea mío-dice Erick anonadado mientras se sienta tras el volante y comienza a admirar el interior del auto, que es increíble a decir verdad.

-Pues creelo Erick, porque en verdad te lo mereces después de todo lo que has hecho por todos en este tiempo-le dice Helena, y al menos trata de sonreír.-Sobretodo por todas las cosas que has hecho por la empresa.

-Eso es cierto hermano, de no ser por ti, no sé en qué habría parado la empresa solo en mis manos. Así que disfruta de esto. Además has cuidado bastante bien de las chicas en los últimos años y nunca voy a poder agradecerte lo suficientemente por ello.

-¿Por qué nos estamos poniendo tan sentimentales hoy?-nos pregunta Erick y podemos oír que su voz se escucha un poco rara.

-Supongo que se debe a que por fin estamos todos juntos de nuevo. En el justo lugar al que pertenecemos-le respondo besando la cima de la cabeza de Helena cuando ella se recuesta sobre mi pecho.

-En ese caso, veamos qué tal se siente manejar esta belleza y vayamos en busca de nuestra pieza faltante.

-Oye Hels, en cuanto pueda manejar de nuevo voy a ayudarte para que te sientas más confiada-le digo luego de que pasamos unos minutos en silencio escuchando las maravillas que Erick habla del auto .

-De acuerdo, pero en mi defensa debo decir que era más fácil dejar que me llevarán a todas partes. Erick me mal acostumbro a eso y luego Andrew...

-Está bien, puedes hablar de él; no es como si no supiera que anduvieron-le digo cuando se interrumpe de golpe; para que no se sienta culpable por haberlo mencionado.

-Bueno, luego... Él... Me llevaba y me recogía de todas parte o conseguía aventones de Vanessa y Jason o del novio de Gabriela; así que en realidad no necesitaba un auto.

-Bueno, y ahora me tienes de nuevo a mí. Pero aún así quiero que seas capaz de manejar por ti misma, por si alguna vez es necesario; simple precaución.

-Estoy de acuerdo con Cristián, no está demás que debes en cuando salgas en el auto. Sobre todo para que te sientas más cómoda manejando.

Luego de eso nos quedamos en silencio de nuevo hasta que finalmente llegamos al departamento. Tiempo durante el cuál me dedico a disfrutar de la increíble sensación de tener a Helena entre mis brazos de nuevo. Se siente como si fuera un sueño y sinceramente tengo miedo de que esto no esté ocurriendo en realidad y de que en cualquier momento voy a volver a despertar lejos de ellos.

-¿Vives aquí?-me pregunta Helena sorprendida cuando nos detenemos fuera del complejo de departamentos.

-Sí, en el penthouse-le respondo, emocionado de por fin ser capaz de mostrárselo.-Y te va a encantar.

-Pero esto debido de haberte costado una fortuna-me dice cuando entramos y mira a su alrededor.

-Lo hizo, pero hay un motivo por el que absolutamente valió la pena la inversión. Y sé que lo vas a amar. Así que apresurate, que ya quiero que lo veas.

Con esto nos dirigimos hacia el elevador y no puedo evitar reír al verla tan sorprendida por todo.

-Si te sirve de consuelo, yo me sentí de la misma forma la primera vez que estuve aquí-le dice Erick mientras le pasa un brazo por los hombros, para guiarla hacia el elevador.

-¿Ya estuviste aquí?

-Sí, un par de veces mientras Cristián aún estaba en el hospital, para ayudar a su mamá.

-¿Y Sierra?

-Ella no, también será su primera vez.

-Deberíamos esperarla en ese caso-le digo a Erick, por lo que él decide llamarla.

-¿Estás seguro de que me diste la dirección correcta?-le está preguntando Sierra cuando la pone en alta voz para que todos podamos escucharla.

-Muy seguro.

-Pero este lugar parece sacado de una revista, la simple puerta debe costar más que la casa de tus padres y mis padres juntos. Ni siquiera me van a dejar poner un pie adentro.

-Nadie va a evitar que entres, así que solo hazlo-digo en voz alta para que logré escucharme.

-Mira Evans, si hago el ridículo por tu culpa en este sitio, date por muerto-me dice de regreso cuando finalmente atraviesa la puerta aún con el teléfono pegado al oído.

-Santo cielo-exclama cuando mira a su alrededor.

-¿Yo no tenía esa expresión en el rostro hace un momento, verdad?-nos pregunta Helena un poco horrorizada mientras observamos a Sierra que sigue mirando a todas partes con la boca un poco abierta.

-La tuya era peor-le responde Erick, lo que hace que se gane un golpe por parte de ella y una carcajada por parte mía.

-¿En dónde hay que vender unos cuantos órganos para poder vivir aquí?-me pregunta Sierra cuando finalmente es capaz de caminar hacia nosotros.-Porque realmente creo que tener dos riñones no es tan necesario como yo pensaba.

-No es necesario vender nada, solo hay que trabajar mucho y muy duro-le respondo luego que todos logramos recuperarnos de la carcajada que nos provoca.

-¿Ya escuchaste Helena Johnson? Voy a comenzar a explotarte-le advierte Sierra, lo que nos provoca otra carcajada a todos y lo que confirma mi teoría de que la necesitábamos.

-¿Y qué es lo que hacemos aquí? ¿Por qué era tan urgente que nos viéramos?-nos pregunta cuando ya estamos dentro del elevador y esto de inmediato borra las sonrisas de nuestro rostro.

-Ohh, ¿qué rayos fue eso? ¿Por qué de repente la energía cambio y parece que vamos a un velorio?-nos pregunta girandose a mirarnos.- Ay Dios, casi puedo tocar la mala noticia con mis manos, ¿qué sucede?

-La mamá de Matheo interpuso una demanda contra Helena por tentativa de homicidio-le responde Erick, mientras Helena se acerca más a mi lado.

-¡¿Qué?!-grita frenética Sierra y comienza a moverse de un lado al otro dentro del elevador.-¿Cómo rayos es eso posible? Él intento matarla primero, ¡dos veces! Y de pasó casi se lo lleva a él también.

-Pues si, pero creo que lo que a la señora le importa es que ellos dos están bien y aquí. Y Matheo está mal y en un manicomio-le dice Erick intentando buscarle lógica a todo.

-Era lo menos que se merecía, y todos lo sabemos. Además la estuvo acosando por meses y la policía tiene todas las pruebas. ¿Qué abogado en su sano juicio se atreve a tomar una demanda como está, cuando es más que obvio que no va a proceder?

-Eso es lo que necesitamos averiguar, y necesitamos encontrar un abogado lo más pronto posible.

-¿Y el abogado de la empresa, no podría ayudarnos?

-Ya lo estuve pensando, pero su especialidad tiene que ver con negocios, es a lo único que se dedica. Necesitamos a alguien más-le respondo mientras finalmente llegamos al último piso.

-¿Y tú mamá conoce a alguien?

-Por eso estamos aquí, vinimos a averiguarlo. Y si no conoce a nadie, al menos podemos buscar a alguien todos juntos y ya veremos qué hacemos a partir de ahí.

-Eso suena bien-dice Erick y luego nos mantenemos en silencio hasta que llegamos a la puerta.

-En verdad este lugar es impresionante-dice Sierra cuando finalmente entramos al departamento.

-Y eso que no han visto lo mejor-les digo mientras escucho que Emily viene corriendo hacia nosotros.

-¡Tistian!-grita emocionada al igual que siempre que llegó a casa. Por lo general siempre la encuentro a medio camino y la levantó, pero la herida aún me está pasando factura así que me detengo y espero hasta que se abraza a una de mis piernas.-¡Carga!

-Todavia no puedo Emi.

-¿Luele?-me pregunta con sus grandes ojos abiertos de par en par, lo cual la hace parecer una verdadera muñeca.

-Sí, aún duele. Pero te tengo una sorpresa, mira quién más vino a verte.

-¡Lena!-grita super emocionada cuando me hago a un lado para que la vea, antes de correr hacia sus brazos y dejar que Helena la cargué.

-Hola hermosa, te extrañe mucho-le dice Helena mientras comienza a besar sus mejillas, lo que pone a Emily aún más feliz.

-Yo también te extañe-le dice Emily de regreso besando su mejilla también y dándole una gran sonrisa.

-¿Y para nosotros no hay un beso?-pregunta Erick acercándose y haciéndole cosquillas a Emily que comienza a retorcerse entre los brazos de Helena.

Comienzo a reír al ver la escena, pero es cuando notó que Sierra mira a Helena con demasiada preocupación, así que me acerco a ella.

-¿Sucede algo?

-Ella tuvo un episodio, ¿cierto?-me pregunta sin dejar de observarla.

-¿Cómo?-le pregunto desconcertado mientras Helena pone a Emily en el suelo y deja que la lleve hacia el interior.

-Un episodio-me repite cuando Erick  se acerca de nuevo.-Ella de repente se quedó mirando a un punto fijo con la vista y la expresión vacías de cualquier emoción. Y luego prácticamente dejó de respirar, comenzó a sudar frío y un temblor se apoderó de todo su cuerpo.

-Sí, ella se puso así cuando fue a buscarme a la oficina-le admito soprendido.-¿Cómo lo supiste?

-Sus manos aún tiemblan, siempre le pasa eso luego de que tiene un ataque de ansiedad.

-¿Un ataque de ansiedad?-le pregunta Erick desconcertado, antes de que yo pueda hacerlo.

-Cuando las cosas se ponen difíciles le dan ataques de ansiedad-nos responde Sierra con un gran suspiro.-La primera vez que le sucedió fue cuando las cosas se pusieron feas con su papá y luego paso de nuevo cuando lo de Camile y Sebastián. Lo peor de todo es que queda toda nerviosa y estresada luego de ellos. Además de que es horrible presenciarlos, porque parece como si fuera a morir frente tuyo.

-Eso fue justo lo que sentí, pensé que no iba a lograr que respirara de nuevo.

-Debí suponer que le pasaría con todo lo que sucedió y con las pesadillas que ha estado teniendo. Debí obligarla a volver al doctor.

-¿Tan grave es?-le pregunta Erick tomando su mano cuando Sierra comienza a formar un puño muy tensionado.

-Si continúa ocurriendo puede desembocar en una crisis nerviosa. Y cuando se llega a ese grado, puede tener pánico escénico, delirios de persecución, depresión y ya no recuerdo cuántas cosas más. La últimas veces de alguna manera logré controlarla, pero después de todo lo que le ha sucedido últimamente no estoy muy segura de poder hacerlo.

-¿La salvaste de todo eso, tú sola?-le pregunto sorprendido.

-Tuve que hacerlo. Ella se negaba a ir a ver un psicólogo, así que investigué que cosas podría hacer para ayudarla; porque me negaba y me niego a perderla.

-Pero ahora no estás sola-le afirma Erick y yo concuerdo con él.-Ahora nos tienes a nosotros también, y los tres juntos no vamos a permitir que ella se ponga mal.

-Chicos, ¿sucede algo? ¿Por qué no entran?-nos pregunta mi mamá antes de que podamos decir algo más.- ¿Está todo bien?

Los tres solo negamos con la cabeza y observamos como la sonrisa de mamá desaparece de su rostro.

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