- ¿Camille? -me dijo mi padre al verme- ¿Por qué no has tocado tu almuerzo aún? -el sonaba algo preocupado.
- ¿Eh?, ¡AAAHHH!, es que... no tengo apetito -le sonreí.
- ¿Algo te preocupa querida? -dijo Marie también preocupada.
Genial, preocupé hasta a Marie.
- Es que, se acercan los exámenes finales, y aún no mejore mucho en Literatura. Ya casi, termina este año otra vez, pasa rápido eh -les sonreí.
- Sí... pasa rápido... -dijo mi padre pensativo- Ya no cabes en mis brazos como cuando eras bebé... -mi padre lucía nostálgico.
- Por cierto, papi, hoy luego de la cena, nos reuniremos en el cuarto de Kenya, ¡Una pijamada!, Estará también Alessandra y Guido -le sonreí.
- ¿Qué clase de pijamada se hace con un chico presente? -dijo frío mi padre.
- Oh... pues, ¡Nathan también estará!, ¿Verdad Nathan? -dije mirándolo.
- ¿E-Eh?, ¿Yo estaré?... ah, si y-yo estaré -dijo sonriendo levemente.
Mi padre suspiró.
- De todas formas, con o sin mi consentimiento, lo harán, ¿Cierto? -sonrió de medio lado- Bien, pero pobre de Guido o Nathan si te tocan... -dijo mirando psicópatamente a Nathan.
Nathan se sobresaltó un poco.
- Gracias papito, eres el mejor -dije abrazándolo.
- Hm... sólo si te comes tu almuerzo te dejaré... ¿Piensas que te daría permiso tan fácilmente? -dijo sombríamente.
- Eres el diablo papá... ¡La ensalada es de brócoli con queso!, ni tú te la comiste -dije cruzándome de brazos.
- No te digo que comas la ensalada, come tu almuerzo, ¿Acaso si quieres comer tu ensalada? -me dijo burlón.
Ambos nos miramos fulminantes. Luego de que almorcé todo, subí a mi cuarto acompañada de Nathan.
- ¿Qué pijama crees que debería llevar Nathan?, será... mi primera pijamada -dije emocionada mientras buscaba todos mis pijamas.
- Bueno... y-yo diría que cualquiera te quedaría bien C-Camille -me dijo sonriente.
- Bien, me probaré de a uno, quédate aquí, entraré al baño -le dije tomando mis pijamas y llevándolos conmigo al baño.
El primero era una blusa ajustada al cuerpo, y un short medio flojo, ambos eran rosas.
- ¿Qué tal? -le dije.
El me miró algo sonrojado.
- D-Definitivamente otro... -dijo desviando la mirada
¿Definitivamente?, ¿Qué está mal en este pijama?... Umm. Bueno, si Nathan dice que lleve otro, pues lo haré. Volví a entrar al baño a cambiarme, y continuamos así por mucho tiempo, nada quedaba bien, según Nathan.
- ¿Entonces... que debería llevar? -dije preocupada.
- C-Creo que... -empezó a buscar entre mis ropas.
Escogió un pantalón medio suelto, y una remera con un dibujo de unicornio.
Bien, llevaré este entonces. Nathan me miraba aliviado. ¿Algo le preocupaba?, ¿Qué será?...
En fin, quería que caiga la noche cuanto antes, no voy a negar que me sentía ansiosa. Así, con las ansias, me quedé toda la tarde. Cuando llegó el momento de cenar, comí apresuradamente, luego fuí a cambiarme, y fuí al cuarto de Kenya, donde ya esperaban Alessandra y Guido.
- Ah, Nathan te ves mejor cuando llevas menos ropa -dijo Alessandra sonriente.
- S-Sólo me puse una musculosa, nada de más -dijo sonrojado.
Estaba emocionada, aunque, no era exactamente una pijamada normal, es decir, es en mi casa, en el cuarto de Kenya, y participan Guido y Nathan, pero, estoy feliz. Je. Tal ves, no es realmente una pijamada, pero no importa.
- Bien, bien, iniciemos con las preguntas -dijo con una sonrisa burlona Guido- Nathan, ¿Tienes novia? -fue directo al grano.
Uf, ¿No fue muy rápido?, apenas y llegamos... algo me dice que los planes de Guido en esta pijamada serán... interesantes.
- E-Eh... no -contestó Nathan.
- Oigan... ¿Puedo saber por qué siempre es en mi habitación? -dijo Kenya abrazando sus rodillas.
- ¿Y ya tuviste una antes? -dijo Alessandra emocionada.
- Nunca... nunca tuve una novia -dijo sonrojándose.
- ¡AAAAAAH!, ¡ENTONCES ERES V...! -Alessandra recibió un golpe en la cabeza por parte de Kenya.
- Hay una niña presente Ale, contrólate -dijo algo irritada Kenya.
Mientras que el pobre Nathan estaba rojo como un tomate. Qué osada es Ale.
- ¿Y te gusta alguna chica? -dijo Guido guiñándole un ojo.
- Y-yo...e-ehm.... e-este... y-yo -el estaba muy nervioso.
- No seas tímido Nathan, esta podría ser tu oportunidad -dijo Guido con una mirada de cómplice.
¿Eh?, ¿Nathan gusta de alguien de los presentes?.
- B-Bueno... e-es p-pequeña, a-amable, t-tierna, r-ru-rubia... l-la veot-todos los días... -el se ocultó entonces el rostro, cubriéndose con sus manos- ¡N-No puedo Guido! -dijo avergonzado Nathan.
- Entonces... Ca-mi-lle -dijo emocionada Alessandra- ¿Ya tuviste novio?, ¿Ya tuviste tu primer beso?, ¿Te gusta alguien? -dijo eufórica acercándose a mí.
- No, no tuve ni tengo ni tendré novio, no dí mi primer beso aún, y... me gusta... -todos me miraron sorprendidos- mi padre, mi novio tendrá que ser mejor que mi padre -dije sonriendo como broma.
- Cami...hablamos de gustar hombre y mujer, no de padre e hija -dijo Kenya con algo de decepción.
- Guido, cuéntanos sobre ti -dijo Nathan interrumpiendo.
El miraba serio a Guido y no tartamudeó. ¿Otra vez?. Últimamente Nathan... Actúa raro, ni como Nathan ni como Badra, ¿Tendrá entonces una tercera personalidad?, ¿O por qué...?.
Guido sonrió.
- Creo que los celos cambian a las personas eh -dijo Guido y me miró- Bueno, diré solo una cosa... ¡Camille eres muy tierna! -me dijo abrazándome- y cálida -me dijo.
Guido y Nathan se miraban de reojo, fulminantes.
- Hey, Nathan, ¿Qué te parece Camille?, ¿No es idéntica a la descripción de la chica que mencionaste? -sonrió Guido acercándome más a él.
Nathan parecía en shock. No estaba siquiera pestañeando.
Así que... Me parezco a la chica que le gusta a Nathan. Debe ser alguien muy bonita, bueno, supongo que soy bonita, ella también lo será entonces. ¿Cierto?.
- Neeh, Camille, ¿En qué piensas? -me dijo dejando de abrazarme.
Nathan pareció volver en sí. Y miraba fijamente a Guido.
- ¿Eh?, En... nada, en la chica que le gusta a Nathan, debe ser muy bonita... supongo...para gustarle -sonreí levemente y desvíe la mirada.
¿Por qué repentinamente me siento así?, Es raro... Siento algo extraño en mi pecho. ¿Por qué me dan ganas de llorar?, ¿Qué me sucede?.
- Ehhhh -dijo entre risitas Guido- interesante -entonces miró a Nathan- Hey Nathan, ¿Has visto esa reacción -sonrió Guido- Es verdad, tienes 18 años, ya Dave no es tu tutor, ya terminaste lo que le debías en estos años, creo que te dejará libre dentro de poco, ¿Te casarás con la chica que te gusta?, ¿Tendrán una familia?, ¿Te irás de aq...? -entonces Guido se calló repentinamente.
- Silencio -dijo Nathan serio- Me voy -dicho esto se paró y salió de la habitación.
¿Nathan se irá?, ¿Realmente se irá dentro de poco?, ¿Papá no lo detendrá?, ¿Qué saben ellos que yo no?.
¿No veré a Nathan nunca más?, ¿Nunca?... ¿Todo es cierto?.
- ¿Estás bien Camille? -dijo Kenya sentándose a mi lado y abrazándome- ¿Qué tal si dormimos?, Ya es tarde para un chica en crecimiento eh -me sonrió.
- Si... Tienes razón, quizá estoy algo cansada -dije devolviéndole la sonrisa.
¿Qué sucede?, Ya no... ya no entiendo nada. Y menos... El porque me duele el corazón...
¿En serio Nathan se iría pronto?, pero, Baron no se fue y ya tiene 22 años. No entiendo que pasa.