Figlia Della Mafia

Mi padre, y el nuevo chico.

Ha pasado muy rápido éste tiempo. No sé cuánto tiempo realmente pasó, pero estoy segura de que ha sido bastante.

De vez en cuando Marie me ayuda a caminar agarrándome de mis manos. Estoy segura que podría llegar a caminar dentro de poco.

Pero mi padre aún no lo sabe. Claro, se debe a que siempre que estoy con él, me tiene en brazos o sentada en su cama o en un sillón.

Por otro lado, las cosas en casa están algo tensas y con un silencio mortal reinante en cada rincón.

Marie me dijo que se debe a que falta poco para el cumpleaños de mi papá. Y dice que en esos tiempos él está de muy malhumor, y que generalmente odia festejarlo.

Y aunque no le festejen suele llegarle muchos regalos. ¿Será la misma cantidad a la que mi tío me trajo aquella vez?, y eso que aquella vez el tío Pietro trajo muchos regalos para mí.

Yo quisiera ver feliz a mi padre ese día. Así que estoy poniendo todas mis ganas en poder decir "papá", la vez pasada casi me sale. Y puedo intuir que pronto podré llamar a mi padre.

No veo la hora de ver su cara de sorpresa. ¿Será que lo veré llorar como aquella vez?. Verlo llorar es tan divertido. Jeje.

- Marie -llamó mi padre ingresando en mi habitación- tenemos que hablar -dijo muy serio, más que de costumbre.

- Por supuesto señor, enseguida voy -dicho ésto Marie siguió a mi padre.

Rayos, quisiera haber podido ir a oír lo que hablarían. Pero estoy en mi corralito.

Y las ganas de saber que hablan me invaden lentamente y mortal.

Esperé y esperé un tiempo, y debía decir que ya se tardaban un montón.

Y entonces Marie vuelve sonriente. ¿Qué había sucedido?.

- Pequeña Camille -me sonrió acercándose a mí sonriente- Tengo una sorpresa que contarte -me dijo mirándome fijamente a los ojos.

No puedo imaginarme que será esa sorpresa. Y me empieza a preocupar no saber de nada.

- Verás, al parecer tu padre y...y.... -dijo desviando la mirada- y el orfanato que tenía,  ¿Recuerdas?. Bueno, no era uno normal. Hay un joven, se llama Baron, tiene 11 años, y al parecer ha sido escogido por tu padre para ser tu mano derecha -sonrió- al parecer el estará pendiente de tí 24 horas, y también estará allí para mí si necesito de su ayuda contigo -finalizó mientras me tomaba en sus brazos.

¿Baron?, ¿Chico nuevo?, ehm. No entiendo bien porque mi padre dejaría a alguien más estar cerca mío. ¿Qué sucede?.

- Ah, y Baron al parecer es un chico muy listo, enérgico, fuerte y seguro. Y ya tu padre se encargó de que le enseñaran autodefensa y utilización de armas, y varias cosas más. Es todo un prodigio -sonrió y salimos juntas al jardín.

Hm, ésto me parecía muy raro. ¿Qué tramaba esta vez mi padre?. ¿Será realmente bueno ese tal de Baron?. Creo que sólo lo sabré al verlo.

En el jardín paseamos un buen rato. Marie me ayudo a caminar unos cuantos pasitos atajándome de sus manos.

Las flores volvían a ser hermosas, ¿Hace cuánto tiempo no venía aquí?.

- Baron llegará en unas cuántas horas, quizá para la hora de la merienda -me informó Marie.

Realmente estaba ya con ganas de conocerlo. Es que... aún no puedo creer que mi padre confiara en otra persona que no es Marie para estar cerca mío. ¿Estaré realmente bien?, ¿Qué le pasa a mi padre?, ni yo sé. Actúa raro desde aquella reunión.

Y así, llegó la tan esperada hora de la verdad. Estábamos frente en los corredores de la casa cuando mi padre se acercó a nosotras junto con Baron.

- Marie él es Baron -anunció serio mi padre y miro a Baron- Baron, ella es Marie, y ella es mi preciada hija Camille, tu señorita desde ahora, no olvides de lo que hemos hablado todo éste tiempo -dijo algo amenazante.

- ¡Claro señor! -dijo sonriendo enérgicamente- Hola Marie, hola señorita Camille -dijo saludándonos amablemente.

Parecía muy, muy, muuuy joven. Dios. No entiendo que realmente será su función.

- Dien de di di nlo -balbuceé tratando de saludarlo correctamente claro.

El sólo me sonrió y luego miró a mi padre.

- Ella es muy bonita, y se parece mucho a usted señor Dave -decía amable Baron.

- Sólo es una copia mal hecha, obviamente no es muy parecida a mí -dijo burlón- y además es fea -dijo sin dejar de lado su sonrisa burlona.

Ya me acostumbré  a sus queridos comentarios.

- No es cierto, ella es muy bonita -me sonrió- apuesto que cuando sea mayor será una hermosa joven -dijo Baron inocentemente.

Pobrecito, mi padre estaba por matarlo desde lo más profundo de su ser.

- Un comentario más de eso y verás la parte más oscura del mundo -sonrió malicioso mi padre.

- Claro Señor, iré donde usted y la señorita Camille quieran. Juro que daré mi vida por ella. Y juro que no lo decepcionaré jamás -dijo serio Baron mirando a mi padre.

- Y así espero que sea -dijo mi padre calmándose.

- Aunque si en el futuro no quiere entregar a su hija a nadie, puede casarme con ella, así tendrá a alguien de confianza -molestó Baron con una sonrisa burlona reflejada en sus labios.

Mi padre y él se miraban ahora de igual forma, con odio y burla.

Sin dudas, al parecer la aparición de Baron traería muchas cosas nuevas en nuestras vidas. Sobre todo, será divertido ver por cuanto tiempo Baron sobrevive. Aunque viendo que bromea tan familiarmente con mi padre, creo que se llevan bien. Y eso, asusta.

Con esa actitud tan burlona y desafiante hacia mi padre, no sé qué pasa realmente.

Ya ansío ver que sucederá. Pero al parecer será una larga espera. Padre nunca me menciona nada. Tal ves porque piensa que estoy muy pequeña para entenderlo.