De nuevo abro los ojos cuando esa pesadilla se hace presente, Simón siendo arrollado por un auto, por dios porque no puedo dejar de pensar y soñar con él, mi corazón nuevamente late demasiado rápido, así que tomo una bocanada de aire para dejarla ir despacio para que mi pulso se regule.
Lu no está en ninguna parte, por lo que asumo que ya no es tan temprano, miro a mi alrededor y veo el IPad lo enciendo y miro la hora, las 10 con treinta minutos, como es posible que haya dormido tanto aquí afuera.
Salgo de la tienda y entro en la casa envuelta en mi cobija, cuando paso por la cocina veo a Sofia, la empleada. —buenos días. -saludo.
—buenos días. ¿se le ofrece algo para desayunar? -sonrío. —avena con fruta, gracias. ¿y los demás? -pregunto.
—fueron a desayunar a casa de los padres de la señora. -ah sí recuerdo que me lo habían comentado, pero yo me negué a ir. —ok, estaré en mi habitación. -ella asiente y yo subo a mi habitación.
Doblo la cobija en cuanto llego a la habitación, y me siento en la cama tomo mi teléfono el cual deje en la mesa de noche cargando, tengo 3 llamadas perdidas de Mateo, entonces las imágenes de mi pesadilla se repiten una vez en mi cabeza, así que marco su número, pero él no contesta.
Suspiro ansiosa, algo no está bien y hasta que tenga noticias de él no me sentiré tranquila, me levanto a apresurada cuando veo a Sofia entrar en mi habitación, vaya que es rápida, pienso y le sonrío mientras ella deja el tazón a un lado junto con un vaso con jugo de naranja.
—gracias. -ella asiente y se retira.
Desayuno en completo silencio, era algo que no quería, no cuando sé que mi mente siempre que estoy sola me va a llegar a ese momento en el aeropuerto, o repite las palabras que me dijo esa tarde, o incluso las noches que pasamos juntos en mi habitación. ¿cuento tiempo tardare en dejar de sentirme tan bien cuando recuerdo sus labios recorrer mi cuerpo?
Decido que ir a dar un paseo sola, aunque no quería estar sola, tal vez si me distraigo deje de pensar que algo malo le paso, entonces cuando termino de comer me levanto y busco ropa para después darme una ducha.
~❤️~
Estoy terminando de aplicar un poco de labial cuando escucho el timbre, deben ser ellos, así que no me preocupo, me veo por última vez al espejo, opte por un jean ajustado negro, una blusa de tiras blanca, zapatos negros de taco alto, y un blazer color gris, meto mi teléfono, las llaves y un bálsamo labial en mi bolso, me sonrío y estoy por salir de la habitación cuando Sofia entra.
—Señorita Ambar la buscan. -me quedo mirándola sorprendida, a mí, aquí en París lo dudo mucho. —¿segura? -pregunto y ella asiente con la cabeza.
Salgo de la habitación con Sofia detrás, siento una intriga terrible, ¿Quién podrá ser? Cuando llego al inicio de las escaleras, quedo realmente sorprendida, son Mónica y Luna ¿Qué hacen aquí? Bajo las escaleras lo más rápido que puedo.
Mónica se acerca y me abraza, su abrazo esta lleno de amor y eso me reconforta aprendí a querer a esta mujer como si fuera una gran parte de mi familia. —estas preciosa. -dice cuando nos separamos, puedo notar algo de nervios en su voz. Algo ocurre.
—hola. -saludo a Luna. Su reacción me toma totalmente por sorpresa, sin decir nada se acerca a mi y me abraza, tal y como lo hacía cuando esta pequeña y tenía miedo por algo. Me quedo estática un momento y después le correspondo el abrazo.
—¿Qué esta pasando? -pregunto y ella se aparta un poco, tiene un leve color rojizo en sus ojos. —Luna. -digo y ella me mira.
—es Simón. -dice y siento como la angustia crece en mi interior, al notar que sus ojos se están llenando de lágrimas.
—quieren decirme que le paso a Simón. -ambas me miran. —tuvo un accidente. -dice Luna sin contener las lágrimas, mi corazón se detiene un momento cuando esas palabras salen de su boca, mi cabeza da vueltas y las piernas me tiemblan, siento que en cualquier momento puedo caer en el suelo.
Mónica se acerca y me toma de la cintura cuando nota que me he puesto pálida. Las lágrimas caen de mis ojos repentinamente y mi respiración se ha acelerado. Mi mexicano de ojos cafés. Mónica me guía el paso hasta el asiento mas cercano.
Cuando las palabras vuelven a mis labios hablo. —¿Qué le paso? -pregunto.
—vino con nosotros y le exigió a Mateo que le dijera la verdad, y a él no le quedo de otra que contarnos todo. -la miro. —le pidió que le diera tu número, pero Mateo se negó, él dijo que te prometió que no se lo diría a nadie. -aun no comprendo como termino en un accidente.
—Simón se molesto y dijo que vendría a buscarte así tuviera que preguntar casa por casa, estaba desesperado y salió corriendo, todo paso demasiado rápido cuando nos dimos cuenta Simón estaba en suelo sangrando. -dejo que las lágrimas abandonen mis ojos y se pierdan en alguna parte de mi ropa, no solo era una pesadilla.
—¿Cómo esta? -pregunto. —le indujeron un coma, tiene una inflamación en el cerebro. -dice Mónica, quien sigue abrazándome.
—tengo que ir a verlo. -digo y Luna se arrodilla para quedar a mi altura. —por eso estamos aquí. Simón te necesita más que nunca, los médicos dijeron que es bueno que una persona cercana a él le hable, no se sabe si te escuchara, pero esa persona eres tú, él te ama y necesita que no lo abandones ahora. -Luna me abraza, no se si le ha costado decir todo lo que dijo, pero a mi si me ha hecho un hueco en el pecho por el hecho de que él esta en una cama necesitando de mí.
—Ambar. ¿estas segura que quieres venir? -pregunta Mónica y la verdad no puedo creer que ellas hayan venido hasta aquí solo por mí. —si por supuesto no le dejare, no ahora. -ambas me sonríen y entonces veo la puerta abrirse y mi familia entrar.
—Ambar ¿todo esta bien? -niego con la cabeza, Lu se acerca a mi y me abraza. —¿Qué pasa? -pregunta mi papá.
—señor, mi nombre es Mónica y ella es mi hija Luna, somos amigas de Ambar y si estamos aquí es porque un amigo muy cercano a ella la necesita. -él se queda mirando a Luna fijamente. —¿te conozco de alguna parte?
—papá ella es Sol, la hija de Lili y Bernie. -digo y él parece recordar. —wau que grande estas. -dice sorprendido, luego se acerca a mi y me abraza.
—¿te quieres ir con ellas? -lo miro. —si, papá, Simón es mucho más que un amigo y no puedo abandonarlo ahora que me necesita. -él me sonríe, de alguna manera esperaba que le molestara lo que dije, pero no ha sido así.
—entonces no lo hagas, ve con ellas y si después de eso quieres volver, aquí te estaré esperando mi pequeña. -me abraza. —te quiero papá. -digo.
—yo a ti mi pequeña. Anda llévate lo que necesites. -no puedo creer que se lo tomara con tanta calma. —Luna acompáñala. -dice Mónica y ella asiente y sube conmigo.
—Ambar. -está viéndome mientras empaco en un bolso algo de ropa, no tengo tiempo para empacar una maleta ahora. —¿que pasa, Luna? -pregunto.
—perdón. -dice después de un largo silencio. —¿Qué? ¿Por qué? -pregunto confundida.
—por lo que pasaste, por mi culpa. -dice y yo niego con la cabeza. —todo eso fue mi culpa, no tienes nada que ver. -digo.
—yo no debí tratarte como lo hice, pero estaba molesta. -me toma la muñeca para evitar que siga empando. —Luna, aquí la que tiene que disculparse soy yo, la verdad sentía mucha envidia de ti, lo tenías todo, y yo solo quería un poco de eso que tu tenías. Fui muy egoísta y ahora lo comprendo.
Me abraza. —Simón siempre tiene razón. -dice ¿Qué tiene que ver él en esto? —siempre me dijo que eras una buena persona, pero a mí me costaba verlo, él siempre ve en las personas algo que los demás no hacen. -sonrío al recordar su sonrisa.
—enserio te agradezco que me dijeras la verdad, a pesar de lo que eso represento para ti. -sonrío. —sabes, he soñado contigo últimamente.
—solíamos divertirnos mucho. -digo y ella me da un abrazo, yo lo acepto porque ahora mismo lo necesito y mucho. —lo volveremos a hacer, solo debemos esperar que Simón se recupere. -asiento con la cabeza y termino de empacar.
~❤️~
Ha sido un vuelo de más de 13 horas, estoy agotada, si así me siento yo no me imagino como estarán Luna y Mónica, no les he preguntado si recién se bajaron del avión fueron a buscarme.
—¿estas bien? -pregunta Mónica, niego con la cabeza, porque los nervios me están matando, el dolor de cabeza es persistente desde que baje del avión, son como las 12 de la noche y ahora tendré que ir a descansar porque justo en este momento no puedo ir a verlo.
Luna esta dormida nuevamente, pero ahora tiene su cabeza apoyada en mi hombro, es increíble que estemos así. —Luna. -toco su rodilla cuando llegamos a la mansión, ella me mira un poco confundida, pero luego ve a su papá a fuera y sonríe, sigue algo adormilada.
Cuando bajamos del auto, Miguel se me acerca y me da un abrazo, seguido por mi abuelo que acaba de salir de la casa. —vamos, tienen que descansar. -dice Miguel y nosotras entramos.
La mansión esta tal cual la recuerdo, bueno ahora ya no esta foto de mi madrina en la sala, pero no me sorprende. —estoy muy feliz de verte, aunque sea por esta situacion. -abrazo a mi abuelo nuevamente.
—vayan a descansar. -dice mi abuelo, y Luna hace un tierno puchero en dirección a Miguel que le sonríe y comienza a subir las escaleras.
—¿no vienes? -me pregunta y yo la sigo. —intenta dormir. -me dice antes meterse a una habitación que esta una puerta antes que la mia.
—lo hare. -digo y sigo mi camino hasta mi habitación, sonrío porque esta tal como la recuerdo, dejo la maleta a un lado y me acuesto en la cama, no hago el intento de cambiarme porque no quiero, solo quiero que la noche pase lo más rápido posible.
Cierro los ojos intentando dormir, pero me es imposible, me duele el alma de solo imaginármelo en una cama sin poder hablar o moverse, y todo por mi culpa. ¿Por qué deje que mi orgullo llegara tan lejos?
Me levanto y saco de mi maleta el pedazo de tela en que se convirtió la camisa de Simón, la pulsera del infinito y mi oso de peluche, me siento en un sofá tal como lo hice la ultima noche que pase en Buenos Aires, me pongo la pulsera la cual tuve guardada, envuelvo el peluche en la tela y me abrazo a él, sonrío porque aun tiene su aroma impregnado.
Para mi es increíble estar aquí de nuevo, después de todo lo que ha pasado, después de que pensé que no volvería a pisar esta habitación, pero aquí estoy, en una habitación que me llena de recuerdos, los mejores momentos de nuestra relación están encerrados tras estas paredes, y me estremezco de pensar en que algo peor le pueda pasar a mi Simón.
~❤️~
No se la verdad que hora es, ya amaneció de eso me di cuenta hace un par de horas, supongo que son entre las 7 o las 8 de la mañana, no he dormido nada, pero eso no me importa en este momento, un par de ojeras se pueden ocultar con base.
Me levanto con dificultad, apenas si siento mis piernas debido a que todo el tiempo las tuve recogidas, buco una toalla entre el closet y me dirijo al baño, estoy segura de que el agua caliente me quitara el cansancio, bueno eso es lo que espero.