El Mismo Corazón... (Simbar)

Capítulo 25

—tal vez para ti solo ha sido una noche más, pero te aseguro que para mí ha sido una de mis mejores noches. Te quiero, entiéndelo.

Me giro hacia él. —sí, pero no lo suficiente como para deje... -no soy capaz de terminar, y solo me voy rápido, asegurándome de que no esta siguiéndome.

Lagrimas caen lentamente de mis ojos, recuerdo que sigo en Roller y trato de controlarlas, pero aun así tengo un enorme nudo en la garganta, y solo espero no encontrarme con nadie porque no voy a poder responder sin echarme a llorar.

—Ambar. -Pedro me llama y lo ignoro, pero él insiste, así que me giro en su dirección, él se sorprende cuando me ve, sé que mis ojos están llenos de lagrimas que quieren salir, pero que simplemente no las dejo ir.

—¿Qué te paso? -pregunta. —nada solo me lastime, no te preocupes. ¿querías decirme algo?

—ah sí, pero no es conveniente que te lo diga aquí. ¿vamos afuera? -yo asiento y salimos del Roller.

—bien ¿Qué pasa?

_ayer vi a Mateo y Luna juntos, estaban a punto de besarse. -yo no digo nada al respecto. Supongo que ha de saber que él y yo terminamos. —¿Qué tengo que ver yo con eso? -pregunto.

_nada, solo quiero tu opinión acerca de algo. -espero a que continúe. _he visto que tu y Simón se han hecho buenos amigos, a pesar de lo que hicieron para separar a Luna y Mateo.

—si, ¿y que con eso?

—crees que deba decírselo, es mi amigo, y se como se siente cuando esta Luna, ayer espere a que llegara, pero no volvió, y me puse a pensar en que yo no soy capaz de hacerlo.

—me sorprende que me preguntes, esto a mí. Claramente no soy la mejor opción para darte una respuesta. No se si debas decirle, para que preocuparlo por algo sin sentido. ¿no crees? -él alza los hombros. —yo quería decirle,  pero pensé que tu podrías hacerlo.

—no, Pedro, a mi no va a creerme, se porque te lo digo, y insisto no se lo digas.

—pero si se entera por otra persona, se va a enojar mucho si le dicen que yo sabia y no le dije.

—no soy experta en esto, Pedro. Haz lo que creas mejor para tu amigo, adiós. -me doy vuelta y me voy.

Días Después...

Ya hace varios días fui al hospital, el medico me autorizo a subirme a los patines con precaución y sin hacer saltos o cosas raras, como el lo llamo, pero yo no he ido a la pista desde aquel día, me empeñado en convencerme de que es por miedo a subirme a los patines, a que es por no encontrarme con Simón, al cual solo he visto desde mi habitación cada que viene a ver a Lunita.

Yo no entiendo como es que en una noche todo es perfecto, y al día siguiente todo desaparece.

Mis pesadillas, no han cesado, aunque solo se han repetido las 2 mismas pesadillas anteriores, sigo sin poder verle el rostro a mi mamá, pero ahora estoy segura de que todo es un oscuro recuerdo de mi pasado y no una simple pesadilla sin sentido.

Logre convencer a mi madrina para que me dejase llamar a mi papá, por mi cumpleaños, aunque aun falten 2 semanas para eso.

—hola hija. -la voz de mi papá me llena de alegría. —papá ¿Cómo estás?