Pick Me (Justin Bieber y Tú)

Von jbinmybackpack

191K 7.2K 650

Tres hermanos. Misma cara. Aspecto totalmente diferente. Un nerd, un deportista y un problemático. Cada uno a... Mehr

Pick Me (Justin Bieber y Tú)
Capítulo 1: ¿Quieres apostar?
Capítulo 2: Me caes bien aunque seas idiota
Capítulo 3: Déjame un buen recuerdo
Capítulo 4: Estoy harto de contenerme contigo
Capítulo 5: El pequeño incordio te encanta
Capítulo 6: Te dije que habría consecuencias
Capítulo 7: Necesito respuestas
Capítulo 8: Estoy tratando de arreglar las cosas
Capítulo 9: No juegues con fuego
Capítulo 10: Ya me estoy quemando y no me importa
Capítulo 11: No te metas en lo que es mío
Capítulo 12: Seré mejor que él
Aviso de Maratón
Capítulo 13: Jamás Debí Elegirte
Capítulo 14: No tener miedo a morir es peligroso
Capítulo 15: No quiero que duela
Capítulo 16: De entre todas las opciones que tenías, me elegiste a mí
Capítulo 18: Tenemos que acabar con esto
Capítulo 19: Es y siempre ha sido él
Capítulo 20: Tiene sus días contados
Capítulo 21: Eres mi estrella
ALERTA FANTASMAS!
Capítulo 22: ¡Una relación es de dos!
Capítulo 23: Esto no va a acabar aquí
Capítulo 24: Adónde vayas tú, voy yo contigo
Capítulo 25: No te voy a soltar
Capítulo 26: Viviendo un sueño
Capítulo 27: Son muy sospechosos
Capítulo 28: Ponme el anillo
Capítulo 29: Todos bajo mi mano
Capítulo 30: Pelearemos juntos hasta el final

Capítulo 17: Seré tu más fiel aliado

5.2K 212 19
Von jbinmybackpack

Por el camino de vuelta al coche habíamos cogido a Tommy cada uno de una mano y lo fuimos alzando para que se elevara del suelo y en consecuencia riera alegremente por estar volando. Noté a Justin algo entretenido y fascinado tratando con un niño pequeño. Recordé como era él a la edad de mi primo y un nudo se formó en mi estómago porque él siempre había sido muy serio, como si nunca hubiera podido disfrutar de una dulce infancia.

Una vez en el coche, le di las llaves para que condujera el Bugatti mientras yo sostenía a Tommy en mis brazos a falta de una silla para niños. Fui guiándolo por las calles hasta la finca donde vivía mi tía Samantha. Mi primo, completamente cansado por el tute que se había dado corriendo por todas partes, se había acabado durmiendo en mi regazo y era consciente de la mirada de Justin de reojo sobre mí viéndome con el niño.

Fuimos en un completo silencio salvo por mis instrucciones. La verdad era que yo también estaba bastante agotada por el sobresalto en aquella mañana y tantos viajes en coche en ese día, por lo que no tenía demasiadas ganas de hablar tampoco.

Al llegar a la finca, Justin aparcó y salió del coche para llegar a mi puerta. Me sorprendió que se inclinara y cogiera a Tommy en sus brazos. Luego me tendió una mano mientras sostenía con un brazo al pequeño y tiró de mí para que saliera del coche. Estaba algo adormecida.

-Abre los ojos, nena. Aún quedan cosas por hacer hoy – me dio un beso en la mejilla.

-Pues deberías llevarme a cenar y darme una coca-cola o un café para espabilarme – reí.

Justin asintió y empezó a caminar hacia el portal del bloque de pisos cargando a mi primo dormido. Toqué al timbre de la vivienda que correspondía y por un momento vi como Justin acariciaba la suave mejilla de Tommy con un dedo. Fue lo más tierno que pude ver en mi vida en él. Sonreí como una tonta enamorada para cuando se dio cuenta de que lo estaba mirando.

-¿Qué pasa? – preguntó como si no pasara nada aunque yo notaba un pequeño rubor subir a su cara. Justo entonces se abrió la puerta con un chirriante sonido.

-Me gusta verte con un niño pequeño – respondí empujando la puerta –. Eres muy tierno cuando quieres, Drew.

-Ah, no – negó siguiéndome al interior –. Yo no soy tierno.

Torcí mis labios hacia arriba mientras me mordía el labio para contener la risa. Definitivamente, él sólo quería ser un tipo duro sin sentimientos – o al menos aparentarlo en todo momento – y yo sabía que lo era, pero definitivamente tenía un gran corazón protector por dentro. No iba a discutir con él su comportamiento, básicamente porque me encantaba su forma de ser. Justin Drew Bieber perdería parte de su encanto natural si no tuviera esa faceta de soy-intocable.

-Te gusta mi primo y lo sabes – dije subiendo al ascensor detrás de él. Justin sacudió la cabeza algo incómodo –. No hay nada de malo en eso, Bieber. No te enfades.

Y sin poder contenerme mucho me puse de puntillas para darle un beso en la mejilla y me perdonara por incordiarlo un poco. Trató de retener una sonrisa, aunque fracasó totalmente y al final para tapar su dulce gesto me besó en los labios como si nada.

Las puertas del ascensor se abrieron y caminamos hacia la puerta de la casa de mi tía. Ya estaba abierta y Samantha nos esperaba allí. Sonrió al ver a Tommy dormido y lo tomó de los brazos de Justin.

-¿Se ha portado bien? – preguntó.

-Sí, ha sido un cielo – respondí sonriendo y mirando a Justin, quien mantenía sus labios curvados –. Lo hemos llevado a la playa a pasear y creo que se lo ha pasado bastante bien.

-Oh, qué bien – sonrió mirando de Justin a mí –. ¿Queréis pasar a cenar? La abuela está con nosotros hoy – ofreció.

-Tenemos planes – dije en tono de disculpa. Ella asintió comprensiva –, pero saludaré a la abuela – agregué contenta.

Miré a Justin comprobando si había algún problema. Él asintió amablemente y puso una mano en mi espalda baja para ir juntos tras mi tía cuando nos guió hasta el salón. Luego se fue a dejar a Tommy en su dormitorio. La casa entera olía a la cena que se estaba cocinando – verduras y algo más que no pude reconocer –.

Muebles sencillos de color blanco rellenaban el espacio, estanterías con libros, una mesa de café y otra para comer la familia reunida y una buena televisión con el volumen bastante alto debido a la sordera de mi abuela.

Ella era una mujer mayor. Se llamaba Kristen Luthor, apellido que heredó de mi abuelo – fallecido antes de que yo naciera – y era una mujer increíblemente inteligente y cascarrabias además de muy cariñosa.

Me acerqué a ella, sentada en un sillón y la abracé sin dejar que se levantara. De un momento a otro la noté llorar y yo me asusté.

-¿Qué sucede?

-Nada, cariño – se quitó las lágrimas con torpeza –. Es que estaba pensando en tu madre y te has aparecido y te pareces tanto a ella …

-Lo siento – sentí un nudo en mi garganta imposible de tragar.

-No, es culpa mía – suspiró obligándose a tranquilizarse –. ¿Has venido a vernos?

-Justin me trajo a dar un paseo por Toronto – respondí mirando a atrás. Él se acercó y saludó a mi abuela educadamente –. Es mi novio – sentí la necesidad de decir sin saber porqué. Luego me sentí más estúpida por decirlo porque nadie lo había preguntado y aún no había formalizado nada con él.

-Tienes buen gusto, hija – sonrió ella –. Tendríais unos hijos preciosos – comentó.

Por poco me atraganto con mi propia saliva. Me quedé muda y el calor subió y subió por toda mi cara. Miré por el rabillo del ojo a Justin y él estaba totalmente rojo como un tomate mirando hacia el suelo, tan sólo le faltaba jugar con sus dedos y remover el pie en el suelo para demostrar lo totalmente avergonzado que se sentía. Visualizarlo de aquella manera hizo que me empezara a reír y Justin me miró arqueando una ceja por lo que reí aún más sujetando mi abdomen.

-Lo siento – dije entre carcajadas. Luego miré a mi abuela quien estaba algo más divertida al verme –. Aún falta mucho para eso, abu – reí y me enganché del brazo de Justin –. Nos tenemos que ir ya, sólo hemos entrado a saludar – dije empezando a tranquilizarme.

-Está bien, hija. Ven cuando quieras a vernos – alzó sus brazos y yo me incliné para abrazarla. Luego susurró en mi oído –. Me gusta este chico. Se nota que te cuida.

Me incorporé y le sonreí en respuesta. Ella de un momento a otro tomó la mano de Justin, quien estaba al lado conmigo, y lo miró a los ojos.

-Cuida de mi nieta – le advirtió.

-Eso intento. Ella me lo pone difícil – respondió con una sonrisa sincera que terminó de conquistar a mi abuela –. Me alegro de haberla conocido.

Kristen asintió conforme y terminamos de despedirnos del resto de la familia para irnos al hotel.

* * *

De vuelta a nuestra habitación pedimos la cena para que nos la subieran. Mientras esperábamos, me senté en la cama viendo los movimientos de Justin. Lo contemplé dirigirse hacia un reproductor de música y al encenderlo empezaron a sonar las notas de un piano. En cuanto el cantante empezó a cantar, reconocí All Of Me de John Legend; sonreí instantáneamente.

Justin se giró y se acercó tendiendo su mano hacia mí para que la tomara. Hice caso y tiró de mí para pegarme a su cuerpo.

-¿Qué haces? – le pregunté sin dejar de curvar mis labios.

-No te di un gran baile de graduación. Creo que te lo debo – respondió colocando nuestros cuerpos. Dejó mis manos en su cuello y después me tomó por la cintura. Estábamos realmente muy pegados –. Y necesito un momento así contigo antes de responder tus preguntas – suspiró cerrando los ojos.

Entendía a que se refería con “un momento así”. El contacto de nuestros cuerpos, el roce de nuestras respiraciones, sentir la subida y bajada de nuestros pechos, su frente sobre la mía haciendo que rozara la punta de nuestras narices … Sentirnos totalmente el uno del otro durante los minutos de aquella preciosa canción.

-Esta es la mejor cita de toda mi vida – dije en un susurro.

-Me alegro, nena – sonrió posando un corto beso en mis labios.

La sonrisa no llegó a sus ojos. Estaba preocupado. Tenía le extraña sensación de que él pensaba que era nuestra última cita. Quizás lo fuese …

Le perturbaba tener que contarme todos los secretos de su familia pero sabía que tenía que estar enterada de todo. No me lo podía ocultar más.

Nos balanceábamos el uno con el otro mirándonos a los ojos hasta que la música cesó. Entonces lo abracé por el cuello pegando mi cara a su pecho y Justin rodeó mi pequeña figura con sus fuertes, seguros y cálidos brazos. Mis sentimientos estaban a flor de piel después de la maravillosa tarde que habíamos tenido y por su preocupación hacia mí.

No aguanté más y confesé.

-Os escuché esta mañana – sus hombros se tensaron en el acto.

Justo entonces tocaron a la puerta para traer la cena. Nos separamos en un instante, él sin apenas mirarme. Su vista estaba clavada en el suelo y luego miró hacia la ventana para dirigirse a ella, dejándome a cargo de abrir al trabajador que esperaba en el pasillo.

Un hombre vestido de uniforme y ojos negros, pasó empujando un carro lleno de platos listos para ser descubiertos y empezar a comer. Le pagué dejándole algo de propina y el señor se marchó dejándonos de nuevo a solas.

Me giré para ver a Justin aún en la ventana, fumando. Lo contemplé exhalar el humo gris a la calle con el rostro serio y mirando el horizonte. ¿Por qué tenía que verse tan bien en aquella postura?

-Creía que habías dejado de fumar – comenté por detrás.

-Ya, bueno … De vez en cuando uno de estos relaja un poco – respondió con voz ronca –. ¿Qué has escuchado?

-¿No quieres comer primero? – pregunté para que no se sintiera agobiado.

-Se me ha quitado el apetito – tiró la colilla por la ventana y se giró –. ¿Qué escuchaste? – exigió.

-Que los tres teníais un trato para protegerme … Habéis acordado decirme lo que sucedía. Y … – me sentí nerviosa con su mirada acusadora –. ¡Deja de mirarme así!

-¡¿Qué más?!

-¡Nada más! – contesté abriendo los brazos molesta por sus gritos.

-No me ocultes las cosas, ____ – me advirtió con un dedo. Me dieron ganas de morderlo para que lo quitara de mi cara y lo miré arqueando una ceja malhumorada –. ¿Qué más? – pidió relajándose ante mi rostro.

-Nada – musité dándome la vuelta para ir hacia la comida. Tenía hambre después del largo día así que cogí un plato y me senté en la mesa. Justin me siguió copiando mi acción y se puso frente a mí exigiendo una respuesta con sus ojos –. Relájate – le pedí –. Estás en modo atacar y si me atacas, yo ataco y no me vas a sacar nada. Es más, pelearemos – me centré en el plato con ensalada frente a mí mientras hablaba.

-No quiero pelear – suspiró posando los codos en la mesa y tirando de su pelo hacia atrás.

Asentí y le señalé su plato para que empezara a comer. Parecía que llevaba las riendas para controlar su temperamento … Y el mío a decir verdad. Los dos teníamos mucho carácter y sabíamos que podíamos acabar mal si nos descontrolábamos.

Nos relajamos comiendo mientras yo pensaba en lo que le iba a decir y trataba de prepararme para lo que me tuviera que contar él.

Al terminar tanto el primer como el segundo plato – una ensalada y algo de pescado – me fui al baño a lavarme los dientes. El silencio mientras habíamos comido había sido algo incómodo a pesar de que cada uno habíamos estado en nuestros mundos. Tan solo escuchábamos los cubiertos cuando los utilizábamos y nuestros sonidos al masticar y tragar. Realmente molesto.

Mientras me lavaba los dientes, Justin llegó tras de mí y me abrazó por detrás posando un beso en mi hombro. Ya estaba en su típica ropa de dormir, sólo boxers. Se mantuvo en silencio mientras terminaba de enjuagarme la boca pero no se apartó ni un poco de mí.

-Vamos a la cama – pidió en un susurro.

-No me vas a distraer – advertí dándome la vuelta entre sus brazos. El atisbo de una sonrisa apareció en sus labios –. Lo digo en serio – crucé mis brazos bajo el pecho.

-No necesito una cama para distraerte – ladeó sus labios –. Podría hacerlo aquí mismo – se burló acercando su cara a mi cuello –, es realmente tentador – dio un beso en mi cuello y luego un mordisquito seguido de otro beso; fui al cielo. Se apartó riéndose orgulloso –. ¿Lo ves?

-Deja de seducirme – le golpeé en el hombro para apartarlo.

Siguió riendo de mejor humor, lo que me alivió. Salí del baño y me dirigí a mi maleta para sacar el pijama y ponérmelo mientras Justin se tomaba su turno para asearse. Extendí la ropa de dormir en la cama cuando Justin se asomó a la puerta del baño.

-Nena, por mí no te vistas. Hace calor esta noche – me guiñó.

-Pervertido – bufé, lo que le hizo reír a lo lejos.

Aunque tenía razón. Finalmente me desvestí y me quedé en bragas y con una camisa de tirantes. Me senté en el centro del enorme colchón y jugueteé con mi móvil al tiempo que esperaba a Justin.

Un rato después sentí el colchón hundirse a mi lado y dejé mi entretenimiento a un lado para ver al chico que estaba a mi lado apoyando su espalda contra el cabecero. Afortunadamente, se había puesto unos pantalones para que no me distrajera tanto con su falta de ropa. “Muy considerado”, pensé con ironía.

-¿Dónde están Derek y Jesse ahora? – pregunté casualmente.

-Están en Georgina … – suspiró ante mi ceño fruncido –. Les pedí que se fueran lejos con mamá. Hubiera pedido que te llevaran con ellos pero … – sacudió la cabeza –. No podía. Nos buscan a ti y a mí principalmente. Tenemos que estar juntos y me volvería loco si te pasara algo porque yo no estuviera …

Asentí conmovida y comprendiendo su situación. Podía ver como Justin había tomado el papel protector de la familia ante la falta de su padre. Se estaba haciendo responsable de tantas cosas que no deberían de corresponderle … Necesitaba ayuda y era demasiado orgulloso para pedirla o incluso para aceptarla cuando se la ofrecían. A mí tan sólo me tenía para algo de apoyo moral, pero, ¿qué podría hacer realmente por él?

-¿Por qué estamos en esta situación, Justin? ¿Cómo empezó todo este embrollo? – intenté una vez más que me contara la verdad, esta ocasión con esperanzas de obtenerla.

-Allá vamos … – apretó los labios y me miró por primera vez desde que hablábamos –. ¿Puedes venir aquí conmigo? – preguntó haciendo hueco entre sus piernas y extendiendo sus brazos.

Asentí y gateé por la cama hasta llegar a él para colocarme de espaldas a su pecho. Tiró de mi cuerpo para que echara el peso sobre su cuerpo y me aprisionó con sus brazos colocando su cabeza sobre mi coronilla. Realmente no quería que me escapara. Tampoco tenía intención de hacerlo … Una vez cómodos, tomó una profunda respiración.

-Todo empezó hace años – empezó –. Tendría unos ocho años para cuando mi padre me empezó a entrenar … No tenía idea de porqué lo hacía conmigo y con los otros no. Realmente me hizo sentir orgulloso que me eligiera a mí y no a los demás para pasar rato juntos – rió con ironía –. Resulta que se trató de una elección por descarte. Jesse era demasiado débil para ello, ya sabes, lleva usando gafas desde los cuatro años y es muy sensible … Derek … Bueno, él es el hijo idóneo y aún cariñoso con sus padres … Yo era el más frío. Siempre he sido frío – afirmó.

-No eres de hielo – protesté algo indignada con lo poco que me había contado –. Tienes buen corazón, Just-

-Shh – chistó –. Escucha, pequeña – sus manos alcanzaron las mías y yo entrelacé nuestros dedos –. Era callado y reservado pero aún así tenía carácter cuando algo no me gustaba. Tú nunca lo viste pero era violento. Total … Mi padre me entrenó. El porqué no lo supe hasta tres años después. Jeremy Bieber no tenía negocios limpios. Ante la apariencia de un empresario serio, pocas veces hizo algo legal … Siempre estuvo en sociedad con Chuck Kingstone, el padre de Natalie. Mi padre era un gángster. A los doce años cogí una pistola por primera vez y me enseñó a disparar. Luego de que supiera defenderme y proteger lo que tuviera que proteger, empezó a llevarme con él a sus reuniones. Conocí a los Kingstone, si es que de verdad se llaman así … Y empecé a ser uno de sus matones. En esa época conocí a Natalie y Brock también. Siempre me manipularon. Ellos se aprovechaban de que Chuck hacía lo que le daba la gana conmigo y mi padre … Hasta que mi padre debió hartarse. Hizo algo, no sé qué, pero a Chuck no le gustó … Mi padre y mi madre acordaron firmar un divorcio para salvarse el pellejo los dos. Mi madre quedó desvinculada de mi padre y él desapareció. Nadie sabe dónde está. Si lo encuentran lo matan.

Quedó callado y reinó el silencio. No me había dado cuenta de que contenía la respiración hasta ese momento por lo que tomé aire profundamente asimilando todo aquella nueva información.

-Dios – fue lo único que fui capaz de decir. Luego una conclusión cruzó mi mente –. Espera, cuando fui a las carreras por primera vez me dijiste que lo hacías por deudas … ¿son de tu padre? – pregunté atónita. Él asintió –. ¿Qué pasa si no lo haces?

-Os matarían y luego harían que yo quisiera estar muerto – respondió con tanta naturalidad como si anunciase la lista de la compra. Un escalofrío me recorrió estremeciéndome. Justin me apretó entre sus brazos –. Soy el enlace con mi padre. Piensan que en cualquier momento aparecerá por nosotros y se vengarán por el robo que supongo que hizo.

-Tu padre es un cabrón – musité. Lo noté asentir sobre mi cabeza. Luego un nuevo recuerdo vino a mi cabeza –. ¿Me mentiste respecto al divorcio cuando me llevaste al parque aquella noche?

-Recuérdame que te dije – pidió algo cansado por el tema.

-Que a ti no te afectaba la marcha de tu padre. ¿Hablas siquiera con él? – divagué en voz alta –. ¿Tu madre realmente estaba afectada? ¿Por qué necesitaba a mi madre? ¿Y tus hermanos?

-Sí, te mentí – confirmó –, y posiblemente varias veces. Y no sólo yo. Por supuesto que la marcha fue un golpe duro, Queen. Me quedé solo. Y sí, mi madre también quedó afectada. Ella sigue esperando a mi padre aunque no creo que vuelva. Tu madre sabía parte de lo que pasaba en mi familia … Por eso no te quería a mi lado – contuve el aire ante la mención de mi madre. Cerré los ojos tratando de no alterarme y mantener la calma. Estaba segura de que él notó y por eso puso un beso en mi oreja desde atrás –. Lo último que me dijo Rose fue que me vigilaría para que te cuidara. Le prometí ser mejor que mi padre y pienso cumplirlo.

Tantas cosas empezaban a encajar ante todas las cosas vividas en los últimos dos meses y medio. Mis ojos escocían por las ganas de llorar ante todos los recuerdos y por mi madre. Era duro recordarla en el pasado sabiendo que no la volvería a ver en el futuro. No entendía porqué ella no me contó nada ni fue directa el grano. Quizá como todos, quería protegerme mediante la ignorancia. Que ella y Justin hablaran aquello a mis espaldas me hacía darme cuenta de cuán delicado era el tema. Que Justin prometiera aquello a la mujer que me dio la vida hizo que me doliera el corazón. De un momento a otro las lágrimas empezaron a manar precipitándose desde mis ojos hasta sus brazos que me rodeaban o rodando por mis mejillas.

Ni siquiera me di cuenta de que nos estábamos meciendo de delante hacia atrás. Mi chico susurraba palabras de consolación para tranquilizarme aunque apenas las escuchaba. De todos modos, era bueno saber hasta que punto podía llegar para tratar de hacerme sentir mejor. Él nunca se apartaba.

Me fui relajando y recuperando el aliento hasta que la habitación quedó casi en total silencio. Lo máximo que podíamos oír era nuestra respiración o el tráfico en la calle.

-¿Qué relación tienen tus hermanos con esta mi*erda? – volví a preguntar. Me sentía en la obligación de tener que enterarme de todo por una vez y por todas.

-Los he mantenido al margen. No quiero que nadie más se involucre. Irremediablemente tú lo hiciste por ser una jo*dida cabezona – suspiró –. No hay cosa de la que me arrepienta más.

-Pero Derek …

-Él es algo más parecido a mí – me interrumpió –. Alguna vez se ha hecho pasar por mí si es lo que te preguntas – respondió. Varios segundos pasaron hasta que él volvió a hablar –. El trato del que hablábamos esta mañana … Fue algo que decidimos hace años. Eres nuestra máxima protegida.

-¿Por qué? – me quedé algo confusa.

-Porque te queremos – se encogió de hombros –. Yo más, claro está – dijo algo burlón y dio un beso en mi cabello. Irremediablemente, mi mente pensó en Jesse –. Escuchaste lo del nerd, ¿verdad? – preguntó resignado.

-¿Cómo lo sabes? – musité algo atemorizada por su reacción.

-Te has tensado … – valoró como si estuviera acostumbrado a mi lenguaje corporal –. Jesse te importa.

-Los tres me importáis pero él es mi mejor amigo y Derek es como un hermano … – reflexioné –. Jamás podría verlos de otra forma.

-Yo llegué a pensar que te casarías con él – comentó algo molesto, incluso celoso hubiera apostado. Hice un gemido de disgusto –. ¿Por qué no, eh? Es la misma cara pero más inteligente y menos problemático y te cae bien.

La hipótesis me pareció totalmente absurda hasta el punto de agobiarme. Me liberé de sus brazos y me di la vuelta para asegurarme de hacer contacto visual con él de una jodida vez después de toda esa charla. Sin siquiera darle tiempo a reaccionar me puse sobre sus piernas rodeando su cintura con las mías y apoyé mis manos en sus hombros. Sus ojos mieles brillaban amargamente.

-Nunca se ha tratado del físico. Quizá no seas un estudiante ejemplar pero sí eres inteligente. Y no eres problemático. Que yo sepa no le has causado problemas a nadie y los que tienes te los han echado encima – remarqué con rabia. Estaba apunto de volver a llorar. “Jodidas emociones a flor de piel” pasó por mi cabeza –. Y sí, me cae bien. Quizá me lleve mejor con él de lo que me lleve contigo como amigo … Quizá Jesse siempre me haya convenido más que tú – hizo una mueca con disgusto –, pero te quiero a ti. A ti con todo lo que conlleve. Porque tú me haces pelear. Porque tú peleas por mí. Has sido capaz de mantenerme al margen todos estos años, preocupándote en silencio por mí, sin siquiera dirigirme la palabra aunque te murieras por estar conmigo como los demás. ¿De verdad crees que elegiría a otro teniéndote a ti?

Sus ojos se mantuvieron mirando los míos en busca de algún atisbo de duda o mentira. No se lo creía. Era paradójico lo inseguro que era en ciertos aspectos con respecto a la seguridad que demostraba en otras cosas. Vi su mirada poco a poco dulcificarse.

Justin tenía sus pequeños momentos de niño en los cuales buscaba algo de afecto y cariño por parte de alguien. Había rechazado los de su familia en la antigüedad con tal de dar la imagen de alguien duro que no requería a nadie, con tal de crear menos preocupaciones a sus seres queridos. Sin embargo, parecía no estar dispuesto a perderse aquello conmigo.

Pero conociéndolo, aún esperaba que saliera corriendo por todo en lo que estaba metido.

-Entonces merecieron la pena de alguna manera mis intentos de alejarte – ladeó sus labios. Asentí acariciando su suave mejilla y pasando a introducir mis dedos entre su pelo. Sus manos me sostenían encima de él por los muslos sin apenas apretar. Siempre delicado conmigo –. Acepta ser mi novia de una vez, ____.

-Acepta ser mi cómplice a cambio – respondí. Justin me miró algo confuso frunciendo el ceño –. Pienso vengar a mi madre, Justin. O estás conmigo o lo haré sin ti – sentencié. Él quedó aturdido y en silencio por unos largos instantes.

-No me puedes hacer esto – susurró –. Nena, he tratado de alejarte de mi mi*erda toda la vida y ahora te quieres meter de pleno – dijo aturdido.

-Estoy segura de que nos hemos quedado más cerca de Stratford que tu familia por alguna razón y sé que por costumbre tienes un plan del que no me quieres hacer partícipe – tanteé. Su rostro me confirmó que era cierto –. O estamos juntos en esto y me dejas ayudarte mientras tú me ayudas a mí también, o cada uno tomará su camino por separado, lo cual será más doloroso y peligroso para los dos.

-¿Me estás dando un ultimátum? – aún estaba incrédulo.

-En esto consiste una relación, Justin. Los dos nos apoyaremos el uno en el otro, sin secretos, con confianza, cuidándonos mutuamente. Tú decides – resumí sabiendo que estaba teniendo el total control en aquella conversación.

Justin alejó sus manos de mi cuerpo para tirar de los extremos de su pelo. El pobre iba a perder una buena cantidad de cabello por todas las frustraciones que le estaba causando ese día. Finalmente, tras unos minutos cavilando sobre la situación, colocó sus manos en mis mejillas para que me fijara bien en su respuesta.

-Seré tu más fiel aliado, Queen, pero no me dejes a un lado.

Ipso facto, sus labios se presionaron junto a los míos y tiró de mi cuerpo hacia un lado para tumbarme quedando su cuerpo sobre mí.

No hubo mejor manera de sentenciar nuestro trato, nuestra cita y nuestro noviazgo, que haciendo el amor de la entregada manera que lo hicimos esa noche. 

----------------

Oooooh que bonito *-* Por fin Justin ha dado el brazo a torcer y ha contado de lo que va la cosa desde el principio, pero no os fiéis que aún quedan cosas por descubrirse,  cosas en las que Justin no ha querido entrar en detalles y cosas que ni Bieber sabe ;) Preparaos para lo que viene porque lo que tengo pensado va a ser potente. Me va a costar escribirlo, así que sed pacientes :)

Y bueno, esto va a quedar fatal pero el capítulo va dedicado a mí que soy una escritora toda ameisin y hoy cumplo 19 ^.^ YEAH IT'S MY BIRTHDAY BIT*CHES!! :D

Votad y comentad mucho como regalo de cumple LOL

I love you babies <3

@itsBieberFanfic

PD: Créditos por la nueva portada a @AlwaysBelieve01 (twitter). Os gusta? :3

Weiterlesen

Das wird dir gefallen

580K 47.5K 167
~SINOPSIS DE LA 1ª PARTE~ Anya Forger, la adorable y telepática niña, se ve envuelta en un enredo de rumores junto con Damian Desmond, el hijo del pr...
3.8M 395K 35
Kim TaeHyung le pide a Jeon JungKook que sea su novio. Aunque el pelinegro está catalogado como la peor pareja del Instituto, decide no rendirse. ...
151K 12.4K 34
Lara pensaba que Toni era el amor de su vida, pero dejó de serlo hace mucho, después del primer golpe que recibió por su parte cuando estaba embaraza...
445K 45.2K 113
La verdad esta idea es pervertida al comienzo, pero si le ves más a fondo en vastante tierno más que perverso. nop, no hay Lemon, ecchi obviamente, p...