That One Thing

By tebardz

38.8K 477 139

Nicole parece solo preocuparse por vivir su vida y dejar a los chicos atrás, pero eso va a cambiar cuando tre... More

Capítulo 1: Nuevo en la ciudad
Capítulo 2: ¿Sólo amigos?
Capítulo 3: Arriesgarse
Capítulo 4: Él es diferente
Capítulo 5: Nuevo trabajo
Capítulo 6: Desaparecido
Capítulo 7: ¿Otra vez tú?
Capítulo 8: ¡Aléjate de ella!
Capítulo 9: Amor en el aire
Capítulo 10: Noche de películas
Capítulo 11: Tenemos que hablar
Capítulo 12: Fiesta para dos
Capítulo 13: Varados en medio de la nada
Capítulo 14: Nunca lo imagine
Capítulo 15: La familia Sharp
Capítulo 16: ¿Celos?
Capítulo 17: Es mío
Capítulo 18: Cena conflictiva
Capítulo 19: Competencia de surf
Capítulo 21: Ha terminado
Capítulo 22: De vuelta en casa
Capítulo 23: De todas maneras iré
Capítulo 24: ¡Feliz cumpleaños, Anna!
Capítulo 25: Un atardecer inolvidable

Capítulo 20: Funeral y algo más

946 15 2
By tebardz

¡Hola! Aquí les dejo otro capítulo :) Haganme saber que piensan hasta ahora de la historia. Gracias por leer.

***

Pasaron algunos días cuando Alex recibió la noticia que lo dejo impactado. Yo acababa de despertarme y no lo había encontrado a mi lado. Fui hasta la sala y escuché su voz, nada normal. Logré verlo después de unos segundos sentado en la sofá con la mano entre su cabello. No comprendía que pasaba. No fue hasta que colgó que me acerqué para preguntarle que había pasado.

Me senté junto a él y volvió su rostro hacia mí. Sus hermosos ojos grises estaban llenos de lágrimas.

-Mi primo… acaba de morir.

Esas palabras no salieron con facilidad de su garganta. Estaba destrozado y lo único que podía hacer era abrazarlo y consolarlo.

-Éramos tan unidos –dijo con voz temblorosa- Tenía mi misma edad y solo porque un maldito idiota venia borracho y choco contra él.

No sabia que decirle, no podía articular palabra alguna.

-Tengo que ir a Canadá –dijo el firmemente- Tengo que ir al funeral y estaré una semana allá con mi familia, pero no quiero dejarte sola.

-¡¿Qué?! ¿Estás loco? –dije- Por mí no te preocupes, estaré bien. Tienes que ir, es tu familia.

-Lo sé, pero…

-Pero nada –dije interrumpiéndolo- Irás –y tomé su rostro entre mis manos para que viera en mis ojos que lo comprendía.

Estaba loco si iba a dejar que se quedara aquí por mí. Se veía que estaba destruido con la noticia y necesitaba pasar un tiempo con su familia para recordar a su primo y amigo, porque eran más que primos. No podía imaginar un dolor como aquel. Pensaba que yo estaba mal, pero cambie de parecer después de ver a Alex en ese estado. Estaba demasiado mal y no podía evitar yo sentirme igual al verlo de esa manera.

Me comentó que tendría que partir al día siguiente y casi no hablábamos mientras lo ayudaba a hacer su maleta.

Al día siguiente lo volví a conseguir en el sofá contemplando una foto de él con un chico. Suponía que era su primo. Me senté de nuevo junto a él y lo abracé, él hizo lo mismo.

-Quiero que te quedes en penthouse.

-Pero… No creo que sea lo indicado.

-Te lo estoy pidiendo, ¿lo harías por mí?

Asentí.

Simplemente no pude decirle que no.

Lo acompañe hasta una pista aérea, donde tenían ahí su jet privado. El jet era hermoso, grande y blanco; pero no hice comentario alguno porque no era conveniente y dado al estado de los padres de Alex que ya habían llegado y se veían terribles. También estaba Julie, que no sabía fingir su estado de alegría y emoción por subir al jet. No podía creerlo. Que tan solo mostrara un poco de respeto o al menos que disimulara un poco. Paso a un lado de mí sonriendo.

-Ahora seré yo la que este con él a solas consolándolo –me susurró al oído.

Tuve que contenerme para no lanzarle un puñetazo en la cara.

Alex parecía no haber oído nada, así mejor. No se tendría que estar preocupando por una riña entre Julie y yo.

Todos subieron y Alex era el único que quedaba.

-Regresaré pronto –dijo volviéndose hacia mí- La mayoría de tu ropa esta en el penthouse; fui por ella esta mañana y te dejaré las llaves de mi auto por si necesitas algo, tú solo úsalo. Confió en ti.

-No quiero que te preocupes por mí. Estaré bien –le aseguré- Ve tranquilo que cuando regreses yo estaré aquí esperándote, siempre será así. Podré lidiar con todo yo sola. Además, solo es una semana. Desahógate y pasa tiempo con tu familia que eso te hará muy bien.

-Como quisiera que vinieras conmigo. De verdad te voy a necesitar.

-Tú puedes –le dediqué una sonrisa comprensiva.

Alex me besó tiernamente y a continuación se subió al jet. Estuve todo el rato ahí, hasta que el jet despegó y vi como se alejaba por los cielos. Ya lo extrañaba y yo también quería ir con él para apoyarlo en este momento tan duro, pero no podía. Algo que me incomodaba era lo que me había dicho Julie, esa perra caprichosa. Pareciera que se alegrara de la muerte del primo de Alex. La detestaba profundamente.

Después de unos minutos ignore esos pensamientos de Julie, le estaba dando demasiada importancia.

De repente me hallaba manejando no hacia el penthouse sino hacia mi casa. Tenia que enfrentar a mi madre si es que seguía ahí. Estaba a unos diez minutos así que le envié un mensaje a ambos.

“En casa en 10 minutos.”

 

Unos minutos después llegué a la entrada y vi el auto de Sam estacionado, seguro que ya me estaban esperando adentro.

Subí la escaleras del pórtico y me detuve por unos instantes. Estaba a punto de darme la vuelta y volver al penthouse, pero no podía ser tan cobarde. Debía hacerlo. Cuando los enfrentará todo esto acabaría y yo podría seguir adelante con mi vida sin dejar que este pasado me arrastre para siempre.

Abrí la puerta y me dirigí al patio ya que no los vi en la sala, y efectivamente ahí estaban hablando mientras observaban detenidamente las flores.

Aclaré mi garganta para anunciar mi presencia y los dos voltearon al mismo tiempo y se acercaron rápidamente hacia mí.

Lauren fue la primera en hablar.

-¿Quieres sentarte? –dijo con una sonrisa forzada en el rostro e indicándome la pequeña silla acolchada que se encontraba a un lado de mí.

-No necesito permiso para sentarme a mi casa –contesté cortante.

-Lo siento –dijo ella y yo me senté.

La escruté tanto con la mirada que ella al final la desvió.

-Con que lo sientes, ¿no?

-¿No lo sentías cuando te revolcabas con Sam? –recriminé.

-¡Nicole! ¡Sigo siendo tu madre y no puedes hablarme así! –gritó.

-Perdón, pero para mi ya no eres nada mas que basura.

-Nicole, hablemos con calma, por favor –pidió Sam que no había dicho ni una sola palabra.

-Hm… si. ¿Ahora quieres hablar con calma? –dije- ¿Por qué no me contaste?

-Temía que nuestra amistad acabara –respondió instantáneamente.

-Eso debiste de haberlo pensado antes de engañarme con ella. –señale a Lauren.

Sam se quedo completamente callado, no sabia que más decir aparte de pedir perdón por lo que me había hecho. Después de que se disculparan como cincuenta mil veces los hice callar ya que lo que iba a decir iban a ser mis últimas palabras hacia ellos.

-Solo les voy a decir esto. –traté de calmarme- No puedo creer que ustedes dos, las personas que más quería, me hicieran algo tan atroz como esto y lo peor fue enterarme por una foto. No tuvieron el maldito valor para decírmelo, pero me engañaste más de una vez con ella, Sam. Y tú, ¿Lauren, no pensaste en mí? Se supone que soy tu hija. Lo bueno es que ya no me interesa serlo entonces puedes largarse juntos ya que no me importa lo que ustedes hagan con su vida. Tengan por seguro que nunca se los perdonaré.

Me levanté de la silla y dije una cosa más.

-No vuelvan a buscarme. Nunca. Hablo en serio.

Dicho esto me fui y mientras cruzaba el umbral de la puerta oí los sollozos de Lauren y como Sam la trataba de tranquilizar.

Ya no me importaba. Me subí al auto y maneje hasta el penthouse.

Me tiré en la cama a descansar un rato. No tenia ganas de ir al instituto hoy así que mejor iría mañana.

Cuando desperté tuve la sensación de querer hablar con alguien, pero Alex ya no estaba así que tuve que pensar y pensar.

Sacaba los libros de mi casillero cuando Anna llegó y me abrazó.

-Hola.

-Hola -le dije igualmente con una sonrisa.

-¿Dónde te has metido? Es como si hubieras desaparecido de la faz de la tierra.

-Han pasado muchas cosas.

-Si, te he notado algo distraída y deprimida. ¿Quieres contarme que paso?

-Aquí no. ¿Lo hablamos en The Spot después de clases?

-Esta bien.

Las clases pasaron muy lentas y yo pensé que comenzaría a agonizar ahí. Sobre todo en matemáticas.

Las últimas dos horas eran historia y el profesor Martínez no dejaba de hacerme preguntas y de regañarme porque no le prestaba atención o no respondía. Me estaba volviendo loca.

Más tarde en The Spot vi a Anna sentarse en una de las mesas, sonriente como siempre. Me acerqué a ella, como no había a nadie a quien atender Liam me dejo sentarme y hablar con ella.

-Cuenta –dijo alteradamente.

Le conté todo con lujo de detalles y su expresión era de sorpresa. Las palabras que salían de su boca era “perra” “cobarde” “desgraciado”, pero del resto no me interrumpía y escuchaba detenidamente.

Durante toda la historia se había quedado casi con la boca abierta y me recriminaba de por qué no le había contado antes.

Al final le conté también que ayer los había enfrentado a los dos y que ahora me sentía mejor debido a eso.

-Haré que te distraigas y no pienses en esos traidores –dijo levantándose y caminando hacia Liam.

No sabia lo que hacia, pero Anna siempre había sido impulsiva.

-Mi amiga necesita un respiro. ¿Te molesta si sale hoy temprano? –le preguntó Anna a Liam.

Él echo un vistazo para asegurarse de que y estuviera bien. Le dijo algo a Anna que pareció ser bueno y ella regreso muy feliz a mi lado jalándome por el brazo.

-Vamos.

-¿A dónde me llevas?

-No sé.

Salí, pero no antes sin decirle gracias a Liam.

Terminamos comiendo un helado y yendo al cine. Fue una gran idea la de Anna. Mi mente se había despejado por completa y la estaba pasando bien otra vez. Daba gracias por tener una fabulosa amiga como ella.

No le había contado nada de esto antes a Anna porque ella y Dan se veían tan felices que no tenía la menor intención de que eso cambiara, pero Anna noto mi estado y quiso saberlo todo, como de costumbre.

No había hablado con Paul desde la competencia de surf y tampoco lo había visto el instituto así que supuse que estaría muy ocupado.

Anna me acompaño hasta el penthouse y allí se despidió de mí haciéndome recordar que ella siempre estaría ahí para mí. No quise excluir a Dan así que le pedí a mi mejor amiga que también le contara a él y a Paul si lo veía. Lo más probable es que si lo viera porque es su cuñado. Quería que supieran que era por esa razón la cual había estado así.

Fui a la playa a caminar un rato y a disfrutar del hermoso sol que radiaba en el cielo ese día. Me sentía casi feliz, solo me faltaba Alex para serlo completamente.

Estuve caminando un largo rato, enterraba mis pies en la arena y de vez en cuenta se mojaban en la orilla. A esa hora de la mañana no había casi nadie en la playa, solo muy pocas familias ayudando a sus pequeños hijos a construir castillos de arena. Todos se veían muy felices.

-Hola.

No me di cuenta de cómo ni cuando llego, pero me daba mucho gusto verlo.

-¿Cómo estás? –preguntó.

-Bien.

-Anna me contó –dijo él- ¿Quieres hablar de eso?

-La verdad es que no. Estoy mejor y no me quiero acordar de eso.

-De acuerdo –sonrió.

Me acompaño y vi que estaba completamente empapado. Solo tenia su bañador y su torso estaba completamente descubierto. Era musculoso y muy guapo. Me ruboricé ante tal pensamiento. ¿En qué rayos estaba pensado?

-Me iré a cambiar y salimos. ¿Te parece?

-Aquí te espero.

Después de unos minutos Paul regresó vestido y nos dirigimos hacia su casa.

Estuve con él varios días y la pase muy bien, me había olvidado de todo completamente y me sentía mejor que nunca gracias a Paul.

La semana había pasado algo rápida. Solo tenia que soportar este día y Alex llegaba mañana.

Me encontré caminando hacia el auto de Alex cuando alguien me detuvo. Paul.

-¿Te vas tan pronto?

-Recuerda que yo si trabajo, holgazán –dije burlándome.

Él rió conmigo.

-¿Quieres hacer algo mañana?

-No puedo.

-¿Por qué?

-Porque estaré con Alex.

Paul suspiró.

-Su primo murió y creo que en estos momentos de verdad me necesita. Y yo también lo necesito a él. Además, tendremos toda la vida para salir juntos.

-Eso es cierto, pero…

-¿Pero qué?

-Creí que estos últimos días habían sido especiales para ti. Que habíamos sentido algo o cambiado algo en tus sentimientos hacia mí –dijo.

La había pasado increíble con él, eso era verdad. Pero, yo amaba a Alex y no sentía nada más por Paul, lo quería como un amigo.

-Paul, en serio. Ya hemos hablado de esto –dije- Sabes que te quiero, pero no de esa manera. Eres mi amigo y quiero que permanezcamos así. No dañemos esta amistad, por favor. Entiéndeme.

-Yo no quiero perderte –susurró.

-Nunca lo harás –tomé su rostro entre mis manos cuando bajo la cabeza- Eres un chico muy tierno y pronto encontrarás a la indicada, pero esa no soy yo.

-No estoy tan seguro de eso.

-Paul, por favor…

Me tomó por sorpresa cuando poso sus labios sobre los míos y me quede impactada por un momento, sentía la desesperación en aquel beso, pero también la ternura y la pasión. Lo aparté y él entendió de inmediato.

-Perdón, pero no pude más –masculló.

-No vuelvas a hacerlo, por favor –le pedí- Sabes que estoy con Alex y no quiero que nadie se enteré de este beso. Fue un error.

-Para mí no lo fue.

-Pero para si –afirmé.

Entré al auto y al encenderlo inmediatamente arranqué hacia The Spot.

Este asunto con Paul se me estaba yendo de las manos. Si me acercaba a él era porque quería disfrutar de su compañía y él se aprovechaba. Se que no lo hacia con mala intención, pero no quiero que se forme una idea errónea de todo esto. Cuando Alex llegará le contaría. Del resto nadie más se enteraría.

Continue Reading

You'll Also Like

47.7M 2.2M 117
Señorita Isabella Mariet Moore acepta como esposo al señor James Alexander Harrison- me quedo en silencio es un debate en mi mente en este mismo inst...
435K 21.3K 48
Una historia que promete atraparte desde el principio hasta el final. Camila es una chica humilded, Ignacio Besnier es el heredero de un imperio empr...
85.6K 5.2K 18
LIBRO TRES DE LA SAGA ÁMAME. Summer ha estado enamorada de Nikolai desde que tiene memoria, ella siempre ha estado consciente de que nunca pasaría a...