Dime Que Me Quieres {#2DLQS}

By aittes

193K 11K 195

Muchos años habían pasado ya desde la última vez que Alanna había pisado su ciudad natal. Muchos años alejada... More

Prólogo
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Nota ♥
Epílogo
Extra ❤

Capítulo 15

5.6K 410 6
By aittes

-Buenos días.

-Oh, buenos días, señorita. ¿Ya tiene cita con el señor?

-¿Qué? –Dije por un momento confundida.

Había olvidado completamente lo de pedir cita. Mierda.

-Veo que no.

-No. –Dije seriamente mirando hacia el ascensor.

¿Y si...?

-Para pedir cita con el señor Mayer tiene que... –Sin dejar que terminara de hablar, salí corriendo en cuanto el ascensor abrió sus puertas y las personas que lo esperaban iban metiéndose en su interior. –¡Eh, alto! ¡Seguridad!

Entré al ascensor rápidamente colándome en medio de las personas que ya estaban dentro para intentar ocultarme entre sus cuerpos.

-Vamos, vamos... –Murmuré mientras las puertas se cerraban y la persona encargada de la seguridad del edificio se acercaba con la recepcionista. –Bff...

El ascensor se fue abriendo en varias plantas para que las personas se fueran bajando hasta que solo quedé yo en él.

¿Es qué era la única que iba a la planta de Daryl?

Suspiré apoyando la espalda en el cristal pensando en lo que había hecho.

Solo esperaba tener tiempo para entrar en el despacho de Daryl antes de que la seguridad llegase.

Las puertas metálicas se abrieron y rápidamente salí de allí para dirigirme directamente hacia su despacho.

-Eh, perdone.Mierda. –¿A dónde cree que... ¿Alanna?

-¡Julie! –Grité más que feliz al descubrir que era la secretaria de Daryl. –Pensé que eras la chica de abajo y...

-¿Eres tú la que se coló? Perdón, ¿Fue usted quién se coló?

-Sí, sí, pero trátame de tu, por favor. Necesito ver a Daryl y no me dejaba... –Murmuré avergonzada.

De repente, la puerta de las escaleras de emergencia se abrió apareciendo el segurita que había en la entrada con la respiración agitada.

-Tiene que acompañarme, señorita.

-No, tranquilo, Rubén. Puedes dejarla pasar.

-Pero se coló en el ascensor sin...

-Es la dueña, Rubén. –El hombre abrió los ojos sorprendido para mirarme unos segundos de más.

-¿Qué dices?

-Sí, Rubén. Así que puedes volver a tu puesto, yo me encargo a partir de aquí. –Aún desconfiado, asintió para disculparse conmigo y llamar al ascensor.

-Gracias, Julie. Y siento mucho este escándalo...

-No te preocupes, Alanna. El señor Mayer está ahora mismo reunido, pero puedes esperarlo en su despacho si quieres.

-Hmm... Gracias. –Caminé hacia el despacho de Daryl como una vez había hecho en los viejos tiempos.

Ya dentro, todo estaba como antes, como si el tiempo no hubiera pasado en absoluto en este despacho.

¿Realmente merecía la pena esperar a que saliera de la reunión? Ni siquiera sabía a qué hora iba a terminar y acepté esperarlo aquí sin dudarlo...

Por otro lado, me había gustado eso de que me hubieran reconocido como la dueña. Aunque técnicamente no lo fuera, me había dado algo de esperanzas para volver a retomar la empresa de mi padre.


⸾ ⸾ ⸾


Media hora después, y con cansancio y pesadez por estar esperando, decidí salir para al menos entablar conversación con Julie. Me alegraba mucho saber que ella seguía siendo la misma secretaria de cuando yo estaba.

-Se suponía que la reunión ya tenía que haber acabado. No sé qué problema habrá surgido...

-Pues yo tampoco lo sé, pero como no salga ahora mismo, tendré que marcharme... –Dije antes de que varias personas salieron de la sala de reuniones que había junto al despacho. –Anda, mira...

-Tuviste suerte entonces. Nos vemos luego.

-Sí... –Murmuré viendo como Daryl entraba en su despacho sin ni siquiera darse cuenta de que yo estaba a unos pasos de él.



⸾ NARRADOR OMNISCIENTE ⸾


Daryl entró en su despacho totalmente cansado.

La reunión que había prevista se había extendido más de lo esperado teniendo así que doblar sus expectativas para convencer a esos inversores cansinos.

-Julie, cancela todas las reuniones que queden para hoy. No quiero que nadie me moleste. –Dijo soltando el botón del interfono que había apretado para comunicarse con su secretaria. Ni siquiera esperó a que ésta le respondiera, por lo que no le dio tiempo a la chica de decirle que tenía una visita en esos momentos.

Alanna tocó la puerta tres veces nerviosamente para esperar a que la invitaran a entrar.

-¿Pero no acabo de decirte que no quiero que me molesten? –Preguntó girándose hacia la cristalera que había a su espalda en cuanto la puerta se abrió tras unos segundos.

-Lo siento, pero llevo casi una hora esperándote fuera, Daryl.

El chico abrió bien los ojos dándose la vuelta de inmediato para comprobar si realmente esa voz era la que había escuchado.

-Hola... –Murmuró Alanna cuando sus oscuros ojos se cruzaron.

Daryl se quedó estático, sin respiración. No creía lo que estaba viviendo en esos mismos momentos.

No podía ser verdad... ¿O sí?

Después de todo, Mima se lo había dicho.

Parpadeó para ajustarse mejor la corbata y carraspear recuperando la compostura.

-No esperaba verte tan rápido.

-Necesitamos hablar...

-Toma asiento. –Le ofreció viendo como aún la que era su mujer en la ley se sentaba frente a él. –¿A que le debo este honor después de tantos años?

-Hablar, ya lo dije.

-Tan altanera como siempre... –Murmuró por lo bajo mientras que ella achicaba los ojos. –¿De qué se trata? Aunque creo conocer la razón...

-Quiero comenzar a trabajar a aquí.

-¿Qué? –Preguntó totalmente sorprendido. Se había imaginado todo menos eso. Desde que quería el divorcio hasta que quería la mitad de sus bienes, pero nunca que quería trabajar en la empresa. –¿Qué estás diciendo?

-Ya me oíste, Daryl. Necesito un trabajo, ¿y qué mejor que sea en la empresa que mi padre creó?

-¿Te recuerdo que fui yo el que pagó todas las deudas?

-Sí, pero esta empresa también es mía, Daryl. Tú podrás tener el noventa y cinco por ciento de todo, pero el otro cinco por ciento es mío. –Dijo la chica cruzándose de brazos desafiante.

-¿Quién te crees que eres, Alanna? –Soltó de pronto descolocándola. –No puedes irte hace diez años y aparecer ahora exigiendo cosas como si nada.

-Estoy en mi derecho. Heredé ese cinco por ciento cuando mi padre murió.

-Nunca viniste a hacerte cargo.

-¡Pero me sigue perteneciendo! –Dijo levantándose enfadada. –Sigue siendo mío y es ahora cuando quiero hacerme cargo de ello.

Daryl echó la cabeza hacia atrás comenzado a reír con ganas mientras que Alanna lo miraba totalmente confundida.

-¡¿Qué te hace tanta gracia?!

-Que sigues poniéndome de la misma manera que hace años. –Respondió seriamente mientras que las mejillas de Alanna se teñían de rojo. –Es una pena que tenga novia ahora mismo, aunque después de todo, seguimos estando casados...

-Déjalo, Daryl. No vine para bromear.

-Y no estoy bromeando, Alanna. ¿O es que acaso tú has firmado algún papel de divorcio?

-No, pero...

-Pero nada, seguimos siendo marido y mujer. –Sonrió traviesamente para cruzar las manos sobre la mesa sin dejar de observarla intensamente. –De acuerdo. Te dejaré trabajar aquí.

-¿De verdad? –Dijo completamente ilusionada.

-Sí, pero tendrás que buscarte la vida para ponerte al tanto con las cosas.

-Podría empezar desde abajo, Daryl. No me importa cualquiera que sea mi puesto mientras que esté cobrando.

-¿Incluso te daría igual ser la limpiadora de tu propia empresa como tú dices?

-Sí. Tengo a alguien a quien mantener. –Dijo seriamente sorprendiendo al chico. ¿Qué tenía a alguien a quien mantener había dicho?

-¿Tienes hijos?

-Sí, uno...

-¿Y es...

-No. –Lo cortó antes de que terminara. –No es tuyo, Daryl. –Asintió más aliviado para ponerse de pie igual de serio.

-Está bien, empezarás como mi ayudante hasta que sepas manejar todo esto.

-Bien, gracias... –Alanna lo miró por última vez antes de caminar hacia la puerta.

-Espera, Alanna...

-¿Qué? –Daryl se acercó hasta ella para continuar hablando.

-Empiezas mañana a las ocho. Sé puntual.

-Por supuesto. –El chico asintió, y a pesar de que ya ninguno de los dos tenía nada más que decir, se siguieron mirando unos segundos más como si ambos hubieran anhelado la mirada del otro durante mucho tiempo.

Después de todo, habían estado juntos por casi tres años y a pesar de que muchos de esos momentos habían sido malos, también había habido momentos muy buenos compartidos por ambos. 

Continue Reading

You'll Also Like

5.7M 288K 39
Primer libro de la Duología: Matrimonio Evans. ¿Qué pasa cuando firmas un contrato sin leerlo para que no te despidan? ¿Y qué ocurre si ese contrato...
1M 63.2K 57
-Repítelo otra vez, que no estoy comprendiendo absolutamente nada... Tomo suficiente aire para darle primero una mirada a su hermana y luego a él, si...
237K 10.2K 41
Mijail siendo un mafioso secuestró a Victoria Jones, ella logró huir de él, pero su vida ya estaba marcada por todo lo que tuvo que vivir mientras es...
130K 6.4K 28
Cuando Allison, una decoradora de interiores y Chris, un abogado, se encuentran esa noche en el bar jamás habrían pensado que terminarían unidos de p...