Capítulo 14

5.4K 374 1
                                    

SEMANAS DESPUÉS


-Mamá, ¿qué le dice un espagueti a otro?

-¿Qué?

-¡Tu cuerpo pide salsa!

-¡No, es mi cuerpo pide salsa! –Gritó Lina corrigiendo a mi hijo mientras que éste se cruzaba de brazos.

-Vale, perdóname...

-¡Venga, vamos a jugar a otra cosa! –La niña lo agarró del brazo para salir corriendo hacia su habitación dejándome sola en el salón.

Declan estaba trabajando mientras que Adeline se había acostado a dormir la siesta en su habitación.

Mi móvil comenzó a sonar de pronto haciéndome sobresaltar al no esperarlo.

-¿Si?

-¿Señora Alanna?

-¿Mima? –Pregunté al reconocer la voz.

-¡La misma! Te llamaba por lo de la casa de tu padre. Conseguí un comprador...

-¡¿De verdad?!

-¡Claro! Te dije que conocía a uno que estaría dispuesto a comprarla.

-¡Muchas gracias, Mima! De verdad, gracias.

-De nada, Alanna. Puedes pasar a por el dinero cuando quieras.

-¿Ya?

-¡Sí! Aquí lo tengo...

-Joder, que rápido... –Murmuré apagando la televisión pensativa. –Tengo que llevarte las llaves...

-Sí, estaré esperándote.

-Prefiero que sea en otro lugar que no sea la casa...

-Sí, por supuesto. ¿Te parece bien vernos en una hora en la cafetería Speed?

-Claro, hasta ahora.


⸾ ⸾ ⸾


-Está todo ahí. –Dijo pasándome un bolso de deporte enormemente lleno. –Prefirió que fuera a mano para no darse a descubrir.

-¿No quiere que lo conozca? –Negó con la cabeza. –Está bien...

-Es algo... Tímido. Prefiere seguir en el anonimato.

-Sí, de acuerdo. –Saqué las llaves de mi bolso para entregárselas con todo mi pesar. –Ya había sacado algunas cosas que me llevaría días atrás, es más, ahora mismo vengo de allí.

-Sí quieres seguir sacando cosas, puedes quedarte con las llaves un tiempo más.

-No, no importa... –Le sonreí mirando aquel bolso sobre la silla a nuestro lado.

-¿No vas a abrirlo?

-No, confío en ti. –Sonrió satisfecha por mi respuesta antes de cambiar de tema.

-¿Sigue pensando en ir a ver al señor en la empresa?

-Supongo... Mi única especialidad es esa, después de todo, es lo que había empezado a estudiar hasta que tuve que dejarlo.

-Sí, entonces es mejor que vayas mañana mismo.

-¿Él sabe que estoy aquí?

-Sí... Shelby le dijo el mismo día que regresó del viaje que había conocido a una amiga suya. No me quedó otro remedio que decirle...

-No pasa nada, Mima. Iba a enterarse tarde o temprano. –Suspiré mirando la hora en mi reloj de pulsera. –Se está haciendo tarde, y me gustaría pasar por el banco a ingresar el dinero.

-Por supuesto. Me gustaría acompañarte, pero solo pedí permiso para salir dos horas...

-Gracias. –Dije agradeciéndole por todo lo que había hecho por mí. –Gracias, de verdad, Mima.

-No tienes que agradecerme nada, Alanna. Tranquila.

Ambas salimos de aquella cafetería tras haber pagado lo que habíamos consumido para cada una coger un camino diferente después de despedirnos.

Me dirigí al mismo banco que había tenido hacía diez años atrás para abrir una nueva cuenta y guardar todo ese dinero antes de volver a casa de amiga encontrándome con la persona que menos esperaba.

-¿Zach?

-Hola, Alanna. –Me saludó con un botellín de cerveza en la mano mientras se encontraba sentado junto a Declan en el sillón.

-¿Dónde está Noah?

-Jugando con las niñas en la habitación de Lina. –Respondió ahora Declan mirándome. –¿Qué tal la salida?

-Bien... –Murmuré aún descolocada.

Después de todo, Zach y yo no habíamos acabado en buenos términos antes de que se marchara de Inglaterra.

Oh, amiga, ya volviste! –Gritó Addy saliendo de no sé dónde casi dando saltitos. –Ven, tenemos que hablar.

Sin pensarlo dos veces, la seguí hasta su dormitorio para estar a solas de oídos indiscretos.

-¿Por qué no me dijiste que estaría aquí?

-Yo tampoco lo sabía. Declan lo invitó sin consultar. –Suspiró. –Pero en fin, ¿Mima te dio el dinero?

-Sí, y ya lo ingresé en el banco.

-¡Eso es genial, Ally! –Me abrazó emocionada. –Ahora solo tienes que buscar un trabajo y una casa para los dos. Y no me malinterpretes, amiga. No es que te esté echando, pero digo que...

-Te entendí a la primera, Adeline. –Le sonreí despreocupada. –No podemos estar viviendo aquí toda la vida. Y respecto a lo del trabajo... Mañana mismo iré a la oficina de nuevo para ver a Daryl.

-Mira, ya sé que también influí en que fueras a buscar trabajo allí, pero... ¿Estás segura de ello? ¿No sería un tanto incomodo?

-Sentiría la misma incomodidad que siento con Zach ahora mismo.

-Sí, pero con Zach tienes más buenos recuerdos que malos...

-No me líes, Addy, no me líes. Iré a su oficina, y si ni siquiera quiere verme, ya me buscaré la vida.

Dime Que Me Quieres {#2DLQS}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora