Capítulo 20

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Las puertas del ascensor se abrieron haciendo que el sonido resonara en toda la sala en silencio.

Julie levantó la cabeza para encontrarse con la persona que menos imaginaba ver ese día.

Alanna, como si hubiera imaginado quién había llegado, salió del despacho en el que se encontraba completamente sola para mirar sorprendida a la chica que había junto a Julie.

-¿Shelby?

-A ti te estaba buscando.

-¿Qué?

-Hablamos en el despacho. –Dijo esquivándola para caminar hacia el despacho de Daryl.

-¿Quieres que llame a seguridad?

-No, no, está bien. –Sonrió para tranquilizarla. –¿Puedes ir mientras haciéndome copias de esto?

-Sí, por supuesto. –Alanna le dijo el número de las copias exactas que quería para volver al despacho donde Shelby la esperaba sentada en la silla de su novio.

-Por fin llegas.

-¿Qué quieres, Shelby?

-¿Dónde está Daryl?

-En una reunión.

-Mejor, no quiero que nos interrumpa. –La chica sonrió sin apartar la vista de Alanna. –¿Sabes que muchas veces me preguntaba de quién era toda la ropa y zapatos que habían en la habitación principal? Daryl no me dejaba usarla, y mucho menos entrar en ese cuarto. ¿Y el coche? ¡Soñaba con él desde que lo había visto en el garaje sin usarse!

-¿A dónde quieres llegar, Shelby?

-A que me robaste a mi novio.

-Yo no te he robado nada.

-Lo hiciste. Lo hiciste desde aquel día que pisaste mi casa haciéndote pasar por su amiga. Su actitud cambió al enterarse de que tú habías estado allí. Nunca debiste volver, Alanna. Nunca.

-No lo hice por él.

-¿No? ¿Y qué haces aquí entonces?

-Ésta también es mi empresa.

-Mentira. Daryl nunca compartiría su imperio.

-Pues déjame desilusionarte, pero es así. ¿Nunca te habló de sus orígenes? ¿Nunca te dijo como se hizo con ella?

-Se la compró a alguien...

-Sí, ese alguien era mi padre. –Dijo cruzándose de brazos enfadada. –Por desgracia, nos quedamos sin nada y tuve que recurrir a Daryl por ayuda.

-¿Lo utilizaste?

-El resto no te incumbe.

-¡Claro que sí! Él nunca se dejaría manejar por nadie...

-Lo sé perfectamente.

-Debió haberte dado el divorcio en cuanto te largaste de esa casa.

-Lo siento, pero eso no va a pasar.

-Eres una... Basura. –Espetó poniéndose de pie. –¿Es que no te da vergüenza regresar después de tanto tiempo? Y con un hijo bastardo...

-Con mi hijo no te metas, Shelby. Él no tiene nada que ver aquí.

-Pobre niño, no quiero ni imaginarme lo... –Alanna no dejó que terminara la frase, y se lanzó hacia ella para agarrarla de los pelos completamente fuera de sí.

Dime Que Me Quieres {#2DLQS}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora