Camren One Shots (2)

By jnkplanet

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Importante: La mayoría de historias de este libro NO me enorgullecen actualmente pero de todas formas el cont... More

Secret Love Song
Home To Mama
Run Away With Me
Vapor
Flower
War Of Hearts
Strange Love
Aftertaste
I Really Like You
The Weight
Then There's You
Try Hard
Roses
Drive
Amaze Me
Without You
Patience
High Hopes
For Her
The Girl Who Cried Wolf
See You Around
Forever Girl
Sad Beautiful Tragic
Prisoner
Lost Girl
Stolen Moments
Colors
Stay With Me
If You Don't Know
What Do You Mean?
One Last Time
Ruin
Brooklyn Baby
Training Wheels
Squeeze
Goodbye My Lover
This Town
Forget Forever
Storm
XO
Girl Like You
Love Drought
Purpose
Irresistible
Three Empty Words
Read My Mind
Back To December
Cool
Wake Up
Say You Won't Let Go
End Of The Day
I Can't Make You Love Me
Coming Back For You
Choose Your Battles
Strings
Feel This
Treacherous
Invisible
Fall (T.V)
Trust
Demons
Born To Die
This Is What It Takes
Waste The Night
Hopeless
Ever Since New York
I Almost Do
When We Were Young
Bad At Love
The Feeling
Say Something
I've Told You Now
Why
Castaway
Stay
Touch (N.J)
Meet Me In The Hallway
One
Into You
Safe Inside
Never Let You Go
Heaven In Hiding
...Ready For It?
Love Incredible
Million Words
Too Much To Ask
She's Not Me
I Think I'm In Love
Ruin The Friendship
How Would You Feel (Paean)
Messy
Moving On
Can I Be Her
Never Be The Same
Since We're Alone
Dangerous
Burn
Gorgeous
Heaven
Sober
Cold
Favourite Color
Dress
Plastic Rose
Dive
1977
Mercy
Let Me Love The Lonely
You And Me
There You Are
Bad Reputation
Queen Of My Heart
Get It Over With
Begging
Someone Like You
Risk It All
Overpass Graffiti
False God

New Year's Day

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By jnkplanet

"Hay brillantina en el suelo después de la fiesta, las chicas recogen sus zapatos y bajan al vestíbulo, hay cera de vela y fotos sobre el piso de madera, tú y yo desde la noche anterior, pero..."

Londres, Reino Unido

-¿Puedes colocar esto en el congelador?.- me preguntó Alfred mientras me entregaba un montón de bolsas con verdura.

-Claro ¿Es para la noche?.- pregunté mientras tomaba las bolsas y caminaba directamente al congelador.

-Exactamente, fui de compras ayer para tener todo listo ¿Dónde está Mamá?.- elevó ambas cejas y yo me encogí de hombros.

-Debe estar limpiando un poco, sabes perfectamente que adora el orden.- reí en voz baja y mi hermano mayor rió.

-Okay entonces... ¿Me ayudas con la cena o tienes otras cosas que hacer?.- apuntó el pavo sobre la isla de la cocina y yo entre cerré los ojos.

-En eso te ayudaré yo, soy el único que no tiene una cita para estas fechas.- entró Rob riendo mientras doblaba las mangas de su suéter azul.

-¿Camila está aquí?.- le pregunté confundida y mi hermano me guiñó un ojo.

-Ve a la sala y ahí encontrarás las respuestas.- bromeó y yo solté una carcajada para después salir de la cocina.

Caminé lentamente hasta la sala de la casa de mi Madre mientras soltaba mi cabello el cual antes estuvo amarrado en una coleta alta, me encontré con el familiar cuerpo de mi novia de espaldas, mirando los cuadros que mis Padres tenían colgados por todas las paredes.

-Que adorable te veías con esa tiara de princesa.- apuntó sin darse la vuelta y yo reí mientras me acercaba de brazos cruzados.

-¿Qué me dices de mi disfraz de vaca? Podría haber entrado a un concurso con los 100 bebés más adorables.- le dije bromeando mientras me colocaba a su lado.

La castaña rió en voz baja para después voltear su cabeza y mirarme fijamente, elevé una ceja y ella sonrió para después abrazarme de lado.

-Es el último día del año, señorita Jauregui ¿Qué piensa usted de eso?.- preguntó mientras sus ojos volvían a mirar todos los recuerdos familiares.

-Espero que el año que se viene sea mucho mejor, pero este que se va ya fue perfecto así que... No puedo pedir nada más.- dije sinceramente mientras sus dedos acariciaban mi hombro.

-Estuve haciendo algunas cosas antes de venir a casa de tus Padres... Cambié el lugar de algunos muebles y le dije a Sofi que alimentara a Leo más tarde.- me contó y yo asentí mientras me abrazaba a su cuerpo.

-¿Qué le diste a Sofi para que hiciera eso?.- pregunté riendo ya que mi cuñada era una adolescente muy ocupada, según ella.

-Dinero y comida, aún puedo comprarla con eso, además le gusta mucho manejar su auto nuevo así que no fue tanto problema.- se encogió de hombros y yo arrugue la nariz mientras miraba su beanie.

-Lo estás usando otra vez... ¿Ya te recordé lo mucho que te amo hoy?.- le pregunté mientras la miraba haciendo un puchero.

-Tradición de fin de año mi amor, nunca se me olvida.- rió mientras tocaba brevemente el beanie sobre su cabeza.

Incliné mi cabeza hacia la derecha mientras Camila acariciaba mi mejilla suavemente con su mano, no debía sorprenderme que utilizara el mismo beanie cada fin de año, después de todo era el mismo que yo había usado cuando nos conocimos.

-Mis primas y mis tías estarán muy felices de tener por otro año a la maestra del baile ¿No es así?.- pregunté y ella soltó una carcajada para después asentir con la cabeza.

-Bueno, estoy disponible hasta las 10 de la noche por hoy.- me guiñó un ojo y yo la miré confundida.

-¿Otros planes?.- pregunté y ella asintió con una sonrisa tirando de la comisura de sus labios.

-Si, pero es una sorpresa.- se inclinó y plantó un beso en mis labios para después sonreír.

-Okay... Supongo que tendré que esperar pacientemente.- dije de forma dramática y ella rió mientras me acercaba en un apretado abrazo.

-Te juro que valdrá la pena.- aseguró y yo asentí con más curiosidad que nunca.

-Ven, vamos para que saludes a mis hermanos, están cocinando.- la besé suavemente para después tirar de su mano.

La morena rió mientras caminábamos por el largo pasillo hasta llegar a la cocina en donde se sentían las risas y los gritos de mi familia.

Cuando entramos nos dimos cuenta que mis Padres se habían unido a la preparación de la cena, miré a Camila con una sonrisa divertida y ella negó con la cabeza mientras reía.

-¡Camila ya está aquí! Bienvenida, cariño.- dijo mi Madre de forma efusiva y yo sonreí mientras Camila decidía quitarse su abrigo.

-Aquí me tienen por otro año, eso es suficiente para festejar.- elevó ambas cejas mientras doblaba las mangas de su suéter rojo.

Rodé los ojos mientras todos reían, tomé su abrigo y salí de la cocina para ir al perchero que estaba al lado de las escaleras, me divertiría bastante viendo como mi familia y mi novia cocinaban en equipo.

*Horas después*

Había un montón de brillantina en el suelo, la fiesta había terminado de forma oficial hace una hora, pero todos habían subido para mirar las estrellas mientras bebían vino y hablaban de todo y nada a la vez.

Ya eran las 10 de la noche así que cuando noté que mis primas y tías recogían sus zapatos para bajar hasta el vestíbulo, miré a mi novia con una ceja elevada mientras ella reía.

La castaña había estado bailando con toda mi familia durante la fiesta, este año fue diferente ya que de la fiesta pasábamos a esperar el nuevo año todos juntos, pero esta vez había un factor sorpresa que yo no conocía.

-Mira esto.- Camila me guió hasta la habitación en donde guardábamos recuerdos y cosas antiguas.

Al entrar lo primero que vi fue el montón de fotos sobre el suelo y el resto de cera de algunas velas que ya se habían consumido.

Me acerqué lentamente y después de agacharme y tomar una miré a Camila con una sonrisa, la ojimarrón rió mientras se colocaba a mi lado.

-De alguna forma siempre logras que vuelva en el tiempo y recuerde este tipo de cosas.- elevé una ceja y ella asintió mientras sus dedos acariciaban la fotografía.

-El día que te conocí mi vida cambió completamente y quiero que lo tengas claro.- murmuró cerca de mi oído y yo me giré para verla.

-Gracias por esto Camila, gracias por ser todo lo que necesito.- agradecí sinceramente para después dejar un sentido beso en sus labios.

-Gracias a ti, por elegir volver a mi cada vez que lo deseabas.- me guiñó un ojo y yo reí mientras volvía a mirar nuestra primera foto juntas.

"No leas la última página, pero yo me quedaré cuando tú estés perdida, asustada y te estés alejando, quiero tus medianoches, pero estaré limpiando botellas contigo en el Día de Año Nuevo (...) No leas la última página, pero yo me quedaré cuando se torne difícil, algo esté mal o cometamos errores, quiero tus medianoches, pero estaré limpiando botellas contigo en el día de año nuevo"

-Tengo algo en el auto para ti.- le dije a Camila después de que la castaña cerrara la puerta a sus espaldas.

Arregló su abrigo mientras yo me colocaba un beanie y mis guantes, volví a revisar la hora en mi teléfono y sonreí para después mirar hacia el cielo.

-¿Si? ¿Qué es?.- preguntó elevando una ceja y yo reí mientras tomaba su mano y la guiaba hasta mi auto en el estacionamiento de la casa de mis Padres.

-Tienes que verlo con tus propios ojos.- murmuré simplemente mientras sus dedos se aferraban a los míos.

Cuando llegamos al estacionamiento, abrí la puerta del copiloto para sacar el regalo envuelto en un colorido papel, la cinta era de color rojo y la castaña miró de forma curiosa el presente entre mis manos.

-¿Tiene algo que ver con la navidad pasada?.- preguntó mientras lo recibía entre sus manos.

-No, este es un regalo de fin de año y lo estuve preparando hace unos meses.- me encogí de hombros mientras cerraba la puerta y me recargaba en ella.

Con la mirada la alenté para que lo abriera, elevó ambas cejas de forma divertida y yo reí mientras ella rompía con extrema lentitud el papel.

Cuando sus ojos se encontraron con la decorada tapa de un gran libro, me miró con curiosidad, pero yo simplemente negué con la cabeza y le pedí que lo abriera.

Se acercó al capó del auto y dejó el libro con cuidado mientras yo me colocaba a su lado, volvió a mirarme con un nuevo brillo en sus ojos y yo simplemente le sonreí.

Sus dedos levantaron la tapa y sus ojos se encontraron directamente con una nota escrita por mi, algo breve pero que estaba segura de que le gustaría.

-El libro de los recuerdos.- rió en voz baja mientras sus ojos estudiaban toda la hoja, que también estaba decorada por mi. -Me gusta cuando me abrazas, me gusta el beso en la frente que me das mientras nos abrazamos, me haces sentir amada y para mi es la mejor sensación que pueda sentir el ser humano.- leyó en voz baja mientras sus dedos acariciaban las letras de la hoja.

-Hice esto con varios recuerdos de cuando nos conocimos, cuando nos hicimos amigas, cuando salimos por primera vez, cuando tuvimos nuestra primera cita... Abarca momentos importantes en nuestra vida juntas y decidí terminarlo hace unos días, es especial para mi porque contiene ocho años de recuerdos... Y llevamos siete años juntas así que quería dártelo ahora mismo.- susurré mientras recargaba mi mentón en su hombro para mirar el libro junto con ella.

-Es precioso.- su voz salió muy baja y rápidamente me di cuenta que estaba emocionada.

-Sigue pasando las páginas... Todas tienen algo especial.- la animé y ella me miró brevemente con los ojos húmedos para después sonreír.

Sus dedos temblorosos dieron vuelta la página solo para encontrarse con algunas fotos de nuestro primer año como amigas, fotos parecidas a las que tenía en la habitación de los recuerdos, las fotos tenían fecha de hace ocho años y cada una tenía un toque especial.

-Ahí están las ondas en tu cabello... Tus pecas y tu sonrisa de adolescente.- apuntó cada una de las fotos con una enorme sonrisa y yo reí mientras la abrazaba de lado.

-Somos nosotras en una versión adolescente... Muy adolescente.- reí mientras miraba una de las fotos.

-Gracias por cada risa, cada palabra, cada caricia, cada abrazo y cada acto que me aseguraba que tus sentimientos eran puros y verdaderos.- leyó junto a una de las fotos y yo asentí mientras dejaba un beso en su mejilla.

-Por si no te había quedado claro lo mucho que te amo.- dije muy cerca de su oído sintiendo un suspiro de su parte.

Sus dedos pasaron a la siguiente página y esta vez se encontró con un montón de notas breves que habían sido escritas por ellas y por mi cuando comenzamos a tener sentimientos por la otra, habían pétalos secos y pequeños aviones de papel que al estirarlos tenían mensajes secretos.

-Recuerdo perfectamente cada frase y cada sonrisa, cada sonrojo y cada abrazo lleno de afecto, recuerdo tus ojos brillantes y soñadores y todas las palabras llenas de promesas que cumpliste con cada mes, cada año y cada aniversario.- su voz sonó baja mientras leía la frase que estaba escrita al lado de un corazón que había dibujado ella misma con nuestras iniciales en su interior.

-Gracias por todo... Desde nuestro comienzo hasta ahora, eres mi brújula, la que me guía y me cuida.- agregué mientras el ruido de la ciudad llenaba el ambiente.

-Gracias a ti por quererme desde el principio, eres mi todo.- su voz estaba cargada de sinceridad y yo sabía que no mentía.

Le pedí que cambiara la página después de dejar un sentido beso en sus labios, ahora sus ojos se habían encontrado con nuestros primeros meses de relación, la castaña no pudo evitar reír al ver la foto que rememoraba el día en que todo el helado cayó sobre su camiseta favorita.

-Aún conservas esa camiseta con esa mancha... Después de todo es especial para ambas.- me miró con una sonrisa de lado y yo asentí lentamente con la cabeza.

-Así como tú guardas este viejo beanie.- toqué la prenda sobre su cabeza y ella volvió a reír.

-Es la tradición, cielo.- murmuró para después plantar un beso en mis labios.

Con cada página que pasaba, le recordaba un suceso importante, la ojimarrón rió, derramó algunas lágrimas y me abrazó con fuerza para después repetirme lo mucho que me amaba.

Así estuvimos un buen rato, leyendo en conjunto y recordando, habían muchas páginas llenas de memorias y decoraciones que significaban mucho para ambas.

Cuando la morena intentó llegar a la última hoja la detuve colocando mi mano sobre la suya, mi novia me miró confundida y yo negué con la cabeza dulcemente.

-No leas la última página.- pedí y su ceño se frunció.

-¿Por qué no?.- preguntó curiosa y yo me encogí por la fría brisa.

-Porque quiero decírtelo yo misma.- dije simplemente mientras me encogía de hombros. -Yo me quedaré cuando tú estés perdida, asustada y te estés alejando, quiero seguir siendo la dueña de tus medianoches... Para siempre.- le dije sin alejar mi mirada de sus ojos.

-Y yo quiero que te quedes conmigo... Cada día de mi vida, de nuestra vida.- sus dedos despejaron los mechones que caían sobre mi rostro.

-Y yo... Yo me quedaré cuando se torne difícil, algo esté mal o cometamos errores... Yo estaré aquí, contigo, hasta que tú decidas que es suficiente.- sonreí de lado sintiendo sus cálidas caricias sobre mis mejillas.

-Nunca tendré suficiente de ti... Te amo Lauren y nunca podré amar a alguien de la misma forma, tú me hiciste una mejor persona y yo no puedo renunciar a ti.- murmuró mientras una lágrima se deslizaba por su mejilla.

-Te amo Camila, con cada parte de mi alma y con cada latido de mi corazón.- limpié la pequeña lágrima para después abrazarme a ella con fuerza.

"Apretaste mi mano tres veces en la parte trasera del taxi, puedo asegurar que este será un camino largo, estaré ahí si eres por lo que la ciudad hace un brindis, o si te rindes y con esfuerzos te diriges a casa"

-¿Por qué iremos en taxi?.- le pregunté a Camila confundida mientras nos subíamos en la parte trasera.

-Para que ambas tengamos la oportunidad de apreciar la ciudad de noche.- me guiñó un ojo mientras cerraba la puerta.

-Buenas noches señoritas ¿A dónde las llevo?.- preguntó el simpático señor y la ojimarrón le entregó un papel.

-Hey, no creo poder soportar tanto misterio.- le reclamé a Camila después de que el auto se pusiera en marcha.

-Ya queda menos... No comas ansias.- me miró sonriendo y yo bufé para después mirar por la ventana.

Camila estaba en lo cierto, no había nada mejor que observar la ciudad de noche desde la ventana de un auto, sin la necesidad de manejar, simplemente apreciando las luces, la gente y el ambiente de fin de año.

Faltaba muy poco para las 12, pero aún así había gente por doquier, las calles no estaban desiertas y todo seguía abierto, sobretodo los pubs en donde era tradición esperar las campanadas del Big Ben que anunciaban el inicio de un nuevo año.

Sentí la mano de Camila posarse sobre la mía en el asiento del taxi, un apretón cariñoso me hizo mirarla, me sonrió ampliamente pero podía notar que estaba nerviosa.

-Tranquila, es solo fin de año.- reí en voz baja y ella rodó los ojos para después llevar mi mano hasta sus labios.

-Otro fin de año juntas.- recalcó y yo asentí mientras volvía a mirar por la ventana.

Adoraba Londres, era una ciudad hermosa y con increíbles panoramas, podía encontrar todo lo que necesitaba en cualquier lugar, nunca me aburría y eso era grandioso.

Toda mi vida había vivido en la capital británica, así que era especial para mi, además, aquí conocí a Camila así que tenía un elevado nivel emocional adicional.

El tráfico estaba un poco lento y era algo bastante obvio, todos se estaban moviendo de un lado para el otro y eso solo lograba dejarme aún más intrigada con la sorpresa de Camila.

Sin contar que veníamos directamente de la casa de mis Padres, ellos vivían alejados del centro de la ciudad y todo indicaba que iríamos al centro en año nuevo.

Así que este sería un largo viaje, pero estaba segura de que valdría la pena, confiaba en Camila y en sus palabras, ella hace que todo sea perfecto.

-Entonces ¿Mis Padres pasarán el año nuevo con mis hermanos solamente?.- le pregunté a Camila mientras volteaba mi rostro para mirarla.

-No todos se fueron, amor.- me guiñó un ojo y yo reí para después negar con la cabeza.

-Todos están involucrados en tu plan ¿No es así?.- pregunté y ella asintió con la cabeza.

-Tu familia es encantadora y son muy buenos guardando secretos.- agregó y yo solté una carcajada mientras el taxi se detenía en una luz roja.

Me acerqué a mi novia y recargué mi cabeza en su hombro mientras ella me abrazaba de lado, miré las luces de la ciudad por su ventana al mismo tiempo que sus dedos acariciaban mi brazo.

-Gracias por este año.- susurró en voz baja y yo la miré brevemente para después dejar un delicado beso en su mejilla.

-Gracias a ti, por permitirme tener otro año a tu lado.- susurré y ella me acercó más a su cuerpo mientras besaba mi frente.

Tomó mi mano y dejó un nuevo apretón en ella, la miré brevemente al mismo tiempo que un suspiro se escapaba de sus labios.

El taxi avanzó nuevamente y yo me quedé en esa cómoda posición, Camila acarició mi brazo suavemente mientras sus ojos no abandonaban la ventana.

-¿En qué piensas tanto, cielo?.- le pregunté mientras acariciaba su mano libre.

-En todo y nada a la vez.- dijo simplemente y yo reí.

-Me quedó muy claro ahora amor, gracias por eso.- dije irónica y ella soltó una carcajada.

-Ya lo sabrás, tienes que ser más paciente.- me miró con una sonrisa y yo elevé una ceja.

-Llevo siendo paciente todo el día.- le reclamé y ella soltó una carcajada para después besar mi frente.

-Solo un poco más ¿Okay?.- pidió y yo asentí al ver el brillo en sus ojos.

-Okay... Solo un poco más.- repetí y ella sonrió para después besarme con amor.

Seguíamos avanzando por las calles de Londres cuando su mano apretó nuevamente la mía, al parecer estábamos cerca y ella estaba más nerviosa que nunca.

-Te prometo que valdrá la pena.- susurró sobre mi oído y yo me giré para sonreír.

-Si amor, todo lo que tú haces vale la pena.- le dije sinceramente mientras entrelazaba mi mano con la suya.

-Me alegra que confíes en mi.- sus ojos me miraron intensamente y un escalofrío me recorrió.

-Siempre.- respondí simplemente mientras volvía a recargarme en su hombro.

"Aférrate a los recuerdos, ellos se aferrarán a ti, aférrate a los recuerdos, ellos se aferrarán a ti, aférrate a los recuerdos, ellos se aferrarán a ti, y yo me aferraré a ti, por favor nunca te conviertas en una extraña cuya risa podría reconocer en cualquier lugar, por favor nunca te conviertas en una extraña cuya risa podría reconocer en cualquier lugar, hay brillantina en el suelo después de la fiesta, las chicas recogen sus zapatos y bajan al vestíbulo, hay cera de vela y fotos sobre el piso de madera, tú y yo para siempre"

-Me quedaré contigo si la ciudad hace un brindis.- reí mientras Camila abría la puerta para mi.

Mi novia sonrió y negó con la cabeza mientras cerraba la puerta detrás de mi, se acercó al chofer y le pagó mientras le deseaba un feliz año nuevo.

Después de que el taxi se alejara, la morena tomó mi mano y me guió lentamente por el puente sobre el río Támesis, podía ver perfectamente el London Eye y el Big Ben del otro lado, así que después de llegar a una conclusión, miré a Camila con una amplia sonrisa.

-¿Es lo que creo que es?.- pregunté emocionada a punto de saltar como una niña pequeña.

-No lo sé, tú dime que es lo que crees.- elevó una ceja y yo reí para después abrazarla con fuerza.

-No puedo creerlo, esto es maravilloso, gracias por esto, amor.- susurré sobre su oído mientras ella me pegaba más a su cuerpo.

-Todo para la mujer de mi vida.- respondió cariñosamente y las mariposas en mi estómago se volvieron locas.

No podía creer que de verdad veríamos los fuegos artificiales del London Eye y sentiríamos las campanadas del Big Ben en vivo, esto era algo que quería hacer desde hace tiempo pero siempre había algo que lo impedía.

Pero este año Camila lo hizo posible, este era un nuevo motivo para amar más a mi chica de ojos marrones, ella cumplía cada uno de mis sueños y eso era algo increíble.

-Te amo, te amo, te amo mucho.- repetí mientras besaba sus labios.

La castaña rió y me abrazó con más fuerza mientras mis brazos se envolvían en su cuello, nuestra extrema cercanía no era suficiente, si fuera posible, nos fundiríamos en cada beso y en cada abrazo.

-Espero que lo disfrutes.- dijo sobre mis labios y yo me separé para asentir rápidamente con la cabeza.

-Claro que lo haré, vamos.- tiré de su mano de forma ansiosa mientras ella reía.

El lugar ya se estaba llenando con toda la gente que había comprado la entrada para ver los fuegos artificiales desde más cerca, después de todo, los fuegos se veían en todo Londres, pero verlos desde más cerca siempre resultaba más increíble.

-Es por aquí, compré en la zona más cerca.- me llevó por otro lado y yo asentí mientras la seguía.

-¿Cuándo compraste las entradas?.- le pregunté curiosa y ella se giró para guiñarme un ojo.

-La primera semana de Octubre... Quería que todo fuera perfecto así que cuando estuvieron disponibles las compré.- se encogió de hombros mientras la fría brisa removía nuestros cabellos.

-Eres una... Chica muy inteligente.- le dije riendo y ella asintió mientras me atraía para un nuevo abrazo.

-Ya lo sé, no es necesario que me lo recuerdes.- murmuró de forma presumida y yo rodé los ojos para después besar su mejilla.

-Mejor no te lo recuerdo nunca más.- hice un puchero y ella me besó para después reír.

-Vamos, falta poco para las 12.- tiró de mi mano y comenzamos a caminar más rápido.

Después de mostrar las entradas y que las revisaran, nos adentramos hasta llegar a nuestros lugares, estaba muy emocionada por ver los fuegos artificiales y por sentir más cerca las campanadas.

Revisé la hora en mi teléfono y solo faltaban 10 minutos para que un nuevo año comenzara, sentí como Camila abrazaba mi cintura y no pude evitar mirarla por unos largos segundos.

-¿Qué sucede?.- preguntó divertida mientras acariciaba mi mejilla.

-Por favor... Si cualquier cosa llega a suceder, no quiero que te conviertas en una extraña cuya risa podría reconocer en cualquier lugar.- pedí sinceramente mientras mi voz temblaba.

-Hey, tranquila mi amor, nada no pasará, somos tú y yo contra el mundo ¿Lo recuerdas?.- preguntó cariñosamente mientras sostenía mi rostro entre sus manos.

-Tú y yo... Para siempre.- suspiré y ella sonrió para después dejar un beso en mi frente.

El tiempo comenzó a pasar demasiado rápido después de ese cariñoso beso, así que cuando la cuenta regresiva comenzó, simplemente cerré los ojos sintiendo como Camila me abrazaba de lado.

Cuando abrí los ojos, las campanadas ya habían comenzado y por consiguiente los fuegos artificiales frente a nosotras, todos a nuestro alrededor comenzaron a abrazarse y besarse mientras el cielo se iluminaba de una forma hermosa.

Me giré para mirar a Camila al mismo tiempo que sus manos sostenían mi rostro, sonreí ampliamente y cerré los ojos para sentir como colocaba sus labios sobre los míos.

-Feliz año nuevo, mi amor.- me deseó mientras me abrazaba con fuerza.

-Feliz año nuevo, mi vida, gracias por todo.- respondí para después volver a besarla sintiendo los gritos de alegría de todos a nuestro alrededor.

-Casate conmigo.- pidió sobre mi oído y yo me separé lentamente para poder mirarla.

-¿Qué?.- pregunté atónita y ella sonrió de forma nerviosa mientras sacaba una pequeña caja de su bolsillo.

-Usted... Señorita Jauregui, podría hacerme la mujer más feliz del mundo si esta noche, bajo los fuegos artificiales, las campanadas y rodeadas de toda esta gente, aceptara ser mi esposa.- continuó mientras abría la pequeña caja revelando un precioso anillo de compromiso. -Casate conmigo, mi amor.- repitió sin dejar de mirarme y yo suspiré para después dejar un sentido beso en sus labios.

-Si, si, claro que si, quiero ser tu esposa.- dije emocionada mientras tiraba de su abrigo para acercarla más a mi cuerpo.

Nada se comparaba con el hermoso brillo que habían adquirido sus ojos después de mi respuesta afirmativa, no tardó en deslizar el anillo por mi dedo y justo en ese momento me di cuenta que ahora era más afortunada que nunca.

-Te amo, gracias por hacerme la mujer más feliz de este mundo.- agradeció sinceramente mientras recargaba su frente sobre la mía.

-Gracias a ti mi amor... Gracias por todo.- le dije mientras rozaba nuestras narices.

*Horas después*

-Entonces así se termina una noche de año nuevo ¿No?.- preguntó Camila mientras yo guardaba con cuidado el anillo en la pequeña caja.

Reí y asentí con la cabeza mientras doblaba mis mangas, me acerqué a ella en el lavabo mientras observaba el montón de botellas sucias que debíamos lavar.

-Que estén comprometidas no significa que se quedarán sin hacer nada por esta noche, feliz año nuevo y felicidades.- leyó Camila la nota que estaba anteriormente pegada en el congelador.

-Debimos volver al departamento.- dije de forma dramática y ella rió mientras giraba la llave para que el agua cayera.

-Vamos a limpiar las botellas sucias en año nuevo... Como un equipo.- subió y bajó sus cejas rápidamente y yo asentí.

-Tu lavas y yo seco ¿Trato?.- pregunté y ella sonrió mientras su mirada se dirigía a mi cargada de amor.

-Trato.- dijo simplemente mientras comenzaba a lavar y yo me preparaba para secar.

Y de esta forma, el año comenzaba de la mejor manera.

"(...) Y yo me aferraré a ti"

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