Mi Demonio Personal

By DarknessYFS

2.9M 296K 58.3K

Una vida de mierda, una historia que no quería jamás contar y un destino que, aunque quería cambiarlo no podí... More

BIENVENIDOS
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 33
Capítulo 34
Capítulo 35
Capítulo 36
Capítulo 37
Capítulo 38
Capítulo 39
CONTINUARÁ
Nota
Nota

FINAL

52K 4.9K 1.1K
By DarknessYFS

─━─━─「✦」─━─━─

Lucia Cooper

Llevé mi mano hacia el interruptor y encendí la luz.

—Joder, Axel me asustaste —llevé una de mis manos a mi pecho intentando tranquilizarme —¿tú no estabas en la tierra?

—No me cambies de tema ¿qué hacías con Snaiderx? —preguntó una vez más.

—Estaba descubriendo la verdad —me adentré en la habitación por completo después de cerrar la puerta.

—¿Verdad? ¿de qué hablas? —se cruzó de brazos.

Él estaba sentado en los tres escalones que llevan hacia la cama esperando una respuesta de mi parte.

—No te hagas, Axel. Él me lo dijo todo, me has estado usando todo este tiempo —él rio.

—¿Yo te he estado usando? ¿segura? Lo único que he hecho es protegerte —yo caminé un poco dentro de la habitación.

—Ya me enteré, Axel, soy la... —no pude terminar de decir lo que iba a decir porque Axel ya estaba frente a mi tapando mi boca.

—Lucía, él no sabe que lo eres, solo lo sospechaba y quité toda sospecha asegurándole que en realidad no lo eras, no lo arruines —me susurró despacito en mi oído.

—¿De qué hablas? —dije cuando quitó su mano de mi boca.

—Lucifer quiere usarla para ganar la guerra —empezó a hablar en tercera persona como si no estuviese hablando de mí.

—Tu eres su hijo, sería lo más lógico que también quisieras usarla —él negó y se sentó en el sofá, yo me senté frente a él.

—Yo no soy su hijo, Lucette —fruncí el ceño —mientras mi mama estaba con Lucifer, estaba también con un arcángel, mi mama le era infiel a Lucifer y terminó embarazándose. Ella pensaba que era de Lucifer, pero al nacer mis alas eran blancas —vi cómo se tensaba lentamente —pasé la mayor parte de mi niñez encerrado en un cuarto totalmente oscuro, él solo estaba esperando que yo tuviera la edad suficiente para poder extirparme mis alas. Ese día fue el más doloroso de mi vida, me arrancó mis alas de cuajo a sangre fría, pero yo seguía siendo un ángel, solo sin mis alas estaba perdido, entonces él me propuso un trato, me devolvería mis alas si me convertía en un ángel caído, yo acepté, rompí los lazos con Dios y me entregué en cuerpo y alma, le pertenecía a Lucifer. Mis alas volvieron, pero no eran lo que yo esperaba, solo eran dos alas negras como la noche. Desde entonces he fingido ser el hijo de Lucifer para que sus súbditos no se den cuenta del engaño de Lilith.

—Yo... —él no me dejó hablar.

—Entonces apareciste tú, él pensaba que tú eras la elegida, por eso me mando a investigarte, aunque tenía que hacerlo de lejos, pero cuando hiciste el llamado fue más fácil entrar en tu vida, pues ya tenía el permiso. Hice hasta lo imposible para lograr que dejaras de hacer esas cosas extrañas que a veces hacías —yo fruncí el ceño, pero luego recordé lo que Snaiderx me había dicho.

Él suspiró, se puso de pie, me tomó del brazo y me llevo al cuarto de los espejos, de ahí se dirigió hacia la esquina, le dio un golpe al espejo y este se abrió dejando un pequeño espacio para pasar, él cruzó primero para luego dejarme pasar a mí. Del otro lado solo había una escalera angosta en forma de caracol con una pared de ladrillos oscuros que la cubría

Ya habíamos subido unos cuatrocientos escalones y mis pies no daban más, estaba cansada y Axel no me decía a donde íbamos, luego de lo que parecieron horas llegó a una puerta y la abrió, entró primero y luego me dejó pasar a mí. En cuanto crucé mis ojos se deleitaron con el hermoso lugar, había muchas plantas hermosas por todos lados y la mayoría tenía pequeños cristales en sus flores u hojas.

—¿Qué es este lugar? —di una vuelta observándolo todo —es hermoso —él se sentó en el suelo y yo frente a él.

—Es mi huerto, uno de mis dones de ángel es este, puedo crear cualquier tipo de planta, pero Lucifer odia que los utilice, por eso este lugar está escondido, nunca nadie había entrado así que eres la primera en conocer mi lugar especial —me dio una pequeña sonrisa.

—Y me trajiste aquí porque nadie nos escuchará —él asintió —esto es tan confuso - admití

—Lo sé.

—¿Entonces no quieres usarme?

—Lucette, tengo como castigo aguantar diez azotes por día tan solo por estar contigo, he hecho tratos con Dios para ver la forma de sacarte de aquí ¿y lo sigues preguntando?

—¿Azotes?

—Ya que Lucifer piensa que no tienes el poder, eres inferior e inservible para él, entonces me dijo que me alejara de ti, pero yo no acepté y me dijo que como castigo yo seré quien pague tu condena a base de golpes.

—Pero Snaiderx dijo ...

—Es cierto lo que dijo, todo es cierto, pero cuando te conocí, cuando me dejaste entrar en tu vida mis planes fueron cambiando por completo, Lucia, yo te amo, sé que no lo estoy demostrando últimamente, pero lo hago, yo solo he estado con la cabeza ocupada pensando en cómo sacarte de aquí y evitar que las trillizas se enteren de tu existencia, porque si no lo sabes Dios está de tu lado aunque hayas matado a uno de sus ángeles.

—Lo siento —él negó lentamente.

—No importa, de todas maneras, lo que hago y haré nunca será suficiente para ti, en realidad yo no soy suficiente —él paso sus manos por su cara —te convertí en algo que no eras por ser tan egoísta y no dejarte ir sabiendo que te haría daño.

—No me has hecho daño —él clavo sus hermosos ojos en mí.

—Asesinaste por mi culpa, cambiaste tu dulce personalidad y tu imagen, entraste en depresión cuando me fui y al final terminaste aquí en el infierno —susurró.

—Bueno... —él me interrumpió una vez más.

—No trates de arreglarlo —suspiró resignado —lo peor de todo es que ahora lo estoy haciendo mal, no te busco lo suficiente, Lucette, de verdad yo lo siento.

Yo no dije nada y simplemente me puse de pie y me senté en su regazo, tomé su rostro y despacio acerqué sus labios a los míos y los uní en un beso lento, suave, un beso que expresaba todo lo que sentíamos y que tal vez no podíamos decir. Sus manos acunaron mi rostro haciendo el beso más profundo, su lengua entró lentamente en mi boca sin ningún permiso y jugó con la mía, ellas danzaban juntas tan íntimamente que podía sentir todo lo que él sentía por mí en ese beso.

Un escalofrió recorrió todo mi cuerpo, lágrimas empezaron a acumularse en mis ojos y sabía el porqué; él se estaba despidiendo, lo podía sentir y dolía, no quería alejarme de su lado, aunque nunca podíamos compartir mucho tiempo juntos, pero con solo saber que aunque sea lo vería unos minutos en el desayuno, la comida, la cena y saber que dormiría a mi lado me bastaba. Separé nuestros labios lentamente para observarlo detenidamente.

—No lo hagas —supliqué dejando salir las lágrimas que empañaban mi vista.

—Debo hacerlo, solo quiero que seas feliz y que vuelvas a tener una vida, aunque yo no pueda estar a tu lado.

—Pero yo quiero estar a tu lado, soy feliz contigo —supliqué.

—Pero aquí solo terminaras dando a demostrar lo que realmente eres y luego Lucifer te encerrará. Lucia, tienes que hacerlo, por mí, por ti —se escuchaba el pesar en sus palabras.

—Te amo —dije sincera.

—Yo también te amo, princesa —me abrazó fuerte.

Un fuerte olor a vainilla llegó a mi nariz, era dulce y tan adictivo.

—¿Por qué huele a vainilla? —interrogué.

—Ángeles —dijo para después echarme a un lado ponerse de pie y luego ayudarme a mí a levantarme.

—¿Ángeles? —él asintió.

—Si, así es como huelen, debemos irnos —me tomó de la mano obligándome a caminar.

—¿Irnos?

—Por eso llegué antes de la tierra, encontré una forma de sacarte de aquí, solo sígueme —asentí y me dejé llevar por él.

Salimos de su habitación y él empezó a caminar en dirección hacia la puerta, el castillo tenía un movimiento extraño, las chicas que servían como sirvientas andaban dando saltos por todos lados, podía escuchar cosas rompiéndose y explotando en las paredes por sí solas.

—Axel, ¿qué sucede? —estaba asustada, aunque eso no era una novedad, siempre lo estaba.

—Es Lucifer —un escalofrió recorrió todo mi cuerpo.

Salimos del castillo por la puerta trasera para comenzar a correr, unos pasos junto a mi llamaron mi atención y me encontré con la pequeña Annabelle.

—Lucía, solo quiero decirte que te quiero mucho —su respiración era irregular.

—Yo también, Ana, eres como mi hermana pequeña.

—Y tu como mi hermana mayor, gracias por cumplir uno de mis sueños haciéndome grande —asentí y cuando me vine a dar cuenta ya estábamos dentro del laberinto.

Raíces que parecían tizones salían del suelo y nos perseguían, no podíamos parar de correr y mis pulmones estaban rogando por oxígeno, seguí corriendo a la par de Axel pero cuando miré hacia mi lado derecho Ana ya no estaba ahí, miré hacia atrás y ella venía atrasada, cuando iba gritarle que se apurara una una raíz salió por medio de su estómago y de un solo movimiento la jaló hacia atrás.

Un grito desgarrador salió de mi garganta, lo último que salió de sus labios fue un adiós, quería devolverme y ayudarla, pero Axel me tomó con fuerza de la cintura y me hizo seguir corriendo.

Joder, Annabelle estaba muerta.

Sentía una opresión tan grande en mi pecho, quería llorar, pero en ese momento no podía hacerlo. El aire estaba tan denso y estaba dudando de que en poco tiempo pudiera respirar. Cuando por fin salimos del laberinto él siguió corriendo, yo trataba de seguir su paso, pero se me hacía difícil, de un momento a otro él se detuvo y extendió sus alas, para luego tomarme de la cintura y alzar el vuelo.

—Joder, tengo miedo —apreté mis manos alrededor de su brazo.

—Estoy contigo, no debes de tenerlo.

Lo apreté contra mi cuerpo y él siguió en lo que estaba haciendo mientras yo me permitía disfrutar de los pocos minutos que estaría con él. Lo extrañaría tanto.

—¿Por qué tan repentinamente? —pregunté.

—Lucifer estaba en la tierra, así tendríamos más tiempo antes de que él llegara, aunque creo que no funcionó del todo.

—¿Falta mucho?

—De hecho ya llegamos.

Mis pies volvieron a tocar tierra, y ahora sí que no podía detener las lágrimas.

—Ellos cuidaran de ti, Lucette, solo confía en ellos y en nadie más —miré hacia cuatro personas que tenían túnicas negras.

Cuando se las retiraron de su cabeza pude ver que uno de ellos era Snaiderx; su cabello rubio se movía al compás del viento que azotaba fuerte y sus ojos ambarinos me observaban con un leve brillo y por primera vez vi sus enormes alas negras. Había otro chico de alas blancas, con cabello negro y ojos del mismo color, me dio una sonrisa completa y luego me guiñó uno de sus ojos. Había una chica de cabello rojo y ojos color turquesa que simplemente me observó sin ninguna expresión en su rostro mientras aleteaba sus alas levemente.

La última de ellos era una chica de alas negras y era nada más que la de cabello castaño que siempre me servía la comida cuando estaba con la familia real. Sus ojos mieles brillaron cuando me dio una sonrisa de boca cerrada.

—¿No eras un alma perdida? —ella negó.

—Solo cuidaba que no te envenenaran con la comida que ingerías cada día —yo le sonreí y volví mi vista hacia Axel.

—Lucia, te amo, que no se te olvide —yo asentí.

—Yo también te amo, Axel.

—Ya debes irte, antes de que Lucifer sepa en cual pilar estamos —asentí.

—¿Prometes que nunca me olvidarás y que me buscarás cuándo puedas? —él asintió.

—Lo prometo —me di la vuelta, pero él me tomó del codo haciéndome mirarlo otra vez.

—Ahora tu prométeme una cosa —asentí —prométeme que me esperaras.

—Lo prometo - le di un último beso, un beso con sabor salado y amargo, un beso que no decía adiós, pero si hasta luego, un beso que sellaría todas las promesas hechas en ese momento, un beso que nos haría recordar nuestra historia y que, hacia una promesa silenciosa, la promesa de nunca olvidar lo que vivimos.

Me separé de él y esta vez sí me dejó ir hacia las cuatro personas que me esperaban.

—Lucia, una cosa más —me volteé a mirarlo —recuerda —sentí mi muñeca arder con esas palabras y simplemente le sonreí asintiendo, él hizo lo mismo y metió sus manos en los bolsillos delanteros de su pantalón.

Terminé de acercarme a los cuatro chicos y ellos se acercaron a un astro de luz que daba vueltas cual remolino, mi corazón empezó a latir desbocado por la anticipación y di un paso atrás con miedo, sentí un leve empujón que me hizo entrar por completo en el astro y después de ahí, todo fue oscuridad.

Continuará...

Continue Reading

You'll Also Like

87.8K 11.6K 69
˚→ ˚→ ˚→ Ann Taylor una joven mexicana de 22 años, llena de sueños viaja por primera vez a Italia, en medio de su recorrido en las ruinas antigu...
54.2K 1.6K 24
Tu nombre es Park T/N tienes 22 años y eres de T\P Estás en Corea desde los 8 años ya que tú padre tenía que venir por cosas de Trabajo Tú esposo es...
31.1K 4.7K 40
toda mi clase y yo fuimos transportados a todo un mundo de fantasía lleno de magia y poderes, todo para vencer al Rey demonio. ¿¡Porqué debo pelear p...
3K 256 18
Eijun Sawamura es separado de su familia y hermano gemelo, por un accidente cuando eran pequeños Aclaro los personajes de diamond no ace y koruko no...