He estado una hora haciendo ejercicios en el gimnasio, necesitaba quitar todo lo que seguia dentro
de mi, estoy reventado y debo darme otra ducha.
– Hugo, en una hora nos veremos en el pasillo de los laboratorios – Asiento a lo que Jack me dice.
Estoy deconectado de todos, cualquiera que me habla recibe una mala contestación de mi parte, eso que he visto no se borra de mi mente, no borro la cara de Venus que se mezcla con cada mirada de amor que ella me ha dado otras veces, tengo que olvidarme un rato de ello. Salgo de la
cocina con dos dulces y dos zumos, últimamente mi apetito ha crecido consideramente. Al pasar
por la sala de hospital veo a Sonia sentada en una de las camas, no me apetece acercame, quiero
estar solo, pero seria de mala educación pasar de ella.
– Hey Sonia – Sube bruscamente su cabeza – Lo siento si te asuste.
– No, no lo hiciste – Se limpia una lagrima para que no la vea.
– ¿Te pasa algo? - Niega con la cabeza – Se que llevo poco aquí y que incluso por tener esta cara – Me señalo mi rostro – No aporto mucha confianza, pero sabes que estoy para ayudar en lo que pueda – Suspira.
– Es una tonteria.
– No creo que sea una tonteria si te esta haciendo llorar – Me siento en frente de ella y le toma la mano apretandola – Cuentame.
– Hoy no es un buen día para mi – No se que quiere decir con eso -Hace tres años que fallecio una persona muy importante para mi – Hago silencio ante lo que ha dicho.
– ¿Alguien de tu familia? - Intento comprenderla.
– No, él era mi prometido.
Mis ojos se agrandan tanto que casi salen de sus cuencas, ¿Su prometido?, Sonia se iba a casar hace tres años, me esperaba muchas cosas, en cambio, ninguna de esas cosas se acercaba a esto.
– ¿Que pasó? - Hablo en susurro, su mirada se encuentra con la mia y el odio sale a flote, se que es lo proximo que va a decir.
– Félix.
Mi sangre se congela, ese maldito siempre esta metido en todo esto, ¿Como ha podido destrozar tantas vidas?, es que aunque busco maneras de entenderlo es imposible.
– Lo siento, ¿Que le hizo?.
– Tenia mucha información, el trabajaba aquí, sabia cosas de La Creadora, lo conocí un día que me lo presento un amigo, desde entonces nos veiamos muchas veces – Esta
metida en esos recuerdos – Me hablaba mucho de Rosa y los niños, de como era su trabajo aquí, un día después de solo seis meses de conocernos me pidio matrimonio, creo que fue porque sabia que no le quedaría demasiado de vida con Félix detrás. Sin duda acepte, nos pusimos a organizar todo lo más rápido posible, no entendia el porque tenía que ser así, pero lo comprendi a la semana de habermelo pedido – Lagrimas surcan su rostro mientras habla – Llegue a nuestro encuentro, quería decirle que ya tenia el lugar perfecto, esperaba besarlo, sin embargo lo que me encontre aun no puede salir de mi cabeza.
– Si no quieres decirlo no pasa nada – No me presta atención.
– Él o más bien partes de él estaban esparcidas por todos lados, Félix lo había despedazado a trozos, me puse a llorar hasta que los brazos de Rosa me dieron cobijo, me trajo aquí y fue cuando me dejo trabajar como enfermera. Necesitaba sentirlo cerca
y escoger su trabajo fue lo mejor que hice.
No digo nada, solo la abrazo con fuerza y dejo que llore sacando dentro de todo aquello que el malnacido de Félix le ha hecho. Se me revuelve el estomago al pensar en lo que ella tuvo que presenciar, saber lo que vio me hace derramar algunas lagrimas a escondidas. Saber las cosas que
Félix a hecho solo provoca que mi rencor hacía el sea superior, que mis ganas de detenerlo crezcan por segundos, debe estar en la carcel o en algún sitio donde no pueda causar más daño.
– Siento tanto lo que ha pasado, no entiendo esas cosas tan horrible, pero ten una cosa clara Sonia, el día que lo coja va a pagar por cada una de las vidas que ha quitado, incluida la de tu prometido.
– Gracias y debo pedirte perdon - ¿A mi?, no me ha hecho nada.
– ¿Por qué?.
– Al principio cuando te ví quise matarte, aunque sabia que no eras él, saber que por fin tenía el rostro de esa persona cerca, que lo podía ver después de tres años. He tenido que contenerme mucho las veces que has estado herido aquí, mis deseos de acabar contigo eran más fuerte que yo, planeaba cada segundo el como hacerte morir sin que se notara – Cierra sus ojos y yo ni se como sentirme – El día del barco era tan fácil hacerlo, Jack me interrumpio dos veces y a la tercera salio un aura de tu interior, como una barrera que no me dejo llevarlo a cabo, sin embargo lo importante fue que cuando toque eso sentí quien eras tu, mi mente comprendio que tu eras Hugo y no Félix. Lo siento, te pido perdon por todo.
– No pasa nada, en el fondo te entiendo, ya he tenido que lidiar con lo mismo con Venus, ella también quiso hacerme daño una vez. Lo único bueno es que no lo hiciste, que te distes cuenta de todo y soy yo el que debe perdirte perdon, se que el verme este tiempo ha tenido que ser para ti demasiado duro, recordarte todo lo por decir de algún modo yo te he quitado, no mi interior, pero si mi exterior. Estas perdona por todo eso,
me has desmostrado que ya no eres igual, que ahora quieres ser mi amiga y más cuando me has contado todo esto.
– Si, te he ido conociendo y sin duda quiero ser tu amiga.
Le sonrio y la vuelvo a abrazar, aun dentro de mi sigue ese nudo que me ha quitado el apetito.
– Jack me ha ayudado mucho, es muy bueno conmigo.
– Estoy seguro que le gustas, ¿Él sabe sobre esto? - Niega – En algún momento deberas decírselo, que sea pronto y no tarde, el sabra apoyarte y ser ese pilar.
– Gracias – Esta vez es ella la que me abraza.
– Oye, una dudilla, ¿Cuantos años tienes? - Se ríe.
– Casi veintiuno, cuando lo conocí tenia diecisiete y me casaría con dieciocho.
– Ahora todo tiene más sentido, pense que tenías diecinueve o un poco menos.
– Lo aparento verdad – Hace un movimiento de cadera y río – Soy una jovenzuela.
– Por favor, no me quiere imaginar a Jack y tu haciendo eso a la vez, os pareceís, igual de idiotas – Me da un manotazo y me alejo – Voy a ducharme que Jack me espera, ya
sabes que si necesitas algo estare aquí.
– Lo se, gracias y lo mismo digo, que por cierto de algo debemos hablar más adelante.
– Claro.
Se que habla de Venus y yo, pero no estoy ahora como para hablar de eso, voy para el cuarto. Jack esta apoyado en la pared derecha del pasillo mientras que Venus esta en la pared izquierda, verla no es de mi agrado ahora mismo, provoca que vuelva esa imagen de ella y Dario juntos en la
cama. Su ojos se posan en mi con una sonrisa, sin duda ests chica es una gran mentirosa, ahora me
mira con cariño como si lo de antes no ha pasado.
– Buenas Jack – Me dirijo solo a él y Venus no se lo toma tan bien.
– Buenas.
– ¿Que soy una pared?, la gente normal saluda con educación imbécil.
Tiene el entrecejo fruncido, me mira intentando comprender que me pasa, como si fuera a investigar y descubrir las cosas. Rencor y odio es lo unico que le transmito, no me va a engañar
más.
– Saludo a quien me da la gana – Mi tono fue aun más duro de lo esperado.
“No te pases tanto con ella, no te das cuenta que no entiende que te succede” - Sam, no es
estupida y sabe que ha hecho mal, su comportamiento es exactamente el de una arpía.
– No se que te pasa conmigo, pero tampoco me interesa, no he venido hasta aquí para pelear.
Se gira hacía el despacho de Rosa al escuchar que se abre, Jack mueve los hombros para que le responda que esta pasando, solo niego con la cabeza y espero a Rosa.
– Hola chicos, gracias por venir tan rápido, no quería que os fueraís sin antes mostrarle a Hugo nuestros laboratorio.
– ¿Laboratorio? - Pregunto.
– Si, en esta casa tenemos dos laboratorios, uno lo utilizamos para las clases, ya que muchos de los profesores sobretodo el de pociones lo utiliza, esta situado en la parte
de abajo cerca de las clases y el otro – Se gira sin moverse demasiado – Esta justo aquí.
– ¿Para que es este si ya teneís el de abajo? - Pregunto antes de que pueda seguir hablando.
– Lo tenemos aquí escondido porque tratamos temas los cuales son secretos, por ejemplo, hayazgos que no sabemos que son, muertes repentinas de gente de nuestra
razas, se investiga para conseguir mejorar vuestros poderes y otras cosas.
– Interesante Rosa, ¿Vamos a entrar?.
– Claro, quiero que conozca a nuestro cientifico y como es el lugar – Estira su mano – Pasad dentro.
La puerta se abre cuando damos el primer paso, delante nuestra aparece una gran habitación con estanterías y botes por todos lados, es como uno de esos tipicos laboratorio que te ponen en las películas. Hay varias personas moviendose de un lado a otro llevando productos con extrema
delicadeza y cuidado, creo que pasar aquí más de lo debido puedo causar problemas con lo inquieto que soy. Cada una de las personas llevan una bata blanca puesta con sus nombres
bordados por encima del bolsillo que tienen en el pecho, incluso algunos llevan de esos objetos que cubren la cabeza para no derramar pelos, !Que estrictos son!, parece que van a atender un parto. Rodeamos un poco el lugar hasta dar de frente con un hombre de mediana edad, rondara
los cuarenta y algo o cincuenta, estoy seguro que es el cientifico del que hablaba Rosa, no solo por
la forma de sonreirnos, sino porque su bata es de color negra a diferencia de los demas.
Los chicos lo saludan, no se porque me estoy empezando a sentir muy incómodo, algo no va bien
aquí, lo presiento, es como si mi cuerpo me lo estuviera diciendo. - Sam, ¿Sabes algo?, “Ahora
mismo no tengo ni idea, algunas veces eres demasiado raro, no sabría que decirte mongoli” - Gracias por ser de gran ayuda en estos momento, algunas veces no se ni para que estas en mi cabeza.
– Mira Mack, él es Hugo y Hugo este es Mack - Estira su mano, la tomo con fuerza.
Mis dedos acaban de tocar su mano y juro que tengo que contener todas mis ganas para no retirarla, como una sombra de dolor y penunbra acaba de caer sobre mi. Agarro lo primero que
encuentro cerca para mantenerme en pie, con tan mala suerte que es la mano de Venus, de todos
modos no la suelto, si lo hago acabare con mi cara pegada al frío suelo.
– ¿Te encuentras bien? - Venus lo ha susurrado cerca de mi oido, los demas ni se han dado cuenta aún.
– Si, solo fue un mareo, creo que ando embarazado – Bromeo para que no sospeche nada y me arrepiento al instante al acordarme de mi enfado.
Como ya me encuentro mejor retiro mi mano de la suya y suspiro alivido al comprobar que ya controlo mi equilibrio mucho mejor, no se porque este hombre no me da buena espina si apenas lo acabo de conocer. Tengo que relajarme, puede que solo haya sido la tensión de estos días que me
este jugando una mala pasada, si tiene que ser eso. Mack tiene el cabello blanco para mi sorpresa, sus ojos azules intenso brillan con un trasfondo que no soy capaz de deducir, es más bajo que yo y
rellenito, una barriga cervecera en toda regla. Agudizo mi oido y obligo a mi mente a estar pendiente de él ya que se esta dirigiendo ahora mismo hacía mi.
– Ellos saben lo que hacemos aquí, pero os vais a aguantar escuchando la historia de nuevo – Sonríe mostrando sus dientes amarrillento – Cuando llegue aquí Rosa me asigno como el coordinador de este laboratorio, confio en mi para ello, desde ese
momento hace ya más de veinte años hemos estado enfrascado en continuas investigaciones, cosas que aun para vosotros tampoco es el tiempo de saber – Otro con
los secretismo, al final los torturo para que hablen de una vez por todas – Siempre estamos intentando averiguar la forma de que vosotros sigais evolucionando vuestro
poder, que lo desarrolleis a la maxima potencia.
– Me parece bien, solo que creo que para ello no hace falta una investigacion en cierto modo, nosotros nos haremos fuerte y aprenderemos a base de esfuerzo, practica y experiencias – El tono de mi voz sorprende a todos incluso ami mismo, no tenia pensado hablar así.
– Tienes razón, aunque si podemos encontrar algo para guiaros por los ambientes o técnicas para que todo sea más rápido no veo yo el problema que lo intentemos, ¿Verdad? - Tiene la voz rasposa, una voz digna de ese trasfondo que veo en su mirada.
Rosa y los chicos nos miran como si estuvieramos en un partido de futbol, se que estoy siendo maleducado, pero es que tiene algo que no me gusta, que me da mala vibraciones provocando que este en tensión.
– Bueno, Mack tu y yo tenemos que hablar un segundo, ahora volvemos chicos – Rosa lo agarra del brazo y se lo lleva, se que intenta aliviar la tensión.
– ¿Que te paso ahora? - Venus es la primera en romper el silencio.
– Nada, ¿Por qué preguntas? - Le resto importancia a lo succedido.
– ¿Estas seguro? - Jack alza una ceja, como odio que haga eso – Parecía que tenias algo en contra de Mack, ¿Lo conocías de antes?.
– Claro que no Jack, ¿Como lo voy a conocer? - Hago un gesto de negación – Solo que me siento mal, seran los nervios por el viaje.
No quiero que Venus interceda por lo que me alejo rápidamente de ellos dejandola con la boca abierta para decir algo. Tengo que investigar para sacarme esta espinita e irme tranquilo, me muevo entre la gente, sin duda dos de ellos estaban muy cabreado, me han insultado por casi
caerles una de sus jarras, ves como no debo permanecer mucho aquí. Pierdo de vista a los chicos, de lejos he visto una puerta a la cual me he encaminado, la curiosidad es mucho más fuerte que yo, “La curiosidad mato al gato” - Que pena que tu no eres el gato, inutil. Escucho gruñidos y algun que otro insulto de Sam hacía mi persona que la verdad ahora no le presto atención, ya que estoy
frente a la puerta. Tiene un panel a la derecha para introducir una contraseña e incluso un reconocimiento facial, cada vez el presentimiento se esta haciendo más latente. La puerta por suerte esta abierta, seguro ese tal Mack se la dejo así al salir la ultima vez, entro despacio, es un despacho común, como cualquier oficiona. Tiene una mesa con una silla y dos armarios donde guardara archivos o productos, también algun que otro utensilios que la verdad no se ni como se mllaman. Mi mirada se detiene ante los papeles espacidos sobre la mesa, son muchos números y palabras que carecen de sentido alguno ante mis ojos, pero que para Mack sera de gran importancia, me acerco a uno de los armarios que tiene un cajon medio abierto. Dentro de ese cajón solo hay una carpeta que pone, “Resultado de experimentos de poderes con...”.
– !¿Que estas haciendo aquí?! - Me giro de golpe ante el medio grito de Mack.
Rosa aparece tras él acompañada de Venus y Jack, creo que me he metido en problemas, a ver como explico . La mano de Mack cierra de un golpe el cajón, pero no me importa, ya he leido el título y eso es lo importante de todo.
– Nada, pense que se podía entrar, vi la puerta abierta y como parece una especia de biblioteca quise leer un rato las cosas – La mentira es la más mala del planeta.
– No tienes autorización para estar en mi despacho, ahora por favor salid de aquí.
Hago lo que me dice, prefiero alejarme de este hombre, por lo menos hasta que venga del viaje y
averigue bien que se trae entremanos. Rosa me mira con desaprovación y se que me va a regañar.
– Rosa antes de que me digas nada, lo siento, solo quise ver un rato, estoy muy cansado y he estado encontrandome fatal, preguntale a los chicos si quieres, dejame ir descansar.
Se por sus ojos y la relación que sufre todo su cuerpo que po ahora me dejara ir, por eso, sin mediar más palabras con los presente me doy la vuelta y vuelvo a mi cuarto pensando en el titulo de esa carpeta. Si tuviera aunque sea un día más volveria a entrar e intentar averiguar que
contenia, sin duda me ha dejado intrigado, cuando vuelva tengo que indagar en esto. El titulo sigue
marcado, algo esta haciendo, sin duda lo tengo claro “Resultados de experimentos de poderes con ratones”.