Quisiera empezar con dar las gracias a todos, tanto nuevos como viejos lectores, por darle la oportunidad a esta nueva versión del libro. Estamos en julio del 2021, y le he puesto muchísimo cariño desde enero de este año para que puedan disfrutar de algo de alta calidad.
¡A disfrutar! Le recuerdo a los viejos lectores por favor contenerse de dar spoilers. Además, tengan un poco de cuidado los nuevos, pues las oraciones que se quedaron iguales mantienen los comentarios hechos desde el 2017 y podrían contener spoilers.
Bienvenidos a esta aventura macabra y espero que les guste mucho. Además, espero que si les va gustando la recomienden y espero que en unos meses puedan comprar la historia en físico (en mis redes sociales les daré más información sobre las fechas y dónde conseguirlo, si buscan entre los capítulos del libro hay uno que se llama "mis redes", ahí podrán encontrarlas, además, cada ciertos capítulos las pondré al final para que las tengan a mano).
En caso de que quien lea el libro le guste hacer ilustraciones digitales y quiera apoyarme puede mandarlas a mi instagram (alejandroescritor) y con gusto las podré ir subiendo en el libro, siempre dándoles el crédito. Dependiendo del dibujo lo pondré en un capítulo que tenga que ver con él. ¡Gracias!
Recordatorio de empezar la música hasta que se de el aviso. Ahora sí... que empiece lo bueno.
Reviso mi celular de nuevo. No hay ningún mensaje, aparte del de mi mejor amigo Sonnet, diciendo "hola". Lo lanzo a la cama, encendiendo la televisión y acomodándome. Mi vida ha sido aburrida últimamente. Siempre caminando a la universidad, y regresar, sin mucha emoción. De vez en cuando salgo con amigos a comer, a pretender que me importan sus vidas cotidianas... pero siempre esperando algo diferente.
En la televisión están hablando sobre los casos más famosos de la policía, en la Ciudad Onírica. Hablan sobre la antigua leyenda del "Asesino Astral", es uno de esos documentales que ya he visto antes, pero no tengo nada más qué hacer en esta tarde aburrida de verano. Me inclino en la almohada, incómoda por mi búsqueda de actividades, en la que me he rendido luego de varios intentos de buscar entretenimiento.
Observo por la ventana, no muy lejos de la cama. Es un día soleado, el viento mueve las blancas cortinas suavemente, mientras el tiempo sigue fluyendo y el silencio bochornoso quiere opacar los sonidillos de los pájaros en la calle. Siento que no estoy siendo productiva... un sentimiento al que me he acostumbrado, al que no estoy con ganas de batallar por hoy.
Una llamada se hace presente en mi celular. Es Sonnet de nuevo, siempre me llama cuando no le contesto a sus mensajes en sus días libres.
—¡Hola! ¿Hacemos algo hoy? Estoy aburrido —dice en un tono perezoso, toma un bostezo. Siempre ha hecho eso desde que estuvimos en la secundaria juntos.
—¿Hoy? Hm... ¿algo como qué? —cuestiono. La verdad no tengo ganas de salir, pero tampoco quisiera quedarme en casa, haciendo nada.
—Vamos a ver una película y a comer como siempre? Hay una nueva, ¡dicen que está buena! —expresa con emoción, su energía es contagiosa—. Es de terror, a ver si esta vez sí te asustas.
—¿De terror? —mofo, mostrando más interés—. Está bien, vamos. ¿Ya sabes a qué hora?
—Nos veremos a las ocho en el centro comercial. ¡Lleva pañales! —ríe y cuelga.
—Nos vemos —pronuncio con una sonrisa, lanzando el celular de nuevo en la cama. En la televisión hay algo interesante, es un anuncio.
Hablan sobre una nueva aplicación para el celular, se trata de conocer personas de tu ciudad. Es uno de esos típicos anuncios de mala calidad, mal narrados y con malas cámaras. Me llama la atención, levanto las cejas. Habla sobre tener citas, y hacer "amigos" nuevos. Tomo el celular y la descargo, quiero experimentar algo nuevo, ver qué sale. ¿Qué más da?
Siempre había visto estas aplicaciones para hablar con desconocidos, pero nunca les había dado una oportunidad. Mis padres me han educado con alta restricción respecto a las redes sociales, me han advertido de sus peligros... pero ya soy una adulta. Podré manejar la situación.
Me creo un perfil rápidamente, tomando una foto que siempre uso en mis redes sociales, y colocándola. Es la mejor que tengo, resalta mi cabello café oscuro y mi piel blanca, con mejillas ligeramente ruborizadas y mis cejas gruesas. Al fondo aparecen unas montañas, de cuando fui de paseo a la Ciudad Evocativa, conocida por sus llanuras y valles verdes y frondosos.
Ahora estoy disponible para conocer a personas en línea, para hacer nuevos amigos y llevarme, con suerte, alguna sorpresa. Apenas subo mi perfil, me llega un mensaje. Un tal "Robert" quiere conocerme. Veo su foto, me río.
No sé qué es peor, la gente mostrando fotos hermosas pero falsas, o la gente fea poniendo sus verdaderas fotos. No le respondo a su salido, y yo misma empiezo a buscar chicos, que en las imágenes parezcan reales. Observo varios perfiles, pero ninguno me llama la atención. Tomo un largo respiro, estoy por eliminar la aplicación.
"Nuevo mensaje de [Duke]"
Lo abro.
—¡Hola! ¿Cómo estás? —dice el mensaje. Me emociono, el chico de la foto es guapo, pero no es un modelo increíble.
—Bien. ¿Tú? —respondo. Odio las conversaciones que empiezan así de superficiales, pero decido seguirla así.
Reviso su perfil mientras seguimos conversando. Tiene veintitrés años, igual que yo. Es de mi ciudad, la Ciudad Onírica. Estudia teatro, y al parecer es muy feliz, pero... ¿quién no aparenta ser feliz en sus redes sociales?
Hablo con él toda la tarde. Nos mandamos fotos para ver si somos quienes decimos ser. Le pido fotos de su cara haciendo muecas, sacando la lengua o cerrando los ojos con fuerza. Él me pide las mismas, es alguien simpático.
Observo con detenimiento los alrededores de sus fotografías. El lugar en el que está parece ser una casa normal, como la mía. Sonrío. Ambos estamos satisfechos con el resultado, o al menos eso parece. Es amigable, parece alguien a quien sería interesante conocer... algo que definitivamente necesito en la vida.
Se hace tarde, me alisto para salir de casa. Bajo las escaleras, y en la sala las mesas están llenas de papeles... mis padres están todavía encontrando la manera de pagar sus deudas. Sé que se han ido a una reunión con algún milagroso prestamista, de los tantos que les han intentado salvar. Decido no pensar en la situación... no quiero arruinar mi noche.
Salgo de casa, caminando hacia el centro comercial. Camino por la fría calle, llevo puesta una larga bufanda negra, pero eso no logra cubrirme del gélido ambiente que hace. Duro aproximadamente quince minutos en llegar, pues no se encuentra tan lejos. Sonnet se encuentra sentado en una banca, esperándome.
Al verme su mirada se ilumina. Sus profundos ojos me reciben con cariño, seguido de un cálido abrazo. Está vestido de verde oscuro, un color que contrasta con su blanca piel y cabello café. Su sonrisa constante es reconfortante, siempre lo ha sido.
—¡Vamos, que se hace tarde! —exclama moviéndose, tomándome del brazo.
Compramos las entradas y entramos justo antes de que empiece la película. Nos sentamos, mientras leo el título en la pantalla. "Secretos Macabros" es el nombre de la tenebrosa producción.
—Justo a tiempo, como siempre. —Sonnet giña su ojo. Río, le lanzo una palomita en la cara.
La película empieza. Trata temas muy fuertes, habla sobre la "Deep web", la parte del internet que pocos conocen. La parte del internet que contiene atrocidades, como la compra de drogas, armas ilegales, venta de documentos, pornografía infantil, órganos, carne humana...
Es sobre un muchacho que es reclutado por algunos miembros de una secta, un culto secreto, o algo por el estilo. Él tiene que seguir su juego hasta el final, ocultando los secretos macabros, los cuales son cada vez peores de soportar, hasta que no puede más, y por algunos sucesos tiene que envolver a más gente, saliéndose todo de control.
Me parece una trama sumamente fuerte. Ha sido muy gráfica en cuanto a la trata de personas, las escenas sexuales, y hasta las de asesinato. Me quedo pensando, viendo los créditos pasar luego del cortante final.
—Bueno, eso me traumó. —Sonnet ve hacia el vacío, luego suelta una risa—. ¿Vamos a comer?
—Ver esas tripas hicieron que mis tripas empezaran a sonar. Vamos. —Sigo su sarcasmo, levantándome.
•—Empezar Música—•
Caminamos hacia el salón de comidas, y nos sentamos en la mesa de siempre, ordenando lo usual. Sonnet sabe la contraseña de mi celular, y siempre anda viendo mis mensajes. Le parece entretenido, y así comentamos las novedades del día.
Abre la aplicación de citas, levantando las cejas.
—¿Y esto? —burla, limpia con una servilleta el refresco que ha regado en la mesa—. ¡No pensé que estuvieras tan desesperada!
—Oh, vamos. Es para ver qué me encuentro, no planeo hacer nada —digo riéndome, tomando un sorbo de mi refresco.
—¿Ah sí? ¡Dile eso a "Duke"! —ríe, moviendo el celular.
—Como sea, tal vez lo vea, y tengamos una noche de sexo apasionado. —Parpadeo coquetamente—. Mi nuevo príncipe azul, el que me hará saltar de alegría.
—¡Ja! Suerte con eso. ¿Cómo sabes que no es un violador, o un viejo de cincuenta años? La película no te enseñó mucho, ¿cierto? —cuestiona, tocándose la cabeza.
—Mira las fotos, le pedí fotos específicas haciendo muecas, y ahí están. —Se las muestro con orgullo—. Soy experta en esto.
—Está bien, después te diré "¡te lo dije" en la cara. No digas que no te lo advertí. —Le pega un mordisco a su hamburguesa.
—Como sea, luego te contaré qué tal. —Terminamos de comer luego de varias amenas conversaciones. La he pasado muy bien con Sonnet.
—En tu casa pediré un taxi. ¡Me está saliendo caro venir siempre! ¿Cuándo vendrás tú a mí casa? —pregunta viendo hacia arriba, a la enorme luna en el cielo despejado.
—Algún día, no pronto, pero algún día —rio, golpeándole el brazo. Ambos sabemos que no pasará, me da mucha pereza.
Reímos mientras caminamos por las calles nocturnas. Él va majando todas las líneas de la calle. No hay autos a esta hora de la noche en mi vecindario, es muy tranquilo la mayoría del tiempo.
—¿Cómo te va con Serina? —pregunto, siempre me interesa saber cómo va Sonnet con su novia, mi mejor amiga.
—¡Todo va muy bien! —comenta, sus ojos se iluminan al pensar en ella—. Últimamente todo ha ido perfecto.
—Bien, tengo pendiente verla a ella también. Hace algún tiempo que no hablamos. —Reviso mi celular con esperanza, pero no hay ningún mensaje nuevo.
Llegamos a mi casa, Sonnet espera el taxi sentado junto a mí en la grada de la entrada.
—Ya casi llega. —Se levanta—. ¡Nos vemos! Espero que te vaya bien en la universidad mañana. Nada de andar faltando a clases, como has estado haciendo, vagabunda.
—Claro, claro. Nos vemos Sonnet, buenas noches. ¡Te quiero mucho! —Me despido con un largo abrazo. Él se aleja lentamente hacia el taxi, yéndose en segundos. Entro a mi casa, pensando en lo refrescante que ha sido verle.
Si hubiera sabido lo que ocurriría en el futuro, le hubiera dicho tantas cosas más...
Voy a estar subiendo arte de cada capítulo que hace la talentosa @MytsyDipzy_Books660
Y la encuentran en Insta con el usuario que sale en el dibujo
Gracias por darle la oportunidad a la historia. ¿Qué te ha parecido el primer capítulo? Amo leer sus comentarios, los leo toditos. Espero que sigan disfrutando de la historia.