"Sabía que era una asesina la primera vez que la vi, me pregunto a cuantas chicas había amado y embrujado, pero si ella es un fantasma, entonces puedo ser un espectro, la mantendré secuestrada, algunas, algunas chicas se esfuerzan demasiado, ella ni siquiera lo intenta, es más joven que mis ex's pero actúa como una mujer, no veo nada mejor, la conservaré para siempre, como una venganza, veo de que manera irá esto, tocame y nunca estarás sola, brisa de isla y luces apagadas, nadie tiene que saberlo"
Los Ángeles, Estados Unidos
-¿Puedes ser más silenciosa? No podemos llamar la atención.- reprendí en voz baja a Bella mientras metía un montón de pastillas dentro de una bolsa.
-¿Qué importa de todos modos? No hay nadie aquí, sabes que Tony está metido en ese negocio y no vendrá pronto.- reclamó con el ceño fruncido y yo la miré brevemente para después agitar la cabeza.
-Las cosas salen mal cuando te confías demasiado, deberías entender y aprender un poco sobre esto.- mis manos ansiosas registraron los cajones restantes mientras Bella bufaba a mis espaldas.
-Perdón, se me olvida que tú eres la experta aquí.- dijo irónica y yo suspiré para después mover suavemente mi cabeza en su dirección.
-No quieres tener problemas conmigo, Bella, será mejor que cuides tus palabras.- dije en voz baja pero de forma firme mientras ella asentía lentamente con la cabeza.
Sentimos pasos acercándose y yo simplemente me encogí de hombros mientras volvía a mi labor, Bella continuó revisando los muebles al mismo tiempo que la puerta se abría por completo.
-¿Qué les pasa? Afuera se sienten sus voces, demasiada conversación y poca acción.- nos regañó Normani y yo asentí sin mirarla.
-En eso estamos, calma.- pedí tratando de no perder la paciencia.
La morena bufó pero no dijo nada, simplemente sentí como ayudaba a Bella a registrar los muebles, sonreí cuando encontré un fajo de billetes entre las bolsas de cocaína, así que sin perder tiempo metí todo dentro de mi mochila dejando todo completamente vacío.
-Un pequeño recordatorio de que nadie se mete con Ashley... Ni con nosotras.- susurré mientras humedecía mis labios con la punta de mi lengua.
-Y el bastardo de Josh quedará como el único culpable, ese maldito traidor caerá.- se rió Bella y yo asentí mientras colgaba mi mochila en mi hombro.
-¿Qué tienen?.- pregunté y Normani golpeó suavemente una caja que parecía contener una alta suma de dinero.
-Un poco de joyería cara... Y miles de dólares, quizás.- sonrió de lado y yo asentí mientras pasaba una mano por mi cabello.
-Entonces vamos, no podemos arriesgarnos a que nos descubran.- apunté hacia la puerta y ambas se miraron para después asentir.
Sin perder más tiempo abandonamos la habitación de Tony para después caminar hasta las escaleras, bajamos rápidamente pero sin hacer mayor ruido, al llegar a la primera planta corrimos a la puerta que daba directamente al patio trasero, salimos rápidamente para después saltar los grandes muros que nos separaban del auto.
-Arriba, vamos.- murmuré cuando las chicas metieron todo lo recaudado en el maletero.
Normani se ubicó en el lugar del copiloto y Bella se subió a la parte trasera mientras yo ponía en marcha el vehículo, arranqué a toda velocidad para después alejarme rápidamente de la casa de Tony.
Las chicas rieron y aplaudieron cuando salimos hacia la carretera, mi corazón latía con fuerza por todo lo que habíamos hecho, burlamos la alta seguridad y robamos todo lo que nos perteneció, además de sus cosas, claramente.
-¿No es genial sentir tanta adrenalina? Es una locura.- Bella inclinó su cuerpo en nuestra dirección mientras nos miraba de reojo a ambas.
-Nunca es suficiente, nací para correr riegos.- Normani rió mientras se recargaba en el asiento.
-¿Dónde están las armas?.- pregunté sin dejar de mirar la carretera.
-Están dentro de una caja debajo de los asientos traseros.- respondió Bella y yo asentí para después suspirar.
-Iremos directamente con Ashley, debemos entregarle todo.- murmuré y Normani asintió mientras amarraba su cabello en una coleta alta.
-¿Qué haremos después?.- preguntó y Bella me miró con una amplia sonrisa.
-Tengo una idea fantástica.- habló emocionada y yo reí en voz baja esperando que continuara.
-¿De qué se trata?.- preguntó Normani curiosa y yo miré brevemente a la rubia para pedirle que continuara.
-Bueno, no sé si sabes, Mani, que cerca del edificio de Ashley se realizan carreras clandestinas... Y la verdad es que son realmente emocionantes.- contó mientras yo asentía con la cabeza.
-Si, Kendall va con su motocicleta todos los fines de semana ¿Qué te parece?.- agregué y Normani se encogió de hombros.
-¿Solo son carreras de motocicletas?.- preguntó y la rubia negó con la cabeza.
-No, también de autos, hay premios muy buenos, alcohol y droga, el paraíso.- aplaudió y la morena rió.
-Suena divertido, podemos ir.- dijo finalmente y yo sonreí ampliamente mientras tomaba la calle de la derecha para llegar hasta el edificio de Ashley.
-No te arrepentirás, será grandioso.- aseguró la rubia mientras sentía como se acomodaba en el asiento.
-¿Y a quién vamos a apoyar o qué? ¿Quién además de Kendall participa?.- preguntó mientras miraba por la ventana.
-Cara, Vero y Keana siempre van.- me encogí de hombros mientras reducía la velocidad al ver el edificio desde nuestra distancia.
-Y Kristen.- agregó divertida al notar que había omitido el nombre de mi ex novia.
-No sabía que participaba en carretas clandestinas.- murmuró Normani y yo me encogí de hombros.
-Si, lo hace de vez en cuando pero... No importa.- me estacioné afuera del edificio para después apagar el motor y quitar las llaves. -¿Vamos?.- pregunté y ambas asintieron para después abrir las puertas y bajar.
"A mitad de la noche, en mis sueños, deberías ver las cosas que hacemos, cariño, a mitad de la noche, en mis sueños, sé que voy a estar contigo, así que tomaré mi tiempo, ¿Estás Preparada para Esto?"
-Bien... Hice bien en confiar en ustedes para un trabajo tan... Importante.- susurró Ashley con una sonrisa mientras examinaba todas las joyas.
-Sabes que hacemos un buen equipo, puedes confiar en nosotras más seguido.- Normani elevó ambas cejas y yo metí mis manos en los bolsillos delanteros de mis jeans negros.
-Confío en ustedes de forma individual... Quería ver que tan buenas eran trabajando en equipo.- se encogió de hombros mientras jugaba con un brillante anillo.
-Lauren es un poco mandona pero todo bien además de eso.- Bella murmuró y yo le di un codazo para después mirarla con el ceño fruncido.
Ashley soltó una carcajada para después negar con la cabeza, tomó tres bajos de billetes para después lanzarle uno a Normani, otro a Bella y el restante a mi.
-Felicitaciones... Un pequeño regalo por su implacable trabajo... Ahora solo tenemos que esperar las noticias de Josh asesinado y será definitivamente un trabajo perfecto.- sonrió de lado mientras tomaba una bolsa llena de pastillas.
-En un par de días... Ya verás.- aseguré mientras me entregaba la bolsa.
-Tienen el fin de semana libre, vayan a divertirse.- me dio un suave golpe en la mejilla y yo le sonreí para después alejarme.
Las chicas me siguieron y a los minutos ya estábamos dentro del auto guardando en un lugar seguro nuestra recompensa.
-Okay... Vamos por algo de diversión.- murmuró Bella mientras nos miraba con una sonrisa.
Reí y después de colocar en marcha el vehículo, me alejé de aquel barrio para después meterme directamente a un callejón que llegaba directamente a un enorme lugar en donde se desarrollaba la carrera.
Habían muchos autos estacionados a una distancia prudente así que nosotras hicimos lo mismo, dejamos el auto detrás de un árbol y después de tomar un poco de dinero, bajamos y aseguramos el vehículo para después caminar lentamente hasta donde se aglomeraba la gente.
Me coloqué mi chaqueta de mezclilla sobre mi camiseta sin mangas de color blanco pero sin subir el pequeño cierre, metí mis manos en los bolsillos de la prenda mientras mis labios expulsaban vapor por el clima frío de la noche.
Normani miraba atentamente todo a su alrededor y Bella reía de su actitud primeriza, me sorprendía que la morena nunca hubiera venido a una carrera, después de todo era algo completamente normal para personas como nosotras.
-Okay pero... Van dos en una motocicleta.- la morena apuntó a lo lejos y yo asentí.
-Si, hay niveles de competencia, cuando va una persona detrás es porque estás en el último nivel y al que todos quieren llegar, pero no cualquiera puede.- expliqué y ella me miró confundida.
-Tienes que ser muy buena manejando, además tu compañera o compañero tiene que tener confianza en ti, ya que prácticamente va amarrada a tu espalda.- agregó Bella y ella asintió lentamente con la cabeza.
-Debe ser una locura ver como dejas todo el camino atrás... Mientras vas amarrada a otra persona.- rió y yo sonreí de lado mientras deslizaba mis dedos por mi largo cabello negro.
-Una vez hice eso con Kristen, fue muy gratificante, pero pensé que moriría.- confesé y ambas rieron.
-Miren, allá está Kendall, vamos.- apuntó Bella y con Normani la seguimos.
La castaña estaba con Keana y Vero, Cara estaba sobre una motocicleta fumando un cigarrillo, hicimos un saludo general para después hablar en voz baja sobre nuestro trabajo en casa de Tony, hablamos un rato más mientras Vero nos entregaba cervezas.
-¿Vas a participar en el primer nivel?.- le preguntó Bella a Cara quien asintió mientras le daba una calada a su cigarrillo.
-Si, los que van a participar en el último nivel son expertos así que no pienso arriesgarme.- rió y Keana asintió mientras bebía de su cerveza.
-No me digas... ¿Está Zayn y su gente aquí?.- pregunté en voz baja y la rubia asintió mientras sonreía de lado.
-Si, y quieren ganar todo esta noche, te puedes hacer una idea.- rió mientras miraba a su alrededor.
-Llegaron hace un rato y están reunidos todos alrededor de una fogata, así que se están preparando para cuando las carreras comiencen.- contó Vero y Normani miró fijamente hacia la fogata más cercana.
-Deberías ir a saludar, son amigos.- me dijo Keana y yo reí.
-Si, después habrá tiempo para eso, además está ocupado.- suspiré para después beber un largo trago de mi cerveza.
Una voz ronca resonó por un megáfono y nosotras no tardamos en darnos la vuelta para prestar atención y ver lo que pasaría ahora.
Lentamente las motos comenzaron a acercarse a una pequeña línea de partida, Cara nos sonrió para después alejarse y colocarse en su lugar.
La brisa fría removió mi cabello y yo me removí mientras me abrazaba a mi misma, sentí como una moto se detenía a mi lado y con el ceño fruncido giré mi rostro para ver de quien se trataba.
Abrí ligeramente mi boca mientras arrugaba mis cejas, miré atentamente como la chica castaña amarraba una pañoleta con lo que parecía ser la bandera de Cuba alrededor de su muñeca, sus ojos dejaron de mirar lo que estaba haciendo y se encontraron con mi mirada confusa.
-¿Te conozco?.- pregunté impaciente ya que su intensa mirada no dejaba de recorrer mi cuerpo.
Rió en voz baja para después negar con la cabeza, sus ojos nuevamente se encontraron con los míos y un escalofrío recorrió mi cuerpo al notar lo familiar que era su mirada.
-Soy Camila, solo Camila.- me guiñó un ojo para después unirse a las demás motocicletas en la línea de partida.
Claro... Camila, estaba en el grupo de Zayn, solo que no había tenido oportunidad de hablar alguna vez con ella porque simplemente no me interesaba, pero ahora entendía por qué su mirada era familiar, nos habíamos encontrado un par de veces pero sin llegar a intercambiar alguna palabra.
No sé que pretendía ahora pero no perdía nada averiguando sus intenciones.
"Sabía que era una ladrona la primera vez que me vio, robaba corazones y salía huyendo sin decir lo siento, pero si soy una ladrona, entonces ella puede unirse al robo y nos mudaremos a una isla y ella puede ser mi carcelera "¿Por qué haces esto Lauren?" cada amante que he conocido es un fracaso, olvidé sus nombres ahora, soy tan mansa ahora, nunca volveré a ser la misma, no, veo de que manera irá esto, tocame y nunca estarás sola, brisa de isla y luces apagadas, nadie tiene que saberlo"
*Horas después*
Sentía como mi respiración volvía a ser estable lentamente, había estado corriendo y alejándome de Camila así que estaba agotada.
-Yo no soy parte de ningún premio.- repetí mientras la castaña reía y apagaba la moto.
-No, no lo eres pero creo que eres lo más cercano a uno, esta noche.- se encogió de hombros mientras se bajaba del vehículo.
Coloqué ambas manos en mi cintura y negué con la cabeza mientras ella se acercaba lentamente, no sé que pretendía a estas alturas, estábamos alejadas de la multitud y no había nadie cerca así que en parte temía por mi vida.
-Estás en el grupo de Zayn así que no tienes las manos muy limpias.- respiré profundamente y ella sonrió de lado mientras se detenía cerca de mi.
-¿Y tú si tienes las manos limpias? Estás con Ashley.- elevó una ceja y yo suspiré mientras desviaba la mirada.
-Solo estoy en los robos... Y en los temas que tengan que ver con la droga.- respondí mientras una sonrisa divertida se formaba en sus labios.
-Nada de lo que yo haga podría llegar a asustarte.- murmuró mientras sacaba un cigarrillo de su bolsillo para después encenderlo.
Me removí nerviosa y me pegué más a la pared llena de grafiti detrás de mi, sentía que cada vez estaba más cerca y no sabía hacia donde escapar en caso de que fuera necesario.
-¿Qué quieres?.- pregunté mientras ella fumaba en completo silencio.
Sus ojos marrones me miraron intensamente y yo le sostuve la mirada para no demostrar mayor debilidad, esta chica me ponía nerviosa pero no debía mostrarlo demasiado, así solo lograría que se aprovechara de la situación.
-¿Por qué tan a la defensiva?.- preguntó en voz baja sin dejar se sonreír.
-Porque no te conozco y no quiero hacerlo.- me crucé de brazos pero mi respuesta simplemente la hizo reír.
-¿Para qué tantas preguntas entonces? Algunas personas solo disfrutan del momento y evitan las palabras.- elevó ambas cejas mientras lanzaba su cigarrillo al piso.
Lo aplastó con su zapato para después buscar algo en su chaqueta de cuero, a los segundos vi como se metía a la boca un caramelo de menta, me desesperaba su sonrisa tan cínica, estaba jugando conmigo y eso me irritaba.
O quizás me gustaba un poco pero no debía mostrarme tan entregada, menos si era a una chica del grupo de Zayn, adoraba a ese hombre pero él trabajaba con los peores.
-Eres una asesina... Te pagan para matar, claro.- dije después de meditarlo por unos segundos.
Su rostro no mostró una nueva expresión así que asumí que estaba en lo correcto, ella simplemente se acercó un poco más a mi cuerpo mientras desataba la pañoleta de su muñeca.
-¿Te da miedo la sangre?.- preguntó simplemente mientras agitaba la pañoleta.
-A estas alturas... Ya no me da miedo nada.- dije segura y ella rió en voz baja mientras rodeaba mi cuello con el pedazo de tela.
Mi corazón comenzó a latir rápidamente y podía asegurar que hasta ella lo escuchaba, hizo un nudo con las puntas y sonrió para después mirarme a los ojos.
-Entonces, si no te da miedo nada, podría probar hacer algo.- susurró mientras sus manos se posaban en mi cintura.
Mis ojos se mantuvieron fijos en el recorrido de sus manos, ya que ahora estaban subiendo lentamente por mis costados hasta llegar a ambos lados de mi rostro, pero sin llegar a tocarme demasiado.
-¿Estás poniendo a prueba mi resistencia o qué?.- pregunté divertida mientras mis manos se posaban en su abdomen cubierto por una camisa a cuadros.
-No, solo estoy tocándote dulcemente.- respondió irónica y yo rodé los ojos al mismo tiempo que ella bajaba nuevamente hasta mi cintura.
Sus manos se mantuvieron firmes en esa zona mientras las mías estaban en su abdomen, su rostro estaba peligrosamente cerca pero yo no quería ser la primera en inclinarme, así que me mantuve quieta, simplemente mirándola.
-Muy cerca.- reí al ver como sus ojos miraban atentamente el movimiento de mis labios.
-Puedes hacerlo si quieres.- mordió su labio inferior para después mirarme intensamente.
-Si me tocas ya no estarás sola.- elevé ambas cejas mientras mis manos tiraban de su camisa.
Sus ojos brillaban y me transmitían mucho, no podía pensar con claridad, pero me hacía una idea de cuantas chicas estuvieron en mi lugar antes, con ella.
¿A cuántas chicas habrá embrujado para luego destrozarlas? En este mundo y en este tipo de vida, nada es serio ni nada dura para siempre.
-Bien, si tú tienes miedo de hacerlo, lo haré yo.- sonrió de lado para después humedecer sus labios.
Y justo en ese momento todo el ruido volvía, sentía las voces aunque no estuvieran cerca, sentía los motores de los vehículos y como brindaban con las botellas de alcohol, a pesar de que todo lo que pasaría se veía irreal.
Sus labios se estrellaron contra los míos de forma brusca y dominante, podía sentir las ganas y el deseo que sentía a través de sus carnosos labios y su impaciente lengua tratando de colarse directamente en mi boca.
Decidí darle el paso y cuando sus manos apretaron con más fuerza mi cintura gemí contra sus labios para después envolver su cuello con mis brazos.
Quería más, quería a su ansiosa boca recorriendo mi cuello pálido y sus manos en cada centímetro de mi espalda, mi cabeza definitivamente estaba en otra dimensión porque ya no estaba pensando con claridad.
Pero lo ansiaba, lo necesitaba, solo a Camila, solo sus besos.
"Cariño, dejemos que los juegos comiencen, dejemos que los juegos comiencen, dejemos que los juegos comiencen, cariño, dejemos que los juegos comiencen, dejemos que los juegos comiencen, dejemos que los juegos comiencen"
*Semanas después*
Desperté sobresaltada y sin tener tiempo de reaccionar me senté rápidamente en mi cama.
Mi pecho subía y bajaba rápidamente y ni respiración se sentía errática, habían pequeñas gotas de sudor instaladas en mi frente y mi cuerpo estaba en llamas.
Mi pequeño short de pijama más mi camiseta de manga corta estaban sofocando a mi cuerpo, miré a mi alrededor pero estaba todo oscuro, una pequeña luz entraba a través de las cortinas que cubrían el gran ventanal que daba directamente hacia la calle.
Quité las mantas que cubrían mi cuerpo y encendí la lámpara que estaba al lado de mi cama, removí mi cabello sintiendo como mi cuerpo quemaba así que simplemente me quedé en esa posición tratando de calmarme.
-No puede ser que un maldito sueño me deje así.- susurré para mi misma en el silencio de mi habitación mientras recargaba mi mentón en mis rodillas.
No era la primera vez que despertaba de esta forma pero de alguna manera ya me estaba cansando, me costaba volver a dormir y eso me molestaba, porque tenía responsabilidades por cumplir.
Siempre era lo mismo, la misma situación, el mismo escenario, la misma persona... Cada maldita noche.
Mi cuerpo y mis hormonas me estaban jugando una muy mala pasada, y mis necesidades salían a la luz durante la noche, claramente.
Okay, estaba teniendo muchos sueños húmedos con Camila, pero cada noche era algo que me dejaba completamente mal, hacíamos muchas cosas que lograban volar mi imaginación y sentir directamente lo que sucedía en el sueño.
Ella tocándome, ella besándome, ella usando sus manos, su lengua, sus dedos en todo mi cuerpo, ella mordiendo, marcando, arañando y acariciando cada parte de mi, cada parte de mi ser.
No podía olvidar las situaciones porque se repetían como fuego en mi cabeza, solo debía tomar una ducha fría para así bajar la temperatura de mi cuerpo.
Pero esta noche eso parecía imposible, seguía en llamas y ya era el momento para que mi cuerpo se liberara de una buena vez.
Así que tomé mi teléfono y le envié un mensaje a Camila para que viniera lo más pronto posible a mi departamento, sabía que para ella no sería problema, simplemente debía esperar.
Y así fue, porque en menos de veinte minutos la ojimarrón ya estaba en mi puerta, llevándose mi cordura, llevándose mi sentido del "Bien y el mal".
La recibí con un beso húmedo y largo, así que de inmediato y con mi lenguaje corporal le hice saber lo que necesitaba de ella esa noche.
Y efectivamente lo hizo bien, porque no hubo un centímetro de mi cuerpo sin recorrer por sus manos, sentí sus besos por toda mi piel y las marcas que me hizo durarían un par de días.
Me tocó de la forma correcta, me acarició completamente y me hizo gemir hasta perder la cabeza completamente, me llevó a la cima y no me dejó bajar.
Así que después de un par de horas, yo simplemente estaba mirándola acostada boca abajo sobre la cama mientras ella fumaba a mi lado, la sábana cubría su desnudez pero para mi eso no era problema.
-Soy un completo desastre así que no sé por qué me miras tanto.- dijo en voz baja y yo reí.
-Porque eres guapa... Y porque no puedo creer que me acosté con una asesina.- dije con falsa sorpresa y ella rodó los ojos para después dejar los restos del cigarrillo sobre el cenicero.
-Yo me acosté con una ladrona y narcotraficante ¿No estamos en las mismas condiciones?.- preguntó elevando una ceja y yo asentí.
-Si, ambas somos un asco para la sociedad y para la policía.- sonreí de lado mientras deslizaba mis dedos por mi cabello rebelde.
-Somos una pesadilla para los policías.- agregó y yo asentí mientras estiraba mis brazos.
Gemí en voz baja al sentir el dolor que acompañaba a mi cuerpo, la mano de la castaña se posó en mi espalda y yo la miré rápidamente.
-¿Qué me hiciste?.- pregunté mientras hundía mi rostro en la almohada.
-Perdón, me gustan las cosas rudas ¿Te hice mucho daño?.- preguntó y sentí sus labios sobre mi oreja.
-No, solo que... Hace meses que no tengo sexo así que mi cuerpo está agotado.- confesé y sentí su sonrisa contra mi piel.
-Que mal por tus ex's entonces.- se burló y yo salí de mi escondite para mirarla.
-¿Cuántos años tienes?.- pregunté admirando cada rasgo de su atractivo rostro.
-21 ¿Por qué la pregunta?.- elevó ambas cejas y yo sonreí.
-Eres más joven que mis ex's... Por eso.- respondí mientras sus ojos me miraban atentamente.
-¿Y eso no es bueno para ti? ¿No sueles salir con gente de mi edad?.- interrogó y yo rodé los ojos para después negar con la cabeza.
-No es eso, eres más joven que mis ex's pero eres toda una mujer.- agregué y eso pareció calmarla.
Sus ojos marrones me miraron de forma suave y todo mi cuerpo se estremeció, nadie tiene que saber lo que hacemos pero ella definitivamente no está lista para lo que se viene.
Mi querida Camila, que los juegos comiencen.
-¿Qué?.- preguntó al notar que no dejaba se mirarla.
-Nada... Todos mis amantes fueron un fracaso y ya olvidé sus nombres, así que supongo que a ti te puedo conservar.- mordí mi labio inferior y ella sonrió. -¿Estás preparada para esto?.- agregué y ella me guiñó un ojo.
Me gustaba el peligro, me gustaba la adrenalina, me gustaba sentirme libre y poderosa, pero también me gustaban sus besos, sus manos sobre mi y su mirada ansiosa recorriendo cada centímetro de mi cuerpo.
Voy a tomarme mi tiempo, porque a pesar se todo sé que estaré con ella, ambas estábamos jodidas, pero así nos gustaba, así vivíamos nuestro mundo.
Definitivamente ambas estábamos preparadas para esto y muchas cosas más.
"(...) ¿Estás preparada para esto?"