Diez Maneras De Odiarte.

By ImDramedy

86.4K 5.7K 1.4K

Los recuerdos son el mejor refugio, incluso de ti mismo. Algunas personas se pasan la vida queriendo ser dife... More

Sinopsis
I
II
III
IV
v
VI
VII
VIII
IX
X
XI
XII
XIII
XIV
XV
XVI
XVII
XVIII
XIX
XX
XXI
XXII
Nota
XXIII
XXV
XXVI
XXVII
Gracias
1.-
2.-
3.-
4.-
5.-
6.-
7.-
"El lugar Equivocado"
¡ANUNCIO!
Querido nadie

XXIV

1.8K 128 46
By ImDramedy

           

XXIV

La costumbre de vivir sin vivir

Puedo ver en los ojos de Peter el miedo, también puedo sentirlo. Algo que me ha dejado mi condición es poder leer a los demás como si de una revista se tratase el problema siempre es que no me gusta la mayoría de lo que mi intuición me dice, por un lado, en su mirada y en su forma detenida de respirar puedo sentir que no sabe de qué le estoy hablando y por el otro, está ese recuerdo torturándome cada vez que intento superarlo.

-          ¿Qué dices? –Pregunta haciendo pausas entre palabras.

Ahora a la que le está costando respirar es a mí.

-          Peter, ya estamos grandes, no necesito que sigas tratándome como si fuese una estúpida porque nunca lo fui, siempre te analice, te observe, sabía que había algo mal contigo desde que tu mamá murió y que quisiste pagar tu dolor conmigo culpándome de cosas de las que yo no tenía que ver.

-          De eso soy culpable. –Admite rápidamente mirándome fijamente.

-          ¿Y no eres culpable de la muerte de mi mamá?

-          Soy culpable de no dejarte ir con ella, soy culpable de haberte maltratado psicológicamente y eso es algo que me recrimino todos los días de mi vida, Alaska, a veces las situaciones no llevan a realizar acciones de las que nos arrepentimos toda la vida.

-          No quiero moralismos en este momento, Peter. –Replico sintiendo como mi sangre hierve del cinismo que sale de cada uno de sus poros.

-          Alaska, yo no maté a tu mamá. –Dice con suma calma- Sí, confieso que te odiaba, aunque no sé si era contigo o conmigo, tanto dolor que llevaba dentro... mi mundo se derrumbó y yo no sabía cómo construirlo.

-          No puedes construir nada a base del dolor de los demás, ¿Qué no lo entiendes? Ahora te veo aquí, casándote como si nada paso.

-          ¿Qué paso? Puedes explicarme, no te estoy entendiendo.

-          Por Dios. –Tomo un poco de aire y resisto aquellas lagrimas que amenazan con recorrer rápidamente mis mejillas.

Peter intenta acercarse a mí, pero yo retrocedo. – Peter, solo quiero escuchar de ti esas palabras, quiero que me digas la verdad para yo poder seguir, mi papá no se enterará jamás y no tendrás que verme nunca básicamente porque eso es lo que yo deseo, pero por el amor a lo que más quieras, dímelo.

-          Yo no mate a tu mamá. –Dice- No puedo creer que pienses eso de mí.

-          ¿Me culpas? ¿Necesito recordarte que fue lo que me dijiste antes de mi primer ataque de pánico severo? –él se encoje de hombros y agacha su mirada con vergüenza-dijiste: -cito- "¿Quieres que llame a los mismos tipos que le hicieron "eso" a tu mamá para que lo hagan contigo?"

-          Yo también estaba dolido. –Suspira- Y no sabía cómo sentirme al respecto porque entendía tu dolor.

-          No entendías nada, a tu mamá no la mataron, Peter. –Refuto alzando mi voz.

-          Alaska, estaba enojado con la vida, conmigo, pensaba una y mil veces ¿Por qué no deje el odio a un lado y te dejaba ir con ella? Ese día entendí que yo no quería hacerte daño a ti, me quería hacer daño a mí y no sabía cómo, entonces la pagaba contigo. Si yo te hubiese dejado en paz, quizás nunca me perdonaría que le hubiesen hecho algo a las dos o posiblemente la hubiese salvado, no lo sé, solo sé que después de eso me golpeo aún más duro y yo no sabía cómo controlar las situaciones.

-          Entonces decidiste que la manera de sentirte mejor era torturándome, incluso después de que mi mamá murió, muy lógico. –Comento.

-          No me va alcanzar la vida para pedirte perdón.

-          ¿Te acuerdas cuando convenciste a mi mamá de que me regalará una cámara? –Asiente- No necesito que me pidas perdón, no puedes devolver el tiempo. Es cierto, me hiciste una persona más fuerte y por eso hoy estoy aquí.

Peter vuelve a soltar un suspiro y niega con la cabeza.

-          Sé que no es suficiente. –Admite.

-          Yo sé lo que escuche ese día, sé lo convencido que estabas y luego Stephen me conto como hablabas con odio acerca de mí y de mi mamá.

-          ¿Qué?

Reconozco su rostro cuando está enojado así que retrocedo un paso porque no necesito uno de sus ataques.

-          Yo no hable con Stephen jamás, ni de ti, ni de tu mamá, Alaska. Para una persona tan inteligente como tú, me sorprende que hayas creído en su palabra sabiendo que desde que sabía de su relación lo único que hacíamos era pelear.

Algo de razón tiene. –No me des más vueltas, Peter, acabemos con esto yo necesito saber si fuiste tú o no quien mato a mi mamá.

-          No. –Responde con firmeza. –Si en algún momento dije algo que te diera a entender eso lo hice solo para lastimarte, no tengo perdón por todo lo que te hice y siento mucho todo, aunque eso no sea suficiente, el ejército y ahora mi esposa me han hecho entender lo injusto que fui contigo, no había un día en el que no me sintiera mal por todo.

-          Eso no cambian las cosas. –Le digo.

La puerta se abre bruscamente alarmándonos a los dos, Tyler se queda mirándonos fijamente primero a Peter y después a mí. - ¿Tu quieren eres?

-          Mi novio. –Respondo yo.

-          Lo siento. –Tyler se encoje de hombros, pero no deja de mirarme. - ¿Estás bien?

-          Lo está. –Peter responde por mí.

-          ¿Nos vamos? –Tomo la mano de Tyler y camino hacia él.

-          ¿Ya? –Pregunta Peter.

-          No hay más nada que decir. –digo- Mi posición no cambia, sé lo que escuche y digas lo que digas, eso no va a cambiar. –Apenas unas lágrimas se escapan de mis ojos, pero los limpio rápidamente con la mano. –Espero seas feliz con ese cargo de consciencia. Vamos, Ty.

Desde el momento que doy unos pasos fuera de aquel apartado las piernas comienzan a temblarme de una manera que no puedo describir, tengo que acelerar mi paso para no sentir que me caigo o que me desvanezco. En cada paso dejo un poco de lo que queda de mi energía, arrastro a Tyler sin decir absolutamente nada solo quiero salir de ahí. Siento como mis manos tiemblan y necesito ordenar de nuevo las cosas en mi cabeza.

Siento que la brújula que llevo ahí arriba se descompuso. Sé lo que escuche, sé lo que me dijo Stephen y sé que sería capaz. El nudo de mi garganta disminuye a medida que me alejo de todos y ni siquiera sé hacía donde me dirijo, solo quiero salir de ahí.

-          ¡Espera! –Tyler se detiene de un tirón haciendo que me detenga yo también. - ¿A dónde vamos?

-          Sácame de aquí. –Pido con un hilo de voz débil y resquebrajado.

Tyler prensa su mandíbula y voltea hacia donde están los demás. Sé que por su cabeza hay miles de ideas y cosas que no pasaron y también sé que está angustiado, quizás tanto como yo en este momento. Lo único que sé y que necesito ahora mismo es salir de aquí.

-          Llamaré al chofer a ver si se fue o está cerca.

-          ¿Con todo el tiempo que tenemos aquí crees que sigue cerca?

-          Le pedí que se quedará a mi disposición si lo necesitaba. –Su mirada se suaviza rápidamente y yo siento está paz que solo él me da.

-          ¿Sabías que lo necesitaría?

Ladea la cabeza y asiente. –Supongo que no es una situación fácil, no esperaba que después de hablar con él, nos sentaríamos todos en la misma mesa y comiéramos como una familia.

-          Las ironías no son mi fuerte, pero esa es muy obvia. ¿Puedes llamar?

-          Sí. –Sonríe y besa mi frente apartándose un poco de mí.

Tengo una terrible confusión en mi cabeza. Necesito pensar, necesito replantear las ideas a las que estaba aferrada porque, ¡Demonios! Tengo esta sensación de que sí le creo a Peter. Tyler regresa y toma mi mano con la suya apartando mis pensamientos rápidamente.

-          ¿Me vas a contar que paso con tu hermano?

-          No es más mi hermano. –respondo tajante- ¿Qué te dijo?

-          Está dando la vuelta, llegará pronto.

Tyler me abraza y yo hundo mi cabeza en su cuello, amo su olor y amo la paz que me proporciona, sobre todo en estos momentos.

La noche es densa. No puedo parar de pensar, ni siquiera puedo hablar y eso es bastante preocupante para una persona como yo. Peter no deja de torturarme, aunque lo he visto llorar un par de veces, no sé qué tanto le duela lo que le paso a mi mamá, pero no puedo creerle nada después de que me dio a entender que ese robo fue planeado por él, ¿realmente sería capaz de hacer algo así? La cabeza esta por estallarme, se supone que mañana tengo que despertarme temprano porque tengo mi primera sesión con un psicólogo; papá cree que será lo mejor para mí y para él, que también irá en sesiones separadas.

No quiero dormir, más allá de no poder, lo único que veo cuando cierro los ojos es a mi mamá y me la imagino pidiéndome que vaya ayudarla y que yo por malcriadez no fui y ahora solo ya no está. Que rápido que cambia la vida ¿no? Es tan incierta la existencia, tanto que solo nos damos cuenta cuando ya no está, desde siempre damos por sentado que las personas que quieres van a estar siempre en tu vida, pero entonces como un balde de agua fría en medio del caos despiertas y te das cuenta lo equivocada y egoísta que eres al pensar así.

Yo solo quiero un último abrazo.

Las lágrimas corren por mis mejillas sin yo poder hacer mucho, Peter salió con mi papá hace un rato ya y admito que tengo los nervios de punta, no quiero perderlo a él también y no confió en Peter, no veo la hora de que se termine de ir. El único sentimiento que habita en mí en este momento es miedo, de resto, no puedo identificar ningún otro.

Escucho el timbre un par de veces, sé que no es ni Peter, ni papá porque ellos tienen llave, pero tampoco tengo demasiadas ganas de ver a todos esos hipócritas deseando un pésame que no sienten, así que decido no levantarme de la cama. Mi habitación queda del lado de la de mis papás, aun aquí puedo oler el embriagante perfume que utilizaba mi mamá.

La extraño. No sé cómo se hace para vivir sin ella, ¿Cómo se hace para vivir sin esa persona que te quitaron? No me parece un acto justo de Dios o quién sea que mueva el universo y los cielos, la gente suene decir cosas como: Quizás los necesitaban más allá arriba. Pero ¿Qué acaso no cuenta cuanto los necesitamos nosotros? El timbre vuelve a sonar y tengo que limpiar una lagrima de mi mejilla para bajar a ver quién es porque al parecer no se va a ir. Cada rincón de esta casa me hace sentir como que me están aplastando sin yo poder hacer nada al respecto, por eso prefiero quedarme en mi habitación. Bajo las escaleras y miro por el ojo mágico de la puerta, ahí está Stephen con un ojo morado y esperando a que alguien le abra.

-          ¿Qué haces aquí?

Al él tampoco lo quiero ver.

-          Quería saber cómo estabas. –Dice- ¿Me abres?

-          No. –Respondo con sequedad- Vete.

-          Alaska, quiero que charlemos, ahora que tu mamá murió...

-          ¿Ahora qué? No quiero saber nada, solo vete.

-          Mi amor, tú mamá nos arruino la vida, el matrimonio y hasta hizo que me mandaran a la academia militar, por favor, ahora que no está podemos fugarnos.

-          ¿De qué demonios estás hablando, Stephen?

-          Con ella muerta, somos libres.

¿Está de broma?

-          Alaska, tu y yo tenemos que estar juntos, por favor.

-          ¡Vete, Stephen!

Despierto sudada y confundida en la habitación de Tyler, él no está a mi lado y la verdad no puedo recordar mucho del camino a casa, en mi cabeza solo había recuerdos que me invadían y hacían que me replanteara los aspectos en los que he estado dudando desde que hable con Peter.

Miro la mesita de noche y observo mi celular, hay demasiada paz, ni siquiera sé sí Tyler está en casa, solo sé que ahora mismo necesito un baño y que tengo hambre. Antes de salir de la cama, tomo el celular con mis manos y leo los dos mensajes que llegaron, uno de un número que no tengo registrado y otro de mi papá algo asustado por la forma repentina en la que desaparecí; primero respondo el de mi papá y luego abro el otro, en cuanto leo la primera palabra sé que es de Peter.

Puede que te haya lastimado, pero no soy un asesino, no te pido que confíes en mí, te pido que busques a Stephen y le preguntes porqué te mintió.

                                                                       Peter.

Como si mi cabeza ya no fuese un caos. Me levanto y busco en mis correos la dirección de mail del Doctor Johnson, quizás sea bueno que vaya a verlo, después de todo mis problemas no solo eran Tyler.

Cuando salgo de la habitación escucho un poco de música proveniente del estudio improvisado que tiene Ty en la parte de abajo de la casa, no puedo evitar sonreír, es un leve sonido, pero enseguida identifico "every breath you take" de The Police, me gusta, así que antes de entrar al baño decido ir a ver que está haciendo. Bajo las escaleras de puntitas y tengo este deja vu de cuando era una niña, me gustaba ver como mis padres bailaban o cantaban, me escondía detrás de la puerta y los escuchaba con atención, era mi pequeño momento de felicidad, un refugio para mí, siempre los observaba.

Tyler dejo la puerta de arriba abierta así que bajo con sumo cuidado y lo veo de espaldas, está pintando con los dedos, exactamente como en el prescolar cuando te enseñaban lo divertido que era pintar con ellos, está utilizando algo de azul y algo de blanco; concentrado, cantando la canción o más bien tarareándola a su ritmo. Se detiene a mirarla, pero no puedo ver que dibujó, su cuerpo cubre el lienzo, inclina un poco la cabeza hacia la derecha y me siento tentada a darle una pequeña sorpresa, pero no quiero arruinar su inspiración. Tomo asiento en el escalón con sumo silencio y me quedo observándole un rato más.

Cada movimiento, cada parte de él, su esencia, estoy muy enamorada. Se supone que debería de sentirse así, sentir que lo quieres con toda tu alma y que quieres pasar quizás el resto de tu vida con esa persona, que aceptas su pasado y que quieres lo mejor para su presente para así construir un mejor futuro, juntos.

No me parece justo que no sepa lo que paso con mi mamá, no más de las migajas que le he dado. Lo veo dar apenas unos retoques a los bordes de su pintura así que seguro está por terminar, decido levantarme para retirarme con la misma cautela con la que llegue, pero cuando me doy vuelta escucho su voz sorprendido un poco más fuerte de lo que suele hablar haciendo que me vuelva hacía él y sonría apenas un poco.

-          ¡Oh Dios! –Suelta el tablero donde tiene la pintura haciendo contacto con el suelo y mirándome sorprendido. - ¿Hace cuánto estás ahí?

-          Llegue hace poco. –Digo- No quise molestarte, se te ve con tanta paz cuando estás pintando. ¿Estás seguro que querías una galería fotográfica? –Lo veo sonreír, cierra los ojos y asiente lentamente.

-          Son dos pasiones distintas. –comenta despacio. - ¿Dormiste bien? –Asiento. Ty se acerca a mí, está lleno de pintura y la verdad, se ve sensacional.

A pesar del tiempo, debo admitir que aún me pone nerviosa su proximidad. - ¿Qué pintabas?

-          Es una rara combinación. –Admite tomando mi mano para que termine de bajar los escalones que faltan. – Es Sky, mamá y tú. –dice con orgullo mirando los colores que sinceramente no se identifican del todo.

-          ¿Por qué nos pintaste? –Intento disimular mi fascinación.

-          Básicamente porque ustedes son lo que yo más amo. –Besa mi frente apenas.

El problema cuando no has sido querida bien es que cuando te quieren de esta manera, quieres huir y abandonar todo, pero por otro lado sabes que es lo más hermoso que te puede pasar.

-          Tenemos que hablar.

-          Oh, no. –Tyler se separa un poco de mí para mirarme- ¿Vas a terminar conmigo?

-          ¿Qué? ¡No! –Sonrío- No todo lo que sigue después de un "tenemos que hablar" significa ruptura, Ty.

-          ¡Uff! –sonríe de costado- Pedí algo de comida china, debe de estar por llegar. –Comenta- Me voy a duchar así que tendremos una cita en casa, podremos hablar de lo que quieras. –Sus manos suben y bajan por mis brazos haciendo que mi piel se erice con rapidez y provocando una sonrisa en mí. –Solo no quiero verte mal.

-          Estoy más tranquila de lo que debería. –Comento- Yo también voy a ducharme.

Su sonrisa se ensancha en su rostro, besa mis labios que firmeza y toma mi mano sacándome de ahí.

                Estaba acostada en el sofá mientras esperaba que Tyler saliera del baño, asumió que el "yo también me voy a bañar" era que lo haría con él, la decepción en su rostro cuando le dije que esperaría a que el saliera, fue divertida. Miraba el techo, las paredes, quizás nunca me había percatado de los cuadros colgados en estas, todos o su mayoría pintados por él. Le tiene mucha pasión a la pintura, más de la que admiten ese es escape.

Me detengo a ver una de sus fotos, está en las piernas de su papá, su hermano Luke está al lado de él y los tres sonríen felizmente, Tyler sostiene una pequeña cámara en sus manos; sonrió y recuerdo ese momento donde yo obtuve la mía, fue el momento más mágico de mi vida, y por lo que veo en esa foto también lo es para Ty, lo que hace que sea confuso para mí todo lo de la pintura. Sé que me lo explico, pero eso no implica que no sea raro para mí.

Siento que está bajando las escaleras así que volteo para conseguirme con su mirada, está sonriente, tranquilo, muy relajado y huele a limpio, es mi turno de entrar en la ducha. Aunque debería de poder hablar con el primero, así lograre que digiera mis palabras y a mí me dé un poco de tiempo para estar sola. Nunca he hablado con alguien que no sea mi terapeuta acerca de lo que pasó, pero tampoco lo he hablado abiertamente como quiero hacerlo en este preciso momento. Ty sacude su cabello aún mojado y me sonríe tomando mi cintura con sus manos.

-          ¿Un buen baño? –Preguntó

Tyler ladea la cabeza haciendo de sus labios una fina línea. –Quizás fuese mejor hubieses aceptado que me bañe contigo.

-          Llegó la comida. -digo sonriendo- parece que el baño no saco la calentara del cuerpo.

-          Te culpo a ti. –Sus manos suben por mis brazos y vuelven a bajar sin dejar de mirarme a los ojos, ¿Cómo fue que caí en este hechizo? –¿Comemos o te vas a duchar?

-          Quiero que hablemos antes.

Odio tener que cortar los momentos en los que estamos más que bien, donde por minutos olvidamos el drama de nuestras vidas, pero realmente necesito su opinión acerca de todo esto y sacarme esta espina de mí que, al parecer, está clavándose más y más en mi consciente.

                Su rostro cambia considerablemente y veo cómo se tensa su mandíbula. — Soy todo oídos. –dice con sequedad.

Tomo su mano y lo llevo conmigo hasta el mueble, me siento a su lado y discuto las palabras en mi cabeza, no sé cómo empezar esto. – Quiero decirte que fue lo que pasó con Peter.

-          Estabas tan mal cuando nos fuimos que no quise preguntar y te miento si te digo que no quiero saber, pero si te va hacer mal, prefiero simplemente que no hablemos hoy.

-          Si no lo hago ahora, dudo que pueda hacerlo después. –confieso.

Tyler se remueve en el asiento y suelta un poco de aire por la boca. Sé que está escuchándome con atención, así que mi deber es contarle cómo sucedieron las cosas desde que mamá murió.

-          Cuando mamá murió yo estaba peleada con ella, no entendía como había arruinado el momento que yo había decidido para casarme con el hombre que amaba. –comentó y siento un poco de dolor en su mirada– Yo tenía miedo, pero después de hablar con Stephen él me convenció de que nos habían arruinado la vida, a ambos. Así que esa mañana amanecí de mal humor y mi mamá decidió solo alejarse porque la verdad, siempre ha sido imposible hablar conmigo cuando estoy aferrada a mi terquedad.

Tyler sonríe y asiente sin decir ni una palabra.

-          Papá no estaba así que me quede con Peter que ya sabes que me hacía la vida imposible. –revoleo mis manos y las cierro en un puño sintiendo lo frías que están– se hizo tarde y mamá llamo para que la fuera ayudar a unas cuadras de casa con algo que había comprado, pero yo la verdad no quise ir porque estaba enojada, porque estaba dolida y tenía las palabras de Stephen diciendo que ella nos arruino la vida.

Tyler hace ese gesto doloroso otra vez y esta vez lo acompaña un suspiro muy marcado. –No pasó mucho tiempo de que colgó cuando yo sentí una necesidad tremenda, Tyler, un vacío en el corazón, una desesperación que no se puede explicar con palabras; nunca me sentí así, era un vacío que jamás sentí. Entonces, me cambie y decidí ir a donde mamá dijo que estaría, yo baje las escaleras y Peter estaba hablando con su novia por teléfono, le dije que iría a donde mamá y él se enojó, me gritó, discutimos y me encerró en la habitación.

-          ¿Por qué lo hacía? –Replica entre dientes.

-          Porque él también tenía que acompañarme, así que supongo que era más fácil para él encerrarme a que lo castigaran por no acatar una orden, si iba yo, iba él, así de fácil. –digo. – El punto es que salte por la ventana que no era tan alto y corrí por el jardín hasta salir, la verdad Peter se dio cuenta cuando ya estaba a unas dos cuadras de casa, era de noche, hacía frío. Él me alcanzó en su bici y de nuevo, me maltrato. Palabras van, palabras vienen... Peter se pelea con Stephen y lo próximo que escuchamos es una explosión. –susurró la palabra con cierto dolor. – En ese momento lo único que pasó por mi cabeza fue mi mama, así que corrimos los tres detrás de la ambulancia y los bomberos que pasaban rápidamente y ahí estaba su auto. Peter fue a ver lo que pasaba y ahí supimos que mi mamá había tenido un accidente y que el auto exploto; eso fue lo primero que nos dijeron. El mundo a mi alrededor se puso en mute, automáticamente deje de sentir, de tener empatía, de todo.

Había bomberos, paramédicos, uno que otro reportero y la policía. Ninguno decía nada, se movían de un lado para el otro, Stephen hablaba con unos hombres de un lado y Peter por el otro, hablaba con los médicos. Las llamas cesaron, solo había ruido y este frío glacial que se enterraba en los huesos, pero aun así era incapaz de sentir algo, no sentía nada.

                Cerré los ojos y vi su rostro, su frescura, su manera de sonreírme, incluso entre el olor a gasolina podía reconocer su perfume. ¿Esto realmente estaba pasando? Abro los ojos buscando un poco de esperanza, algo que dijeran o escuchar su voz, que me digan que esto no está pasando, que no es real. Entonces, sacan su cuerpo medio calcinado por las llamas del auto, apenas veo su brazo, no puedo distinguir más entre la gente que la rodea. Vuelvo a cerrar los ojos y presionó con todas mis fuerzas los puños, «esto no puede ser real».

Si es un sueño es hora de despertar.

De nuevo, hago el intento de abrir los ojos y la camilla pasa enfrente de mí, alcanzó a escuchar que tienen que hacer una especie de autopsia al auto, pero cuando intento oír algo más las voces se desvanecen, veo todo nublado y las luces apagarse.

-          ¿Te desmayaste? –niego con la cabeza.

-          Dijeron que había entrado en una especie de transe, no sé que fue lo que me pasó con exactitud.

-          ¿Y después?

-          Después, recuerdo a Stephen y a Peter hablarme porque teníamos que ir a la comisaría. El accidente había sido provocado y, además las cámaras de seguridad grabaron como la tenían amenazada con un revolver antes de dispararle al tanque de gasolina.

Tyler se acerca a mí y me da un beso en la frente. Admito que me hace sentir un poco más reconfortada, nunca hable de ese día con tanto detalle.

-          Papá llegaba está misma noche, yo no podía dormir y la música que tenía Peter tampoco me dejaba intentar hacerlo, así que me quede en cama. Solo salía de mi habitación para ir al baño, ni siquiera podía acercarme a la habitación de mamá y papá. Nunca me había sentido tan sola, ni tan enojada, ni tan llena de dolor.

-          Te entiendo. -murmura.

-          Al día siguiente cuando llegó papá lo único que hizo fue abrazarnos, hacia un esfuerzo sobre humano por no llorar al menos no delante de mí. Él tenía que resolver algunas cosas así que tenía que dejarme con Peter quien se encargaba de que comiera y esas cosas.

-          ¿Lo hizo? –asiento.

-          De igual forma yo no quise comer mucho así que si perdía la paciencia, me maltrataba a su manera. Siempre me decía cosas como: «Quisiera que sufras lo mucho que sufrí yo cuando perdí a mi mama»

-          Es una basura. –El odio incrementa en las pupilas de Tyler. Me hace sentir mal pero no es un cuento que pueda dejar por la mitad.

-          Después de unos días, sus ataques eran más fuertes, no me dolían en absoluto, pero entonces dijo algo que despertó los ataques de ansiedad y pánico en mí.

Alaska esto

Alaska lo otro.

Me tiene harta. Aunque descubrí que si lo ignoro o muestro que no me duele, deja de querer lastimarme constantemente. No entiendo por qué lo hace, no comprendo por qué hacerme más daño, ¿No le parece que sufro suficiente?

Salgo de la habitación y me dirijo a la cocina, la casa se siente vacía, fría. No sé cómo se continúa después de esto, pero al menos algo de hambre tengo y sé que quiera o no tengo que comer, no hay rastro de Peter así que puedo entrar libremente en la cocina sin tener un momento desagradable.

-          Sí, al menos hasta ahora no hay sospechosos. –el silencio es interrumpido por la voz de Peter en la sala que parece hablar por teléfono. – Joe se está encargando, pero no creo que consigan nada, lo hicieron muy bien...

La voz deja de escucharse cerca, a penas me asomo intentando escuchar algo más, pero salió al jardín así que no hay manera de que escuche lo que está diciendo sin que me vea. Tomo un poco de cereal y cuando se da vuelta corro por el pasillo hasta las escaleras encerrándome de nuevo en la habitación. Puedo verlo desde la ventana, se ríe y camina de un lado para el otro, con una tranquilidad que no le veía hace bastante.

-          ¿Estás diciéndome que...?

-          Hasta ahora es lo que pensaba. -Interrumpo- Pero, déjame llegar ahí.

Es el tercer día que escucho a Peter hablando con esa calma sobre el accidente, información que papá traía, información que él llevaba a quien sea que lo escuche del otro lado. Increíblemente yo no tengo miedo, hay algo más fuerte en mi ser, algo oscuro. Si llego a confirmar que es él, el responsable, la historia se repetiría, solo que está vez, el asesino cambiaría.

Papá salió de nuevo. En la mañana enterramos a mamá y él tuvo que hacer unas diligencias más, antes de continuar con nuestra vida como dijo ayer. Yo la verdad ahora mismo, no sé cómo se continua.

Vacío, solo eso hay. "Alaska baja a comer" Ese es Peter que lo perdí entre mis pensamientos mientras lo vigilaba por la ventana. No tengo hambre y la verdad es que solo verlo me quita el apetito. Me recuesto en posición fetal sobre mi cama, pero Peter no tarda demasiado en venir a molestarme. Siempre hacía lo mismo, tocaba la puerta, gritaba un par de veces, luego se reía y solo se iba.

Una rutina a la que estaba acostumbrada de cierta forma. Intento dormir un poco, intento no enloquecer, intento olvidar, pero siempre fue en vano. No podía dormir, no tenía hambre y no quería hablar con nadie.

-          Esa noche me desperté con sus gritos de nuevo, me decía que al menos si iba a morir de algo que no fuese de hambre y esas cosas. -Tyler me mira con suma atención- Recuerdo salir de la habitación y enfrentarlo por segunda vez en lo que llevaba de mes. Entonces, él pierde la paciencia y textualmente me dice: "¿Quieres que llame a los que le hicieron eso a tu mamá? Contigo seguro se divierten más"

Tyler se levanta del sofá rápidamente y pasa sus largos dedos por su cabello, camina de un lado para el otro desesperado y jadeando.

-          ¿Qué paso después? -Pregunta con dificultad.

-          Calma. -Tomo su mano y lo obligo a sentarse a mi lado nuevamente.

El aire abandona mi cuerpo de apoco, dolorosamente; cada parte de mi cuerpo tiembla y en mi cabeza, quiero llorar y gritar, pero ninguna me sale, puedo ver a Peter enfrente de mí borroso, no puedo escucharlo pese a que está gritando por su forma de mover la boca. Mis dedos presionan mis palmas con tanta fuerza que siento como se rompen, pero a su vez no siento dolor. Siento que muero. Entro en desesperación, las lágrimas corren por mis mejillas y de apoco siento que el poco aire que me queda se desvanece hasta que todo se vuelve negro en una neblina espesa.

-          Un ataque de ansiedad. -Dice Tyler.

-          Él más horrible que he sentido hasta ahora y el primero. -Confieso- No es algo que pueda desearle a alguien. Es una sensación horrible, sientes que la vida se te va, pero todo está en tu cabeza, como si tratases de boicotearte. Y cada segundo que pasa es más intenso, no sabes cómo frenarlo, sientes que solo te mueres, que tus miedos se apoderan de ti y que no eres lo suficientemente fuerte para soportarlo.

Tyler toma mi mano con la suya y me mira fijamente, nunca sentí tanta confianza, tanta paz. Solo él. – No sé que puedo decir para que se vaya esa tristeza de tus ojos. -Murmura besando mis nudillos uno por uno.

-          Nada, Ty. -Comento- Te lo dije, Peter fue la persona que más daño me hizo, pero también la persona que me convirtió en lo que soy ahora.

-          Como dicen por ahí. Después de algunos infiernos, no cualquier demonio te quema. -Sonrío asintiendo. - ¿Cómo siguió?

-          No sé bien que paso después, recuerdo haber despertado días después en una habitación de hospital. Los doctores dijeron que estaba en una especie de transe abducida en la que decidí quedarme para evitar la realidad que vivía.

-          ¿Joe que dijo?

-          Nunca se enteró. -Confieso- Siempre pensó que fue por lo de mamá y Peter es demasiado cobarde para hablar al respecto. Cuando desperté, entendí ciertas cosas que no había comprendido antes. La primera es que estamos tan acostumbrados a la monotonía de la vida, un día estás y al otro, solo eres un recuerdo y te hace odiar con todas tus fuerzas lo que sea que paso, te hace odiar cada segundo que no pasaste cerca de esa persona, te hace odiar con todo tu ser cada palabra que se quedó atorada entre la garganta y tu orgullo. La cobardía de la vida, cada segundo que no arriesgaste y cada paso que no diste. Es como si te abofetearan una y mil veces; y se añadiera una bofetada más por cada día que abres los ojos y no te das cuenta de lo mucho que estás perdiendo con solo no decir lo que sientes.

-          ¿Y la segunda?

-          Mi miedo más grande nunca fue morir, ese día lo entendí. Los miedos que me atacaban me decían que yo no podía con ellos y que la opción más fácil era rendirme, pero entonces, comprendí que no, no le tengo miedo a la muerte, le tengo miedo a la vida, le tengo miedo a despertarme mañana y ser solo un recuerdo, le tengo miedo a lo que no me atrevo a decir, le tengo miedo a no vivir, Tyler.

Lo veo tragar con dificultad mientras sus ojos se cristalizan rápidamente. Sus brazos me arropan y yo me siento liberada, aunque, aún falta algo que no había comprendido hasta después de platicar con Peter esta tarde.

-          Peter tiene que pagar por lo que hizo. -Comenta con resentimiento.

-          No es algo que sienta que valga la pena. -Admito- Pero ahora siento que hay algo más, Ty.

-          ¿Algo más? -Tyler frunce el ceño y yo asiento lentamente.

-          Alaska, ella nos estorbaba, por favor mi amor, ahora tenemos que estar juntos.

-          ¿De que hablas, Stephen? Era mi mamá, solo vete, no quiero más problemas.

-          Mi amor, ella era nuestro único inconveniente y ya no está, podemos tener nuestro final feliz. Vámonos juntos. La vida es justa y quien se interponga en nuestro destino la quitará, piénsalo hermosa.

¡Hola!

I'm back. 💅🏻👀👸 ¿como están? Aja, dicen que cuando la noche está más oscura, es porque está por amanecer así que a este misterio le queda un amanecer.

Gracias por cada palabra, gracias por cada comentario, por cada voto, por su tiempo. Gracias infinitas por leer y por llenar mi vida con cada uno de lo anterior nombrado.

L@s quiero 💘

Feliz noche, AM.

Continue Reading

You'll Also Like

76.5K 18.7K 37
Se paró frente a una máscara blanca sólo con el orificio de los ojos, llamó su atención bastante, la levantó con curiosidad pensando, no tenía un ori...
32.3K 2.1K 65
En esta historia, se mostrará el inicio de un amor muy lindo entre tn y Xavi, donde muchas personas los intentan separar, ellos se conocen por sus...
579K 25.1K 46
¿Como algo que era incorrecto, algo que estaba mal podía sentirse tan bien? sabíamos que era un error, pero no podíamos estar sin el otro, no podíamo...
450K 34.8K 54
El mundo da un vuelco cuando la primer mujer en la Fórmula 1 se hace presente en el Paddock. Camille Watson, hija del gran piloto de la F1 tendrá que...