Me atrevo a tomarla de la mano y la sostengo muy fuerte como solía hacerlo antes. Ella me mira con extrañeza, yo le respondo con una sonrisa. Solo me dio una noche y debo aprovecharla, tal vez solo por eso me permitió aquel gesto cariñoso. Nos adentramos en la espesa vegetación. Conozco el camino que antes ella conocía.
Siento que peso mas de lo normal; hay un ruido pequeño y constante a mi derecha, ese pitido esta comenzando a fastidiarme. Me cuesta abrir los ojos y siento las fuerzas necesarias para poder mover mis extremidades. Gimo.
-¿Liam? -una voz femenina llega a mis odios. Al parecer no estoy solo en donde quiera que este.
Tardo un poco en reconocer aquella voz. Es mi mama.
De manera pesada y lenta abro mis ojos. Miro a mi alrededor, la habitacion esta unicamente alumbrada por una lampara de noche ubicada a mi izquierda, también encuentro a mi mama sosteniendo mi mano, atras de ella estaba papa; a la derecha están los artefactos que emitían el pitido. En el rostro de mis padres se podía ver esperanzas que luego se transformaron en lagrimas acompañadas de sonrisas.
Intente decir algo, pero no podía, tenia la boca como un desierto y la garganta me ardía y me dolía. Papa se apresuro en darme un vaso con agua la cual bebí sin vacilar.
-Gracias papa -pude decir soportando el dolor infernal de mi garganta- ¿podrías traerme mas?
Sin responder tomo el vaso, se dio vuelta y salio a pasos apresurado de la habitación.
-Liam, mi amor -dijo mama acariciando mi mejilla sin soltar aun mi mano- No sabes la falta que nos hiciste.
-¿Que estoy haciendo aqui? -digo mientras me esfuerzo por sentarme.
Se queda en silencio. Su mirada baja y es triste.
-Mama -insisto- ¿que paso?
-Primero dime como te sientes -dice dibujando una sonrisa en sus labios.
-Me duele la cabeza, siento como si hubiesen licuado mi cerebro -me toco la cabeza- y siento que todo ruido fuerte podría molestarme.
-Bienvenido a mi mundo -dice mama sentándose en el borde de la cama- Es asi como se sienten los dolores de cabeza, estrés o migraña...menos el licuado de cerebro, eso es otra cosa.
La miro extrañada, ella asiente con la cabeza, y rompimos en risa. Cesaron las risas y el silencio vuelve.
-Estuviste en coma una semana -dice mama y mi corazón se detiene- tuviste un accidente automovilístico -estoy desconcertado- Y ahora tienes amnesia -mama nota mi intencion de querer alterarme. Entonces coloca su mano encima de la mia y continua- Pero tranquilo, es postraumatica, lo que significa que se puede tratar para que puedas volver a recordar lo que has olvidado.
Abro la boca con el intento de decir algo, pero no puedo, no tengo nada que decir. Ni siquiera recuerdo el accidente, con quien iba y como fue.
-¿Como sucedio? -murmuro
-Pues...
Mi respuesta fue interrumpida por la puerta abriéndose. Papa habia vuelto junto con dos enfermeras. Traian comida, la cual devore en un instante...no fue suficiente para llenar mi estomago.
Me revisaron cuidadosamente, me hicieron exámenes y varias pruebas. A mi parecer, creo que querian estar seguros de que no habia quedado loco. El doctor y los enfermeros salieron junto con mi papa, al parecer le daran los resultados de mi diagnóstico actual.
Tocaron la puerta. Mama se levanta del sillon que queda a mi derecha, abre la puerta y deja descubrir un grupo de jovenes.
-¿Ya desperto? -dice una chica.
Mama, sin decir nada, se hace a un lado y deja entrar al grupo de jóvenes; mire sus rostros, no los había visto nunca en mi vida. No los conocía. Eran cuatro.
-¿Quienes son ustedes? -pregunte con algo de temor.
La chica que antes tenia el rostro lleno de suspenso y esperanzas al preguntar si habia despertado, la misma que se acerco a los pies de la cama esperando una reaccion aceptable de mi parte, ahora parecía inundada por un terrible sentimiento, no podria decir con exactitud cual, pero puedo notarlo en su mirada enfocada en mi.
-Yo soy Chelsea -dice uno de ellos acercándose mas a mi- Nos conocimos en el instituto en el que ahora estas estudiando...y creo que también olvidaste eso -dice apretando los labios.
-Yo no tengo mucho que decir -dice una chica saliendo entre Chelsea y el otro chico- Soy Dori, tambien nos conocimos en el instituto, y prácticamente soy tu competencia en matemáticas.
Me quedo observando a Dori por varios segundos, y sin pestañear me dirijo a mi mama:
-¿Desde cuando soy bueno en matematicas? -todos sueltan una leve risa. Me dejo contagiar un poco de ella.
-Ya lo veia venir...-un chico casi rubio y de cuerpo atlético se dirige a mi derecha, y ahora que esta cerca puedo notar la venda en su hombro que se esconde bajo su camisa- Me mantuve callado porque sabia que esto no calmaria a nadie, pero sabia que sucedería esto -hay absoluto silencio en la habitacion- Soy Nick, somos compañeros y capitanes en el equipo de futbol del instituto -¿¡Desde cuando formo parte de un equipo de futbol!?- Tuvimos un par de diferencias, pero cambiamos y fuimos mejores.
Cuando di por terminado la presentacion de Nick, mire a los demás por si faltaba alguien de decir algo, y la encontre. La misma chica de cabello café oscuro, de apariencia delicada y timida.
-¿Y tu? -pregunte, todos dirigieron sus miradas a ella.
Abre sus labios con la intencion de decir algo, pero no puede, sus ojos se cristalizan. Me pregunto si es una chica muy sensible o solo es alguien que le duele el que este con amnesia y no pudiera recordarla.
-Me llamo Joyce... -dice fingiendo una sonrisa para poder ahogar su llanto- Somos amigos y...y me da gusto que hayas despertado.
¿Solo eso?. Siendo sinceros, me esperaba mas que eso.
Estaba entrando en confianza con los chicos hasta que la enfermera informo que ya se habia acabado la hora de visitas. Ellos prometieron volver al siguiente día y con mas personas, pero por mientras me pidieron que no tardara en recuperarme porque ya me extrañan en el instituto.
Pero aquella chica, Joyce, me dejo con una pequeña intriga. Todo el tiempo que estuvo aqui no paraba de mirarme, como si quisiera lanzarse a mi y abrazarme muy fuerte. A lo mejor es una amiga muy cariñosa. Ojala la recordara.
Mama salio por cafe, asi que aproveche el momento para desobedecer la regla de "no te muevas de aqui". Muy despacio me sente en el filo de la camilla, deje caer mis pies en las baldosas blancas, tirite un poco por lo frio que estaban. Me dirigí a la ventana de mi izquierda, allí se podía ver parte de la ciudad. Recuerdo que mama dijo que nos mudariamos a otra ciudad, tal vez sea esta pero no recuerdo lo que he vivido aquí. Estoy ansioso por salir y volver a conocerla.
Estaba deleitando el paisaje hasta que oi la puerta abrirse, me gire para ver quien acababa de descubrir en mi rebeldía. Era otra persona que tampoco recuerdo haber conocido antes, una chica. La segunda chica hermosa que he visto en el dia, la primera es Joyce.
-¿No se suponía que la hora de visitas se acabo? -dije sin temer sonar atrevido o grosero.
-Una enfermera es amiga de mi mama -responde sin mostrarse ofendida- Ella entendió mi urgencia y me ayudo a pasar.
-Ya veo -hago una pequeña pausa para examinarla de pies a cabeza- Y supongo que ya nos conocemos, ¿verdad?
-¿Por que crees que estoy aquí bobo? -me mira con ternura, camina hacia a mi y su rostro ahora es triste- No sabes lo mucho que me preocupes por ti, tal vez no me recuerdes, pero me da gusto que ahora estes bien -con una mano acaricia mi mejilla.
-Me gustaria saber tu nombre y nuestra historia --murmure.
Si fue capaz de persuadir a una enfermera para poder entrar y verme, es porque no es cualquier persona o cualquier amiga. A lo mejor es una chica muy especial para mi que conocí en este lugar.
-¡Ay! Pero que tonta soy... -lleva su mano a la frente- Me llamo Luna -guiña un ojo y eso me hace sonreir.
-Vale, ahora nuestra historia -digo sin quitarle los ojos de encima. De verdad no puedo dejar de hacerlo, es hermosa.
Me lleva a la camilla, nos sentamos en el filo de esta y empezo a mirar al techo como si buscara con que empezar.
-La primera vez que te vi me pareciste un chico que valia la pena conocer -dice volviendo a mi- Y obviamente estaba en lo correcto. Te presente a mis amigos, salimos un par de veces y...
-¿Y que paso?
-Nos enamoramos -su tono de voz disminuye.
-Eso es cool -digo sonriendo mientras la miro detenidamente- De seguro muchos quisieron estar en mi lugar.
-Pero nunca te importo eso -sonrie y se pasa sus dedos a los ojos para limpiar cualquier intento de lagrimas- No te permitiste amargarte con eso ya que sabias que siempre te eligiaria a ti.
-¿Dices que no fui celoso?
-Jamas me dijiste algo al respecto -dice tomando mi mano- , siempre trataste de ser cariñoso y tierno.
Me acerco un poco mas a ella, acaricio su mejilla con mis dedos. Sus labios finos y rosados me tientan. Ella parece tambien sentir ese deseo.
-Tengo que irme antes de que me descubran -dice desvaneciendo toda oportunidad de continuar con esto.
-Tienes razon -digo poniéndome de pie- No seria bueno meterse en problemas, y mas por un chico.
Ella se pone de pie y menea la cabeza con una sonrisa. Se acerca a mi y me abraza.
-De verdad me da gusto que estes bien -dice cuando se separa de mi.
-Quisiera verte mañana otra vez.
-Y asi sera -me guiña el ojo antes de atravesar la puerta.
Ella sale y la puerta se cierra.
De verdad es una chica muy bonita, y me alegra enterarme de que tuvimos algo. ¡Fue como ganarme la loteria!. Pero ahora pensando con claridad, ¿lo nuestro habra continuado?. De ser asi ella se hubiera dejado besar por mi. ¿Que ha sucedido?
Necesito recordar.