El reino de verdes colores mostraba más alegría que nunca. Las personas estaban celebrando en las calles. Estás se llenaban de risas y charlas. Todos los lugares estaban llenos de flores y decoraciones.
Todo esto era por solo una razón.
Todo era por qué al día siguiente sería primer el aniversario de la boda de los reyes de tréboles.
Pero esta vez era distinto a los demás aniversarios de otros reyes.
Este era el aniversario de los reyes de marca real.
Dos chicos estaban paseando por las calles floridas del reino. Se dirigían a una florería, la florería más popular del reino. La chica saludaba a todos los del camino, y ellos le devolvían el gesto. Cada paso que daba, daba un pequeño salto, su cabello rubio y falda subían y volvían a bajar gracias a la gravedad.
Atrás de ella la acompañaba un chico de cabellos rojizos. Su caminar no era igual de alegre que el de su compañera. Este iba con las manos en los bolsillos y caminaba despacio, pero igual le seguía el ritmo a su compañera.
Joy dejo de caminar y se dio vuelta para ver a su compañero. Este siguió avanzando hasta quedar al lado de ella. Se miraron mutuamente y Joy sonrío.
-Últimamente estás muy callado, ¿Que pasa?-
El mayor se sorprendió por la pregunta, era común de Joy preocuparse por los demás, pero era extraño que se preocupara por el. O al menos para el era.
-No me pasa nada- respondió el pelirrojo retomando el caminar.
-Fox... te conozco, se que te pasa algo-la chica se le acercó y tomo su brazo, así empezaron a ir a la misma velocidad.-¿Me cuentas?
-Solo estuve pensando un poco de la fiesta de los Jokers... y lo ocurrido
-¿Hablas de que desaparecimos?¿Por que sigues pensando en eso?
-No hablo de eso, Joy. Cuando desaparecieron, yo y Chica...
-Chica y yo
-Tsk, ya entiendes...-Suspiro y volvió a empezar de vuelta- Chica y yo, tuvimos tiempo para hablar sin interrupciones y aclarar algunas cosas...
-¿Está todo bien? ¿Que aclararon?
-Bueno...-Fox movió el brazo haciendo que Joy se soltara, y apuro El Paso. Se dio vuelta y sonrío- Te lo contaría, pero llegamos al destino
La expresión de Joy cambio de dudosa a una clase de enfado adorable. Ella se acercó y fox le abrió la puerta. Antes de entrar le dio un golpe en el estómago a Fox, con ese gesto el pelirrojo de pecas entendió que mas tarde de debería de contar.
Los chicos entraron a la florería, ya al poner un pie dentro del lugar. Ya pudieron visualizar a uno de los empleados del lugar. Fede. El los vio y sonrío, se les acerco con unas flores en las manos y se las entregó a cada uno.
Ellos la aceptaron, Fede les dio una señal para que lo sigan y eso fue lo que hicieron.
Se dirigieron a una especie de patio con sillas y mesas. Todo rodeado de millones de distintos tipos de plantas, desde las más pequeñas, hasta las enormes. Era una hermosa vista para cualquiera que visitaba el lugar. Calmaba a cualquiera con tan solo oir a los ruidos del viendo golpeando las hojas y pétalos.
-Les preguntaría que les trae por aquí, pero ya se- Fede río con su típica risa suave y calmada- Las flores que pidieron están ya casi listas, solo falta guardar algunas más y ya se las entregamos. De paso....¿Quieren algo de tomar o comer?
Fox y Joy tuvieron que rechazar la oferta, lo único que necesitaban eran las flores en ese momento. Igual le prometieron que otro día vendrían a comer.
Los ramos de flores se les fueron entregados. Habían flores de todo tipo, lilies, girasoles, rosas, margaritas, claveles del aire, nomeolvides, tulipanes, entre muchas otras. Joy admiraba las flores, eran hermosas y cada una tenía un toque único y diferente en ellas.
Guardaron los ramos cuidadosamente en una canasta que Fede les entregó y se volvieron al castillo.
-¿A quien invitaras?- Fox le preguntó, Joy no entendía Asi que decidió explicarle mejor- ¿A quien invitaras a la fiesta? O sea solo podemos invitar a una persona, por eso...
-Eh... capaz que a Fred... o a Toddy, o a Onnie, o a Fede, o a nadie-soltó unas risas muta suaves y volteo a ver a su amigo- ¿Tú?
- No tenía a nadie en mente-Colocó una de sus manos en su nuca, tenía razón, no había nadie que invitar, todos debían de estar ocupados- Todos mis amigos ahora tienen título de rey o reina, así que no puedo invitarlos.
-¿Y que te hace pensar eso?, Sabes que a Bonnie, al menos, no le importaría ir a la fiesta. El y Spring se llevan bien- Joy le dio unos golpecitos en la espalda- Además, si los reyes de otros reinos vienen, podemos mostrar la buena relación que los reinos tienen con el nuestro
-Los reyes, no los reinos
El pelirrojo de pecas recibió un golpe de la Jack
-Los reinos
-Tsk, la weona terca
-Te escuche Fox
Los dos siguieron discutiendo a quien invitarían al aniversario. Terminaron decidiendo que nadie, no había una explicación de por que, solo no invitarían a nadie.
Llegaron a las puertas del castillo de tréboles. Habían enredaderas en las paredes externas de este. Daba una sensación de que estaba unido con la naturaleza.
Al abrir las puertas cada uno fue a dejar las cosas que recibieron en sus respectivos lugares. Igual sabían que después las empleadas iban a ir a dejar todo más lindo para la vista. Así que mucho no se tardaron en dejar todo.
Joy subió las escaleras, dirigiéndose a la habitación que le pertenecía a ella. Meg, la reina de tréboles, debería estar allí.
La Jack abrió la puerta, lo primero que vio fue la gran cabellera blanca de su amiga. Esta no llevaba su típico vestido verde y esponjado. Ahora llevaba una clase de vestido simple, Joy sabía perfectamente de que vestido se trataba.
-Aún sigues teniéndolo...-La rubia hablo, sorprendiendo a su compañera.- Se ve que significa mucho para ti
Meg miro el vestido y acaricio un poco la tela. Era uno de sus recuerdos de antes de ser reina, de cuando trabajaba en la panadería junto a Fox.
-Es que lo es... -Meg miro a su amiga, ella la estaba viendo con una sonrisa tranquila y dulce.-¿Para que me llamaste?
Joy se acercó a ella y la dio vuelta, la llevó a un banco que estaba frente a un espejo y hizo que se sentará.
-Quiero peinarte un poco
-¿Okay? ¿Por que eso de la nada?
-Me gusta peinarte, es lindo pasar tiempo de chicas ¿no?
-Si... si lo es.
Los minutos pasaron, las chicas conversaban de lo que les había ocurrido últimamente. Meg no tenía mucho que contar, pero igual no se quejaba ya que podía escuchar a su mejor amiga contar de las cosas interesantes y graciosas que le ocurrieron.
Pasaron así por casi una hora, hasta que tocaron la puerta. Joy se levanto a ver quién era, y después de hablar con aquella persona, cerró la puerta y fue por Meg. Le tomó la mano y la miro, estaba preciosa. Su vestido simple de colores claros, unas zapatillas bajas y el cabello recogido en una trenza. Sin lugar a dudas, spring era muy suertudo al tener a ella a su lado. No era solo una chica hermosa, también era fuerte y graciosa. Era una chica que se hacía respetar, y que no le daba miedo defender a los que quería. La reina de tréboles era perfecta, en todos los sentidos posibles.
-Meg... te necesitan en el jardín, abajo del árbol de la montañita.
-¿Eh? ¿Que ha ocurrido ahora?
-No se... ve a ver- Joy tomo de los hombros a meg y la llevo para afuera de la habitación- Te acompañaría pero tengo cosas que hacer para mañana, Suerte-
Las chicas se fueron por caminos separados. A la albina le pareció media extraña la actitud de su amiga, nunca era así. Decidió no tomarle importancia eso ahora, después de ver lo que ocurriría le preguntaría si ella se encontraba bien o si algo malo ocurría.
La reina bajo las escaleras y fue al jardín.
Lo primero que sintió fue la brisa recorrer su rostro, esa pequeña brisa logró correr los mechones de cabello que ocultaban parte de su cara. Muchas veces taparía rápido su rostro, pero como no había nadie allí, no lo hizo.
Siguió caminando por el jardín hasta llegar a la montaña pequeña. La subió sin problema y al llegar a la cima noto que atrás del árbol había una cabellera corta y rubia. Se acercó más con cuidado para sorprenderlo. Pero la que se sorprendió fue ella al ver lo que había junto al rubio.
Un picnic, solo para dos personas. Habían todas las comidas y bebidas que a meg le gustaban, desde muffins hasta frutas. También habían muchas flores, rosas, lilies, girasoles, claveles del aire, no me olvides, tulipanes, margaritas y otras más.
La albina quedo asombrada no se esperaba eso. Levantó la vista hacia el rubio, este ya se había dado vuelta y la miraba con una sonrisa cálida.
-¿Planeaste todo esto? -Meg intentaba aguantar las lágrimas de felicidad de sus ojos. Nunca había esperado algo así de parte de nadie. No sentía que se lo merecía.
-Quería hacer algo para celebrar el aniversario...
-pero tenemos la fiesta mañana
-Celebrarlo nosotros solos, celebrándolo sin una gran fiesta, celebrarlo como si no fuéramos reyes.-Spring se quedo mirando a su novia, aunque fuera en realidad su esposa, no le gustaba llamarla así, ya que se casaron por el reino. El la seguía viendo como novia, y cuando el momento llegara, la empezaría a llamar esposa, pero no ahora, no quería que la relación entre ellos dos fuera tan rápida.- Veo que traes el mismo vestido que usaste cuando nos conocimos.
-¿Eh?- meg miro su vestido rápidamente y se sonrojó- Es un vestido especial para mí, se que es medio viejo pero...
-¿Nunca dije que amo como luces en el?- La chica al escuchar eso se sonrojó al máximo, Spring tomó su mano e hizo que se sentará en el piso.- me gusta tu peinado, Joy te arreglo más bonita de lo que ya eres
-¿Joy sabía de esto?
-Ella y fox me ayudaron
-Ahora todo tiene sentido...
-Meg...- La nombrada miro a su novio- quiero darte algo- De atrás de él, el chico saco una corona de flores, las flores eran de colores verdes, de distintos tonos de verdes, algunas eran más claras y otras más oscuras.- Se que no es mucho, pero quería darte algo, una corona de flores es lo único que pude pensar...
Meg se paro y camino hacia el, se arrodilló al estar frente a el y lo abrazo.
-Es hermosa, y para mí, es mucho, no debías hacerlo. -Meg tenía las lágrimas en sus ojos, no merecía a Spring, no merecía tanto amor.
Spring la alejo y colocó la corona en su cabeza delicadamente. Después tomo el mentón de meg e hizo que ella lo mirara. Corrió el mechón rosa de su cabello de la cara para mirar los sus dos ojos y no sólo uno como siempre. Se acercó y la beso, meg correspondió el beso.
No fue un beso largo ya que a los pocos segundos se separaron. Se miraron con una sonrisa formada en sus bocas.
-Sabes que te amo, ¿no?
-Si, si lo sé-Meg respondió- ¿y tú sabes que yo también te amo ?
-Claro
Se rieron u se volvieron a alejar, uno enfrentado al otro. Meg tomo un muffin y Spring tomo otro, chocaron los muffins entre sí suavemente intentando copiar cuando se hace un brindis. Y empezaron a disfrutar del picnic que el rey de tréboles había preparado para no solo la reina de tréboles, si no que también para su mejor amiga y el amor de su vida.